Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Veintitrés

OCHO AÑOS DESPUÉS

Los años habían pasado en un abrir y cerrar de ojos.

YeonJun y TaeHyun ya llevaban ocho años de casados, en los cuales todo había sido felicidad para ellos. El amor reinaba en su hogar y todo a su alrededor había cambiado.

Kai cumplió los dieciséis años y, con cada día que pasaba, se parecía más a BeomGyu, sobre todo en su personalidad. Todos esos años la relación que él tenía con YeonJun se volvió bastante buena y, a su vez, el pelinegro había sido una figura paterna para el adolescente.

La pequeña MinJeong ya tenía nueve años, y para TaeHyun no había una niña más hermosa que su hija. Ella era la adoración de su hermano y de Choi YeonJun, a quien la menor consideraba como su padre. Sin embargo, ella tenía los rasgos físicos iguales a los de su padre biológico.

TaeHyun mentiría si dijera que, en esos años, había olvidado a BeomGyu, porque sabía que no era así.

TaeHyun no había olvidado a su primer amor. El menor no se había estancado en el pasado, pero tampoco lo había soltado. TaeHyun porque podía y no quería, además de que lo extrañaba demasiado.

En su primer año de matrimonio, muchas veces se despertaba en la madrugada y sudando, pensando que BeomGyu no estaba muerto y que todo eso era parte de su imaginación. Allí, él lloraba en los brazos de YeonJun hasta quedarse dormido nuevamente.

Si otra persona hubiera estado en el lugar de YeonJun, se hubieran separado de él, pero, muy al contrario de lo que todos esperaban, él fue demasiado paciente y no lo dejó en ningún momento. TaeHyun se cuestionaba constantemente qué había hecho para merecer a un esposo tan dulce como el que tenía.

MinHee se había casado con Song HyeongJun. Después de años de espera, nació el fruto de ese amor tan puro: su hija, JinSoul.

La vida de Kang TaeHyun había cambiado en esos últimos años. Él trabaja como maestro en una prestigiosa escuela de Seúl, y ahí se hizo amigo de Park SooBin, un joven psicólogo que, poco a poco, se fue metiendo en la vida del menor.

— Buenos días — fue el saludo de YeonJun hacia su esposo.

— Hola…

— Cuando estas de cumpleaños, siempre te pones flojo, ¿no, amor?

TaeHyun sonrió, cerrando los ojos nuevamente.

— Happy birthday to you. Happy birthday to you… Happy birthday, dear TaeHyun. Happy birthday to you.

Kai entró a la habitación de su padre con el desayuno en una bandeja y MinJeong con una carta en sus manos, yendo directo a abrazarlo.

— Feliz cumpleaños, papá. Espero que el desayuno no me haya salido feo.

— Si me duele el estómago en clases, ya sabremos el porqué.

— ¡Papá!

— Perdón, perdón... — se burló de su hijo mayor.

— Bueno, papi, por mi parte sé que te va a encantar mi regalo porque todo lo que hago es perfecto — MinJeong le entregó la carta a TaeHyun, muy sonriente.

— Mocosa presumida.

— Simio hormonal — y la menor le sacó la lengua.

— Basta, dejen de pelear. Yo los amo a los dos.

— ¿Y yo qué? — preguntó YeonJun, fingiendo estar ofendido.

— Los amo a los tres.

— Y nosotros te amamos a ti, papi, pero no tanto como papá YeonJun te ama o como el hormonal de Kai ama a YuNa.

— Cállate, mocosa.

TaeHyun se rio al ver la cara de disgusto que hizo su hija, recordando rápidamente a cierta persona: aquel que, en sus cumpleaños, siempre le daba un regalo sorpresa o sacaba su guitarra para cantarle en la mañana antes de irse a trabajar, a aquella persona que intentaba cocinarle algo, pero siempre le salía mal.

Todos los recuerdos de esos años aún no lo dejaban tranquilo, pero rápidamente se quitó aquellos pensamientos e intentó meterse a la conversación que tenían sus hijos y su esposo.

— Ya quiero que venga JinSoul… Necesito contarle muchas cosas.

— ¿Qué cosas, jovencita? — YeonJun levantó una ceja.

— Sobre queli.

— ¿Queli?

— Que le importa, señor Choi.

MinJeong se fue corriendo a su habitación entre risas, dejando a Choi YeonJun con la boca abierta, sin tiempo a responderle, pero TaeHyun y Kai, aunque lo intentaron, no pudieron aguantar la risa y estallaron.

Después de su desayuno en la cama, Choi YeonJun fue a dejar a Kai y a MinJeong en la escuela. Posteriormente, hizo lo mismo con su esposo, quien durante todo el camino no dejó de recibir llamadas de su hermano, su cuñado, sus padres, los padres de YeonJun, los padres de BeomGyu y la hermana de este.

— Hemos llegado, amor — Choi YeonJun fue a abrirle la puerta.

— ¿Vendrás por mí?

— Lo intentaré, pero no te aseguro nada.

TaeHyun sonrió comprensivo y se acercó a su esposo para darle el beso de despedida habitual, pero una presencia los interrumpió, cuando chocó con la espalda del pelinegro.

— L-lo siento… — SooBin bajó la mirada unos segundos al ver a la pareja y forzó una sonrisa.

— SooBin, hace tiempo que no te veo. Ya ni nos visitas… ¿Cómo has estado? — YeonJun habló animado e intentó saludar al menor con un beso en la mejilla, pero este rápidamente se alejó.

— Tae, feliz cumpleaños… Yo te traje pastelitos — le alcanzó una cajita llena de ellos.

— Mi Soo, muchas gracias — el menor abrazó al rubio y, a su vez, el mayor le correspondió.

— Debo ir entrando, se me hace tarde y la directora es capaz de despedirme — TaeHyun besó a Choi YeonJun en la mejilla y entró corriendo al colegio.

SooBin, al darse cuenta de que estaba solo con el pelinegro, acomodó su maletín con la intención de ingresar, pero una mano fuerte lo detuvo.

— SooBin... ¿Qué sucede? Te he notado distante.

— N-nada. Ya debo entrar, se me hace tarde.

— Per-

— Adiós.

El menor entró y fue directamente al baño de hombres, encerrándose y secándose las lágrimas que salían de aquellos hermosos ojos. Trató de respirar profundamente, pero las malditas lágrimas no dejaban de salir.

— Deberías ser sincero con TaeHyun, la culpa te está matando — una voz femenina se hizo presente.

— Vete, ChaeWon… Quiero estar solo y este es el baño de hombres.

— Mi querido amigo, ¿cuándo le dirás a TaeHyun que estas perdidamente enamorado de su esposo? Ese amor que sientes te está matando, y distanciarte de ellos de esa forma brusca solo te causará más daño.

— ¿Quieres que vaya y le diga: “TaeHyun, llevo cuatro años enamorado de tu esposo, y por eso me estoy alejando de ti y de él”?

ChaeWon no dijo nada más y se acercó a él, abrazándolo, dejando que pudiera llorar sobre su hombro.

SooBin no quería perder la amistad que tenía con TaeHyun. Era consciente de que jamás tendría a Choi YeonJun y era consciente de que debía olvidarlo, pero ¿cómo se olvida a alguien que, con solo existir, ya te tiene a sus pies?

Era su culpa por enamorarse de la amabilidad de YeonJun.

Cuando TaeHyun entró al salón de clases, los niños de siete años prácticamente se abalanzaron sobre él, abrazándolo y llenándolo de besos. Algunos le entregaron cartas, frutas y un peluche, cosa que conmovió a TaeHyun.

El día para él había pasado con total normalidad, y a la salida quiso convencer a SooBin de acompañarlo a casa, pero, por más súplicas que le hizo, el mayor se negó, excusándose con que tenía que revisar pruebas psicológicas. TaeHyun sabía que algo le pasaba, pero no lo iba a presionar porque sabía que, sea lo que sea, él se lo diría en su momento.

Su sorpresa fue grande cuando vio a MinHee afuera del colegio, esperándolo.

— Feliz cumpleaños, hermanito — MinHee lo abrazó con fuerza. — Ya estás viejo, anciano.

— Mejor no hablemos de edades, porque vas a salir perdiendo.

—Bien, tienes razón, pero vamos que te llevo a tu casa. HyeongJun y JinSoul irán directo a ella.

MinHee llevó a su hermano a su hogar. Mientras esperaban a sus invitados, estuvieron riendo y recordando todos y cada uno de los cumpleaños, hasta que su mejor amigo y su sobrina llegaron a felicitarlo.

TaeHyun notó algo particular, algo que no se había dado cuenta de lo hermosa familia que hacían MinHee y HyeongJun, tal y como…

— ¡TaeHyun!

— ¿Eh? Sí quiero pastel.

— ¿Qué te pasa, Tae? Te veo triste y pensativo — HyeongJun lo vio y tomó sus manos.

— Este es el octavo cumpleaños que paso sin BeomGyu…

— ¡TaeHyun! — la voz de MinHee fue tan fuerte que los hizo sobresaltar.

— Amor, n-

— ¿Cómo puedes pensar en el malnacido de BeomGyu?

— MinHee, no te permito que te expreses así de él. BeomGyu fue el amor de mi vida, mi esposo y el padre de mis hijos, así que respeta su memoria.

— ¿Y? BeomGyu está muerto, así que no vendrá a golpearme o algo. Deberías dejar de defenderlo, porque a él no le importó cuando te golpeaba, ¿o sí? No me hagas hacértelo acordar, pero, gracias a sus golpes, MinJeong pudo no haber nacido. ¡¿Lo olvidas? ¡Kai pudo quedarse sin padre. ¡¿Lo has pensado?!

— MinHee, tranquilo... — HyeongJun miró a su esposo, asustado.

— No me puedo tranquilizar. Si tan solo con pensar en cómo BeomGyu golpeaba a mi hermano... hace que mi sangre hierva.

— ¡MinHee, cállate!

— Desde que BeomGyu murió todo ha mejorado para nosotros… Empezando por ti, que estás al lado de YeonJun, y ahora eres feliz porque él te respeta y te ama. YeonJun no te ha levantado la mano, como alguna vez lo hizo el “padre” de tus hijos. YeonJun tampoco te ha engañado, como alguna vez lo hizo el “amor de tu vida”.

TaeHyun iba a contestarle, pero nuevos invitados llegaron.

— ¿Papá...? — entró Kai por la puerta, junto con MinJeong y su novia, YuNa.

— H-hola, amor.

—Señor TaeHyun, buenas tardes. Feliz cumpleaños — saludó educadamente YuNa, la muchacha que estaba al lado de su hijo. — Espero que mi regalo le guste — y le entregó una pequeña bolsa.

— Gracias, YuNa, no te hubieras molestado — dijo, dándole un pequeño abrazo a la joven.

— Es todo un placer, señor TaeHyun.

— ¿Te quedarás a almorzar?

— No puedo, lo siento, pero mis padres le mandan saludos.

— Devuélveles el saludo de mi parte, por favor.

MinHee y TaeHyun no volvieron a tocar el tema, pero el ambiente tenso, que se había creado entre ellos, impidió que volvieran a hablar durante el resto de la tarde. Iban a empezar a almorzar, cuando YeonJun llegó con un regalo precioso, y algo que a TaeHyun le encantaba de su marido era lo romántico que podía ser y los detalles que tenía.

Cantaron y partieron la torta, y MinHee prefirió retirarse porque no quería amargarle el cumpleaños a su hermano. El mayor sabía que la había cagado, pero no quería admitirlo tan pronto.

Al caer la noche, MinJeong, después de haber jugado con su prima, JinSoul, cayó rendida. Sin embargo, el que no estaba rendido era Kai, porque la conversación que había escuchado lo tenía muy intranquilo.

— Papá… ¿Podemos hablar?

— S-sí, hijo, dime.

— ¿Mi papá te golpeaba? — preguntó directo, dejando a TaeHyun sin palabras para poder responder.

— No, no hijo. No.

— Te escuché hablando con el tío MinHee... ¿Por qué me mientes?

TaeHyun odiaba ser tan débil y llorón. Él quería disimular su fortaleza, pero no podía y menos cuando no podía negar algo que su hijo había escuchado claramente.

— Yo no quería que te enteraras de esa manera…

— Cuéntame cómo sucedió todo, por favor.

— Bien… El infierno empezó cuando él y yo discutimos por no ir a nuestra cena planeada. Ese día él me golpeó y el vidrio, que estaba en ese cuarto, me cayó en mi espalda, causándome algunas heridas… — suspiró, viendo a su hijo. — ¿Te acuerdas que tu papá te iba a recoger con otro hombre al colegio? — y recordó su infidelidad.

— Sí... JeongIn.

— Cuando yo me enteré de eso, le reclamé y los golpes se hicieron más fuertes, pero las cosas fueron empeorando cuando YeonJun apareció. Sus celos se hicieron presentes y los golpes aumentaron cada vez más.

— No fue tu culpa, él...

— Cuando te veo, lo puedo ver, Kai. Tú eres su vivo retrato, y te mentiría si te digo que no lo extraño porque yo lo hago. Yo aún no logro entender en qué momento un hombre tan bueno cambió de la noche a la mañana...

— Por respeto a ti y a su memoria no diré lo que pienso, papá.

— Kai, tú no debes sentir rencor hacia tu padre… Él siempre fue tan bueno contigo. Además, yo lo perdoné, porque al final son cosas del pasado que he olvidado.

Kai abrazó a su padre con fuerza, y en su mente se prometió que nunca nadie volvería a levantarle una mano a su querido y amado padre, que dio todo por él y su hermana.

TaeHyun se despidió de él y fue a su habitación, donde su esposo lo esperaba, el hombre del que se había enamorado y con el que se había casado. YeonJun, que lo amaba a pesar de todo.

¡Gracias por leer! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro