|20 años atrás|

Narra Liam:

Caminaba por las calles de Londres, el frio recorría todo mi cuerpo y no tenía más que un abrigo para cubrirme, mire a mi alrededor y pude ver la entrada de una estación de metro, camine hasta ella, comenzando a bajar los escalones, sosteniéndome fuertemente del barandal, al bajar completamente mire el suelo, este se encontraba completamente empapado, le reste importancia y trate de hallar una banca cómoda donde pudiese pasar la noche.

Conforme me adentraba más en la estación, sentía más la presencia de alguien detrás de mí, pensé que solo era mi imaginación, pero supe que no estaba en lo cierto cuando sentí el filo de una navaja sobre mi cuello, presionándolo, asfixiándome, mientras que una mano comenzaba a desabrochar el primer botón de mi abrigo, cerré mis ojos apretándolos con fuerza, sin embargo después de unos segundos la presencia de esa persona se había esfumado al igual que un fantasma.

Sentí la respiración de alguien enfrente mío, una respiración calmada, caliente, como si esa persona fuera inmune a las ráfagas de viento helado que se colaban en la estación, lentamente comencé a abrir mis ojos encontrándome con otros color chocolate, una sonrisa de superioridad y un cabello azabache. Era un chico, el cual me miraba expectante.

—No sabía que los hijos de las familias ricas viajaran en metro—su voz era un tanto ronca, pero eso no hacía que el tono en el que hablara dejara de ser sarcástico—Deberías agradecer el que te salve de una violación en lugar de estar ahí parado mirándome como idiota, por cierto soy Zayn.

La sangre comenzó a subirse a mis mejillas, quizás se deba a que me ha llamado idiota.

—Lo siento—me aclare la garganta—Me llamo Liam, gracias por lo que hiciste—y dicho esto me dispuse a dar la vuelta y comenzar a caminar.

Conforme daba un paso Zayn daba otro, y esto siguió hasta llegar a una pequeña banca dentro de la estación, pensé que quizás no seria tan malo dormir aquí, pero esos pensamientos se esfumaron cuando caí en cuenta de que la banca se encontraba completamente empapada, solté un suspiro de desesperación, ¿Acaso todo estaba empapado dentro de este lugar?, me quede estático mirándola, pensando prácticamente en nada, como si estuviera ido, y entonces un chasquido de dedos me hizo volver a la realidad.

—¿Por qué no simplemente vuelves a casa?—dijo el tal "Zayn".

—Porque no es tan simple como eso—contesté—He huido de ahí, y no planeo volver nunca—finalice con tono firme.

—Ya veo—Zayn poso su mano detrás de su nuca, rascandola levemente—Sabes, no creo que sobrevivías aquí, estoy seguro que mañana estarás de regreso a casa, como todo un niño llorón.

—Deja de insúltame, no me he metido contigo para que estés haciendo eso.

—Tienes razón, no me has hecho nada, sin embargo es divertido verte rabiar—y de nuevo esbozo una sonrisa de superioridad, esto comenzaba a enfadarme—Ya que no tienes donde pasar la noche, ¿Te gustaría venir conmigo?

En ese instante, un esplendor de luz vacilo sobre mis ojos, en mis oídos retumbaba un zumbido casi parecido al de una abeja, tome el gorro que traía puesto y lo baje hasta cubrir por completo mis orejas, anteriormente había escuchado que los insectos podían introducirse en estas, y era lo que menos quería en ese instante.

— ¿Qué es eso?—pregunte.

—Tranquilo, solo es mi luciérnaga—dijo Zayn mientras que de un manotazo la atrapo y la metió en una pequeña caja de cerillas agujerada, para después introducirla dentro de su bolsillo.

—Creí que ya no había más de esas—dije

—Están prácticamente extintas, ya sabes, por la contaminación y todo eso. Pero yo encontré está en el parque y la alimento con azúcar, en ocasiones con miel. Quizás sea la última en Inglaterra, quizás la última en toda Europa. 

—Quizás.

—Y ¿Qué dices?, ¿Vendrás conmigo? O es que prefieres quedarte aquí el resto de la noche.

—Está bien, iré contigo.

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Se que es poco, prometo más para la proxima:3♥