Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Un comienzo


Era una mañana hermosa, hacía buen clima y el sol en el cielo iluminaban con sus vivos rayos sin llegar a hacer caluroso el ambiente. Los autos transitaban por las avenidas haciendo tanto ruido como siempre, pero por alguna extraña razón aquello no molestaba a Tania.

La joven llevaba quince días sin hacer absolutamente nada a excepción de quedarse en casa y ver anime mientras comía postres, todas habían vuelto al trabajo una semana después de que regresaron a Melien porque ninguna aguantaba mantenerse quieta, y, aunque ella insistió mucho para ir a trabajar como siempre sus compañeras se opusieron y la obligaron a seguir manteniendo reposo por otra semana más. Por ende estaba feliz de que finalmente aquella sentencia del demonio hubiera acabado y por fin, luego de una larga espera pudiera volver a su rutina normal.

Caminaba con paso tranquilo y relajado con las manos metidas en los bolsillos, era reconfortante caminar así de normal en un día como aquel.

Cuando Tania llegó a las oficinas centrales de la UESI le sorprendió que en cuanto entró todo el personal que estaba en el pasillo y en la planta de recepción se agacharon haciendo una pequeña reverencia. Aquello le pareció tan sorpresivo e inusual que giró para ver si había alguien más detrás de ella, ya que no creía que todo aquel teatro fuera por su persona, pero nada, nadie más la iba siguiendo ni había entrado luego de que ella lo hiciera.

-Esto...- Tania se rascó la cabeza, quería una explicación. ¿Qué diablos estaba pasando allí? No iba un par de semanas y pum... Todo se ponía de cabeza. -Creo que me están confundiendo.-

Aquello lo dijo más por buscar una respuesta rápida a lo que sucedía que porque realmente lo creyera, ya que, era básicamente imposible que el personal la confundiera, al final de cuentas llevaba trabajando allí cuatro años, todos estaban al tanto de quien era pero... ¡Nunca habían hecho tremendo recibimiento!

-Buenos días señorita Tania.- La secretaría que se encargaba de atender las llamadas habló, aquella mujer de tez morena y cabello negro cual ala de un cuervo habló en su tono sereno de siempre logró reconfortar un poco la conmoción que sentía Tania, pero no lo suficiente.

-Buen día.- Tania vio que ninguno de los presentes se levantaba y se sintió mal por no hacer nada al respecto así que decidió pedirles que se levantaran. -Mmm, por favor no se inclinen, no es necesario.-

-Lo es.- La misma mujer que había hablado anteriormente volvió a hacerlo. -Al final de cuentas usted hizo mucho en su última misión.-

-A...- Tania lo comprendió, así que había sido eso, estaba segura de que sus compañeras habían aprovechado de que ella estaba en casa para hacer de las suyas y aunque le quitaran el crédito de matar a Camelia en los documentos oficiales allí al menos se encargarían de que la verdad se supiera. Tania negó con la cabeza, ya se encargaría de matarlas por esto más tarde. -No fue nada, por favor no se inclinen, aprecio el gesto pero me resulta incómodo todo esto de que me respeten demasiado, solo sigamos como siempre, ¿si?-

-Nosotras les dijimos que no necesitaban inclinarse.- R apareció en lo alto de las escaleras que conectaban con el segundo piso, a su lado estaban las demás. -Pero tal parece que se les pegó la terquedad de Dahana.-

Uno a uno los presentes se levantaron y le sonrieron a R, ella tenía razón, les habían insistido en que no debían de ser tan formales con Tania ya que ella era todo menos una amante de las formalidades y el respeto pero aún así el personal insistió ya que querían mostrarle su gratitud.

-Nuestra líder es un buen ejemplo a seguir.- Dijo un hombre de edad avanzada mientras intercambiaba miradas con Dahana.

-Uff...- Tania soltó una risa divertida. -No se niega pero... Dudo que la consideren un buen ejemplo cuando...-

La mirada de muerte que Dahana le lanzó fue amenaza suficiente para que Tania guardara silencio, sabía que esa mirada solo podía significar una cosa... "Al rato verás." Y cuando se trataba de castigos Dahana era bastante similar a las madres, un fiera sin corazón.

-Sí, un gran ejemplo sin duda.- Corrigió Tania haciendo reír al resto.

-Tardaste.- Minerva miró el reloj en una de las paredes del amplio lugar y luego a Tania. -Si trabajaras para mí haría que te descontaran una cantidad de tu salario por retraso.-

Tania hizo una mueca. 

-Lo bueno es que no trabajo para ti.-

-Aún así consideraré eso de rebajarte el sueldo.- Dahana le sacó la lengua a Tania cuando esta le hizo lo mismo por aquel comentario que acaba de hacer. 

-¡Qué no se te ocurra!- Tania se cruzó de brazos haciendo un leve puchero. -Además no te conviene.-

-Razón no te falta...- Dahana sonrió. -Solo por esta vez.- Dijo refiriéndose al retraso, sin embargo ambas sabían que eso sería imposible, Tania solía ser tan impuntual como desinteresada, esa, obviamente, no sería la última vez.

-Nos alegra tenerte de vuelta.- Charlotte le revolvió el cabello a Tania, un gesto que solía hacer bastante a menudo. 

Romina se recargó en uno de los hombros de Tania e intentando imitar una actitud despreocupada habló mientras giraba un pequeño spiner.

-No es lo mismo sin ti.-

-Eso ya lo sé.- Tania volvió a mirar a Dahana. -Ahora... ¿Qué me toca hacer?-

-Esto.- Henna le dejó caer en los brazos una pila enorme de papeleo. -Es lo que hemos estado haciendo todas en estos últimos días, las misiones que conllevan acción son tan sencillas que la UES lo tiene controlado y si no un escuadrón menor de los nuestros es más que suficiente.-

Tania miró a Henna y esta solo se encogió de hombros de forma inocente.

-Es lo que hay.- Agregó Dahana. -Incluso Ruby ha estado haciendo su parte. ¿Verdad Ruby?-

la joven gruñó a modo de respuesta, aquello de andar archivando informes de lo sucedido y entregando reportes de daños, detalles etc, etc no le agradaba nada.

-¿Lo ves?- Recalcó Dahana.

Tania iba a protestar cuando el sonido de su celular la calló de golpe, haciendo malabares logró dejarle aquel papeleo a Dahana y contestar justo segundos antes de que el timbre cesara.

-¿Si?-

"-¿Estás en Melien?-" La voz de Emma sonó al otro lado de la línea, era obvio por su tono entrecortado y jadeante que estaba cansada, quizá llevaba corriendo un buen rato.

-¿Por qué la duda?- Tania sabía que algo andaba fuera de lugar pero siguió manteniéndose calmada.

"-¿Estás en Melien?-" Repitió Emma ignorando por completo lo que ella había preguntado.

-Pero que genio, sí, sí estoy en Melien... ¿Por...?-

"-Calle Elem, sector 78, al sur, distrito 45, fábrica de juguetes, 54, 09, 07... Lo máximo que puedo ganar de tiempo son 20 minutos.-" Soltó Emma interrumpiendo abruptamente a Tania, quien comprendió de inmediato, parecía que, después de todo su suerte no era tan mala.

-En diez estoy allí.- Luego colgó y pasó una mirada triunfal por todas. -Bueno señoritas, les dejo el papeleo yo me voy a la acción.-

-¡ESO ES INJUSTO!- Exclamó Romina dolida. -¿Por qué Emma te llamó a ti y no a nosotras?-

-¿Quién sabe?- Tania ladeó la cabeza. -Le mandaré tus saludos. -Luego besó rápidamente la mejilla de Dahana y le desordenó su cabello. -Nos vemos más tarde, procura no extrañarme demasiado.-

Dahana hizo una mueca y le devolvió el beso a su pareja.

-Te digo lo mismo, ahora vete ya... Si haces algo que te ponga en riesgo te mato, ¿entendiste?-

-Que haga algo que me mate, okey.- Tania esquivó el manotazo que Dahana lanzó en su contra y comenzó a correr hacía la salida despidiéndose del resto con un ademán de mano. -¡Minerva!- Exclamó cuando estuvo casi en la salida.

La albina suspiró, ella hubiera preferido un día tranquilo, pero tal parecía que su paz ya no volvería hasta dentro de mucho. De mala gana se transformó en un búho y siguió a Tania de cerca mientras se alejaban de aquel lugar.

Las demás las vieron desaparecer entre las calles antes de reanudar sus respectivos pendientes.

-¿Cómo rayos consiguió una misión así de rápido?- Preguntó Romina a la par que seguía dándole vueltas a su juguete. 

-¿Magia?- Propuso Henna.

-¿Coincidencia?- Nilsu seguía a Ruby para ayudarla con lo que fuera a hacer.

-Nada de eso.- Dahana comenzó a subir nuevamente las escaleras que llevaban a su despacho cargando consigo aquel montón de papeles que tendría que hacer. -Solo es suerte de idiota.-


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro