Capitulo IV: Margaret
En ocasiones por las tardes a Zayn y a mí nos gustaba quedarnos sentados sobre el césped, cerca de la estatua del niño fauno, veíamos a los turistas pasar de un lado al otro, y Zayn les ponía apodos divertidos, una vez intente hacerlo, sin embargo fue un completo fracaso, del césped pasamos a sentarnos en una agradable banca, los rayos del sol se hacían presentes y eso hacía que pudiese apreciarse un poco de calor, Zayn y yo conversábamos de cosas aleatorias, sin ningún tema en específico.
— ¡Zayn! ¿Eres tú Zayn?—dijo una señora de tercera edad, Zayn emitió un simple ''Oh, oh'' y salió huyendo de ahí—Oh, rayos—dijo mientras se sentaba a un lado mío— ¿Sabes a donde ha ido?— preguntó.
—No, lo siento—mentí. Sabía que Zayn había ido al refugio.
—No lo sabes, o es solo que no quieres decirme—no supe cómo responder a eso y solo me quede callado—en realidad no importa, me llamo Margaret ¿Tú tienes algún nombre?
—Un gusto conocerla—le tendí la mano para que ella la estrechara con suya y así lo hizo, después esbozo una sonrisa—me llamo Liam—hice una pausa— ¿Usted es la madre de Zayn?—pregunte, ella se quedó pensando un rato antes de responderme.
—En cierto modo si, o lo fui—hubo un pequeño silencio—y tú ¿Tienes madre?—pregunto de repente.
—Uhm, si, se llama Gwendoline.
— ¿Gwendoline?, así que se llama Wendy, sabes, mi abuela se llamaba Wendy, pregúntale a Zayn, él la conoció— ¿Zayn conocía a su abuela?—también conoció a mi madre, ella se llamaba Jane, como sea, si es que tienes una madre ¿Por qué no vas con ella?—de un momento a otro pase a ponerme incómodo.
—He huido de casa—dije al fin.
—Pero entonces ¿Quién cuida de ti?
—Zayn y los chicos—dije para después esbozar una sonrisa.
— ¿Los chicos?
—Sí, ya sabes los niños perdidos, es el nombre de nuestra banda.
—Ya veo, ¿Y dónde es que viven?
—Aquí—acto seguido señale hacía los arbustos, justo donde se escondía el refugio
—No me esperaba menos de Zayn—entonces ella emitió una pequeña risa.
—Sabe, ha sido un placer conversar con usted, pero debo ir donde Zayn, así que me despido—me pare de la banca—quizás la vea en otra ocasión.
—Oh, claro, sabes, tantos modales me abruman—soltó de repente—por cierto Liam, si algún día estas dispuesto a dejar esta vida, dimelo y yo te llevare a casa.
Desde ese entonces veía a Margaret en el parque, en la misma banca, ella llevaba siempre una cesta con sándwiches y té caliente, también en ocasiones fui con Nix o los gemelos o todos—excepto Zayn claro—y siempre cuando todo lo que había traído terminaba en nuestros estómagos ella nos hacia la propuesta de dejar esta vida, y nos aseguraba que ella se encargaría de conseguir familias para todos nosotros—claro, a mí solo me llevaría con mi verdadera familia—al final solo le decíamos que lo pensaríamos, aunque realmente no lo hacíamos.
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