Era invierno y en un pequeño jardín se observaban 2 niñas que jugaban alegremente,
una hermosa niña de 5 años, cabello castaño y ojos miel corría detrás de su mejor amiga de 8 años, cabello negro y ojos del mismo color, verlas a ambas producía una felicidad inmensa y transmitían una pureza única.

—¡Vamos Jennie! Debemos entrar, si no, no nos darán pastel — Dijo la niña pelinegra

— Espérame Lisa — Dijo la niña con ojos gatunos algo cansada por correr mucho.

Lisa se detuvo a esperarla y la miró con ternura, cuando la menor llego hasta ella, la agarro de la mano, y Jennie se sonrojó, así en su inocencia ambas entraron a una enorme casa, agarradas de la mano, demostrando la ternura e inocencia.

DIEZ AÑOS DESPUÉS

Una hermosa adolescente lloraba por el amor de una chica que no valía la pena, mientras que su mejor amiga trataba de consolarla.

— Vamos Jen, no llores, no me gusta verte así, y menos por una infeliz — Dijo Lisa abrazándola por la espalda.

— ¿Por qué Lalisa? ¿Por qué me hizo esto? —Preguntó Jennie, su corazón frágil, estaba roto por una traición.

—No llores hermosa, ella no merece tus lágrimas — Dijo Lisa levantándole el rostro
mirándose fijamente.

Lisa enfureció al ver a Jennie con los ojos rojos, rápidamente, se paró de su asiento y rápidamente fue hasta la cafetería, donde golpeo a una chica, ahora exnovia de Jennie, ella al ver eso fue inmediatamente a detener a Jennie, pues no quería que algo le pase.

— Déjala en paz Lisa, no vale la pena — Dijo Jennie agarrando su mano, en ese momento al sentir su mano, ella se detuvo y decidió llevársela a otro lugar.

SEIS MESES DESPUÉS

La familia de Lisa y la familia de Jennie eran muy cercanas, por eso en vacaciones de verano, ambas familias decidieron ir a la playa a pasar un fin semana.

Lisa había estado planteándose de todas las maneras posibles como declararle su amor a Jennie y el momento perfecto fue ese atardecer hermoso, cuando ambas caminaban solas en la playa, ella supuso que era el momento correcto.

— Jen tengo algo que decirte — Dijo Lisa —No sé cómo empezar, la verdad me gustas mucho desde hace tiempo y no sabía cómo decírtelo, pero creo que este es el momento adecuado —dijo tomando aire — ¿Te gustaría ser mí novia?

— ¡Si! ¡Si! — Sonrió emocionada —Claro que si — Dijo Jennie dándole un abrazo, que luego se convirtió en un dulce beso.

CINCO AÑOS DESPUÉS

Lisa y Jennie ya llevaban 5 años de relación, con peleas y todo supieron salir adelante, a cualquier lado que iban. Un 14 de julio, la familia de Lisa organizó una esta fiesta, en la que obviamente estaba invitada la familia de Jennie, ese día era muy esperado por Lisa, ya que ese día le pediría a Jennie matrimonio.

La alta estaba muy nerviosa, empezó diciendo lo especial que era Jennie y termino con
un…

— ¿Kim Jennie aceptas casarte conmigo? —Pregunto Lisa de rodillas con un anillo en su mano.

— Si amor, acepto — Respondió Jennie entre lágrimas, dándole un beso y causando los aplausos de todos los invitados.

CUATRO MESES DESPUÉS

El día tan esperado había llegado, la boda de Lisa y Jennie, ambas habían esperado ese día con tanta emoción, no hicieron algo grande, por el contrario, fue algo pequeño. La ceremonia había empezado, los nervios y la emoción de hicieron cuando el juez pregunto.

— Lalisa Manoban ¿Aceptas a Kim Jennie como tu legítima esposa? ¿Prometes amarla y respetarla, en la salud y en la enfermad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte las separe? — Dijo el juez.

— Acepto — Respondió Lisa.

— Kim Jennie ¿Aceptas a Lalisa Manoban como tu legítima esposa? ¿Prometes amarla y respetarla, en la salud y en la enfermad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la
muerte las separe? — pregunto el juez nuevamente.

— Sí, acepto — dijo Jennie.

— Las declaro esposas, señorita Manoban puede besar a la novia.

Lisa besó a Jennie con tanta ternura, porque ese beso sellaba su amor, ese beso era de pacto, amor, compromiso.

SEIS MESES DESPUÉS

Lisa y Jennie esperaban los resultados del médico, últimamente Jennie no había estado bien de salud, mareos y vómitos constantes la atormentaban, ninguna pastilla o medicamento aliviaba su estado de salud, por lo que Lisa decidió llevarla al doctor.

— Bien, tengo los resultados de su examen señorita Manoban — Dijo el doctor.

— Doctor ¿Qué dicen los resultados? — Preguntó Jennie algo preocupada.

— Que en 9 meses ustedes se convertirán en madres — Dijo el doctor con una sonrisa.

— Eso quiere decir que… — Dijo Lisa emocionada.

— Así es, la señorita Jennie tiene 4 semanas de embarazo.

— Vamos a ser madres, Jen — Dijo Lisa besando a Jennie.

NUEVE MESES DESPUÉS

Entre tantos cuidados, mimos y engreimientos por parte de Lisa, para que el embarazo de Jennie no tenga complicaciones, por fin había llegado el momento tan esperado, estaban a poco tiempo de volverse madre.

— Vamos Jennie, tú puedes — Dijo el doctor.

Le habían practicado una cesárea, pero Jennie estaba muy asustada y desesperada que las lagrimas no se hicieron esperar y pidió a gritos a su esposa, en cuestión de segundos, se escuchó el llanto de un bebé.

Ellas por fin se habían convertido en madres, Lisa empezó a llorar de alegría, al fin había formado una familia, era un hermoso niño, al que nombraron Jungkook , Manoban Jungkook, y Jennie sabía que ese niño las uniría más.

SEIS AÑOS DESPUÉS

Jennie lloraba en la habitación de su antiguo hogar, había recordado tantos momentos hermosos al lado de Lisa, esos momentos donde todo parecía perfecto, las preguntas de hace 1 año rondaban en su cabeza ¿Cuándo acabo la felicidad y empezó el infierno? Simplemente no hallaba respuestas.

Agarro su diario y escribió:

"He recordado momentos maravillosos al lado de la mujer que amaba, pero esa mujer murió, se llevó una parte de mi corazón, este donde este, espero que sea feliz, espero que haya muerto con el recuerdo de su familia, debo seguir adelante con mi vida, debo aprender a vivir sin ella, todo en esta vida pasa, su hijo es una de las cosas que me queda para recordarla, jamás pudo decirle que en vientre crecía otra personita, mis sueños se acabaron desde su muerte, pero debo sonreirle a la vida."

Jennie dejó su cuaderno sobre la mesita de noche, después de eso recorrió la habitación con su vestido de novia, era el último adiós a todo lo que quedaba de Lisa, sonrió delicadamente y le dió una sonrisa triste a una foto de su familia, se secó las lágrimas y puso su mejor sonrisa, su boda comenzaría dentro muy poco, era hora de dejar el pasado y empezar una nueva vida.