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Lady C vuelve al juego


-Comencemos por el principio.- Romina habló interrumpiendo el silencio estremecedor que se había creado luego de que Iktan hubiese hablado. -¿Quién carajos es Lady C?-

-Yo me pregunto lo mismo.- 

Ruby pasaba su mirada de Tania a Dahana y luego a Iktan, sin embargo los tres se mantenían callados, como si estuvieran esperando que la pregunta se solucionara por si sola.

-Lady C...- Tania finalmente habló, su tono era ronco, como si se hubiese pasado hablando todo el día, definitivamente el tema de aquella persona no le agradaba en nada, prueba de eso también eran sus ojos, los cuales comenzaron a adquirir un leve tono lila. -Es una mujer que durante los últimos años no nos ha traídos más que problemas, es tan peligrosa como odiosa, fue la responsable de la muerte de Benjamín y Zelda Suredal, así mismo posee un don que desconocemos, durante cuatro años la hemos estado cazando y siempre que creemos tenerla desaparece sin dejar rastro haciendo que tengamos que volver a encontrarla.-

-¿Entonces vinimos aquí para matarla o algo así?- Romina parpadeó confundida. -Porque si Tania que es Tania no ha podido con ella dudo que nosotras podamos.-

Iktan sonrió tristemente, luego tomó un control que había estado sosteniendo y presionó uno de los botones. La mesa fue reemplazada por un holograma color azulado que brotó del suelo como una margarita en invierno.

-Las pondré al tanto de la situación... Como ya saben comencé a trabajar con R respecto a Lady C desde hace seis meses.- Iktan intercambió miradas con Dahana y Tania quienes simplemente asintieron en señal de que estaban enteradas de eso. -No conseguimos nada, ni siquiera con mi sistema de rastreo mejorado, sin embargo...- El chico picó nuevamente un botón y el holograma volvió a cambiar mostrando la grabación de una cámara de seguridad del centro de aquella ciudad en la que se encontraban. -Hace una semana una de mis cámaras captó a esta chica.-

El holograma mostró la imagen clara de una joven pelirroja con gafas redondas y ropa oscura, a simple vista parecía demasiado sospechosa como para ignorarla, observaba a todos lados como si buscara a algo o alguien, sus ojos verdes cambiaban de color como si fueran programados, llevaba una mochila de colegio atiborrada de paquetes que parecía cuidar como si su vida dependiese de ello y quizá así fuera.

-Ella es...- Comenzó Iktan pero fue interrumpido por la voz filosa de su hermana.

-La segunda de Lady C.-

-Correcto.- Iktan retomó la palabra. -En cuanto la reconocí puse manos a la obra y monitoreé sus movimientos, así fue como descubrí que se alojaba en un hotel no muy alejado del centro.-

-¿Se alojaba?- Dahana analizaba con cuidado cada imagen que pasaba. 

-Sí, lamentablemente hace unos tres días ella abandonó el lugar junto a una mujer de negro.- Una vez más el holograma  cambió, esta vez la grabación era oscura y resaltaba los movimientos de dos siluetas que avanzaban con cuidado y sigilo por una avenida casi desierta. -Era de noche, es obvio que fueron precavidas.-

-¿Les siguieron el rastro?- Tania se había puesto seria, siempre era igual, durante las últimas veces que se habían topado con aquella pelirroja siempre parecían tenerla y en el último minuto desaparecía y una vez más tenían que reiniciar desde cero.

-No pudimos hacerlo.- Iktan soltó un suspiro de frustración. -Las seguimos por unas dos horas hasta que no pudimos más, en un callejón en los suburbios más bajos simplemente se adentraron y cuando la cámara apuntó en su dirección ellas ya habían desaparecido.-

-De nuevo.- Tania gruñó y comenzó a apretar su mano libre en un puño.

-Me contacté con R en cuanto eso pasó, ella me dijo que lo mejor era decírselos en persona, por eso las mandé traer. Como saben R no podrá tomar cartas en el asunto como es debido ya que su prioridad actual es cuidar de la salud de su esposa e hija, por algo este asunto queda en nuestras manos...- Iktan apagó el holograma y al hacerlo la mesa volvió a reaparecer. -Es verdad que la pelirroja volvió a desaparecer junto a su ama, pero estoy seguro de que siguen aquí.-

-¿En qué te basas?- Henna removió su termo, el vapor aún salía del orificio por donde se bebía lo que indicaba que aquel brebaje seguía bastante caliente. 

-Cuando seguí de cerca los movimientos de la pelirroja descubrí que están aquí para llevar acabo algo, no como las otras veces que solo aparecían para obtener algún objeto o material.- Iktan jugueteó con sus manos intentando buscar las palabras correctas para expresarse. -Algunos materiales los llevó a un lugar fuera de la ciudad, puede que allí sea donde se encuentren ahora.-

Por un minuto nuevamente el silencio reinó tranquilamente entre aquel grupo, los ojos pasaban de ver al joven a Tania y Dahana, la tensión estaba presente, era en esos momentos cuando más se necesitaba hablar y era cuando las palabras decaían negándose a ayudar.

-Muy bien.- Tania se levantó sin soltar la mano de su pareja. -Ya sé que hacer, por ahora solo llévanos a ese hotel.-

-¿Quieres reunir información?- Romina sabía que Tania planeaba algo, sus ojos con aquel brillo lo dejaban claro.

-Para nada, jugar a ser detective no es lo mío.- 

-¿Entonces?- Ruby alzó una ceja. -¿Buscas dónde hospedarnos?-

-Tampoco, simplemente quiero ir.-

-¿Por qué?- Dakota cuestionó con bastante curiosidad, era la primera vez que veía el trabajo de asesinas de cerca y estaba interesada en sus métodos.

-Porque tengo una corazonada, eso es todo.- Tania le sonrió a aquella albina de forma sincera.

-Eso es todo.- Dahana también se puso de pie. -Sus corazonadas a veces suelen ser la perdición, recemos para que esta vez no sea así.-


{...}

Amer era un lugar totalmente diferente a Melien, era verdad que los grandes edificios y las avenidas eran bastante similares pero el diseño y la ubicación de estos le daba un toque bastante único al lugar. Mientras Melien gozaba de un estilo clásico, algo militar después de la guerra y con una mezcla de colores pálidos Amer era todo lo contrario, las ventanas de los edificios eran de cristal normal, cada lugar estaba diseñado con un estilo más contemporáneo, los locales se adornaban de tonos neones y grafitis de letras extravagantes. Incluso la gente vestía diferente, sus atuendos eran modernos, eran normales...

-¡Wow wow!- Nilsu iba pegada a la ventana absorta en el paisaje citadino. 

-Te emocionas muy fácil.- Minerva a su lado miraba seria las expresiones de alegría y emoción reflejadas en el rostro de aquella humana. 

-Es que...- Nilsu sonrió. -Nunca creí que vería algo tan mágico.-

-Y aún hay más...- Minerva hizo un gesto con el mentón para que Nilsu volviese a centrar su atención en la ventana y no en ella. -No por nada Amer es una potencia.-

-Luce genial.- Ruby hizo una mueca. -Pero tengo hambre y así no puedo disfrutar esto.-

-Comeremos después de que mi corazonada se vaya.- Tania recargada en el hombro de Dahana se entretenía haciendo pequeños círculos sobre las piel del brazo de esta.

-Hablando de corazonadas...- Henna dejó de lado su taza de café que ya estaba más fría que el polo sur. -¿Qué sientes esta vez?-

-Nada grave, solo tengo una sensación de que debo de ir a ese lugar...-

El carro en el que iban se detuvo frente a un enorme hotel pintado de amarillo y azul, el chofer les indicó que habían llegado y las chicas bajaron encontrándose con Iktan y Dakota, quienes ya las esperaban allí.

La tarde estaba cayendo y el sol en el cielo ya comenzaba a descender. Una ligera brisa soplaba refrescando el ambiente, el lugar era un punto clave en el centro para los turistas y aún así no estaba tan abarrotado como Tania hubiese esperado. 

-Esto...- Romina se colocó su sudadera, no era una persona muy friolenta pero prefería no pescar un resfriado. 

-¿Quieres entrar?- Dahana entrelazó su brazo con el de Tania.

Tania negó con la cabeza y observó cuidadosamente la estructura del lugar.

-Hay trece cámaras de seguridad apuntando a este punto.- Tania miró a su hermano quién asintió con un ligero movimiento de cabeza. -Este hotel es uno de cinco estrellas, se nota a simple vista, que ella hubiese estado aquí significa que no quiere pasar desapercibida sino que nos está mandando un mensaje...-

-¿Un mensaje?- Dakota se amarró el cabello en una coleta alta.

-Desde luego, Lady C es una mujer bastante capaz que puede pasar desapercibida si así lo quiere, las veces que se ha mostrado es para ponernos a prueba y medir nuestro potencial y fuerza, que ahora nuevamente haya aparecido y se deje grabar, aunque fuese a la hora de "escapar" significa que nos está invitando a perseguirla.-

En ese momento Dahana lo comprendió, las pistas tan carentes, los movimientos de aquella mujer, el porque hasta ahora no habían tenido oportunidad alguna...

-"Vengan por mí."- Dahana miró a su pareja. -¿Es eso no?-

-Así es.- Tania meritó una de sus manos en su bolsillo. -Iktan tiene  razón, esa mujer no ha abandonado Amer, sigue aquí... Y nos está esperando para jugar.-

-¿Por qué a nosotras?- Las manecillas de los ojos de Nilsu se movieron cuando esta observó a Tania.

-Quizá esté tras Dahana.- Sugirió Henna. -Si ella mató a los Suredal y en un pasado intentó acabarla a ella puede que nuevamente vaya a intentarlo.-

Tania se tensó y agradeció que la oscuridad comenzara a caer impidiendo que el grupo viese con claridad su expresión de miedo... Ella ya había notado esa variable, podía ser que Lady C fuera por Dahana y de ser así no podía permitírselo, no podía perderla, no a Dahana.

-Puede ser...- Dahana suspiró, odiaba meter a otros a sus problemas, si aquella Lady iba a por ella y nuevamente ocurría una masacre por su culpa no podría perdonarse. -¿Qué opinas Tania?- La chica no respondió. -¿Tania?-

-Vayamos a cenar...- 

-¿Sucede algo?- Dahana sabía que sí, conocía tan bien a Tania como para deducir que en ese momento le estaba ocultando algo.

La joven armera sonrió falsamente y besó la mano de su pareja intentando reconfortarla a ella y a sí misma.

-Nada Didy, solo... No puedo seguir considerando una opción donde tú te veas afectada.-

-Estaré bien.-

-Mmm.- Tania dejó que la mano de Dahana le acariciara la mejilla. -Siempre que dices eso algo pasa.-

-Si Tania se preocupa yo me preocupo.- Romina se pasó las manos por la cabeza. -Es obvio que esto va a ser difícil, así que... ¿Por qué no disfrutamos? Al menos de esta noche, mañana ya habrá tiempo para atormentarnos en posibles formas de asesinas a esta mujer... ¿Les parece?-

Tania tomó la mano de Dahana entre la suya, habían ido allí para que su corazonada desapareciera pero esta no se había ido, ahora sentía aún más que algo malo pasaría. Odiaba eso, odiaba su sexto sentido que nunca se equivocaba, pero lo que más odiaba era esa terrible molestia que tenía y que le hacía creer que perdería.

Reuniendo todo lo que le quedaba de fuerza se puso la máscara con la cual fingía que estaba bien, luego como si nada hubiera pasado les sonrió a las demás.

-Es una buena idea, vayamos de una vez a comer, estoy segura que Ruby está muriéndose de hambre.-

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