Matanza.
-Quiero ir.-
-No.-
-Quiero ir.-
-No.-
-Que quiero ir.-
-Que no.-
Emma giró para quedar frente a Ruby, los ojos rojos de esta la fulminaban.
- Entiende, no va a ser bonito, realmente no quieres ir créeme.- Dijo en tono duro, realmente no quería que aquella chica fuera, y no porque no quisiera llevarla sino porque ver lo que iba a pasar no le iba a ser de ayuda.
-Sí quiero.- Protestó Ruby.
-No, no quieres.-
-Que sí.-
-Escucha...- Emma tomó a la joven apenas menor que ella por los hombros.- A donde vamos va a haber peleas, sangre y muerte, mucha muerte.-
-No me importa.- Dijo Ruby con un tono que dejaba bien claro que, efectivamente no le importaba.
-Acabas de salir de un infierno, no estás lista para ver eso.-
-¿Cómo lo sabes?-
Emma se encogió de hombros.
-Además no sabes pelear, podrían herirte.- Comentó intentando que así desistiera aquella joven.
-Puedo usar mis poderes.- Opinó Ruby buscando alternativas.
-No son tan fuertes, podría acabar mal... De hecho ya va a acabar mal, no hagas que acabe peor.- Emma se sobo la frente, naturalmente no la llevaría pero estaba insistiendo tanto...
Ruby hizo una mueca.
-Quiero ir.-
-¡Por los astros! Que necia eres.- Emma se apartó.
-Por favor...- Ruby odiaba rogar pero en esta ocasión realmente quería ir e iba a hacer todo lo posible por que la llevaran.
-¿Por qué?- Preguntó Emma. - ¿Por qué quieres ir?-
-Porque quiero acabar con ellos, quiero sentir como sus vidas se apagan.- Ruby no mentía, aquello era la verdadera razón por la que quería ir aunque quizá no lograría matar a nadie.
Emma soltó una ligera carcajada.
- Si no mal recuerdo odias a los asesinos, y además la venganza nunca es buena. Así que, mejor quédate.-
Se dio media vuelta y estaba por abandonar la sala de entrenamiento cuando Ruby volvió a hablar.
-También porque quiero verla a ella... Tú me dijiste que Tania es a la que más hay que temer de todas ustedes, y yo quiero saber porqué, quiero ver su poder y su letalidad con mis propios ojos. Quiero...- Ruby se vio interrumpida por la voz de Emma.
- No te va a gustar lo que vas a ver.- Emma se giró lentamente.- La Tania que va a combatir no es la misma Tania que te preparó el té en tu primer día que estuviste aquí, no es la misma con la que ves anime cada noche o con la que bromeas a la hora del desayuno. La Tania que está allá afuera esperando es completamente diferente, su mente va a cambiar y solo tendrá algo seguro... Matar. Deberías quedarte, por tu bien, y deberías creerme cuando te digo que Tania es a quién más debes temer.- Ruby abrió la boca para protestar pero Emma no la dejó. - Eres muy terca, más que una mula, sé que aunque yo te diga que no vengas vas a hacerlo así que, solo te pido una cosa... Intenta no tratar a Nev diferente después de lo que vas a ver, por favor, ella preferiría que no fueras al igual que yo pero si vienes prometo que haré lo posible por mantenerte a salvo.-
-Bien.-
Con eso se acabó la discusión, cuando ambas chicas salieron Tania solo le echó un rápido vistazo a Ruby antes de subir al asiento del conductor. Una vez que todas estuvieron dentro Emma preguntó:
-¿A dónde?-
- Frou Yerea... La base del cártel.- Respondió Tania, luego arrancó el auto y salió disparada a toda velocidad.
***
- ¿A quién pensabas matar?- Ruby tenía el pulso acelerado cuando el carro por fin se detuvo de golpe.
Tania le sonrió.
-A nadie, al menos por ahora.-
Emma salió del auto.
-Así maneja, nunca he sabido el porqué. Siempre parece que el diablo la viene persiguiendo.-
-¿Cómo sabes que no me viene persiguiendo?- Tania observaba el gran edificio que se alzaba frente a ellas.
- Nos dejaste justo en la entrada.- Ruby se tambaleó un poco.
Nev se encogió de hombros.
-Odio caminar.-
-Tú odias casi todo.- Dijo Emma mientras sacaba una pistola. - Por cierto, dale un arma a Ruby.-
Sin ver Tania creó una pistola y dos cuchillos, se los tendió a Ruby y está los cogió nerviosa.
-Que empiece la diversión.- Tania sacó varias granadas y las lanzó la interior, Emma maldijo y se dio la vuelta para cubrir a Ruby de los escombros que salieron volando.
-No hagas eso.- Reprochó una vez que las explosiones se detuvieron.
Tania se limitó a sonreír y Emma supo que su juego había comenzado.
Un montón de voces llegaron desde el interior, Tania materializó su bate y se adentró en el mar de escombros y humo, sus compañeras la siguieron.
-Ruby...- Esta volteó a ver a Emma.
-¿Mmm?-
-Quédate a mi lado.-
No le dio tiempo de responder a la chica ya que un sonido de disparos de hizo presente, las dos corrieron y Emma se detuvo justo cuando una bala pasaba frente a ella.
Apuntó con el arma y una vez que divisó al blanco disparó, el golpe seco del cuerpo al caer le informó que no había fallado.
-Sígueme.- Le hizo una seña a Ruby y siguió caminando con cautela. - Joder la perdí de vista.-
-Emma...-
Se volteó para ver a la joven y luego bajó la vista al lugar que ella señalaba. Un sendero de cuerpos y sangre adornaba el piso, las paredes tenían azulejos rotos y teñidos de carmesí.
- Esto...- Dijo mientras seguía caminando.- Es obra de nuestra querida armera.-
Ruby tragó saliva y se quedó helada cuando el sonido de gritos llegó desde una puerta abierta.
-Vamos.- Emma la jaló. - Yo te advertí que todo se pondría feo.-
Corrieron por encima de los cadáveres y cuando llegaron Ruby no pudo suprimir un grito de horror.
La puerta daba a una enorme bodega, había contenedores y al menos un centenar de trabajadores que apuntaban al centro donde se encontraba Tania, cubierta de sangre y con una cara de diversión, como si estuviera disfrutando del momento.
-Son muchos contra mí...- Tania preparó su bate. - Eso es injusto, ¿no lo creen?-
-¿La... La ayudamos?- Ruby tartamudeaba por el miedo y la tensión que generaba el momento.
-No, ella puede sola.- Emma bajó su arma. -Además se enojará si interferimos en su jugada.-
-¿Para ella es un juego?-
-Sí.-
En ese momento Tania saltó hacia los trabajadores que tenía enfrente, por el repentino ataque no pudieron defenderse y acabaron muertos, con el cráneo destrozado. Luego la chica se refugió detrás de dos contenedores antes de que el resto comenzara a disparar.
-¿Eso es todo lo qué tienen?- Su risa descontrolada apenas y se escuchó entre el sonido de las balas. -Bueno, ya movieron... Ahora vuelve a ser mi turno.- Varias granadas y explosivos salieron disparados en todas direcciones y acabaron con varios trabajadores.
Luego la joven salió de su escondite con dos metralletas, comenzó a disparar en todas direcciones haciendo caer a varios hombres.
-No apunta a nadie en específico.- Ruby retrocedió para evitar que una bala le diera. - Solo dispara al azar.-
-Así es ella, odia las muertes rápidas, para Tania esto se vuelve una partida que debe ganar y créeme que disfruta hacerlo.-
Como si la mención de su nombre la hubiera atraído la joven volteó en su dirección y algo en su mirada sínica cambió, pero solo un momento, un segundo, luego volvió cuando una bala le dio en el hombro. Nevor volvió a centrarse en su matanza y cuando divisó quién le había disparado apuntó con ambas metralletas y presionó el gatillo.
Siguió disparando hasta que se quedó sin balas, entonces lanzó las armas inservibles al suelo y volvió a materializar su bate. Otra bala le dio, esta vez en el muslo izquierdo. Tania rugió como un animal enjaulado y como si no estuviera herida saltó, movió su bate y al volver a caer su arma tenía pedazos de carne incrustrada.
Tania siguió recibiendo disparos pero parecía que estos no le afectaban, ella seguí moviéndose con la misma facilidad que siempre. Uno a uno fue acabando con los trabajadores que seguían vivos, les cortaba la garganta, los golpeaba hasta que no fueran más que un revoltijo de huesos, carne y sangre. Destrozaba su cráneo de un solo garrotazo... Al final la bodega quedó teñida de rojo, la sangre manchaba cada centímetro y el olor a hierro cargaba el aire.
Ruby se hizo a un lado y vomitó el desayuno.
-Tranquila....- Emma se acercó y le dio unas cuantas palmaditas. - Ya pasó.-
-¿Segura?- Ruby se limpió con la maga.
Emma no respondió y fijó su mirada en Tania, ella las observaba sin expresión, cuando habló su tono fue frío y cortante.
-Sácala de aquí, yo puedo encargarme sola... No necesito una niñera.- Y sin más comenzó a correr hacía la salida contraria ignorando por completo las llamadas de Emma a sus espaldas.
Salió a un pasillo donde habían cuartos abiertos, Nevor hizo una mueca.
-Que cobardes.- Encontró unas escaleras y antes de subir guardo silencio y prestó atención por si escuchaba algo, sí lo hizo, arriba sonaron pasos silenciosos y voces apagadas. Nevor sonrió, apretó su bate y rápida cual felino subió sin hacer casi nada de ruido.
Quedó frente a una habitación cerrada desde dentro. Suspiró, soltó la perilla y con un rápido movimiento de su bate rompió la puerta, las astillas salieron disparadas y los gritos por parte de las personas en el interior no se hicieron esperar.
-He llegado.- Entró tranquilamente y se topó con los hombres de la líder.
-No des un paso más o...-
-¿O qué?- Tania bailó su bate. - ¿Van a disparar? Adelante.- Alzó su brazo y les mostró el punto donde había una marca de bala. - No me afecta, las armeras estamos diseñadas para crear armas y en el peor de los casos ser una, las balas son absorbidas por mi cuerpo, disparen todo lo que quieran... Básicamente será imposible matarme con eso.-
-Eso es interesante.- La líder apareció desde detrás de una cortina. - Veré si es cierto.- Asintió con la cabeza a sus hombres. - Acábenla.-
-Idiotas.- Tania escupió la palabra antes de prepararse y atacar.
Las balas se clavaban en su piel y al instante esta las absorbía, Nevor no perdió tiempo en ver la reacción de los guardias, aprovechando el desconcierto que había generado el hecho de que las balas no la lastimaban acabó con todos.
Amaba el sonido que hacían los huesos al romperse y gracias a que eran bastantes hombres pudo disfrutar de ese sonido un buen rato. Cuando terminó se centró en la líder a quién no había tocado.
-¿Y bien?- Tania se apartó un mechón ensangrentado de la cara. - ¿Ahora me cree?-
La mujer no pudo responder, estaba congelada por el miedo, todo su cuerpo le temblaba y su rostro se había vuelto tan blanco que parecía un fantasma
-Tú...- Cuando por fin recuperó la voz las palabras parecían negarse a salir. - No eres humana...-
Tania sonrío y sin poder evitarlo soltó una carcajada cargada de diversión.
-No, no soy humana.-
-¿Quién eres?- La líder se pegó a la pared. - Más bien dicho... ¿Qué eres?-
La sonrisa de Tania creció.
-Soy una armera y una asesina... ¿Qué soy? Eso es muy fácil de responder, soy un monstruo, gracias a los tuyos.-
A la mujer solo le dio tiempo de soltar un último grito antes de que la joven armera estuviera sobre ella.
-Nos vemos en el infierno... Dile al diablo que Tania Nevor le manda saludos.- Luego alzó su bate y lo dejó caer sobre la cabeza de la líder matándola al instante.
El cuerpo de la señora cayó al suelo lentamente, Tania observó como la sangre manaba de la cabeza, miles de recuerdos las atravesaron...
"- Apunta bien el arma, eso, así. Tu mano no debe temblar, tú tampoco. - Valeska le soltó la mano y se colocó a un lado para darle la oportunidad de disparar. -Apunta, fija el objetivo y dispara... Siempre debes dar en el blanco, un disparo fallido es una oportunidad perdida y tú debes acostumbrarte a no perder nunca Tania, está bien que te guste ocupar el bate pero... No dependas nunca de una sola arma.-"
"- ¿Tienes miedo?- Emma estaba recostada a su lado.
- Sí, sí tengo miedo.- Respondió su amiga con voz sincera, Tania se levantó y le tendió una mano para ayudarla a ponerse de pie.
-No deberías, ellos son los malos nosotras no hicimos nada, una vez que empieces a matar todo será más sencillo.-
Emma se levantó.
-No todo se soluciona matando gente Tania.-
-Para mí sí, si no erradicas una plaga de raíz va a seguir molestando... Es la única forma.-"
"-Eres muy pequeña para matar.- El hombre que tenía frente a ella la observaba con una mirada pervertida. - Eso es excitante.-
-No importa el tamaño imbécil...- Tania le disparó sin titubeos. - Sino lo que puedes hacer con él, soy pequeña sí... Pero tengo más huevos que tú.-"
"-SUÉLTAME...- Tania pataleaba y arañaba al hombre que estaba intentando abusar de ella. - POR FAVOR DÉJAME.- Desde ese momento odiaba esas palabras, odiaba rogar y odiaba pedir por favor las cosas.
-Te dejaré cuando haya acabado contigo.-
-¡NO!- Sin saber como obtuvo un cuchillo y al momento siguiente ya se lo había clavado al hijo de perra en el ojo, este aulló y cayó sangrando sobre la acera de la calle.
Nadie la había ayudado, la gente pasaba caminando y aunque veían a una niña de menos de cinco años apunto de ser abusada por un vagabundo no interferían. Tania apretó los puños y de la misma forma que obtuvo el primer cuchillo sacó una daga. Si a la gente no le importaba ver a una niña ser violada, tampoco les importaría ver a un hombre ser asesinado."
Al recordar eso algo en Tania ardió de nuevo. Observó el cuerpo de la mujer a la que acaba de matar, sabía que ella no tenía la culpa de sus traumas, sabía que ella no la había convertido en una asesina pero... Debía desquitarse con algo.
Sacó una pistola y le dio al cuerpo hasta que se quedó sin balas, luego con su bate comenzó a a golpearla, una, otra y otra vez...
El cuerpo ya estaba totalmente desfigurado cuando unas manos detuvieron el garrote en el aire.
Tania se giró con una mirada de fuego pero se detuvo al toparse con los ojos de Ruby.
-Tania...- Los ojos de la joven estaban bañados por las lágrimas. - Tania...- Repitió.
Tania bajó el arma y calló de rodillas manchándose con la sangre que estaba en el suelo. Ruby se hincó junto a ella.
-Tania...-
Nevor se estremeció al escuchar su nombre y estuvo callada hasta que Emma entró corriendo, al ver a su amiga en el suelo con la mirada perdida fue hasta ella y sin decir nada la abrazó. Tania se apretó contra su compañera y comenzó a sollozar.
-¿Pasó de nuevo cierto?- Escondió la mirada en el hombro de Emma. - ¿Volví a perder el control?
Emma acarició el cabello ensangrentado de Tania, con el gesto la sangre le cubrió las manos.
-Descuida... Ambas tenemos incontables vidas en nuestras manos, ambas llevamos casi la misma cantidad de sangre.-
-Algún día esa sangre va a ahogarme.-
-No se lo permitas, construye un salvavidas para que puedas seguir a flote.-
- No... Prefiero hundirme.-
-No te des por vencida, tú nunca pierdes, no así de fácil.-
Hubo silencio, luego Tania se separó y se puso de pie. Echó una última mirada al lugar y dijo:
-Vamos a casa... Mi anime va a empezar y no quiero perdérmelo.-
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