El heredero de la serpiente
NEVILLE LONGBOTTOM Y LA CÁMARA DE LOS SECRETOS
CAPÍTULO 3: EL HEREDERO DE LA SERPIENTE
Una noche, cerca a las vísperas de Halloween, luego de salir de la enfermería por otra paliza que recibió de sus "amigos" de cuarto, se encontró con el fantasma de Sir Nicholas y este le invitó a una fiesta de fantasmas.
«¿Por qué no?», pensó Neville. «Al menos no tendré que estar cerca de Harry, Ron, Seamus o Dean».
La fiesta de los fantasmas se celebraba justo la noche de Halloween. Deseó que Hermione estuviera con él, pero desechó esa idea ya que de seguro Harry y Ron vendrían a buscar a la muchacha y se la llevarían a la fiesta en el gran comedor. El ambiente fantasmal era depresivo, pero iba acorde con el ánimo de Neville. Al final, tuvo que retirarse porque llegaron los fantasmas del club de cazadores de cabezas y empezaron a incordiar a todo el mundo fantasma o no.
Iba cabizbajo por los corredores cuando en uno vio que el agua inundaba el piso junto a una extraña inscripción, al lado de esta se hallaba colgada la señora Norris, en eso, varios alumnos salieron del gran salón encontrando al pobre chico justo delante de la inscripción.
―¿Qué has hecho? ―le dijo Hermione que veía al chico como si se tratase de un monstruo.
―No fui yo, lo juro.
―La cámara de los secretos ha sido abierta, teman al heredero de Slyterin, sangres sucias inmundos ―decía sonriente Malfoy.
Neville vio a Malfoy y no pudo comprender como alguien con un rostro tan hermoso y ojos tan encantadores, pudiese albergar tanta maldad, no podía comprenderlo. Justo en ese momento, Filch, el conserje, se abrió paso y mirando a Neville le dijo lleno de ira:
―Tú... mataste a mi gata... Ahora ¡te mataré a ti!
El pobre se quedó tieso del susto y no pudo articular palabra, solo negaba con la cabeza de manera nerviosa, Filch se acercaba más y más al muchacho
―¡Argus, ya basta! ―gritó Dumbledore.
El conserje insistía en que Neville era el responsable, pero ni Dumbledore o cualquiera de los otros docentes creía que el pobre muchacho tenía algo que ver y mandaron a todos a dormir.
.
.
En una clase de historia de la magia, Neville se encontraba agitado, había corrido desde la enfermería hasta el aula lo más rápido que pudo, ¿la razón?, simplemente tuvo un acceso de vomito de espuma verde debido a las ulceras provocadas por el stress. Hermione, quien siempre se sentaba delante, le preguntó al profesor fantasma acerca de la cámara de los secretos y este, a regañadientes, les explicó todo lo que sabía, pero aseguró que esa historia era sólo un tonto mito.
.
.
Una noche muy tarde, se encontraba solo en la sala común, el pobre quería subir a dormir, pero tenía que esperar a que los demás se durmieran, sino le atormentarían cuando este tratara de dormir como lo hacían todas las noches.
―Si no me sacuden la cama, es paliza.
»Si no es paliza, me sacuden la cama.
»No olvides que tiran todas tus cosas por la habitación o por las gradas.
»O las tiran por la ventana.
»Sí, eso es lo más grave, tuve que aprender el accio a fuerza de desesperación.
»Lo peor fue cuando tiraron tu varita por la ventana.
»Sí, tuve que bajar hasta llegar al patio y Filch me castigó... ¡Demonios sigo hablando solo!
Se encontraba enojado consigo mismo cuando un fuerte ruido sonó en el lugar, Dobby, el elfo, se encontraba frente a él.
―Señor Longbottom, Dobby se encuentra triste de que no haya hecho caso de las advertencias de Dobby.
―Dobby, ¿qué haces aquí?
―Dobby vino a advertirle, señor, debe dejar Hogwarts ahora que la cámara de los secretos ha sido abierta.
―Entonces es verdad, existe la cámara y esta ha sido abierta, dime quien fue Dobby.
―Dobby no puede decirlo, señor, Dobby no puede traicionar a sus amos.
―¿Por qué me adviertes de esto?
―Usted señor, es el-niño-que-vivió, gracias a usted el-que-no-debe-ser-nombrado fue derrotado junto con sus esbirros, todos los elfos domésticos dejaron de ser tratados como animales, aunque, aunque al pobre de Dobby aún lo tratan como a un animal ―dijo y empezó a llorar.
―Por favor, deja de llorar, me preocupas...
―¿El gran señor Longbottom se preocupa por mí?, Dobby sabía que el señor era grandioso, pero no sabía que también tenía un corazón enorme ―dijo impresionado el elfo y Neville se ruborizó.
―¿Tú fuiste quien impidió que cruzara el muro?
―Sí señor, Dobby pensó que si bloqueaba el muro, usted no asistiría a Hogwarts, Dobby hizo de todo. Dobby conoce magia oscura que le permite no ser detectado por otros elfos domésticos o aparecerse dentro de Hogwarts. Los amos de Dobby quisieran tener ese poder, pero sólo los elfos domésticos pueden tenerlo, sí, Dobby hizo de todo, incluso no permitió que las cartas de usted, señor llegaran donde su amiga...
―¡Dobby!
―Dobby lo siente, señor, pero Dobby pensó que si pensaba que su amiga no le respondía, usted no querría retornar a Hogwarts
Ahora sabía por qué Hermione no le respondió ninguna de sus cartas, al principio el chico quería hablar con su amiga respecto a esto, pero luego pensó que lo mejor sería no tratar el asunto.
―Señor, usted debe salir de Hogwarts antes de que otra muerte suceda.
―¿Acaso murió alguien?
―Sí, señor, hace años un estudiante murió, el señor debe irse.
―Lo siento, pero no puedo hacer eso ―le respondió y Dobby empezó a sollozar.
»Ojala pudiese hacer algo por ti.
―El señor es muy generoso, pero no necesita preocuparse por mí, el que corre peligro es usted, por favor, salga de Hogwarts ―dijo desapareciendo después.
Decidió ir donde Dumbledore a advertirle sobre la visita de Dobby, pero justo cuando se disponía a salir de la sala común recordó la hora que era y, además, no sabía dónde estaba la oficina, así que decidió esperar hasta mañana.
.
.
Al día siguiente, decidió saltarse la clase y se vistió para encontrase con McGonagall, lástima que sufrió un contratiempo al meter sus pies en los zapatos y comprobar que dentro de estos había excrementos de animales, o al menos eso deseo que fuera, Neville se cambió de medias y corrió hacia la oficina de McGonagall.
Al llegar, el muchacho le explicó la situación y la profesora le acompañó donde la oficina de Dumbledore. Neville le contó al director todo lo sucedido en la visita de Dobby.
―Albus, ¿crees que esto se relacione con lo que le pasó al señor Creevey?
―No me cabe duda, Minerva, pero como dije antes, lo importante no es quien, sino como ―dijo críptico el director.
―Señor, ¿qué le pasó a Colin?
―El señor Creevey fue atacado por algo que no sabemos qué fue, se encuentra con vida, pero está petrificado.
La noticia de lo que le pasó a Colin se filtró por el colegio y todos sospechaban de Neville.
―Ese chico Colin siempre andaba molestando, tomando fotos a todos, además, sus padres son muggles ―decía un estudiante por los corredores sin importarle que Neville le escuchara.
―Ese Neville siempre me dio mala espina, mira lo flaco que es ―dijo otro estudiante.
―Y esos ojos, son los de un depravado, de un asesino... ―decía otra estudiante, sin importarle bajar la voz.
―Neville es sangre pura, seguro él es el heredero de Slyterin ―decía otro chico.
―Pero acaso no es de Gryffindor... ―Así continuaban y continuaban las habladurías, el pobre de Neville apresuró el paso y terminó corriendo.
.
.
Luego de unos días, se instauró un club de duelo y este es supervisado por Lockhart y Snape. Lockhart, luego de perder contra Snape (según él, apropósito), decidió que Neville fuera el siguiente en combatir.
―A ver, señala a un amigo tuyo para que entrene contigo ―le decía Lockhart. Neville sólo bajó la mirada.
―Ese idiota no tiene amigos, profesor ―dijo burlon Ron en voz alta para que lo escuche todo el salón y todos los Gryffindor se rieron de Neville quien se encontraba rojo como un tomate y se ruborizó más al ver como los Ravenclaw también se reían de él, y ni que decir de los Slyterin, sólo los Hufflepuff no se reían.
―¿En serio, nadie es amigo de Neville? ―preguntaba Lockhart.
Hermione, ansiosa por participar, se ofreció como voluntaria.
―En realidad un duelo puede ser algo peligroso, me gustaría que fuese un varón quien participe ―dijo Lockhart. Hermione miró ceñuda al profesor, no podía creer que Lockhart fuese machista.
―¿Alguna sugerencia, Severus? ―le preguntó Lockhart a Snape. Neville sintió que el miedo le dominaría, pero algo curioso ocurrió, la expresión del profesor Snape era extraña, su mirada estaba perdida en el vacío, como si estuviese recordando algo muy triste.3
―Yo iré profesor ―se ofreció Malfoy con una expresión siniestra en el rostro. A Neville, ya le empezaban a temblar las piernas.
―Bien, entonces comencemos ―dijo alegre Lockhart y llevó a Neville al centro de la mesa de duelos.
―No te preocupes, squib, esto no dolerá, al menos no a mí ―le dijo Malfoy. Neville tragó saliva.
En efecto, a Malfoy no le dolió nada, ya que barrió el piso con el pobre de Neville. El idiota de Lockhart insistía en que Neville se enfrentase una y otra vez con el rubio y la mayoría de los estudiantes se reían.
―Ya es suficiente ―dijo Snape, con lo que Malfoy se sorprendió.
―Está bien, profesor, solo déjeme darle a Longbottom un recuerdo ―dijo el platinado con malicia y de su varita conjuró a una serpiente.
Neville se hallaba petrificado, pero al parecer Snape iba al rescate del chico por más increíble que parezca.
―No te preocupes, Severus, yo me encargo ―dijo Lockhart, pero lo único que hizo fue elevar a la serpiente y volver a dejarla caer, con lo que está se enfureció.
―Maldición, si se me acercan les muerdo ―Neville escuchó como hablaba la serpiente.
―¡Mama! ―gritó Justin Flinch-Fletchley
La serpiente se giró y avanzó donde el Hufflepuff.
―No grites tan fuerte ―le dijo la serpiente aunque sólo Neville le entendía.
―No le hagas daño a Justin ―decía Neville mientras se acercaba a la serpiente―. Por favor, no le muerdas, nadie te va a hacer daño.
La serpiente se tranquilizó y Snape la hizo desaparecer.
Neville se acercó a Justin para ver si estaba bien.
―¡¿Pero qué diablos intentabas hacer?! ―le gritó el Hufflepuff y los profesores mandaron a todos abandonar el salón. Snape miraba extrañado a Neville.
Neville no podía entender por qué Justin le dijo eso, pero más tarde Hermione le explicó que sólo un mago tenebroso podía hablar con las serpientes, de hecho, no cualquier mago tenebroso, sino uno muy poderoso, le dijo que Salazar Slyterin y Voldemort también hablaban con las serpientes.
Si en un principio los estudiantes del colegio no se molestaban en bajar la voz cuando pasaba Neville, ahora hablaban a voz en cuello del pobre chico y hasta lo señalaban con el dedo de forma acusatoria. Sus "amigos" de cuarto que lo conocían bien no creían que él fuese el heredero de Slyterin y seguían martirizándolo cada vez que podían.
―¿Por qué no fui a Hufflepuff? ―hablaba consigo mismo.
»Debiste entregarle la piedra al-que-no-debe-ser-nombrado.
»Es cierto, eres un estúpido, un tarado, un imbécil, un cretino, un...
De nuevo la hermosa esfera escarlata (su corazón) se agrietó y se sintió muy miserable.
.
.
Pese a que era muy de noche, salió de su sala común y estuvo deambulando sin rumbo por los pasillos del castillo durante largo tiempo. Ningún prefecto o profesor de guardia se cruzó con él, Filch y la señora Norris se hallaban muy lejos del muchacho, lo mismo que cualquier fantasma, incluso los pocos cuadros que no dormitaban a estas horas no se percataron de su presencia.
Sin saber cómo, llegó a la torre de astronomía. El muchacho puso un rostro serio y se subió sobre una almena.
«No necesito estar aquí... No necesito estar en un lugar como este».
El silencio de la noche oscura fue interrumpido por el ruido de algo pesado que cayó en el piso...
CONTINUARÁ...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro