Narra Hebe
Después del abrazo con Elijah me fui al trabajo, No suelo abrazar tanto, de ser amable pero no abrazo y me gustó y eso me preocupa no me quiero acostar con Elijah y que me tenga que ir de la casa por problemas que crea  de sentimientos... Esa mierda nunca es buena.
Cuando llegue al trabajo me puse la ropa y empecé la rutina.
- Rubí - Saludé a mi jefa
- por fin llegas unos te están esperando - Dijo Rubí mientras fumaba un cigarro
- Gracias - Yo fui a mi turno y empecé a bailar decidí tomar agua.
En ese momento veo a un hombre alto mayor de 50 años, en ese momento me detengo
- Sigue bailando preciosa - Me dice el que está al frente, yo le hago caso pero entonces el va a mi mesa yo bailé igual pensaba que me iba a reconocer pero entonces trata de tocarme lo cual le lanzó una de las bebidas de alcohol encima y lo lanzo con mi pie  en su pecho haciendo que se siente.
- Juh! Ruda, así me gusta - contestó uno yo le medió sonreí y empecé a bailar "No me reconoció" - pensé
Veo que el bebe alcohol como para ahogarse en él.
Veo que llega un momento en que lo hechan me invadió esa ira así que me bajo del tubo y salgo de prisa con el  abrigo de Rubí.
Siento que ella me llama pero no era yo en ese momento siento mis ojos brillar
- Hey! - Grité al hombre
- Que quieres maldita zorra - Volteó el borracho puso sus ojos brillantes como los míos como dejando entender que no se iba a intimidar
- Soy tu hija! - Grité para poner de nuevo mía ojos brillantes
- Que? - Respondió pero empezó a verme, Yo me acerque con mis tacones hasta donde estaba el
- Soy tu maldita hija! - agarrándolo  del cuello y alzandolo en el aire.
- Nunca he tenido una hija - Dijo tropezando las palabras
- En serio - Yo lo golpee varias veces
- Si, si te recuerdo - Dijo otra vez yo me detuve tenía mis ojos lágrimas
- Cual es mi nombre papá? - Dije con mi voz quebrada
- ... - el no contesto nada, yo lo solté y volví adentro para ponerme mis cosas y irme, me fuí llorando.

Narra Elijah
Escuché que Hebe regreso temprano
Yo fui a dónde estaba ella, me pareció raro ella no es tan callada.
Cuando la consigo estaba en la cocina  de espalda.
- Hebe - Ella no voltea por completo más bien se esconde un poco, yo voy con mi velocidad y la veo tenía lo ojos con lágrimas y rojos, ví sus nudillos rojos.
- Que te pasó? - Agarre la bolsa de guisantes congelada la puse a un lado y la llevé conmigo para lavarle las manos
- Ay! - exclamó de dolor mientras seguía llorando no me decía nada
- Hebe! Que paso? - Volví a preguntar más fuerte desesperado por una respuesta
- Soy Stripper - soltó yo limpie sus manos y la miré - Yo... Me conseguí a mi papá en el Club y El no me reconoció y lo volví a golpear me invadió la rabia y lo golpee - Sollozó con lágrimas en sus ojos
- Que te dijo? - ella negó con la cabeza yo le puse los guisantes congelados en la mano
- Nada, está perdido ni sabe quién soy no recordó ni mi nombre - Dijo más calmada se cayeron una que otras lágrimas y se las limpie y la cargué para ponerle en la isla de la cocina.
- Tranquila, Tu trabajo no me importa - Yo quité la bolsa de guisantes y detalles sus manos - Que buen golpe se llevó, supongo que sí no te recordó tus ancestros si - Sonreí de medio lado y le dedique una mirada, ella se escapó una risa y me abrazo.
- Desde cuando trabajar como stripper? - Pregunté y rompí el abrazo
- Desde los 15 años me fui de la casa ya lo sabes y conocí a una mujer ella me enseñó me dijo que la manera más rápida de ganar dinero y que tenía el cuerpo para esto. No siempre he trabajado en esas cosas es para cuando necesito el dinero rápido y no consigo un trabajo más descente y aún no me ha salido nada así que - Explicó Ella se bajó de la isla con el guisante y agarró mi mano para llevarme con ella.
Ella sacó la caja que yo revisé, y sacó fotos era la mujer de ojos verdes ella me la dió.
- Ella me ayudó - Sonrió
- Sigue viva? - Pregunté
- No, murió a los 70 años desde ahí se me hizo difícil conseguir un hogar - Contestó ella
- No tienes foto de tu mamá?? - Pregunté
- Mi mamá... Es mejor que no sepas quién es ella no sé a dónde está - Contestó vagamente
- Está bien - Me senté a su lado - Sabes que puedo ayudarte con el problema de tu trabajo
- Me vendría bien una ayuda, si - Contestó ella frunció el ceño - Sabes no es justo que... Tú sepas mi edad verdadera y tú no me digas la tuya
- Yo tengo 1000 años - Contesté  ella me entrecerró sus ojos
- Bien, tengo 1080 años más o menos - Dije ella se rió
- Estás viejo - Contestó
- Mañana tengo que ir a visitar a mi sobrina, quieres ir conmigo así no vas a trabajar -
- Si, me gustaría acompañarte - Sonrió...
Al día siguiente nos fuimos.