Capítulo Seis
Sus sollozos fueron interrumpidos por unos leves golpecitos en la puerta de la habitación.
Se sobresaltó y rápidamente se levantó, corriendo hacia el baño para secarse las lágrimas. Al verse en el espejo, se sintió aún peor; sus ojos estaban hinchados por tanto llorar.
TaeHyun se limpió y salió con una sonrisa forzada. Respiró hondo, colocó su mano en la puerta y lentamente giró la manija. Al abrir, vio a Kai muy sonriente, que lo miraba atentamente.
— ¿Qué pasa, amor? — le preguntó con un gran nudo en la garganta.
— Papi, papá ya llegó.
Aunque a su hijo aquellas palabras le habían emocionado, para TaeHyun habían sido como colocarse una soga en el cuello, y dio un enorme suspiro para impedir llorar de nuevo.
— Está bien, cariño. Dile que bajaré en un momento — dijo en un suspiro largo. El pequeño asintió con euforia y bajó con rapidez las escaleras.
Cerró la puerta, se giró y apoyó su espalda en la puerta mientras se dejaba caer al suelo.
"¿Qué hago?", esa era la única pregunta que pasaba por su mente. Su corazón latía de manera desenfrenada y su pulso estaba completamente descontrolado. Con toda la valentía que pudo recolectar, se levantó, abrió la puerta y bajó las escaleras, pero, por cada escalón qué bajaba, esa valentía desaparecía lentamente.
Cuando empezó a sentir el olor de su colonia fue cuando sintió qué caería, pero no; su cuerpo actuaba en contra de su voluntad y sus piernas se movían en su dirección sin ningún permiso.
BeomGyu estaba justo detrás del enorme sofá, él estaba sentado con Kai. Sus piernas se detuvieron de golpe y observó a aquel hombre, se parecía a su esposo, pero dudaba que fuera él. Su presencia le provocaba un escalofrío horrible, su olor le ponía demasiado nervioso y hasta sus movimientos le creaban un nudo inaguantable en su garganta.
Por fin, Kai se percató de la presencia de su padre y se giró con emoción junto con BeomGyu, quien esbozó una hermosa sonrisa iluminada, una sonrisa que sin duda revolvió todo su interior. TaeHyun no podía creer cómo lo miraba, lleno de amor. ¿A quién engañaba? BeomGyu sentía lástima por él, porque no podía amarlo y engañarlo al mismo tiempo.
— Hola, amor.
BeomGyu bajó a Kai de sus piernas y se acercó a él y, en poco segundos, estuvo a centímetros de besarlo, pero TaeHyun fue más ágil, agachándose para levantar a Kai. De esa manera caminó directo a la cocina, dejando completamente desconcertado a BeomGyu.
Entró directo a la cocina para servir la comida, dejando a Kai en una silla para empezar a poner los platos sobre ella. BeomGyu entró minutos después y TaeHyun podía ver, por el reflejo de la tostadora, cómo su esposo seguía todos sus movimientos con su mirada. Al girar para dejar los platos en la mesa, se encontró con sus ojos confundidos, pero los ignoró por completo y continuó.
Al sentarse, sintió cómo el nudo en su garganta crecía al pensar en que todas aquellas cenas en familia habían sido una completa mentira. Después de todo, no eran una familia verdadera y se torturaba pensando en todas las cosas que BeomGyu le decía, todas las mentiras que inventaba para estar con su... con su... con ese hombre. No podía ni siquiera pensarlo, no se atrevía ni a mirarlo en toda la cena, porque el simple hecho de sentirlo a su lado le revolvía el estómago.
La cena pasó más lenta de lo que se pudo haber imaginado jamás.
Cuando todos acabaron, levantó todos los platos y los dejó en el fregadero. Sin embargo, su plato estaba intacto; el nudo en su garganta no le permitía pasar ni el más pequeño arroz.
— Amor, llevaré a Kai a la cama.
— ¡Sí! Papá me contará un cuento.
El adulto menor solo asintió con la cabeza y empezó a lavar los platos sucios, pero, mientras pasaba el agua por cada vajilla, en su mente pasaban las imágenes de BeomGyu tocando a otra persona.
Las imágenes de cómo lo besaba o de cómo le hablaba le daban rabia, y recordaba todos los días en los que le repetía lo mucho que lo amaba y lo quería.
TaeHyun solo pensaba si aquello era verdad o no. Pensaba en las veces que se creía sus mentiras, en las veces que se preocupaba por él, pensando que estaba trabajando de más. Y también se preguntaba desde cuándo.
"¿Desde cuándo mi matrimonio se volvió una mentira?"
No pudo más y la fuerza en sus brazos se fue. Sus piernas fallaron y, sin más, su cuerpo cayó al suelo entre lágrimas, pero, antes de caer en el piso completamente, hecho una desgracia y en llanto, un par de brazos lo detuvieron.
Era BeomGyu. Siempre BeomGyu.
¡Gracias por leer! <3
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