chapter 15
Lisa decidió no llamar a ningún doctor, no quería provocar más problemas de lo que había causado, por suerte todo fue un susto, Jennie era muy fuerte.
Por otra parte, Jennie estaba delicada, solo comía cosas líquidas y por el momento no habían hablado, ni siquiera se habían mirado la cara, todavía no tenía coraje para hablar del ocurrido.
Cuarto día en la noche
Lisa no podía dormir, se levantó del sofá y fue hasta su cuarto, necesitaba soltar todo aquello que llevaba reprimido, todo el dolor y la rabia. Entró con mucho cuidado, no quería despertar a Jennie, agarró aquella pluma de color crema y aquel cuaderno de color negro, buscó la última hoja y continuó lo que había empezado.
"Si es preciso te recuerdo que no fue mi intención, no haría nada para lastimarte, voy aprendiendo a amarte paso a paso, me equivoco porque a veces salto, te digo. . . No fue mi intención."
En eso Jennie se empezó a mover y ágilmente se fue de la habitación, volvió al frío y duro sofá, sintió que su esposa se levantó, bajó hasta la cocina, tomo un poco de agua, volvió a su habitación, cerró la puerta y dejó caer sus penas entre lágrimas saladas, Lisa la observaba desde el primer piso, con el corazón en un hilo, sintiéndose la peor escoria del mundo, volvió a agarrar el cuaderno, la pluma y siguió escribiendo.
". . .No sé cuántas veces pueda repararte la ilusión, sé que te estás sintiendo muy herida nunca he sabido como hacer las cosas, colecciono amores y derrotas, y hoy le doy nombre a tu dolor. Baja la guardia, traes hielo en la mirada, sé que fui yo quien tropezó. . .Perdóname corazón, no me eches a su suerte."
Los días pasaban y ninguno de las 2 hablaba, pero Lisa entendía que debía contarle su problema, sabía que juntas iban a encontrar una solución y volverían a ser la familia que eran, pero antes que Lisa empezará a hablar, Jennie le interrumpió y dijo que la perdonaba, estaba muy contenta listo para contarle lo que pasaba, pero luego sus duras palabras la destrozaron
"Te perdono Lisa, pero esto se acabó, quiero el divorcio", no dijo nada y salió de ese cuarto.
Al día siguiente Jin dejó a Jungkook en casa, él no decía nada, sabía que algo pasaba y el no quería causarle problemas, por eso Lisa tomó una decisión, por su esposa y por su hijo iba a vencer su enfermedad.
Dos días después, en la noche, abrió lentamente la puerta de la habitación, con el cuaderno en sus brazos apretado a su pecho y con sus ojos llenos de lágrimas. Se encontré con aquellaa hermosa mujer dormida, las sábanas delineaban su hermosa silueta de forma divina, pero al subir la mirada se encontró con una desgarradora escena,
el rostro de la mujer que amaba era un completo desastre, estaba de un color tan pálidoque se asemejaba al de una fina hoja de papel, sus labios estaban secos y pálidos, de un rosa casi imperceptible, sus ojos estaban negros por las enormes ojeras que se posaban debajo de estos, acarició su mejilla, se puso a la altura de la cama, lo miró y me acercó a su oído.
— Te prometo que esto acabara, buscaré soluciones, por ti, por mí, por Jungkook — empezó a llorar — Te Amo, mi Jendeuk — le dió un beso en sus labios.
Lisa caminó al armario, agarró un enorme abrigo, sacó dinero, salió de la habitación y fui a la de su hijo.
— Te amo mi pequeño — dejó un beso en la frente.
Salió de su casa, subió a su auto y se fue, no quería que nadie supiera de su enfermedad, buscó un hospital lejos de la ciudad, donde nadie la encontraría y podría superar esto, cuando regresará, iba a ser una mujer nueva y recuperaría a su familia, por ellos haría eso.
La cabeza de Jennie le dolía con fuerza, sus ojos estaban secos y negros, se empezó a mover en la cama, rogando que todo fuera un sueño, un mal sueño del cual podía deshacerse fácilmente, pero al levantarse se dio cuenta que todo era y seguía siendo la cruda realidad.
Su mente se encontraba en blanco y su mirada estaba perdida en el espacio vacío a su lado, puso su mano allí y acarició con melancolía las suaves y blancas sábanas frías, por su mente pasaron escenas de la noche, semanas atrás cuando ambas se habían unido en una, una noche apasionada y llena de amor, donde todo parecía ser tan perfecto, lentamente las lágrimas empezaron a bajar por sus ojos, mostrando cuanto deseaba volver a ese momento, cuanto deseaba recuperar a su esposa, a su vida feliz y completa.
Se iba a volver a recostar en la cama cuando la puerta se abrió y Lisa entró, se acercó lentamente a ella, pero Jennie estaba asustada, decidió salir de la habitación y evitarla, pero en un rápido movimiento lq jaló de la mano y la observó con tristeza.
— Jennie . . . — trató de hablar, pero rápidamente lq interrumpió.
— No digas nada, te perdono — las lágrimas volvieron a aparecer.
— Gracias mi vida — dijo arrodillándose y luego se paró para darle un beso, pero lo evitó.
— Te perdono Lisa, pero esto se acabó, quiero el divorcio — susurró llorando, era obvio el porqué.
Jennie la amaba más que a sí misma, pero ya no podía más con esto, se hizo la ciega por mucho tiempo, le perdonó una infidelidad, su estúpido comportamiento, incluso sus golpes, pensó que como pareja lo superarían, pero se equivocó, su matrimonio estaba roto.
Lisa solamente no podía contener las lágrimas que salían, quizá sabía que eso podía pasar, quizá esperaba un milagro que podía ayudarla, no dijo nada solamente se marchó, salió de la habitación.
Al día siguiente Jin vino a entregar a Jungkook , al ver a Jennie la abrazó y se puso a llorar, le contó que me iba a separar de Lisa, Jin siempre fue tan comprensivo que lo entendió y luego se fue para que no supiera que él sabía la
historia.
Dejó a Jungkook en el colegio, preparó el almuerzo y se encerró en el cuarto y se durmió, ya en la tarde sintió a su hijo llegar junto con su madre, bajó a la cocina a servir la comida, todos comían en silencio, tenía miedo de que su hijo se haya dado cuenta del extraño comportamiento que estaba teniendo Ya era noche, Jennie estaba en su cama, con la luz apagada y solo pensaba en la última palabra que le dijo a Lisa "se acabó", no estaba segura de lo que hizo, de pronto sintió que alguien entraba en la habitación, sabía que era ella, su perfume lo delataba.
Jennie fingió dormir, no tenía cara para mirarla ni tampoco ánimos para hablarle, después de lo que pasó ayer, no estaba listo, sentía como se acercaba a ella y le acariciaba la mejilla.
— Te prometo que esto acabara, buscaré soluciones, por ti, por mí, por Jungkook — dijo llorando — Te Amo — le dio un beso en los labios y se fue.
— Yo también, te amo, te amo mucho… —susurró en voz baja, para sí misma.
No podía seguir así, se levantó, se puso un abrigo y salió de su casa, quería olvidarse de todo, del dolor y de todo lo que la inundaba, no quería llorar, ya no más.
Jennie caminaba por un pequeño parque cuando chocó con alguien, Winter.
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