Llevaban cerca de dos horas hablando en aquella enorme oficina que Iktan les había prestado, y, aunque se trataba de su vida y lo que pasaría con ella, Tania estaba aburrida.

Odiaba a los adultos porque siempre se extendían con todo lo que debían arreglar, siempre eran rodeos interminables donde solo discutían sin parar, Tania quería a sus compañeras, mucho, pero aborrecía enormemente que tardaran tanto en pelear por cosas banales que nada tenían que ver.

Ahora, que todas estaban hablando sobre algo de los problemas con el gobierno ella estaba más aburrida que nunca, incluso estuvo tentada a lanzarse por uno de los balcones solo para animar un poco aquel ambiente tan pesado que se había formado.

Le alagaba que se preocuparan por ella y que la consideraran tan importante como para organizar una reunión sobre ella pero... Era demasiado por tan poco, su vida se basaba en no preocuparse ni darle mucha importancia a los problemas, pero tal arecía que sus compañeras opinaban lo contrario y la querían arrastrar a ese mundo de responsabilidad extrema que había evitado.

-¿Tú que opinas Tania?- 

Aquella pregunta por parte de Romina la sacó abruptamente de su burbuja de aburrimiento, aunque al no saber de que hablaban quedó bastante desconcertada.

-¿Sobre qué o qué?- Respondió a la par que se frotaba los ojos intentando mantenerse despierta y atenta a lo que sea que le fueran a decir.

Romina se cruzó de brazos sin estar molesta.

-¿No has prestado atención?-

-¿Sinceramente?- Tania se dejó caer sobre las piernas de Dahana quien le comenzó a acariciar el cabello corto y esponjado. -No.-

R mostró una sonrisa ladina mientras las demás volvían a decirle mil y un cosas acerca de lo irresponsable y poco respetuoso que había sido eso, sobre todo cuando estaban hablando de ella. Tania no escuchó ni la mitad de los regaños dirigidos hacía su persona, si algo había prendido con Valeska, aparte de odiarla, había sido a ignorar con maestría los regaños, gritos e insultos de otras personas.

-Basta chicas.- La voz tranquila y desinteresada de R se escuchó sobre las otras calmándolas un poco. -No deberían gritarle, ya saben como es.- R miró divertida a la armera que seguía entretenida con el techo. -Tania Nevor no es una persona seria.-

-Aún así.- Charlotte bajó la delicada taza de porcelana de donde manaba un vapor cálido. -Tania pon un poco de atención, quieras o no es importante decidir esto, no solo por tu bien, sino por el de la organización, y el de Dahana, ya que al ser tu pareja se ve afectada si algo te pasa.-

Tania suspiró, Charlotte sin duda sabía como convencerla. 

-Bien.- Tania se giró para ver al resto y así poner un poco más de atención. -Ahora sí, pero dejen de hablar de otras cosas, ya van dos veces que les presto atención y las dos veces se distraen con otros temas... Esta bien que haya más que hablar pero... ¿A quién diablos le interesa la teoría interdimensional en estos momentos?-

Todas quedaron en silencio unos segundos hasta que R retomó la palabra dándole a Tania la razón.

-Ella tiene un punto.-

-Bueno, vamos a lo que importa.- Charlotte aplaudió dando comienzo una vez más. -¿Daremos a conocer la existencia de Tania o seguirá siendo un misterio resguardado por la UESI?-

-Pregunta.- Tania alzó la mano pidiendo la palabra.

-Adelante.- Charlotte asintió.

-¿Cómo porqué querrían que el mundo supiera sobre mí? Según tengo entendido esto traería varios problemas a la UESI por esconder un secreto de tal magnitud al mundo, además de que podrían ser acusadas de dar asilo a criminales, ya que así es como los Nevor estamos registrados en el actual sistema de gobierno, y ni hablar de lo que les harían a ustedes, comenzando con una tortura para sacarles información sobre mí y lo que oculto, además de que Dahana perdería su privilegio en la familia Suredal y sería usada para llegar a mí o peor, podrían sentenciarla a muerte.- Tania se sentó, su actitud relajada había desaparecido por una seriedad abrumadora, no hizo falta ser adivina para que todas allí se percataran de que iba en serio y de que, por nada del mundo dejaría que hicieran algo así, y no por su bien, sino por el de la chica sentada a su lado.

-Creen...- Comenzó R.

-Creemos.- Corrigió Charlotte pero R la ignoró.

-Creen que es mejor darte a conocer, de esa forma los ataques contra ti se mantendrían al mínimo, ya que podríamos dar a conocer la versión real de lo que ocurrió con Camelia y los demás que quieran atacarte por motivos personales no se atreverían a hacerlo, de tal forma estarías protegida, pero tienes razón, yo igual opino que eso trae un gran riesgo y podría ser nuestra condena en vez de nuestra salvación.-

-No me importa que le den el crédito de haber matado a Camelia a alguien más.- Tania se cruzó de brazos. -Sé que es obligatorio que entreguen un reporte para justificar la ausencia de R y Charlotte a su misión, así como para que el mundo mantenga un registro de los logros de la UESI y les siga permitiendo operar de forma legal, pero no me interesa que alteren la versión, nunca me ha interesado el reconocimiento, muchos sabrán que fui yo, al menos los que nos conocen y se comprometieron a guardar el secreto, que el resto se joda.-

Todas intercambiaron miradas, Tania era demasiado simple, de ser alguna otra hubiera armado quizá un escándalo para reclamar el reconocimiento apropiado por haber matado a una de las leyendas criminales más buscadas, pero Tania... Ella prefería quedar al margen para proteger al resto y a Dahana, en vez de reclamar lo que por derecho le correspondía.

-Pero no es solo por eso.- Charlotte suspiró, todo era bastante complicado cuando se trataba de aquella joven pareja. -También deberíamos hacer pública tu existencia debido a que, si tarde o temprano vas a querer casarte con Dahana la prensa va a estar tras de ti. Quieras o no Dahana es un pez gordo para los medios, es una de las personas más influyentes y el hecho de que se case con alguien va a ser motivo más que suficiente para armar un alboroto, además de que... Si investigan sobre ti y no encuentran nada va a resultar sospechoso.-

-Y peor aún.- Henna bebió un pequeño sorbo de su café. -Si descubren que eres una Nevor las cosas van a resultar peor, además de que si alguien revela lo de tus multi dones todos van a querer ir contra ti para exterminarte, lo mejor sería ir de poco en poco, pero para eso debemos dar el primer paso presentándote de una buena vez a la prensa.-

-Me niego.- Tania apretó la mano que Dahana había escabullido para tomar la suya. -Estoy al tanto de lo que conllevan ambas opciones, sé que Dahana es una persona importante a nivel internacional y que en algún momento la prensa hablará del porqué no se ha casado si mantenemos lo nuestro en secreto, pero por otro lado no voy a ponerla en peligro solo para facilitarme las cosas. Siempre me ha gustado lo peligroso, pero no por eso voy a exponerla a ella.-

-Si no hacemos lo que te decimos te será imposible casarte con Dahana.- Agregó Romina de forma dolida, lo último que quería era ver a sus amigas separarse.

-Eso no es así.- Dahana finalmente habló, luego de haber escuchado con bastante atención las opiniones y puntos de vista del resto. -Podemos casarnos, podemos seguir como hasta ahora, no porque mi figura sea importante va a afectar lo nuestro, puede que me presionen para casarme o que los medios hagan comentarios al respecto pero basta con ignorarlos. Además de que si Tania no quiere vivir en ese mundo de presión no voy a obligarla y eso no debe de ser impedimento para que lo nuestro continúe, de igual manera puede que nos casemos y mostremos nuestra relación y si cuestionan o alguien quiere saber algo basta con decir que es personal, además tenemos a R de nuestro lado, puede crear un expediente falso para Tania o despistar las búsquedas en redes, así no será necesario causar un revuelo por decir que ella es una Nevor.-

Ruby miró a Tania.

-Sí es así vas a tener que renunciar a tus apellidos, por seguridad.-

-¿Ves que me importe mi apellido?- Tania mostró una sonrisa ladina. -Es útil, pero aunque cambia de apellido los que saben quien soy seguirán temiéndome, me importa muy poco apellidarme de otra forma, puedo inventar un nuevo apellido o usar el de Dahana después de la boda, así de simple.-

-Sí.- Dahana sentía su cabeza comenzar a punzarle, sin duda todo aquello era un revoltijo demasiado complicado pero con una solución bastante simple. -Nos las arreglaremos.-

-Cu...- Comenzó Henna pero un grito la interrumpió abruptamente.

-¡A la mierda todo!- Exclamó Minerva mientras se ponía de piel, obviamente estaba molesta. -¿Por qué tienen que complicar todo y no las dejan simplemente ser?- Miró a todas, una por una. -Tania sabe los riesgos, Dahana igual, déjenlas, es su vida... Pueden casarse y hacer lo que se les de la gana. Así que por favor entiendan que cuando dicen que no es no.-

Luego de aquel repentino y sincero discurso por parte de la albina todas mantuvieron la calma y el silencio por más tiempo del necesario, era verdad que querían ayudar a la pareja pero quizá y solo quizá estaban siendo algo egoístas al decidir por ellas o obligarlas a aceptar solo para que en un futuro si ocurría algo imprevisto ellas no tuvieran que lidiar con problemas que pudieron evitar, aunque claro, Tania era demasiado cuidadosa y siempre se percataba de detalles que ellas no.

-No debemos apresurarnos.- R revolvió el cabello de su esposa mientras se ponía de pie dispuesta a irse, para ella la reunión ya había quedado concluida. -Por ahora dejemos esto así, si tenemos problemas luego podremos manejarlo, no por nada somos la élite de la élite, además, Lotty, cielo, no es bueno que te estés estresando, recuerda que llevas un bebé contigo.-

-Agradezco que se preocupen por mí.- Tania les sonrió aliviando un poco la conmoción del momento. -Pero creo que quiero que mi vida sea lo más normal posible, aunque básicamente es imposible, es egoísta de mi parte, lo sé, estoy pensando en mí antes de en el bien general pero... Con todo lo que acabamos de pasar creo que quiero decidir más por mí misma, así que perdónenme pero no puedo mostrarme.-

Charlotte volvió a suspirar. Que remedio, ellas eran asesinas profesionales o en proceso de serlo, los problemas iban y venían, su vida estaba muy lejos de ser normal así que tenían permitido cumplirse algún capricho de vez en cuando. Tania nunca pedía nada, siempre se había acatado a las órdenes y obedecido sin rechistar, aunque no le gustara, ahora, no podían presionarla, no de nuevo, si era lo que quería, por muchos problemas que conllevase aquella decisión Charlotte pensaba apoyarla totalmente.

-No tienes nada de que disculparte.- Charlotte entrelazó sus dedos mientras fijaba su vista en la sortija dorada que llevaba en el anular derecho. -Como amiga, como compañera y como alguien que igual ama... Te entiendo.-

-Vaya.- Minerva se acomodó las mangas del uniforme que llevaba. -Creí que tendría que hacerlas entender por las malas, me alegra que no haya tenido que recurrir a la fuerza bruta, ahora...- La albina encaró a Tania mientras la tomaba por la playera. -¡MÁS TE VALE QUE TU MATRIMONIO DURE Y QUE NO LE SEAS INFIEL A DAHANA MALDITA IDIOTA PORQUE SI ALGO PASA Y LO HECHAS A PERDER SERÉ YO QUIEN TE MATE!- Luego la soltó y volvió a su lugar. -No por nada defendí tu matrimonio.-

-Tranquila.- Tania se arregló la playera que había quedado arrugada luego de aquel contacto no tan amistoso. -Hice una promesa, ahora y siempre, quizá no todo sea perfecto pero...- Sus ojos buscaron los de Dahana. -Prometo mantenerme fiel a mi palabra.-

-Me siento orgullosa.- R desde la puerta asintió con un leve ademán a modo de reconocimiento. -¡Por cierto!- La castaña se giró, solo lo suficiente para ver de reojo al resto que aún se mantenían sentadas. -Como no pude acostumbrarme a este lugar y Tania ya está activa nuevamente solicité un avión para que regresemos a Melien, no al trabajo obviamente, tendrán un par de semanas de descanso antes de retomar las actividades normales. Pero fuera de eso, se me estaba pasando decirles que... Salimos esta noche.-