Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo Tres


BeomGyu despertó con pesadez.

Sus ojos estaban bastante hinchados y apenas podía sonreír, sin embargo, sentía que solo podía mostrar ese rostro de culpa y aquella expresión de tristeza.

Esa había sido la peor noche para él y para TaeHyun.

Aún sentía culpa, pero no solo por lo que había hecho antes de llegar a su casa, sino por lo que le había hecho a su esposo. Con delicadeza se volteó para quedar cara a cara con ese hermoso rostro y lo observó detenidamente, TaeHyun también tenía lágrimas secas en sus ojos.

Lo amaba y no lo podía negar, pero, en su interior, había algo que dominaba a su ser cada vez más. No era dolor, no era rabia, ni ira, sino miedo: miedo de perder a la persona que tanto quería, miedo de perder a su hijo y miedo de perder a su familia. Aquel miedo, que segaba su conciencia, y la ira cuando venía en su enojo, hacía desaparecer el rastro de la persona que realmente era.

TaeHyun empezó a abrir sus ojos lentamente y se encontró con la escena menos esperada: un par de ojos, observándolo con amor, con mucho amor. Inevitablemente él sonrió al ver la manera en la que BeomGyu lo miraba, porque parecía que nada hubiera pasado. TaeHyun lo amaba, entonces ¿qué más podía hacer?

— Buenos días, Tae — le dijo él con dulzura.

— Buenos días, Gyu.

TaeHyun no pudo evitar sonreír, su rostro enmarcaba una gran sonrisa porque otra vez era él, otra vez volvía su personalidad, otra vez era Choi BeomGyu, el hombre del que se había enamorado.

— ¿Cómo amaneciste? — le preguntó con timidez.

— Mucho mejor, ¿y tú?

— Bien — respondió calmado, pero se instaló un pequeño silencio algo incómodo, hasta que el mayor decidió romperlo. — TaeHyun… Lo siento, perdóname, no debí haber hecho lo que hice. Ayer regresé muy cansado y estresado del trabajo, discúlpame, me desquité contigo. Perdóname, por favor, te prometo que no se repetirá jamás.

Lo pensó por un momento, que no fueron más de dos minutos ya que sus hermosos ojos no se lo permitían. Lo amaba, eso era inevitable después de todo. Además, le dijo que sería la primera y última vez.

— Te perdono — respondió con una sonrisa y BeomGyu sonrió de una manera más dulce.

— Gracias — le depositó un beso en los labios, uno de esos besos que tanto extrañaba. — Debo alistarme, pero te prometo que este fin de semana me dedicaré solo a mi familia.

BeomGyu se paró de la cama y fue al baño, minutos después, se puso su traje y luego se fue a trabajar, no sin antes darle un tierno beso.

La mañana pasó como todas: dejó a Kai en su colegio y luego regresó a casa, se puso a limpiar el poco desorden que había en su casa, y luego subió a su habitación y miró los pequeños pedazos de vidrio que se encontraban tirados. Le dolió un poco el estómago porque los recuerdos eran melancólicos, además de que le costaba moverse por las heridas, pero, aún así, pudo dejar la habitación limpia.

De repente el teléfono sonó y fue a contestar, era su medio hermano mayor, MinHee.

— Hola, hermanito.

— ¡MinHee! ¿Cómo estás?

— Muy enamorado, ¿y tú? ¿Cómo está Kai? ¿Cómo está BeomGyu?

— Yo estoy muy bien y ellos también. BeomGyu fue a trabajar y Kai está en la escuela — le dijo —, pero, ahora dime, ¿cómo es eso de qué estás enamorado? — preguntó con el tono de hermano celoso.

— Bueno... es que ya tengo novio. Quisiera presentártelo y estaba pensando en ir a visitarte ahora, ¿puedo?

— No, mi casa está desordenada y tú sabes que no me gusta recibir gente cuando hay desorden — mintió, TaeHyun no quería que su hermano mayor lo viera con heridas en el brazo.

— Será para la próxima — le contestó desanimado.

— Tranquilo, hermano. Ven la próxima semana y, de paso, me presentas a tu novio.

— Está bien — respondió, estando otra vez animado. — Bueno, TaeHyunnie, fue un placer hablar contigo, pero ya me tengo que ir. Mándale saludos a BeomGyu y a Kai de mi parte.

— Está bien, MinHee. Mándale saludos a mamá y a papá, diles que los extraño mucho.

— Como digas, TaeHyunnie. Adiós, cuídate — y colgó.

Un par de horas después, TaeHyun fue a recoger a Kai y, de regreso a casa, le empezó a contar todo lo que había hecho. Cuando llegaron, prepararon el almuerzo, TaeHyun amaba hacer aquello con su hijo.

La tarde pasó y BeomGyu no llegó a almorzar, TaeHyun debía entenderlo: se trataba de cuestiones de trabajo. Sin embargo, en un abrir y cerrar de ojos se hizo de noche, ya era demasiado tarde, así que se resignó a quedarse dormido en el enorme sofá de la sala a la espera de su marido.

BeomGyu nuevamente había caído en la tentación carnal.

Él otra vez le había mentido a TaeHyun, y TaeHyun, como todo un tonto, le creyó nuevamente. El problema era que ya no lo había engañado por segunda vez, sino por novena décima vez. BeomGyu hasta la cuenta había perdido.

Había llegado a su casa con la conciencia negra, como aquel abismo profundo que lo separaba de la persona que amaba. Cuando entró, vio a su esposo durmiendo en el sofá y el remordimiento lo consumió por completo, pero, esta vez, se presentó ante él en forma de tristeza y no en ira porque, si no hubiera sido así, las consecuencias para TaeHyun hubieran sido desastrosas.

Se arrodilló ante él y se puso a llorar desconsoladamente, TaeHyun poco a poco se empezó a girar, despertando, y BeomGyu le vio las cicatrices en su brazo. "¡Maldita sea! Soy un imbécil", pensó al verlo.

TaeHyun despertó completamente al escuchar los sollozos y, inmediatamente al verlo, se levantó y lo abrazó.

— ¿Amor, qué pasa?

— Perdóname… — fue lo único dijo.

BeomGyu no le pedía perdón por lo de ayer, sino por otra cosa que llevaba haciendo desde hace mucho.

— No pasa nada, amor. Ya no me importa, es pasado — dijo TaeHyun mientras le acariciaba el rostro.

TaeHyun logró calmarlo y juntos se fueron a su habitación para dormir abrazados. Sin embargo, se fueron con secretos, o al menos con los secretos de BeomGyu.

¿Quién diría que ese iba a ser el peor fin de semana para la familia Choi? Ese fin de semana donde empezó su verdadera pesadilla.

¡Gracias por leer! <3

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro