Nota del autor: recuerden Neville era antes un squib y por lo tanto, tiene un mayor conocimiento del mundo muggle a diferencia de la mayoría de los magos
NEVILLE LONGBOTTOM Y LA CÁMARA DE LOS SECRETOS
Capítulo 1: La advertencia de Dobby
El-niño-que-vivió, Neville, se encontraba muy aburrido en la casa de su abuela debido a una nota del diario El profeta. Ahora todos sabían que había dejado de ser un squib y por tanto todos los magos de familia sangre pura querían de la noche a la mañana establecer relaciones con la familia Longbottom.
El-niño-que-vivió pasó su primer año en Hogwarts, nada indica que es un squib.
Decía la nota del periódico. Esto acarreó una serie de problemas al muchacho, hordas de periodistas le seguían donde fuera que iba y su abuela, harta de esa situación, le prohibió a Neville salir de la casa.
En un principio esto no le importó, la mansión donde vivía era enorme y estaba rodeada de enormes jardines, sin embargo, luego de un par de días, se moría por ir a la ciudad muggle y disfrutar de los entretenimientos que sólo la ciudad podía ofrecer, además, las cartas que le envió a su amiga Hermione, jamás fueron contestadas.
―Debí haberme despedido de ella en la estación ―decía para sí mismo.
»Seguro se enojó por no haberme despedido de ella y ahora no quiere responderme ―continuó hablando solo.
Neville seguía dándole vueltas al asunto, cuando su abuela lo mandó a llamar.
―¿Querías algo, abuela?
―Neville, quiero que te alistes, está noche tendremos invitados.
―¿Cuál de los tíos vendrá?
―No, no vendrá ninguno de tus tíos.
―Pero pensé que no te gustaban las visitas.
―No me gustan los buitres del profeta, si a eso te refieres.
―Tampoco te gustan las otras familias sangre pura.
―Deja de contradecir y vete a darte un baño, pronto alistaré tu ropa.
El chico subió extrañado a su habitación mientras su abuela tenía una expresión de preocupación en el rostro, su nieto tenía razón, ella había despachado a los periodistas de El Profeta, pero quería mantener buenas relaciones con las otras familias mágicas (sangre puras), pero ninguna de estas estaba dispuesta a establecer una relación que llevara al compromiso de su nieto con una muchacha sangre pura.
Renovar lazos de amistad con la familia Longbottom ahora que el muchacho dejó de ser un squib, sí. Comprometer a sus hijas con el chico, no.
«Maldita mujer», pensó la anciana al recordar a la mujer con la cual se casó su único hijo. Alice era una chica que convenció a Frank Longbottom de dedicarse a ser un auror, una profesión que chocaba contra los intereses de varias familias sangre pura. Sólo una familia sangre pura estaba interesada en un contrato matrimonial de los dos niños, bueno dos en realidad, pero la otra familia, los Weasley eran considerados como "traidores a la sangre".
―Ni loca emparentaré a mi nieto con esos locos pelirrojos.
Neville salió del baño y casi se muere del susto al ver a un elfo domestico saltando sobre su cama.
―¿Quién eres tú?
El elfo domestico dejó de saltar y, dándose vuelta, contempló al muchacho con ojos abiertos como platos.
―Señor Longbottom, es un honor estar en su presencia ―dijo el elfo haciendo una enorme reverencia―, yo me llamo Dobby, señor Longbottom.
Se sorprendió ante los harapos que Dobby tenía por prenda
«Seguro debe pertenecer a una familia sangre pura, que además es mortifaga», pensó el chico. «A todo esto, ¿dónde están Bluebidie y Zulbidie?»
―Seguro el señor Longbottom se está preguntando por sus elfos domésticos, ellos se fueron de la mansión para atender asuntos relativos a la fiesta que su abuela planea dar está noche.
―¿Cómo sabes lo de la fiesta?
―Eso no importa, señor Longbottom, no tengo mucho tiempo, vine a avisarle que corre un gran peligro, usted no debe retornar a Hogwarts este año señor.
―¿Por qué dices eso?
―Hay una conspiración, terribles sucesos ocurrirán en Hogwarts. Si regresa, es capaz de morir, señor.
―¿Qué sucesos?, ¿qué conspiración?
―No... puedo decirlo... mis amos me lo prohibieron.
―Si tus amos están involucrados, no son buenas personas.
―Sí, tiene razón... ―En eso, el elfo procedió a darse de cabezazos contra el espaldar de la cama.
―¡Detente! ―le gritó sosteniendo a Dobby por los hombros―. Sí, ya sé que los elfos no pueden hablar mal de sus amos, pero ¿no hay ningún medio por el que me puedas decir algo más?
―Lo siento, señor, pero no puedo decirle otra cosa ―en eso el elfo desapareció.
Desconcertado, no le quedó otra que cambiarse con las ropas que su abuela le había dejado y bajó las escaleras.
―Abuela, un elfo domestico vino y me advirtió que sucesos peligrosos sucederán en Hogwarts.
―¿Un elfo doméstico?, ¿qué cosas dices?
―Un elfo domestico apareció en mi cuarto y me advirtió de que no debía ir a Hogwarts.
―No inventes cosas, un elfo domestico está prohibido de aparecerse dentro de las habitaciones de una casa que no pertenezca a sus amos, solo puede aparecerse delante de la puerta principal para entregar algún recado o algo similar ―le dijo tajante la anciana.
―Pero abuela, es cierto.
―Deja de decir mentiras o te lavaré la boca con jabón, jovencito. Ahora prepárate, que pronto vendrán los Parkinson y espero que te comportes y dejes de decir mentiras.
―¿Que los Parkinson van a venir? ―dijo un asustado Neville.
―Sí, los Parkinson, los Parkinson, ¿a ti qué te sucede? Tú conoces a los Parkinson, bueno, en realidad a su hija, me dicen que es una hermosa muchacha de nombre Pansy y que entró en el mismo año que tú.
―¿Pero por qué vienen los Parkinson? ―preguntó ansioso Neville. Su abuela le miró con dureza.
―Es obvio, muchacho, como toda familia sangre pura, debemos mantener lazos de amistad con otras familias sangre pura, además, tu amiga Pansy Parkinson puede que algún día sea tu prometida.
―¡Pansy Parkinson no es mi amiga! Ella es una Slyterin y odia a todos los Griffindor.
―Tonterías, seguro que después de esta reunión se harán amigos ―le contradijo la anciana con un tono y una mirada que daba a entender que no aceptaría más replicas.
Neville subió a su habitación y se tumbó en su cama. ¿Qué pasaba con su abuela? Antes, cuando era un squib, ella le decía que la pureza de sangre era lo menos importante en este mundo y que esperaba con ansias el día en que él y una buena mujer muggle contrajesen nupcias. ¡Qué diablos pasaba ahora! ¿Todo lo que le dijo antes era una mentira?
Seguía pensando esas cosas cuando uno de sus elfos le llamó para que bajara a recibir a los Parkinson. El pobre notó como aumentaron los latidos de su corazón y en el trayecto a la puerta principal, sus manos y su rostro ya estaban cubiertos por sudor debido al pánico.
Los Parkinson entraron y, juntando todo el valor que tenía, les dio la bienvenida sin tartamudear ni una sola vez, pero cuando vio a Pansy casi se desmaya, la chica vestía un traje verde oscuro muy elegante que le caía muy bien.
―Hola ―le dijo, sorprendido de no haber tartamudeado frente a ella.
―Hola ―le contestó y siguió de largo.
La madre de Pansy era muy diferente a su hija, vestía un largo y elegante vestido blanco, tenía el cabello rubio corto y rizado, por otra parte, era de su padre de quien Pansy había heredado sus rasgos, el hombre tenía un cabello negro y bigote negro bien cortado, su rostro y ojos indicaban que si fuera por él, no estaría en la mansión Longbottom.
Los adultos trataron temas banales y se reían falsamente de las bromas que se decían. Neville les aseguró a los padres de la Slyterin que continuaría sus estudios en Hogwarts, Pansy mantuvo una cara inescrutable todo el tiempo.
Mandaron a Neville a acompañar a Pansy a los jardines, cuando por el rabillo del ojo el muchacho vio a Dobby.
―Disculpa pero tengo algo que hacer ―le dijo a la aburrida muchacha que de pronto se mostró contrariada.
―¡Dobby! ¿Qué haces aquí? ―le dijo Neville una vez dentro de la mansión.
―Dobby escuchó su conversación con los Parkinson, señor, Dobby lamenta hacer esto, señor. ―De repente, un pastel enorme empezó a levitar y se dirigía justo sobre la cabeza de la señora Evelyn.
Neville trató de agarrar el pastel, pero este cayó justo sobre la cabeza de la mujer. Hasta el más inocente creería que Neville fue el culpable ya que este se quedó allí quieto con los brazos en alto.
Evelyn empezó a gritar histérica y Maximilian se puso furioso, por fortuna, la abuela de Neville era una mujer de carácter fuerte y tranquilizó a los Parkinson diciendo que su nieto quería sólo traer el pastel y que tropezó. Pansy veía la escena con los ojos abiertos como platos. Neville se encontraba blanco del susto.
La chica trato de decir algo, pero su madre le ordenó que saliese de la casa con ellos.
―Squib cojudo ―decía el hombre en un murmullo mientras salía de la mansión y cerraba la puerta de un portazo.
―Abuela yo... ―trató de decir Neville, pero la anciana le dio una sonora bofetada que lo tumbó en el suelo.
―¡Eres un estúpido! ¡Para qué crees que están los elfos domésticos! ¡Ellos debían traer el pastel no tú! ―le gritó la anciana y le mandó ir a su habitación, no abandonaría está hasta llegar el día de ir a comprar sus útiles escolares.
Cuando Neville llegó a su cuarto, estaba tan asustado, que no pudo llorar debido a la frustración, en eso, escuchó los gritos de su abuela unos pisos más abajo.
Neville llamó a Bluebidie y le pidió que le dijera la razón por la cual su abuela estaba gritando.
―La ama acaba de recibir una carta del ministerio, indicándole que si usted vuelve a usar magia será expulsado del colegio amo.
―Pero yo no use magia, un elfo llamado Dobby lo hizo.
―Ni Zulbidie, ni Bluebidie sintieron la presencia de ningún otro elfo domestico, amo ―le dijo el elfo. Neville se hallaba desconsolado.
CONTINUARÁ...
Katherine Nicholson y Genevieve Gaunt, Lauren Shotton y Scarlett Byrne, son las cuatro actrices que interpretaron a Pansy Parkinson en las películas de Harry Potter.
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