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Único(?)


Otra noche tapado entre mi gruesa sábana de colores neutros entre toda la oscuridad de mi reducida habitación, mis pies salientes recibiendo algo de él gélido ambiente ¿o solo soy yo quien me siento frío?

Mirando mi móvil una y otra vez mientras esté cuelga de mis manos hacia el suelo, nada, mi vida es tan miserable como mi propia existencia.

¿Por qué me siento solo?

¿Por qué cuanto más intente dormir menos lo logró?

Preguntas que nuevamente quedan en el aire.

Suspiré derrotado, quizás a mis pocos conocidos no les importe lo que me suceda o si siento que mi vida mísera no debería seguir a más allá de los 30.

¿Por qué vivo si no soy nadie?

Incluso las oportunidades de vinieron a mi las dejé escapar como Aguán entre mis dedos.

Sigo con ese cobarde pensamiento de querer acabar con esto, con mi existencia.

¿Cómo lo hago sin hacer llorar a las únicas personas que tal vez si les afecte mi partida?

Nuevamente esa ventana que creí abierta se cerraba frente a mi rostro pero no puedo moverme, estoy estático, otra vez la oscuridad me envuelve.

La sangre en mi cabeza la cual colgaba me hizo detenerme y alzarme sobre mi colchón para sentarme, aun con mi inerte móvil entre manos, no hay llamadas, no hay mensajes, no hay notificaciones, ninguna señal de vida aunque todos estén activos a esta hora.

¿Acaso mi existencia no vale?

Claro que no, ni tu madre recuerda que estas.

Restregué mi mano sobre mi rostro, no siquiera sabía porque seguía respirando el valioso oxígeno que otros podrían aprovechar mejor y ni con alguna canción motivadora lograba animarme.

Me levanté sintiendo el frío piso de cerámica bajo mis desnudos pies ¿que importa si hace frío? De igual nadie notará si enfermo o sigo vivo.

El sonido de un refrigerador y la constante pelea de mis vecinos atravesando mis delgadas paredes, deseando tanto que se callaran y resolverán sus discusiones pacíficamente, si intento decirles que hablen terminaré por ser demandado.

Me acerque a la ventana y seguidamente la abrí, el aire gélido pudo ingresar por cada poro de mi piel hasta llegar y congelar mis huesos, abrazándome a mí mismo para no morir de frío.

No había estrellas, jamás las hay, ni luz de luna, casi siempre es oscuridad, faroles de las calles encendidos y el aullido de algunos canes a la lejanía, algo lamentable.

Nuevamente suspiré.

Solo quería irme.

Entonces decidí que una caminata nocturna me haría bien, dejaría todo lo de valor en casa y si me asesinan en media caminata estaría más que agradecido con el delincuente  por ponerme tan fácil y que nadie pida explicaciones.

Al diablo si solo vestía con prendas muy holgada y blancas, a esta hora todos dormían.

Salí con cuidado de no hacer tanto ruido, con mis zapatos, unos tenis  que no tenían más de 2 usos.

Lo único que tendría conmigo sería la certeza de que mi cabeza volviera a su balance entre los pensamientos narcisistas y los pasivos. ¡Ah! También un par de centavos.

Paso por paso por las calles, ni un alma, algunos animales sin hogar.

Ahora que lo pensaba mejor, tampoco tenía alguna relación amorosa, el juego de roles no contaban, necesitaba amor en mi patética vida.

Sin pensarlo mucho había llegado a las viejas vías de un tren que ya no se usaba y claramente desmantelar era la mejor opción para él.

Sonreí un poco al ver por fin la luna salir. La luna, aquella amante a ciegas  conocedora de mis más profundos pensamientos, la única confidente que no me juzga por mis pensamientos tan estúpidos.

Pronto el gélido volvió.

A lo lejos de las vías una luz y el sonido de una locomotora llegar y parar frente a mi.

Abrí mis ojos aún más mirando el letrero en letras y grandes.

"hope"

¿Que significa eso?

¿Esperanza de que?

No podría ver por dentro de las ventanas y menos dentro de la puerta abierta, mire hacia atrás notando la tremenda distancia que había recorrido hacia este lugar, pensé muy poco.

Después de todo si desaparezco nadie lo notará porque no soy importante.

Entonces entré sin detenerme a pensar mucho, atrás de mí la puerta cerrándose y ver todo en oscuridad.

un pinchazo en mi cabeza hizo que mis ojos se abrieran pero volviendo a cerrarlos por la luminosidad.

enfoque mejor tratando de ver los detalles del lugar en el que me encontraba pero ¿donde estaba?

Las paredes pintadas de celeste cielo con marcas de manos pequeñas, juguetes y más.

Reconocí enseguida donde estaba, luego mire mis manos, eran pequeñas.

¿Fue un sueño?

Sonreí en grande, casi lanzó todas las sábanas al suelo corriendo a tropezones a la escalera, al llegar al final  de la escalera nuevamente esa imagen.

—Papá... No le pegues.

Rompí en llanto haciéndome pequeño en un lado mientras frente de mi quien yo llamo padre golpeaba a mi madre la cual lloraba a más no poder, otra vez la golpeaba.

Gritos, solo quería dejar de escuchar esos gritos de dolor todo se calmó al lapso de unas horas me levante con el mar de lágrimas que yo era y me acerque a donde mi madre estaba sentada, mi padre ya se había cansado y dormía tan pacíficamente eso re el sillón mientras mamá lloraba.

—mamá.

Me arrodillé, mi cuerpo nuevamente era el de un adulto no lo entendí pero no quería entender quería abrazarla.

Se desmoronó al simple contacto, todo lo hizo quedando en un total blanco, todo se hizo confuso.

A lo lejos una puerta.

Solo corrí a más no poder, necesitaba salir de inmediato, el recuerdo de aquello dolía aún y ahora no sabía dónde me encontraba.

Otra vez todo fue oscuridad.

Al nuevamente abrir mis ojos me encontré en un auto, mi padre conduciendo mientras mi madre tarareaba.

—vamos Hobi, canta con nosotros.

Reacciones ¿Dónde estaba? ¿Por qué se sentía tan cálido esto, las risas de ambos me abrumaron, parecía como si jamás hubieran peleado.

Sonreí tarareando la misma melodía.

Esto era como la familia que siempre desee.

Mire mis manos en un impulso loco, así cual sentimiento repentino de fatiga, quise jamás hacerlo, una estática estaba consumiendo mi cuerpo muy lentamente, volviendo todo a la realidad.

La ropa que vestía, el camino que tomábamos.

Este era un recuerdo mío pero no estaba bien.

—así no sucedió.

El auto se detuvo, la estática empezó a bajar, el recuerdo de mi mente o lo que pensaba que era tomó su verdadera forma.

—recuerdo esto. — ambos mayores discutiendo fuertemente mientras estaba atrás. —fue el día que me llevaron para su divorcio.

Otra vez todo cambió, ahora la estática bajaba, el lugar se había convertido en su antigua casa otra vez, mamá estando en la mesa conmigo o más bien eso era lo que veía de lejos, justo desde el marco de la puerta.

—esto es duro, pero tu padre y yo jamás vamos a desamparar.

Camine lentamente mientras la conversación daba un silencio incómodo llegando hasta mi madre, la mire, tan afligida y luego estaba yo, recordaba el retener mis lágrimas para no llorar pero siendo imposible, la estática continuó bajando.

—es como si estuviera dentro de mis pensamientos. —me dije a mi mismo y una vez más todo cambió, hice una mueca al recordar donde estaba, las bancas y el pizarrón. — hay no. — la fecha no la olvidaba, era uno de los peores días para ir a clases y mas con lo que había pasado.

Un pequeño niño que reconocí como mi yo más joven de escuela entraba al salón totalmente vacío y acomodándose en su lugar con la cabeza gacha, corrí hasta él pero no podía tocarlo, era como si fuera solo un fantasma.

—¡vamos, levántate Hoseok!

no me escuchaba, no lo podía mover, maldecir mil veces una y otra vez al no poder hacer mas que solo mirar.

entonces llegaron, aquello chicos.

No quise.

—por favor no lo golpeen.

Murmure aferrando mis manos a mi ropa, los gritos y golpes se escucharon atrás, era como la más cruel de mis pesadillas.

Supe cuando voltear, era la primera vez que me veía desde esta postura.

Estaba golpeado, el hilo de sangre saliendo de mi nariz y mi uniforme roto.

Tan roto como lo estaba ahora.

Me acerque a pasos lentos hasta mi versión menor que parecía estar en un trance de sus pensamientos.

Toque mi mejilla o la de él, no sabía.

—me veo tan patético.

—nos vemos patéticos, solecito.

Mi versión más pequeña se levantó tomó sus cosas y corrió a la salida.

Recuerdo haber salido del establecimiento y no regresar hasta muy de noche a casa, mi madre ni siquiera estaba en casa.
Esa noche llore envuelto en sábanas.

Sentí la estática volver a subir y mis lágrimas no parar, una vez más todo cambió.

Estaba mi padre y yo, ambos disfrutando una noche juntos.

Nuevamente cambio de entorno.

Estaba en mi habitación y mi yo de unos 15 años dormir, parecía tan calmado, camine por la habitación tomando su móvil, mis ojos se cristalizaron.

—por favor, no me hagas recordar esto. —apreté mis labios con fuerza.

Sentí ahogarme.

La puerta se abrió de un golpe y el rostro de mi madre envuelto en lágrimas mientras mecía a él cuerpo que estaba sobre la cama.

—¡Hijo!

—¿que Paso? Déjeme dormir. — quedó estático, quedé estático. — ¿que te sucede?

—tu padre.

Vi como salió corriendo sin detenerse, en la habitación mi madre llorando, salí corriendo a buscarme.

Sabía dónde iría, no podía detenerme, era como si de un bucle se tratara.

Entonces, después de mucho correr llegamos, la puerta se encontraba abierta, tome el suficiente aire para ingresar, de una o otra forma lo vería.

Los pasillos se escuchaba el llanto incontrolado y gritos descontrolados, entonces llegué al baño de invitados.

Estaba allí, arrinconado en una esquina llorando en desconsuelo, el cuerpo de él hombre quien me dio la vida colgado, frente a mí, sentí que el aire faltaba, que el espacio se reducía, mi tórax se comprimida aplastando todos los órganos de mis entrañas.

—¡PAPÁ!

—¡YA BASTA!

La estática siguió cubriendo mi cuerpo hasta que llegó a mi cuello, me arrodillé.

—por favor, basta.... Aun no estoy listo..... ¡ESTO AUN DUELE!

Grite con fuerza otra vez cambió, estaba sentado, alce la vista y allí estaba, estaba parado a un lado de un ataúd, conocidos dándome el pésame y luego desapareciendo, todo es como un mal sueño.

Todo es mi recuerdo.

¿Qué era esta maldita estática que está apunto de consumirme?

Cosa tras cosa.

Lugares.

Todo.

Mis pocos amigos.

Mi familia.

Una vez más cambió, ahora me encontraba en mi habitación.
¿Había vuelto?

Me tire a mi cama, pero.... Aún estaba la estática cubriendo me, la oscura habitación se iluminó cuando la puerta de este se abrió.

Mis ojos se abrieron al verme a mi entrando.

—¿Qué diablos?

—¿te sorprendí?

—¿¡PUEDES OÍR LO QUE DIGO!? — mi otro yo de ropas verdes y con una sonrisa.

—tranquilo, yo soy tu. — mire su mano que se estiraba hacia mi. — ven, se que tienes preguntas.

Estaba demasiado asombrado, pero aún así, esto ya no podría ser más extraño, cuando tomé su mano o mi mano ¿Cómo debería decir?

La estática se fue, así de repente, mi ropa quedando blanca.

—aun estas tan aferrado al pasado y las malas experiencias que no te permites ver más allá

Una burbuja apareció de repente y mi otro yo la hizo estallar al pincharle con su dedo.

Al explotar todo cambió, la triste y oscura habitación se volvió de colores tan vivos que no pude evitar que una sonrisa se asomara.

—lo sientes ¿verdad?

Lo mire, claramente lo sentía, había olvidado esta agradable sensación. — si, creí que no me sentiría así nunca.

Era como un mundo surrealista lleno de cosas que te hacen sonreír así por así, el suelo siendo de colores pero el más abundante, el rojo.

—¿Dónde estoy y porque todo cambia a cosas que me hacen recordar malos momentos? — pregunté inmediato, todo pareció palidecer.

—esta so en tu conciencia, yo soy lo que tu y amas "voz interior" ¿no recuerdas lo que sucedió? —negué preocupado. — estas en coma hobi, sufrimos un accidente y lo único que recuerdas es el tren, en realidad ese tren no existe.— arque una ceja incrédulo. — ese tren solo te lleva aquí, a tu parte más subconsciente de ti, en realidad tu último recuerdo es cuando un auto venía hacia nosotros sobre las vías del tren.

—¿que? ¿Estás jugando? — este negó.

—quédate en silencio por unos minutos y escucha.

No entendí, me confundí más pero lo hice, todo quedó en total silencio por minutos hasta que escuche unos pitidos y voces, apenas escuchaba algo, puse más atención y entonces los escuché.

"Doctor ¿cree que despierte?"

"no estamos seguros pero este es  su décimo mes en coma ¿de verdad quieren pagar por tenerlo conectado?"

"es nuestro amigo, lo que sea por el."

Mis lágrimas no tardaron en salir pero fui abrazado, necesitaba aquel fuerte y cálido abrazo, entonces era real aquello.

—todo esto es real.

—lo es, esta es tu conciencia ¿Por qué quisiste quitarte la vida? Teníamos conocimiento de las carreras y lo peligroso de lugar y aun así fuimos ¿porque?

—eres mi conciencia ¿no? Deberías saberlo. — sentí algo pasar por mi cuello y me asuste, rápido pude observar peces dorados  flotando, más burbujas y wow ¿todo esto era mi conciencia?— si esto es mi conciencia ¿Por qué están esos malos recuerdos?

—el tren de tus pensamientos te deja en lo superficial ósea tu recuerdo más presentes, nuestro accidente, las cosas de nuestros padres, esta parte de nuestra conciencia es lo que tu decidiste apartarte de tu presente. —señaló, fruncí mi sueño ¿Por qué dejé esto tan recluido si parece tan alegre? — llegué justo cuando pasabas por tu último recuerdo y quise traerte aquí antes, sabes.... Extraño esto, extraño ser el yo alegre. — nos miramos él parecía tener mucha vida reluciendo en sus ojos. — tu brillo se apagó

—porque me dices todo esto.

—porque ya es hora de dejar todo esto atrás todos esos recuerdos. — las burbujas que estaban flotando por todos lados empezaron a reflejar mis recuerdos tristes, cosas que no quería recordar. — y dejar venís cosas nuevas, algo nuevo. — aquellas imágenes cambiaron de repente, ahora habían cosas diferentes, recuerdos alegres. — mira ese. —señaló a una de las burbujas. — ese es el día en que Yoongi casi te atropella pero desde ese día se hicieron buenos amigos, aparte te compró una sprite. — recordar eso me hizo sonreír, realmente fue graciosas esa situación aunque me asuste demasiado. — y esa. —volteamos a mirar otra de las burbujas. — ese día Namjoon le arrancó una hoja sin querer a un libro y ambos terminaron organizando toda la biblioteca. — reí. — vez, estos recuerdos son los más nuevos que tienes y todos vinieron a parar aquí, a donde los dejaste, te centraste en las cosas malas y dejaste las buenas, me sorprende que nuestros amigos estén contigo a pesar de todo.

Agache la cabeza, tenía tanta razón, había dejado todo aquello por centrarme en las cosas malas, en los recuerdos dañinos, odiando a todo incluso mi vida.

—mírame. — pidió y levanté la mirada ¿jamás cansa de sonreír? — tenemos una segunda oportunidad para vivir ¿la desperdiciamos?

—no.... No se si puedo....soy débil. — desvíe mi mirada mientras jugaba con mis dedos.

—lo sé, somos débiles pero no quiero seguir lamentando por los rincones el porqué de nuestra existencia tan patética, vamos, sal más, pinta esas feas paredes grises, vayamos a él salón de baile, amamos bailar y aún podemos dar clases allí en vez de estar en ese maldito trabajo de oficina que nos estresas.

—¿Y si no logro nada? Seguiré siendo patético.

—¿Y que? Somos  jóvenes, podemos hacer lo que queramos y aprovechar al máximo todo ¿Qué si nos caemos en media coreografía? Volvemos a levantarnos ¿Qué si Yoongi nos rechaza?  Iremos tras Taehyung. — le di un ligero golpe. — oye, eso duele.

— no digas estupideces. —reí, ambos reímos.

—vez aún estás allí, sólo necesitas soltarte.

—¿si jamás despierto? — su mano se posó sobre mi hombro, aun con su radiante sonrisa.

—tu ten esperanza rayito de sol, cuando menos lo esperes despertaras y nos comeremos el mundo con nuestra nueva perspectiva de la vida ¿si?

—si.... Quiero hacerlo.

—¡LLAMA AL MALDITO DOCTOR, ESTÁ DESPERTANDO!

Namjoon salió como alma que lleva satanás fuera de la habitación, los dos jóvenes que quedaron allí miraban como las pulsaciones aumentaban y la mano se movía.

—por los mosqueteros, está abriendo los ojos, Hyung. —Taehyung recibió un pequeño golpe del pálido quien seguía concentrado.

Pronto los ojos de quien estaba sobre la camilla se abrieron observando todo el lugar.

Ambos jóvenes querían llorar uno aguantando y el otro escondiéndose tras la espalda del contrario para que no vieran lo sentimental que estaba.

—¿donde...

—idio.. Idiota. — Yoongi contestó entrecortado, apretó los labios y continuó. —¿acaso no piensas en nosotros tus amigos?

—Hoseok Hyung estábamos preocupados. —Taehyung recobro la compostura.

—yo.

—no hables, por ahora descansa, estamos aliviados de que estas mejor. — Hoseok sonrió un poco, ambos jóvenes lo miraron en asombro, apenas y sonreía sin ánimos y ahora sonreía como si no hubiera un mañana, estaban felices de ser testigo de aquello.

Entonces este es mi nuevo comenzar.

Fin.

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