Es hora de hacerlos caer.
Emma llegó con un número considerable de guardias al hotel que era el nuevo refugio de Vera. Valeska iba a su lado, habían acordado negociar sin más con Vera, sin fingir... Y con la mayor sinceridad que pudieran.
Ambas mujeres caminaron por el lugar hasta el quinto piso donde Vera esperaba ansiosa la llegada de Emma y en cuanto esta tocó a la puerta fue a abrir. Se quedó pálida como un muerto cuando reconoció a Valeska y retrocedió a una velocidad impresionante, llegó hasta su escritorio, abrió uno de los cajones, sacó un arma y apuntó.
-Baja el arma Vera.- La voz de Valeska era fría. -No he venido a atacar... Vengo a negociar.-
-Si como no.- Vera no bajó la pistola. -¿Sabes qué? No te creo.-
-No hace falta que lo hagas.- Valeska se sentó frente a la mujer sin ninguna señal de que tuviera miedo, Emma se quedó unos pasos más atrás. -Solo escucha.-
Vera observó el reloj de su muñeca.
-Tienes tres minutos.-
-Quiero negociar contigo...-
-Eso ya lo dijiste.- Bufó Vera sumamente irritada.
-Aguarda y déjame terminar.- Valeska sacó unas carpetas. -Esta es mi nieta, Penny Luna Dahen... Fue secuestrada hace 17 años por tu organización, desde ese momento la he estado buscando.-
-Ah... Penny.- Vera sonrió con malicia. -Debí imaginarlo.-
Valeska ignoró las palabras de Vera y prosiguió.
-Y ella es Tania Naomi Nevor Filandy... Tu hija.-
Vera palideció aún más.
-Esa cosa no es mi hija.-
-¿A no? ¿Y porque comparten ADN entonces?-
-No es mi hija....-
-Tania nació hace 22 años por inseminación artificial, fue hecha para ser un sujeto de pruebas para el proyecto "Raven" de tu difunto esposo, ella nació dotada, su don... Armera... La criaste durante sus primeros años de infancia y luego, durante el incendio de uno de tus hoteles la abandonaste y fingiste que había muerto, después de eso no la buscaste más. Yo la localicé años más tarde y la crie como si fuera mía, le di refugio, comida, una familia y amor...-
-¿Amor?- Vera escupió la palabra. -No me hagas reír, ambas sabemos que solo la criaste para este momento.-
-¿Y qué si fue así?-
-Dime... ¿A qué quieres llegar?-
-Un trato, dame a Penny y te doy a tu hija.-
-¡NO LA QUIERO!-
Emma alzó una ceja, Valeska solo apretó los puños.
-No la quiero... Quédatela si gustas, yo... - Vera miró a Emma, como si apenas se hubiera percatado de que estaba presente. -Aguarda...- Volvió a ver a Valeska. -¿Dijiste que criaste a Nevor?-
-Así es... Durante años las ocupé para que acabara organizaciones criminales, fue compañera de Emma, ambas destruyeron algunos de los cárteles de tus amigos.-
-Así que son las dos asesinas que nos habían dado problemas... Vaya, Emma Roeknor, ¿una líder?... No... Una hija de la UES, una enemiga, ¿no es así?-
-Sí.-
Vera negó con la cabeza.
-Eres una estúpida Valeska... Crees que tienes a Naomi en la palma de tu mano pero no es así... Yo solicité la ayuda de la señorita Emma para acabar con una joven de diversos dones, una joven que durante años para mi estuvo muerta.- Los ojos de la maestra se agrandaron. -Así es Valeska... Yo pedí ayuda para acabar con el monstruo al cual tú quieres darme.-
-¿Diversos dones?- Valeska se estremeció. -Eso es imposible tu esposo no...-
-Lo logró.- El tono de Vera era de orgullo. - El proyecto Chouette fue su éxito.-
-¿Proyecto búho?- La maestra observaba a la nada.
-Sí, mi querido esposo mezcló su ADN con el de un búho y obtuvo resultados maravillosos, Tania me mandó los documentos pero estaba tan furiosa que los quemé... Aunque ahí venía de que gracias a ese experimento y a la sangre de mi esposo el búho obtuvo poderes, su don... Atrapar dones de los muertos. Así que, por cada dotado que él mataba obtenía poder... Cuando acogió a Tania le dio el búho como regalo de cumpleaños, mi hija y mi esposo compartían ADN así que el ave le obedeció a ella también. Ese maldito búho recolectó dones y los compartió con Naomi... Actualmente eso la vuelve indestructible.-
-Minerva...-
-Sí.- Vera sonrió. -Ese es su nombre, Minerva... El búho de la muerte.-
-Imposible yo... Lo mandé matar, hice que ellas...-
-¿Mataste de mi esposo?- Vera, quién había bajado el arma volvió a apuntar. -Ahora ya lo entiendo... Lo planeaste todo, robar a Naomi para el intercambio eres una...- Vera iba a disparar cuando una bala le dio en el brazo y la hizo errar el tiro.
Emma sacó su pistola y apuntó a la entrada, la puerta del despacho se abrió y Tania entró con su bate manchado de sangre.
-Pero que linda reunión...- Caminó hasta el escritorio y sacó a Vera de su asiento. -Con permiso madre, ¿no te molesta cierto?-
Vera le apuntó desde el suelo con una mano temblorosa.
-Naomi...-
-¿Mmm?- Tania apenas y le prestó atención.
-Nos vemos es en infierno...- Dijo antes de apretar el gatillo.
Tania hizo una mueca cuando la bala se le incrustó en la frente.
-No me copies mi frase.- Se quejó.
Vera siguió disparando hasta que se quedó sin balas.
-¿Terminaste?- Tania estaba aburrida.
-¿Cómo...?- Vera estaba incrédula viendo como las balas eran absorbidas por el cuerpo de su hija.
Valeska se llevó su radio a la boca.
-Quiero que todas las unidades busquen al búho de Tania... Acábenlo.-
Tania sonrió.
"-Lo sentimos mucho pero recibimos órdenes de retirarnos del lugar... Cambio-" Habló una voz masculina.
-No he dado ninguna orden... Vuelvan a sus puestos inútiles.-
"-Tus órdenes son las inútiles Valeska.-" Romina habló esta vez, su tono era serio. "-Se dieron órdenes ahora cállate y por favor vete al cuerno.-"
Valeska iba a decir algo más pero fue interrumpida por dos disparos.
-No te muevas madre, por favor.- Pidió Tania en falso tono amable, luego descargó su bate contra las piernas de Vera quebrándoselas, la mujer gritó por el dolor que se desencadenó en su cuerpo segundos depués.
-Eres un monstruo...- Replicó con odio.
Nevor giró para ver a Valeska.
-Tú me hiciste uno pero ahora no es eso lo que quiero discutir...- Cruzó las manos sobre la mesa. -Dime... ¿Es verdad que mataste a mi padre?-
-Lo hice.- Valeska no tardó en responder.
Tania sentía su sangre hervir, quería matar de un golpe a esa mujer pero primero necesitaba respuestas...
-Cuéntamelo todo.-
-Todo inició con el incendio... Lo provoqué para que pudiera capturarte, fallé, luego seguí buscándote. Tú encontraste a tu padre antes y estabas segura, no podía llegar a ti a menos que... Lo matara, y eso hice, las dos asesinas que mandé por él las mandé por ti no tiene mucho... En ese momento mataron, contigo acabaron muertas... Una vez que eliminé a tu padre y a las opciones que podrían complicarme todo fue fácil encontrarte y convencerte de que creyeras en mí.-
-¿Eso es todo?- Preguntó Tania furiosa.
-Sí.- Valeska soltó aquella respuesta sin escrúpulos.
-¿Todo por Penny?- La ira en Tania cada vez aumentaba, aquello era inaceptable era... La jodida realidad.
-Sí.-
-Eres una maldita desgraciada... No podrás usarme de intercambio.- Dijo en un tono aterradoramente tranquilo.
-Algo útil tendrás que hacer, de todos modos vas a morir.- Valeska la miró firme, segura de que lo que decía era verdad.
-Eso lo dudo.-
-Hay droga en tu sangre.- Una sonrisa de victoria apareció en el rostro de la maestra. -Todas las bebidas que Emma te daba noche tras noche contenían droga, te queda muy poco.-
Tania se puso pálida.
-¿Lo ves? No eres tan invencible después de todo.-
Tania ignoró por completo a la maestra, giró para encarar a su madre, la cogió del cuello y le absorbió la energía. Los ojos de Vera se agrandaron al ver que su hija la había descubierto y ahora estaba acabada, Tania no paró, su madre se retorcía, pataleaba y manoteaba en vano.
Poco a poco la vida y la energía escapó de su cuerpo y esa luz que llenaba sus ojos se extinguió. Tania soltó el cuerpo y ni bien tocó el suelo comenzó a arder. Nevor se limpió la barbilla y volvió a prestarle atención a Valeska.
-Perdón, no escuché... ¿Qué dijiste?- Sus palabras estaban teñidas de odio y rencor, aquella tranquilidad de momentos antes había desaparecido por completo.
-Que morirás porque...-
-Ah sí.- Tania se subió al escritorio. -Ya recuerdo... No lo tomé.-
-¿Qué?-
-Las bebidas.- Observó de reojo a Emma. -Supe que me darías droga, así que no las bebí... Solo las tiraba por el lavabo, así que estoy totalmente sana... No moriré.-
-Eso es...-
-¿Imposible? No.-
-¿Cómo te enteraste?-
-Tengo oídos en todos lados Emma.-
Valeska se puso de pie.
-¿Quién te dio permiso de instalar micrófonos en las oficinas de la U...?-
-Fui yo.- La joven del mechón apareció en la puerta, llevaba un traje de gala y un saco color café claro sobre los hombros. En su cintura varias armas resplandecían, todas eran regalos de Tania, todas eran con municiones inagotables. Valeska se sentó de golpe al verla. -Fui yo quién le dio el permiso para colocar micrófonos, rastreadores, cámaras de seguridad etc, etc, etc... También fui yo quién le ordenó que atacara algunos cárteles sin mencionarles a ustedes, le di órdenes de destruir ciertas organizaciones y demás. ¿Algún problema con eso Valeska?-
-Ninguno...- Respondió Valeska agachando la mirada.
Emma seguía apuntando a la desconocida y Valeska le ordenó bajar la pistola.
-La mataste.- La joven del mechón señaló la montaña de cenizas que había sido Vera.
-Sí...- Respondió ella.
-Lady Dahana, ¿qué hace aquí?- Preguntó Valeska temblorosa.
Dahana volvió a ver a Valeska.
-Acabo con un cártel y estoy ayudando a mi pareja y empleada.- Señaló con el mentón a Tania.
La maestra se encogió, eso jamás lo hubiera esperado, si una Suredal protegía a su monstruo, a su arma... No, eso era tan inaceptable como el hecho de que la existencia de la misma siguiera adelante.
-¿Su empleada?- Esta vez fue Emma quien habló.
Dahana asintió.
-Sí Emma, Tania es la mano derecha en la UESI.-
-¿Qué es eso?-
-Unidad de Élite Secreta Internacional.- Respondió Tania mientras se ponía de pie.
Valeska hizo lo mismo y a Tania le tomó más tiempo reconocer sus intenciones, cuando reaccionó Valeska ya había disparado y Dahana había caído al suelo con las manos en el estómago y el traje lleno de sangre.
Tania la envolvió recibiendo el segundo disparo que habría acabado por completo con la preciosa vida de su pareja.
-Mi madre estaría decepcionada....- Dahana miró a Valeska, la sangre le escurría de la boca cuando volvió a hablar. -Te dejó salvar a dotadas con nivel letal y así es como le pagas... Que decepción.-
Valeska volvió a apuntar.
-Salúdamela en...- No acabó, una bala disparada por Nevor se le clavó el un ojo y le atravesó la cabeza, la mató al instante.
-No hables... Por favor.- Dijo Tania.
Si antes había estado molesta ahora estaba peor, sus ojos carecían de humanidad, habían lastimado a su pareja... Aquel delito era imperdonable, o al menos en sus términos era así. Nadie, absolutamente NADIE, tenía permitido atentar contra Dahana Suredal, a menos que quisiera acabar muerto.
Dahana rio con debilidad ante la actitud protectora de su pareja.
-Idiota... Debiste hacer eso antes, por tu culpa me estoy desangrando.- Dahana se llevó una mano a la cabeza en una pose dramática.
Tania suspiró, si estaba haciendo bromas no era una herida tan peligrosa, aún así su don de curación se encargaría, pero primero debían de extraer la bala.
-Y luego dices que no eres drama queen.- Agregó un poco más tranquila.
-Cállate... ¿No ves que me dispararon?- Dahana le sonrió débilmente.
-Ya estás bien...- Tania sabía que no era así pero en aquel momento necesitaba cree que sí, y no precisamente por su propio bien.
-Vas a tener que volver a cargarme.-
Tania puso los ojos en blanco y le besó la frente a Dahana.
-Al menos perdiste sangre... Eso aligera la carga.-
La chica le dio un codazo.
-Grosera.-
Tania abrió la boca para responder pero algo brillante pasó rosando su cara y la hizo callar. Ambas jóvenes voltearon en dirección a la entrada y allí, con un rostro que solo reflejaba ira estaba Penny.
-Penny...- Emma se puso frente a la chica. -¿Qué haces?-
-Ella...- La rubia señaló a Tania. -La mató... Mató a mi abuela.-
-Se lo merecía, intentó matar a Dahana...- Replicó Tania de mal humor.
-Ella estaba salvándome.-
-¿Dónde están las demás?- Preguntó Tania al notar que la joven venía sola.
Penny señaló la ventana.
-Se las llevaron... Pero yo me escabullí, Ruby me dijo que no viniera y justo por eso vine y mira... Mataste a mi abuela.-
Tania apretó a Dahana contra sí y le dio la espalda a la muchacha justo cuando esta lanzaba de nuevo sus plumas de acero.
-¡PENNY!- Gritó Emma entre preocupada y asombrada.
-Vete Emma, no quiero lastimarte.- Pidió Penny en un susurro.
-¿Estás bien?- Dahana le acarició la mejilla a Tania quien se había puesto pálida como un muerto.
-No... Sus plumas siguen clavadas... No puedo curarlas.- Tania gruñó, aquello dolía demasiado, hacía años que ninguna arma le había afectado así.
-Ta...- Comenzó Dahana preocupada pero se vio interrumpida por un repentino beso de su pareja, luego la misma la dejó sobre el suelo con cariño y delicadeza.
-Perdóname pero no quiero que te pase nada...- Se disculpó Tania antes de proceder.
Luego la envolvió en un campo de fuerza dejándola a salvo, Dahana comenzó a insultar a su compañera y volvió a hacer su puchero. Tania se levantó con dificultad y quedó frente a frente con Penny.
-Minerva...- Llamó.
El ave apareció de la nada y le arrancó el acero de la espalda a Tania, ella hizo muecas de dolor.
-¡ESO MINERVA! ¡VENGAMEEEE!- Dahana gritaba desde dentro de su burbuja.
-Penny...- Repitió Emma pero la joven la ignoró por completo, avanzó y volvió a atacar.
-Por mi abuela...- Dijo cuando sus alas se estiraron y su cuerpo se cubrió de metal filoso y cortante.
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