Epílogo
HyungWon dio una última reverencia a su joven cliente, para que después esta, saliera de la florería con un poco de dificultad debido al gran ramo que llevaba en brazos y le molestaba la visión por momentos. Esperaba que en el trayecto no tuviera inconvenientes.
El chico suspiró cuando sintió de nuevo la vibración de su celular guardado en el delantal que se le obligaba a usar en el trabajo, y viendo que su jefa no se encontrara a la vista, decidió contestar rápido.
—Madre, estoy en el trabajo. —Reprendió escuchando un quejido aniñado desde el otro lado de la línea. —¿Tan urgente es lo que me tienes que decir?
—Puede que para ti no lo sea, pero como madre esto puede ser de vida o muerte.
—Y eso es... —Cuestionó alargando la última palabra para que SoYou continuara.
—Un presentimiento.
—¿Y sobre qué?
—No te hagas el tonto conmigo Hyung, en nuestra última llamada no te escuchabas bien en lo absoluto y desde ese entonces tuve aquella sensación de que algo no está bien.
—No sucede nada... No mucho. —Corrigió sabiendo que no había caso en mentir a su madre cuando ella lo conocía mejor que nadie, sin importar que ahora se encontraran a kilómetros de distancia. —No se trata de un problema en realidad, pero...
—Es sobre HoSeok–Sshi, ¿No?
—¿Por qué lo supones?
—Es la única razón que conozco que pueda hacerte preocupar de verdad.
HyungWon hizo una ligera mueca poco perceptible tanto por aquel último comentario como porque su jefa lo encontró infraganti y conociendo su forma de ser tan mañosa, lo usaría para un poco de beneficio propio. Ya no había que hacer.
—¿HyungWon? —Llamó SoYou de nuevo sacándolo del hilo de su pensamiento.
—Si, se trata de él. Pero no lo sabe.
—¿Cómo?
—Solo... Me siento un poco preocupado de que se comience a aburrir de nosotros. Ya sabes, es la primera vez que tengo este tipo de relación y creo que todo fluye bien... Pero no es lo mismo para ambos, y tal vez lo que para mí es un avance seguro, para HoSeok es un estancamiento.
—Estás preocupado de que terminen en una rutina. —Dedujo con una voz que el menor describía astuta. Como si su cerebro estuviera sacando cientos de teorías por segundo. —No creo que debas pensar en eso Hyung, no con HoSeok–Sshi.
—Bien, parece ser que tú sabes algo que yo no.
—¡No es eso! Solo que, a estas alturas no deberías pensar así, la etapa de dudas tuvo que suceder cuando vivían aquí, en casa, no cuando decidieron empezar en otro lugar.
—No era lo mismo, en ese entonces era solo...
—Sí, sí. Tu enfermero, el cual desde casi el primer mes que se conocieron y hasta la actualidad te mira de la misma manera... Sigo sin creer que no me di cuenta... Está bien pensar en ello de vez en cuando Hyung, pero no le des prioridad. Además... siempre sabes que hacer.
—Supongo. —Respondió quitándole importancia a pesar de saber lo cierto que era. ¿Cuándo fue que HoSeok se volvió tan prioritario? Quizá desde que tuvo la noción de que le gustaba o tal vez cuando fue su primer aniversario como pareja. —Debo volver al trabajo. Saluda a tu compañero de mi parte.
—Deja de llamarlo así. —Se quejó SoYou, supuso el Chae menor, con un puchero. — Se llama DaeMin. Y en la siguiente llamada quiero mejores noticias.
—Está bien. Adiós. —Despidió para después terminar la llamada y continuar con el arreglo que debían entregar en solo unas horas esperando que la charla con su madre no lo tuviera pensando demasiado por el resto de su turno.
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Cuando recibió la llamada de HoSeok diciendo que esta vez no podría ir por él al trabajo, no le tomó demasiada importancia sabiendo que el mayor pudo haber tenido más que hacer en el hospital y para no agobiarlo, decidió regresar al departamento solo, sin pedir explicaciones.
Mismas que en esos momentos le podrían decir por qué la pequeña hija de KiHyun se encontraba jugando con los perros y con el mismo HoSeok en la pequeña sala.
¿Cómo es que HanNa de tan solo dos años terminó con ellos?
—KiHyun me pidió que cuidara de ella por unos días. —Explicó Shin con una sonrisa demasiado brillante. HyungWon suponía que era su táctica para no hacerlo enojar. —Él debe ir a unas conferencias aquí en Busan, y su esposa tiene mucho trabajo por lo que no puede cuidarla en estos momentos.
—¿Qué hay de ChangKyun y JooHeon? —Cuestionó sabiendo que MinHyuk como subdirector del hospital no podía ser responsable de la niña cuando debía tomar las riendas en ausencia del director Yoo.
—ChangKyun no es el mejor con niños, se puede decir que es tímido. Y JooHeon no tiene mucho tiempo para esto.
—Ya veo.
—¿Estás molesto? —Preguntó un poco triste. HyungWon no pudo evitar la sonrisa que se marcó en su rostro para después dar un pequeño beso en los labios ajenos, haciendo sonreír al enfermero de nuevo.
—No lo estoy, solo me ha tomado por sorpresa. Cuando tengas que irte yo me encargaré de HanNa.
—Gracias. Prometo que no tendrás problemas con ella.
—Hablas como si no la conociera HoSeok. —Rodó los ojos para después ir a la cocina preguntándose que fruta herviría para la cena de la pequeña. Shin rio en respuesta.
—Un bebé en tres meses puede cambiar mucho. Ya comienza a hablar con más fluidez.
—Ya lo noto. —Respondió viendo como la niña seguía balbuceando cosas sin sentido, pero HoSeok fingía entenderla animándola a seguir.
La imagen frente a él era simplemente tierna, y con ello en mente, decidió que lo mejor era dejar la charla de las dudas para después y no arruinar la pequeña burbuja formada entre el mayor y la menor (por el momento) de la casa.
Solamente el perro más longevo de los dos, decidió hacerle compañía en la cocina viéndolo hacer la merienda antes de que HoSeok tuviera que ir a su turno en el hospital, el cual agradecía que no tuviera que ser por toda la noche.
Porque, aunque no lo dijera, se preocupaba mucho por Shin; siempre viendo que comiera de manera correcta, que descansara lo suficiente, incluso se hizo de la costumbre de revisar cada día la temperatura del mayor, sabiendo que este era capaz de negar estar enfermo con tal de cumplir con sus pacientes.
Son cosas que no parecen querer cambiar pronto. Pensó HyungWon con gusto, esperando que incluso en años futuros, aquella chispa y brillo de HoSeok nunca se apagara para seguir iluminándolo cada día.
————————
—Lamento mucho el problema.
Chae negó para después dejar el vaso de agua en la mesa frente al sofá donde KiHyun arrullaba con amor a su pequeña hija ahora dormida después de estar persiguiendo a los perros por todo el departamento e incluso llevándose algunos adornos en medio del juego.
—No ha sido una molestia. HoSeok pareció disfrutar mucho el estar con ella, al fin encontró a un igual que tiene sus mismas opiniones.
—No tengo duda de ello. —Sonrió Yoo despacio. —¿Sigue en turno?
—Si, pero no debe tardar en llegar, un par de horas tal vez.
—Será una lástima, pero no podré saludarlo esta vez. Ya compré los boletos del tren.
—Bueno, será algo divertido de ver. —Comentó el menor cínicamente siendo seguido de KiHyun para después cambiar a un ambiente un poco más serio.
—¿Qué hay de ti? Me refiero a cómo te sientes.
—Bien, de vez en cuando me canso, pero nada fuera de lo común. —Respondió sabiendo que KiHyun se refería a su estado físico. —HoSeok también me lleva a revisiones de vez en cuando al hospital y dos veces por semana me ayuda a hacer ejercicios.
—Es bueno que siga pendiente de esa cuestión. No esperaba menos de él.
—Yo tampoco. —Secundó con un poco de pena; aún era un poco difícil ser así de empático con las personas, a pesar de que poco a poco fue haciendo mejoras, pensaba que aún tenía que progresar su forma de relacionarse con el resto.
KiHyun le sonrió mientras se levantaba con HanNa en brazos. —Es hora de irme, de lo contrario, perderé el tren y llegaré hasta el anochecer... Mi esposa me mataría si fuera el caso.
—Tienes a su pequeño tesoro contigo después de todo.
—Lo sé, por eso mismo tomé mis precauciones.
HyungWon decidió acompañar a KiHyun a la estación y asegurarse de que se marchara sin problema alguno y lo que pensó sería una salida de una hora, terminó siendo de dos, por lo que no le sorprendió ver a HoSeok llegar por el otro lado de la calle.
—KiHyun se acaba de ir, pero envió saludos. —Fue lo primero que salió de su boca para después recibir un beso en la frente, como casi siempre.
—Sí, recién recibí un mensaje de su parte. Lástima que no me pude despedir de HanNa.
—No pasará mucho para que vuelvan a verse.
—Eso espero. —Suspiró ligeramente decepcionado para después cambiar su semblante a uno más alegre. —Ya que estamos afuera, vayamos al parque.
HyungWon asintió sin tener un problema real e incluso aliviado de tener un momento a solas con el mayor el cual no perdió tiempo en tomar su mano para guiarlo.
El más joven nunca lo diría, pero le gustaba mucho como HoSeok acariciaba su mano, haciendo una ligera presión en el pulgar para darle cosquillas en la palma.
Tampoco mencionaría que por más raro que sonara, le gustaba como su olor natural mezclado con el olor a hospital era un relajante natural para su ser, dándole satisfacción por que le recordaba a los días de antaño, cuando recién se mudaron a Busan e iniciaba su nuevo empleo.
No confesaría que le divertía escucharlo hablar de su día en el trabajo y el cómo diario preguntaba por su jornada en la florería, su espalda o por agotamiento. Y a pesar de responder que no, se tomaba la molestia de darle masajes para relajarlo.
No le diría que disfrutaba cuando se bañaban juntos, aunque en voz alta se quejara del espacio pequeño y tampoco sobre como cocinar juntos se volvió una de sus anécdotas favoritas para contarle a su madre.
No le diría como cada gesto hacía que se sintiera más y más amado y eso llevó a que sus llamadas con HyunWoo fueran casi igual a cuando eran solo niños; que al hablar con Son sobre YeongJi ya no tuviera un hueco en el estómago y solo hubiera ternura cuando lo recordaban con tanto amor, diciéndole el cómo HoSeok insistió demasiado para que celebraran el Taeborum en nombre de Yeong y mostrarle que no había sido olvidado...
—HoSeok. —Llamó al mayor una vez que estuvieron en el parque, recargados en uno de los árboles más grandes viendo la poca gente que aún había con el cielo ahora oscuro y siendo iluminados por el alumbrado público.
—¿Pasa algo HyungWon?
—Solo se trata de algo que ha estado en mi mente desde hace unos días. Sobre nuestra relación.
—¿Nosotros?
Asintió mirando al cielo como ya le era costumbre. —No lo tomes como algo malo. Solo pensaba en que... A pesar de que la diferencia de edad no es mucha, sigue siendo algo que puede que haga que veamos las cosas de manera distinta. Ya sabes, puede que tú quieras algo más de mí y no me lo digas... Y eso haga que no podamos avanzar.
—Así que por eso te has comportado tan raro. —Concluyó el mayor con cierto alivio. HyungWon arqueó una ceja ahora mirándolo. —No me veas así, no eres muy obvio, pero vivimos juntos desde hace mucho tiempo.
—No dije nada.
—Me sentía un poco preocupado por eso, así que ahora me has quitado un peso de encima... Y con respecto a lo que has dicho, es verdad que cinco años no suenan mucho, pero son una ligera brecha, también nuestras relaciones con otras personas han sido distintas. Eres el primer hombre del que me enamoro, por ejemplo.
HyungWon no dijo nada, solo miró al frente esperando que el mayor no notara el sonrojo que seguro había ahora en su cara. ¿Por qué no podía acostumbrarse a escucharlo hablar de ellos de esa forma tan liberal?
—Eso provocó cambios en mis planes a futuro. Quiero decir, no pensé tener una relación estable debido a mi trabajo, pero aquí estamos, y eso me hace sentir bien, no necesito que hagas algo en especial, el arriesgarte a venir conmigo, lejos de tu madre, de tu hogar, es lo más grande que alguien ha hecho por mí. Todo lo que me ofreces me hace feliz, no estoy satisfecho y nunca lo estaré porque cada día me gustas más y eso no cambiará. Sin embargo, eso está bien para mí... Pero no por ello tú no puedes pedir algo, quiero que siempre me digas lo que quieres, lo que te enoja...
—Siempre sabes lo que me pasa. —Susurró como si fuera obvio. HoSeok asintió dándole razón.
—Pero me gusta que lo digas.
—En ese caso, si hay algo que quiero pedirte. Puedes rechazarlo si no estás de acuerdo.
—Lo consideraré en cuanto me lo digas.
—Quiero que estés conmigo siempre... Así llegue un momento en el que te canses de mí o ya no me ames... Quiero que sigas conmigo.
—Creo que es más realista que tú te canses de mí.
—Eso nunca pasará. —Aseguró tomando su mano suavemente. —Por eso te lo pido; quédate conmigo hasta incluso después de la muerte si es posible.
—Eso sonó como a una propuesta de matrimonio. —Bromeó HoSeok con una risa ligera, apenas audible.
Silencio fue lo que siguió después de aquello y HyungWon pudo notar las orejas rosas de HoSeok y como su cara tomaba el mismo color y no lo culpaba. Había sido muy espontáneo.
Pero estaba seguro de lo que hacía.
—No veo por qué no puede serlo.
—HyungWon...
—No me molestaría ser tu esposo en realidad.
—Pero... Yo... Las bodas no son legales aquí en Corea... Ya sabes...
—No necesitamos una boda civil o en la iglesia. —Aseguró sin darle la importancia que no merecía. —No necesito que un montón de gente sea testigo o que un pedazo de papel demuestre al resto que estamos juntos. Muchas parejas se casan y divorcian rápido, nada de eso los unió y los hizo tener una mejor relación. Yo sé sobre tus sentimientos, y tú sabes de los míos, ¿Qué más se necesita? Claro, que tu aceptes.
—¡Por supuesto que acepto! —Exclamó con lágrimas en los ojos. Lágrimas que HyungWon no notó hasta tener el rostro del otro a centímetros del suyo. —No puedo creerlo... Nos vamos a casar...
—Pienso que treinta y un años es una buena edad para que te cases. Después serás demasiado mayor.
—¡HyungWon!
El menor se permitió lanzar una risa ligera, de esas que eran contadas y su madre casi las llamaba milagros.
Y supuso que para HoSeok también eran algo poco común si al mirarlo de nuevo tenía sus ojos tan fijos en él.
—¿Pasa algo?
—Te amo. Solo eso. —Dijo antes de tomarlo en brazos con fuerza.
Sintiendo ese olor a hospital y jabón al que tanto se acostumbró.
Acariciando sobre la ropa esa anatomía que conocía casi de memoria y aun así, siempre tenía algo nuevo que descubrir de ella; un lunar, una pequeña cicatriz apenas visible.
Teniendo el calor al que se obsesionó sin saberlo.
Y supo que, de nuevo, su madre tenía razón en decirle que no había de que preocuparse.
Porque junto a HoSeok no había forma de estancarse.
A pesar de ser diferentes de pies a cabeza y en su forma de pensar y actuar, estaban ahí; juntos con un mismo sentimiento.
No tenía que preocuparse o temer de nada.
HoSeok era su sol. Al que amaba tanto como si fuera parte de sí mismo.
Tal vez en un poco más de tiempo, tuviera el mismo valor del mayor para decirlo.
————————
Querida madre:
Puede que esta carta sea un poco sorpresiva después de tanto tiempo, sin estar en contacto. Me disculpo por eso y espero no tomes a mal que vuelva a escribirte, aunque supongo que es algo que ya te da una idea de lo que trata.
Estoy casi seguro de que el señor Woon te ha mencionado sobre mi regreso hace unas semanas en donde solo me quedé por una noche en la pequeña casa que renta casi al inicio de la carretera.
Admito con un poco de pena que no me vi tentado a visitarlos pero no fue con mala intención; solo vine por un motivo específico y el cual me gustaría compartir contigo.
El invernadero del pueblo siempre fue uno de mis lugares preferidos: mi patio de juegos con mi hermano, mi refugio con mis amigos e incluso momentos de familia me llevo de él.
También hace casi cinco años recibí hermosos regalos de cumpleaños en ese lugar lo cual fue decisivo para una nueva etapa de vida en ese entonces.
Bien, quise que el invernadero fuera de nuevo un lugar para crear un bello recuerdo, uno de los mejores de toda mi vida debo decir y es que fue el lugar en el que me casé hace cuatro semanas si no es erróneo mi conteo sobre la fecha en la que recibirás esta carta.
Junto a mi ahora esposo pedimos permiso del dueño para usarlo con ese motivo y estuvimos todo un día anterior arreglándolo para la ocasión.
La boda fue pequeña en realidad; solo nosotros dos con un montón de flores, amapolas, claveles y tulipanes según me explicó.
También fue una ceremonia corta, solo dijimos nuestros votos, colocamos las sortijas y por supuesto, compartimos nuestro primer beso como consortes.
A pesar de ser rápido, tanto, que tuvimos que regresar a casa el mismo día, no pude pedir algo mejor, fue una ceremonia perfecta.
En fin, para no dar más vueltas, ese fue el motivo de mi corta visita. Espero que la siguiente vez que nos encontremos, sea con una sonrisa, sin necesidad de hablar, con solo cruzar una mirada sin rencores es suficiente.
He enviado unos pequeños regalos de parte de él y su madre, quienes los eligieron especialmente para ustedes como agradecimiento por los pastelitos de arroz, ambos quedaron encantados con ellos.
Deseo que te encuentres con buena salud y felicidad al igual que papá. Prometo que la próxima carta que recibas también estará llena de buenas noticias.
Con cariño:
–Shin HoSeok.
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Así, podemos dar por finalizado New Spring.
Ya que sé que no todxs leerán los agradecimientos, me quise dar la libertad de tomar este espacio un momento (borraré esto la siguiente semana~) para explicar un poco mi desición del epílogo.
Como sabrán, toda la historia es contada desde la perspectiva de HoSeok; su sentir y la situación desde sus ojos. Así que al ser un epílogo una clase de especial, creí que sería fantástico hacerlo pero en esta ocasión por el lado de HyungWon y adentrarnos un poco más a él.
El epílogo tiene lugar en tiempo más futuro como pudieron darse cuenta y quería mostrar de manera sútil el como cambió la forma de pensar y ser de HyungWon: pasar de ser una persona aislada hasta poder expresarse cada vez mejor e incluso llamar a los amigos de HoSeok como si fueran suyos.
También aunque fuera poco, pueden darse una ligera idea de los cambios que hubo en otros personajes (si no en todos, como BoRa, si en la mayoría) así que espero el epílogo fuera de su agrado :)
Sin más que decir, espero poder verlxs en futuras historias en las cuales me esforzaré para que puedan seguir los pasos de este fic~
No teniendo más que agregar...
–Wonhobar.
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