nuestro primer encuentro
Después de mil millones de años vuelvo a escribir algo, sé que varias personas quieren ver algo de "luz de luna" pero aguanten apenas me ando levantando.
Y bueno solo quiero aclarar algo, en mi mundo omegaverse un omega puede ser tanto activo como pasivo, lo único que lo diferencia es que como las mujeres betas un/a omega se puede embarazar como ya se sabe y el semen del omega no es fértil, solamente que nunca me ha gustado que solo tengan un rol sexual,como también quiero meter un poco de homofóbia, ya que en este mundo, los omegas hombres son lo peor lo más bajo de lo bajo, así que usaré palabras como hetero, bi, gay así que es muy raro que un alfa este con uno.
La neta hasta yo lo vi raro pero dije a la chin…. escríbelo y haber como queda jajaja
así que aviso antes de que comiencen a leer..
y bueno espero que les guste.
-____-----------------------------------------------------------------------------------------------------
Finas gotas de sudor resbalaba lentamente por su helada y blanca piel, movía las caderas con furor, como si cabalgara furiosamente un majestuoso corcel, o eso era lo que solía imaginar en su mundo de ensueño, en su neverland, donde aun era un niño, donde aun habia esperanza para un omega abandonado por su alfa, un omega que habia perdido todo y estaba en el peor infierno, un infierno que él mismo se busco, ¿culpa tal vez? no lo sabia, aun que era lo más seguro, solo sentía que tenia que seguir siendo castigado y el se encargaría de eso.
sus manos estaban ocupadas en movimientos repetitivos, uno tras otro, uno tras otro, haciendo oídos sordos a los gemidos causados por explosiones de placer, de su boca las palabras no podían ser pronunciadas al ser silenciadas por un gran miembro que con violencia se corría en su lengua, dejando un gran camino de blanco semen, haciendole por ese segundo regresar a la realidad.
- Wooo, vales cada centavo que pague por ti.
escucho más no emitió respuesta alguna, ni siquiera sus ojos rojos mostraron algo, brilló,un destello de luz, nada, parecían tan muertos que nadie podria creer que el ser que tenía frente suyo estuviera vivo; no dijo nada más, marchándose, dejando su paga con quien cuidaba la habitación desde fuera.
cerro lentamente sus ojos dejando suelto su cuello, moviendo la cabeza con lentitud hacia la derecha, obligándose a sí mismo a regresar a su mente, a su fantasía.
- la segunda estrella ala derecha.
se dijo en un susurro logrando volver a evadirse de sus pensamientos, continuando con su trabajo, saciando la lujuria de aquellos hombres,alfas y betas incluso un omega curioso le habia contratado para dominarlo, todos ellos marcaban sus manos en su piel, lo embestía tan fuerte en algunas ocasiones, quería vomitar, salir de ahí, escapar de unas cadenas que él mismo habia forjado y colocado en su cuello, nadie lo ataba ahí, era libre de marcharse cuando quisiera, pero no lo hacía, aun que siempre decia que seria la ultima vez.
los minutos, seguían pasando como si quisieran ser eternos, pero no lo eran y él lo sabía muy bien, así que por suerte, solo veía como poco a poco cada uno de sus clientes se marchaban sin más, dejándole una vez más solo, en aquella sucia cama de hostal.
-soy mi peor verdugo, en eso siempre tuviste razón.
se dijo a sí mismo dejándose caer lentamente a la cama, su cuerpo desnudo estaba sudado y pegajoso, le asqueaba sentirse así, más no quería moverse, quería quedarse ahí, mirar por la ventana ese parpadear de aquel letrero rojo luminoso que brillaba frente a su edificio, amaba como en segundos iluminaba toda la habitación, para regresar por un instante a la oscuridad, aquello le traía paz, le hacían querer descansar un poco, dormir largas horas o tal vez no volver a despertar pero sabía que eso era algo imposible.
- Angelo ¿Estás bien? ¿Puedes seguir trabajando?
Escucho tiempo después tras la puerta,con un sonido que indicaba que esta quería ser abierta.
- No entres.
Hablo con un poco de fuerza solo para sentarse, viendo una gran cantidad de preservativos usados
- No entres por favor, saldré en un momento, estoy bien.
Dijo con un tono más calmado, levantándose, limpiándose con unos tantos pañuelos para vestirse y salir.
- ¿Seguirás trabajando?
Le dijo un tipo alto, mayor de dos metros, moreno y totalmente fornido.
- No, aldebarán por esta noche es todo.
Respondió cabizbajo,cansado, con su energía totalmente acabada, sin siquiera mirarlo a los ojos.
-Está bien, toma tu parte.
Extendió unos cuantos billetes, algunos extra que lo sorprendió haciendo que por fin buscará su mirada en busca de alguna explicación.
- Si alguien pregunta solo estuviste con dos clientes. ¿Está bien?
Una tenue sonrisa se dibujo en sus labios, para asentir con la cabeza, tal vez un año atrás ese dinero extra le hubiera hecho más que feliz, pero ahora no sabía para que lo quería aun.
- Gracias.
Respondió con voz apagada.
- No veo porque tengas que agradecer, es tu trabajo fin al cabo, ese maldito les quita bastante solo por darles un "lugar seguro" además trabajas demasiado, eres el que más tiempo lleva aquí y nunca te he visto descansar, deberías tomarte un dia o si no podrías llegar a "romperte"
Esta vez no respondió, volviendo a bajar la mirada agradeciendo con una ligera reverencia una vez más para marcharse por fin, ignorando a su paso los gemidos provenientes de cuartos alternos.
Por fin había llegado a su hogar o eso era lo que creía que era, no conocía lo que era uno pero ese lugar no era tan malo, era pequeño para ser honesto, un departamento de un solo baño y cocina, sin cuartos, pero eso nunca le importó, había logrado adaptarse como siempre acomodando todo de una forma tan perfecta que incluso un lugar pequeño podría parecer un lugar acogedor.
-volví.
dijo siendo recibido por un pequeño gato blanco con ojos bicolor, quien con ternura se acercó a sus pies restregándose en él.
-¿tienes hambre verdad? ¡En un momento te alimento!
Le sonrió tiernamente a su mínimo, cargandolo un momento en un gran abrazo, besando suavemente su cabeza, mirando de reojo su reloj, eran ya casi las 6 am, habia trabajado más de 12 horas en ese lugar, su cartera estaba llena, era lo único que agradecía.
-espérame un momento por favor.
Bajo a su gato, caminando hasta un desperfecto de su departamento, tirando un pedazo suelto de la pared para sacar un cofre viejo de madera negra, miró el interior algunos segundosa, habían deteniendo su mirada no en la gran cantidad de billetes que ya tenía guardado ahí, si no en un gran reloj dorado que no se atrevía a tocar, como en sin número de fotografía que se revolvían en el interior, en algunas se veía el de niño, feliz sonriendo junto con una mujer, en otros el mismo unos años atrás, aún guardaba su sonrisa, mirando con brillo en sus ojos al hombre que tenía a su lado; nego con la cabeza dejando gran parte de los billetes de esa noche ahí,quedando solamente con los que usaría al día siguiente, cerrando y guardando ese cofre de inmediato, intentando olvidar todos aquellos recuerdos que se proyectaban en su cabeza una y otra vez.
"Parece que te está gustando esta vida"
Escucho la voz de quien amaba tras suyo pero sabia que no estaba ahi, estaba en su cabeza y siempre aparecía sin importar que hiciera, era el recuerdo que más odiaba, aquel que le hacía recordar lo que había hecho durante el día, mismo que le hizo correr al baño, abrir la regadera con agua helada y tallar su cuerpo con bastante fuerza, dejando líneas rojas en el.
-eso no es verdad, tú sabías que no era verdad yo solo quería que tu y yo…
Se repetía mientras se tallaba, dejando que los recuerdos fluyeran cada vez más.
No tardó mucho en salir, totalmente desnudo, secando su cuerpo,colocandose solamente un comodo pans negro, el silencio del lugar le comenzaba a desesperar, odia el silencio,asi que como era rutina en aquellos dias donde el desepero, la deprecion y todo lo malo de su vida invadia su cabeza ponia como fondo la pelicula que más amaba, “piter pan” la escuchaba a lo lejos, acercandose a la cocina con su fiel felino caminando a su lado, maullandole en espera de su alimento, se sento a su lado viendolo pero asu vez absorto de la realidad, recordando una y otra vez las palabras que su amigo le habia dicho.
-tu ¿crees que aun pueda romperme más?
le dijo a su pequeño felino,sintiendo un nudo en la garganta, negando con la cabeza.
-Yo creo que de mi ya no hay más piezas que romper, soy polvo prácticamente.
una lágrima rodó por su mejilla la cual limpió de inmediato, no volvería a llorar, se lo habia prometido años atrás y odiaba romper sus promesas.
su cama fue su siguiente paso, su pequeña mascota se recostó a su lado, brindándole un poco de calor, antes de quedar totalmente dormido.
No eran más de la una de la tarde cuando despertó, el ruido infernal de la ciudad estaba en todo su fervor, obligándole a abrir los ojos como si estuviera celoso de su único momento de paz, el único momento donde no podía herirse a sí mismo con los recuerdos y las voces del pasado.
se levantó en silencio intentando no despertar a su felino que descansaba a su lado,comenzando a hacer las mismas actividades que hacía todos los días, ejercicio, una ducha, limpiar el arenero de su gato, mirar peliculas infantiles cubierto con una blanca sábana, apenas si comía, todo alimento parecía darle nauseas, no sabia en que momento habia adquirido aquella rutina pero tampoco tenía las fuerzas para cambiarla, todo eso hasta que nuevamente llegara la hora de volver al trabajo.
la noche era normal, había clientes frecuentes esperándolo, tanto mujeres como hombres, alfas, betas, omegas todos buscando cosas distintas; pasión o bondaje, dolor o caricias, ya nada le importaba, habia hecho de todo y con tantas personas que no podria recordar sus rostros.
no eran más de las 10 pm cuando su celular sonó, estaba en la calle, mirando como una de sus compañeras betas era defendida de un imbécil por aldebaran, quiso involucrarse más su compañero lo tenía todo controlado así que contestó.
- Angelo amigo, necesito un favor me han contratado para una fiesta privada, pero no podré ir, mi madre se lastimó y vamos rumbo al hospital, ¿podrías ir en mi lugar?, hable con el cliente y dice que no hay problema que vaya alguien más en mi lugar, la paga es muy buena tal vez lo que ganas 3 días l ¿que dices? por favor di que sí. ¿si? solo puedes confiarte a ti este trabajo, cualquier otro podria hacerme quedar mal y ya no me volverían a llamar.
suspiro con fuerza, viendo como aldebarán golpeaba a aquel hombres dejándolo semi inconsciente para sacarlo a rastras del lugar.
-si, no veo por que no, mandame la dirección, estare ahi ha la hora que me lo digas.
no tardó mucho en llegar, sintiendo por un momento que sus estomago se le revolvía al ver al lugar donde tendría que trabajar, odia esa clase de lugares, casas caras, llenas de lujos innecesarios, por un momento quiso negarse, dar la media vuelta y marcharse, pero odiaba no cumplir su palabra, así que toco la puerta, siendo recibido por una sirvienta, la cual con molestia le llevo hasta la sala, donde esperaba por ordenes del anfitrión, el lugar era amplio, muy lujoso, pese que odiaba esos lugares gustaba de sus decoraciones, era lo único bueno de ir ha esos sitios suponía, amaba ver las pinturas en las paredes como las figuras de porcelana o piedra que descansaban en los muebles para adornarlos, por lo que habia inconcientemente comenzado a caminar por la habitación, admirando cada uno de los de detalles arquitectónicos del cuarto, sintiendo con incomodidad la mirada de la sirvienta que lo vigilaba sin descanzo, comenzando a molestarlo.
-querida, ¿sabes que vendiendo mi culo en la calle solo una noche puedo ganar más de lo que tu ganas en un 3 días de trabajo o tal vez una semana?, no me robaré nada, tranquila, porque no mejor vas a limpiar algo o por ese anfitrión que está tardando bastante.
busco la mirada de la sirvienta, únicamente para sonreírle con hipocresía, sintiéndose bien al saber que la habia logrado molestar, la cual no pudo contestar al ver su jefe entrar ala habitación, un joven alfa, bastante apuesto, con una mira despreciable, no parecía tener más de 27 años, mismo que con prepotencia se le acercó, observándole como si fuera un objeto a la venta, acercándose a él, llevando su nariz a su cuello.
-tu compañero tenía razón, aunque lo admito eres más guapo de lo que él me dijo, los albinos son ejemplares excelentes y tu aroma natural de Omega es muy bueno, si no fueras varón te tomaría para mí, pero me dan ascos los omegas varones.
Fingió que aquel comentario no lo había ofendido, sonriendo tenuemente, esperando que ya le dieran las malditas indicaciones para poder trabajar e irse de ahí.
-mis invitados son gente bastante tradicional, pero no dudo que alguno quiera experimentar de más, con un omega varón, así que te advierto si quieres que te pague tendrás que dar lo mejor de ti, todos son persona especiales para mi, así que gánate tu dinero, aunque es obvio que sabes de qué hablo.. tu
-yo -le interrumpió ocultando su molestia ante aquel trato- solo trabajo con anticipo, necesito el 90% que ha acordado con mi compañero y lo demás al terminar mi trabajo, sadomasoquismo tiene un precio extra, no me hago responsable de problemas de erección, frigidez, impotencia que tenga el cliente, al aceptar mis condiciones la paga es la misma así el cliente duró el tiempo acordado o solo 5 minutos, doy mi mayor desempeño adaptándome a cualquier fantasía físicamente posible para mi, garantizando el mayor placer que el cliente sea capaz de soportar, estas son mis condiciones y en caso de algún problema de su parte a mi persona mi compañero quien previamente está enterado de mis movimientos vendrá y romperá todo y dará un show que no creo que sus finas personas quieran pasar, así que sé de antemano eso no pasara por que de aceptar mis condiciones acepta esto, así que repito 90% o nada, aquí tiene -le extendió una hoja- esta es mi prueba de ayer de ETS, así que con esto garantizar aun mayor seguridad, no lo hare con ningún clientes sin condon por seguridad mia, solo trabajo de esa forma señor y claro esta ya que su casa es hermosa e innecesariamente lujosa supongo que la propina no faltara, no creo que usted esté falto de dinero para no pagar por un buen servicio para sus amigo.
Sonrió tras terminar sus palabras, viendo un poco de enojo ante el petulante alfa que tenía frente suyo, quien sin más simplemente abrió la cartera, arrojándole a la mesa lo acordado al 100% como unos cuantos billetes extra.
-espero lo valgas, Omega...
Aquello último lo digo con desprecio y con el orgullo herido al ser tratado como un igual por un Omega prostituto.
no hubo más diálogo, solo guardó su dinero y se dirigió hasta donde el cliente lo indicaba, era una reunión pequeña, pero la extravagancia no faltaba, notando que en su mayoría quién atendía a los invitados eran betas y omegas mujeres, muy bellas por lo que no llamaba mucho la atención.
-supongo que solo toca estar aquí para ver si algún resentido quiere probar y mañana seguir gritando lo hetero que es.
Se dijo a sí mismo, después de algunos minutos donde nadie le llamó, mirando a todos en la fiesta, tomando un vaso de alcohol y riendo ante su propio comentario.
-yo no duraría eso, la mitad de los de aquí suelen aparentar lo que no son, son personas vacías, intentando mostrarse en sociedad como si tuvieran algo de decencia solo para esperar este tipo de fiestas y mostrarse como los verdaderos animales que son.. jaja ¿Patético no crees ?
Sus ojos se abrieron de par a par, mientras daba un pequeño brinco de sorpresa al ser descubierto.
-Yo lo siento mucho, hablé de más.
Volteó su cuerpo para ver quién lo había descubierto, sorprendiendose al ver a quien a primera vista le hizo dudar si era hombre o mujer, más su voz y su aroma de alfa le confirmaron que era un chico bastante andrógino para ser alfa, usando ropas finas como los demás, así que sabía que no era como el.
En verdad lo lamento.
Volvió a disculparse, esperando no tener problemas, sabía cómo era ese tipo de gente, la mínima palabra podría herir su orgullo.
-No te disculpes, ¿Te cuento un secreto?yo también los desprecio.
Le contestó sin más, tomando un vaso de alcohol de la mesa, bebiendo un poco y sonriéndole a Angelo un momento para volver su mirada a aquella orgia que habia frente a sus ojos.
-Soy el unico abiertamente bisexual aquí ¿sabes?, los demás dicen,presumen a sus familias, sus titulos y estan orgullosos de ser conservadores, aun así no creo que te hayan contratado para mi, yo ahora solo quiero ir y perderme de este lugar, solo puedo decirte que tengas cuidado, el idiota de haya - señalo a un tipo alto con lentes que tenia a una bailarina entre sus piernas- es un idiota y ha esos hay que tenerles mayor cuidado, no dudo que tarde mucho en llamarte te ha visto desde que llegaste, solo cuidate de el ¿esta bien?
no supo como responder, nunca habia estado una situación similar, nunca ningún cliente se habia preocupado por el o algo por el estilo y ahora aquel chico que tenia segundos de conocer le habia mostrado más preocupación que casi nadie en su vida y eso era extraño
-gracias, se cuidarme bien, solo basta que active el “boton de panico” de mi celular y vendrán, pero muchas gracias.
aquel chico no dijo más solamente alzó su copa al aire con una sonrisa, comenzando a caminar lejos de la fiesta, lo vio marchar, extrañamente estaba sorprendido, aquel chico le había hecho latir su corazón de un salto, más no por el susto, fue por el simple hecho de ser él y eso era algo que no pasaba muy a menudo.
-Era verdaderamente guapo.
Se dijo antes de ser llamado por uno de los clientes.
-Bueno es hora de empezar.
Se dijo a sí mismo, recordando la razón por la que estaba ahí, siendo tocado por todos, sorprendiéndose al haber recibido a más clientes de los que pensaba, de un momento a otro se había convertido en la estrella de lugar, bastantes le habían pedido su compañía recalcando cada que podian lo hetero que eran, que solo querían probar, algunos tenían esposa, hijos, eran el "hombre ejemplar" o esa excusa le ponían antes de tomarlo.
" dicen que ser sumiso de un Omega es algo único, que sus feromonas aumentan el placer del alfa, así que adelante, hazme tuyo"
Le dijo más de un cliente a su manera y cuando menos se dio cuenta, estaba en medio de un orgía, dónde las chicas le miraban con molestia, sintiéndose desplazadas por un Omega como el.
No entendía por qué, más su mirada buscaba inconscientemente a aquel chico, extrañándose al no encontrarlo por ningún lado.
-Estoy tan cansado ya, estos malditos, vaya que me han cansado.
Se dijo escapando unos minutos,vistiéndose un poco caminando hasta el sanitario más lejano, prendiendo un cigarrillo mientras caminaba, llegando a ahí solamente para ver qué estaba ocupado, espero, mirando todo a su alrededor, riendo internamente al ver cómo fuera del baño,había un pequeño librero, dónde reposaba una edición especial del cuento de mago de Oz, entre tantos otros, arrumbado. solo acumulando polvo, como si solo fuera un libro sin valor para entretenerte en el baño,tomo uno de los libros, un poco molesto, para comenzar a hojearlo.
-que gasto totalmente ridículo y que falta de respeto tenerlo en este lugar, los ricos en verdad que están locos o solamente son idiotas, nunca tendría un libro tan bueno y caro como lectura de baño que estupidez.
La puerta se abrió por fin, sacando a su paso una nube de humo, avisando que habían estado fumando ahí.
-concuerdo contigo, totalmente.
Su corazón latió con suma fuerza, nuevamente se había encontrado con aquel chico quien escuchó sus quejas,por inercia dejo el libro en su lugar, más esta vez guardado silencio.
-Perdón, sinceramente me iba a quedar en silencio hasta que te fueras pero escuché tu voz y por eso abrí, me estoy escondiendo de ellos, si viniste hasta aquí supongo que tú estás haciendo lo mismo.
-yo…
No supo qué decir, pensaba que aquel hombre ya no estaba en la fiesta.
-tranquilo yo no diré nada, ven pasa, fuma un cigarrillo conmigo, me siento muy solo, olvidemos por un momento todo lo que pasa afuera, ven escóndete conmigo.
su tono de voz como su mirada fue un tanto juguetón, como su comportamiento ya que sin esperar respuesta, le tomó de la mano introduciendo en el lugar, ofreciéndole un cigarrillo mientras entraba a la bañera que estaba en el lugar, recostandose mientras lo observaba en silencio.
-adelante, toma asiento
No supo por qué, más obedeció sentándose en una de las esquinas del lugar, aceptando el cigarrillo para comenzar a fumar, en silencio, sintiendose un tanto nervioso, sin explicación.
-y dime de quién te escondes ¿quien de ellos te dio más asco?
le pregunto para romper el silencio, causando aún más grande su duda.
-¿no son tus amigos?
contesto, viendo como aquel chico androgino solo reía con ironía
-na, esos niños ricos no son mis amigos, me conviene su compañía, tanto socialmente como emocional, los odio si, pero odio más estar solo en casa, soy un alfa bisexual mi casa es un infierno créeme, así que a pesar que me alejo de ellos, siento que estoy con alguien, osea no estoy encerrado en casa escuchando a mis padres matarse o insultandome al menos estoy en una gran casa, acostado en un lujosa tina fumando sin preocupaciones jajaja ya se suena totalmente patetico ¿No?
no supo qué contestar ante aquella respuesta llena de sinceridad, sinceridad que el mismo desconfiaba y que no podria entender como podía decirle eso a un cualquiera como el, o así se sentía, así que solamente guardo silencio
¿entonces? ¿quién fue? ¿no me digas, el gordo que no te quitaba la mirada ? ese maldito como lo desprecio, sabes el si es un maldito closetero,es un alfa dominante, aun que siempre se pinta de homofóbico jajaj pobre, siempre dice que nunca estaría con otro alfa, da risa porque siempre es así, el maldito una vez quiso acostarse conmigo, me ofreció dinero incluso pero que asco, sabes admiro tu trabajo yo nunca podria estar con porquerias como esa.
guardó silencio unos segundos analizando sus palabras..
ammm…. lo siento sone muy mal, espero no ofender, respeto tu trabajo, espero no haber sonado grosero.
rio ante su comportamiento, ante esa voz juguetona y a su vez seria, llena de confianza y alegria, todo lo contrario que el.
no te preocupes y si parte de que estoy aquí es el, el muy maldito no me deja en paz.
los sabia, maldito closetero.
rio ante sus palabras, soltando un poco de humo al techo, para regresar la mirada al albino, logrando ponerlo un poco nervioso
yo creo que tengo que volver.
le dijo en un intento de escapar, no sabía porque más sus piernas no querían moverse, parecía que su cuerpo no respondía, sería que inconscientemente quería quedarse ahí, ¿Con el?
esta bien supongo que vendrán a buscarte en pocos minutos, por cierto, mi nombre es afrodita y si se que es nombre de mujer pero así me llamo mi ebrio padre en el registro, aclaro es cómico pero ese día estaba tan ebrio que tomó un expediente que no era mío, que era de una niña Omega y por qué era un bebé muy bonito en verdad pensó que era un Omega y por eso me llamo así, pero ¿sabes que? da igual, fin al cabo todo da igual, solo es nombre sabes..
nuevamente reía de sus propias palabras, compartiendo su sonrisa, antes de salir, no tardó mucho en regresar, topándose con aquel alfa gordo, un tanto peludo, irónicamente se estaba quedando calvo, suspiro con fuerza al verlo, intentando evadir, caminar por otro lado del cuarto, yendo a buscar una bebida, sintiendo cómo poco a poco se acercaba a el.
¿adonde fuiste? aun no me lleno de ti.
le dijo con una voz un tanto chillona, colocando su mano en su cintura, acercando su fétido aliento a su cuello. dispuesto a llevarlo a su lado.
-¿por qué tardas tanto en llevarme la bebida? me he cansado de esperar, ven aun estas conmigo.
fue aquel chico androgino quien le tomó de la mano, llevándolo a su lado, mirando al otro hombre de manera retadora, como si le indicara con la mirada que de hacer algo para quitarlo de su lado tendría bastantes problemas, por lo que el otro simplemente lo soltó, dejándolo marchar junto afrodita quien tomándolo de la mano solo reía ante su acción,
- ¿ escaparias conmigo?
le dijo como si fueran niños a punto de hacer una travesura, llevándolo lejos del lugar, caminando hasta el anfitrión de la fiesta.
-he amigo mio, tu fiesta es genial, woo, me siento tan vivo, tan satisfecho, esto es el paraíso hermano y más por qué he encontrado por fin lo que busco pero me gustaria ir, ya sabes, a mi cuarto "especial" donde todas las cosas que necesito usar con el están ahí, este chico es fantástico, me encantaría tenerlo solo para mí así que me lo llevaré. solo que bueno es un precio extra ¿podrías?
le habló con gran confianza y una sonrisa, viendo como el anfitrión sin dudarlo, sacó un gran número de billetes y se los dio sin más, sin importarle nada, continuando su acción con aquella chica entre sus piernas.
-espera un segundo y nos vamos
Le dijo, tomando su mochila, llenándola de algunas botellas de licor y una que otra bolsa de botana que había en el lugar.
-Ahora si vamos.
salieron rápidamente del lugar, estaba sorprendido, no creía lo que había pasado, pensaba que aquel hombre no lo dejaría ir tan fácil por la paga que ya le había dado, fin al cabo aún tenía que estar varias horas de servicio.
-¿cómo me dijiste que te llamabas ?
Preguntó el de cabellos celestes al albino.
-no te dije mi nombre, soy Angelo, aún que en algún momento de mi vida me llamaron deathmask
-¿Un ángel o la máscara de la muerte? Wooo es no lo vi venir, pero intriga y bastante, pero bueno Esta bien y dime Angelo a dónde quieres ir, tenemos dinero y tiempo, vayamos a dónde quieras, yo invito, ¿Quieres comer? ¿Bebé? ¿Quemar iglesias? Lo que sea.
-yo pensé que me llevarías a tu cuarto especial, que tendríamos sexo.
Le contestó con sinceridad, sin olvidar un solo segundo su trabajo, aquel chico era guapo y claramente no era como los demás, algo en el le atrajo bastante y eso por sus años de experiencia le hacía desconfiar más, pese a sus palabras nada cambiaba tenía un trato uno que tenía que cumplir.
-no es necesario, te vi cuando el cuatro ojos te tenía en la mesa, no lo disfrutabas, estás en otro mundo, en tu mundo imaginario, sentí que querías salir de ahí, lo gritaba pero tú cuerpo no obedecía, yo sé mucho de eso, lo horrible que es que tú mente y tú cuerpo no se pongan de acuerdo, así que no se, solo actúe sin pensar, no quiero tener sexo contigo,yo no soy como ellos tu no lo se, me agradaste,supongo por eso te pregunto que quieres, o si lo deseas podrías irte a casa, yoo.. yo puedo ir solo a jugar solo al parque,ya sabes sin amigos solo totalmente.
Aquello último lo dijo con un tono de burla fingiendo tristeza y melancolía, bajando la mirada haciendo un pequeño puchero con los labios, logrando que Angelo riera por la ternura, no conocía a mucha gente así, todo su entorno se rodeaba de personas vacías, sin sueños, sin emociones, seres que se autoproclamaban máquinas de placer,incluso sus clientes eran seres egoísta no importaba el sexo, no importaba lo que fueran. todos eran así incluso las clientas femeninas, eran seres que ya no los veían como humanos, nadie nunca se había dado cuenta de su evasión, ni siquiera los espectadores que de esos había tenido mucho.
-eres raro ¿Sabes?
Sé sincero, viendo sonreír a Afrodita quien con orgullo afirma sus palabras,con la cabeza.
-¿Alguna vez has visto cuerdos felices?
los ojos de Angelo se abrieron de par en par sorprendidos al entender aquella referencia, escuchando con atención a Afrodita continuar.
-entonces ¿Que quieres?, Puedes irte si gustas a casa o quedarse y pasar el tiempo con un pobre como yo que teme a la soledad por su propia dependencia a tener otro ser humano cerca, por mi inmadurez emocional -detuvo sus palabras algunos segundos para continuar esbozando una gran sonrisa- pero, pero, pero antes de que me respondas déjame mencionarte los beneficio de estar conmigo y es que yo te puedo ofrecer ...suenen los tambores ¡una galletita!
Angelo sonrió aún más al verlo como de su bolsillo sacaba una galleta en su empaque, estirándosela y moviéndola juguetonamente.
-es de chocolate.
Miro la sonrisa de afrodita, el brillo de sus ojos el cuál si mirabas con atención solo era una fachada, una mentira, más aún sonreía y eso era algo que solía admirar.
-Me gustan las galletas, me convenciste.
Le respondió, alegrando a Afrodita, quien con toda la confianza abrió el empaque y casi mete la galleta en su boca.
-son muy ricas, te encantaran ahora ¿Que quieres hacer? Son las 3 am, es viernes y somos jóvenes, bueno yo si, tu, tu, no se que edad tengas ¿Eres aún joven?
No sentía que podría parar de reír con este nuevo chico quien claramente solo decía esas palabras con ese propósito, haciendo una que otra mueca para llamar su atención.
-soy joven aún y no se,que hacer suelo trabajar a esta hora y no tengo amigos, ni novio o novia para salir así que no se que hacer para divertirnos a esta hora.
Encogió sus hombros con una pizca de vergüenza, sintiendo fijamente los ojos de afrodita en su persona.
-Qué depresivo, bueno estamos igual ¿Que se le puede hacer?, Yo tengo hambre hay un café 24 horas aquí cerca, vayamos.
-está bien.
Fue esa pequeña respuesta la que logró que afrodita emanara felicidad comenzando a caminar, la plática fue fluyendo poco a poco, siendo el de cabellos celeste quien con gracia y gran energía hablaba sin parar de trivialidades, diciendole que tenía 27 años de edad, riendo al saber que era un año menor que Angelo, que no había nacido en aquel país y muchas cosas que poco a poco le fueron generando un poco de confianza.
No tardaron mucho en llegar, pidiendo algo simple, comenzando a comer primero en silencio hasta ser afrodita quien disimuladamente jugaba con su comida cortando los bordes de su sándwich de atún, haciendo diferentes figuras con los bordes, angelo lo veía en silencio, enbozando una ligera sonrisa.
"Es agradable y muy guapo, me siento bien a su lado, es extraño pero me recuerda a…"
Su sonrisa se borró un segundo ante su pensamiento, recordando algo,. alguien con sumo dolor.
-y bueno Angelo, dime,mas de ti, no se cuéntame tu historia o lo que sea, creo que he hablado sin parar pero ya me duele la garganta, dime tú algo yo en verdad no soporto el silencio es TAN incómodo.
Rompió el silencio como su pensamiento sin dejar jugar con su comida, sonriendo al terminar de plasmar el juego de gato con sus bordes de pan.
-no se que decir para ser honesto, esto es extraño para mi yo no salgo con nadie desde que mi ex novio se fue, tampoco suelo hablar mucho, después de él, intente tener una novia después, se llamaba Elena, era una beta hermosa pero parece que olvidé que era estar con otra persona fuera de su cama, su ausencia me jodio, así que ella se fue, lo siento.
Afrodita guardó silencio, brindándole toda su atención a Angelo, respondiéndole alzando su taza de café como si brindará.
-que se joda entonces ese ex novio tuyo, ¿sabes? Pese a mi apariencia física y ser alfa que se acuesta con quién sea sin prejuicios todos me ignoran o creen por mi apariencia solo busco sexo,así que solo suelen enamorarme e irse cuando se sacian de mi y eso es aún más depresivo.
Bajo ligeramente la mirada un poco triste para recuperarse en segundos.
-Así que entiendo eso de no tener a nadie, así que brindemos por la soltería y que todos los demas se jodan
Angelo observó fijamente a Afrodita quien tomaba de su café con su sonrisa devuelta, para así regresar su mirada a su persona.
-pero aun así, ¿debes tener una historia? no sé, algo, dejame conocerte. ¿si?
Angelo guardó silencio, no sabía que decir, no le gustaba hablar sobre ello, lo odiaba más que nada en el mundo por qué su historia era a su pensar tan patética como el mismo.
Yo….
se sintió nervioso evasivo más no quería parecer antipático ante la conversación, afrodita era la persona más agradable con la que habia hablado en mucho tiempo, no quería que pasara como todos los demás, que se aburrieron de el y se fueran..
yo…
verdaderamente no sabia que decir ¿que le diría? ¿sobre su madre?,¿el cómo intentó matarse con él en el auto después de ser abandonados por sus alfa al saber que su único hijo era Omega y saber que no podría cuidar a un Omega masculinos? el que fue su culpa que ella tomara esa decisión para "ahorrarle el dolor", o como quedó solo al final, con varios huesos rotos y el recuerdo de una falsa sonrisa en el rostro de su madre antes de chocar? ¿ cómo escapó del orfanato y por qué? O¿ cómo apesar de su edad únicamente veía dibujos de niños una y otra vez pues era lo único que le traía paz y le dejaba crear un mundo ficticio?¿ eso diría? o ¿el como termino vendiendo el culo en la calle y por quién?
-tranquilo, no es necesario, lamento haberte presionado, yo siempre hago eso lo siento…
le dijo afrodita, un poco apenado, sintiéndose verdaderamente mal al ver la ansiedad de angelo al no saber qué responder, el como le evadía la mirada, reflejando penumbra en su rostro.
-Mejor cambiemos de tema ¿está bien ? yo fui estúpido al preguntar eso yo tambien odio hablar de mi vida, mis padres, mi casa, todo…. pero esos niños ricos aveces me hacen olvidar que no soy el unico que tiene una vida de mierda.
Angelo no dijo nada, solo alzo un poco la mirada, tocando inconscientemente el lóbulo de su oreja como un viejo hábito, haciendo sonreir a afrodita quien aquello le resulto sumamente tierno.
-angelo, ¿quieres acompañarme a mi lugar favorito ?
el mencionado asintió con la cabeza, viendo como con total confianza afrodita tomo un segundo su mano, viéndolo directamente a los ojos, sonriéndole de una manera un tanto extraña para el, pero a su vez aquello le gustó, le hizo imitar esa sonrisa.
-genial, gracias.
respondió con total felicidad,soltando la mano de angelo, para seguir con su café, con su comida, intentando recuperar la platica.
salieron del lugar tiempo despues, el ambiente volvió a ser el mismo, dos chicos solo pasando el rato, caminando mientras hablaban de cosas triviales, angelo miraba a afrodita con total atención, él era quien más hablaba, pero aquello no le molestaba, le tranquilizaba, le agradaba su voz, era suave, tranquila con un pequeño toque de emoción tal vez, le gustaba ver como movía las manos en un intento de que se le entendiera mejor lo que decía, ese chico era extraño para él, extraño socialmente ya que un alfa nunca debía de comportarse así, extraño para lo que su vida se habia convertido en ese punto y eso era lo que tanta le agradaba.
“ esa es tu personalidad angelo, siempre actuando antes de pensar, buscar sin saber que, eres un ciego cordero que no sabe si lo guían al cielo o al matadero”
recordó aquellas palabras al percatarse como para solo haber pasado algunos minutos con afrodita este comenzaba a llamar su atención.
“solo es porque es diferente a lo que conozco eso es todo”
se respondió sin saber qué era lo que más le dolía, recordar las palabras o quien se las habia dicho, suponía que los recuerdos venían por el lugar, ese parque era enorme, era el pulmón de su ciudad, así que lo reconocio de inmediato, habia estado ahi muchas veces, aunque dejó de ir cuando quedó solo.
afrodita por su parte mostraba su emoción cada vez más, diciendo que muy pronto llegarian, lo llevó a la zona mas alta, más apartada, a un pequeño mirador, con una vista hermosa.
-llegamos, ¿no es hermoso?
nunca habia estado en ese lugar, parecia magico, demaciado hermoso, demasiado tranquilo, no habia una sola alma cerca al menos en un kilómetro, lo entendía llevaban bastante caminando, miro su reloj, eran las 4:44 am
-Bastante.
-o por favor Angelo, es más que un "bastante" es mágico, es.. es… tan ...mmm tal vez ¿Perfecto? Solo piensa, en este lugar, podrías relajarte, olvidarte de todo, tener un segundo solamente para ti, también podrías hacer un aquelarre o tal vez acabar lentamente con la vida de alguien y enterrar su cuerpo aquí mismo y nadie lo notaría,
Sus ojos se abrieron de par en par al escuchar esas palabras, de ser algún otro cliente lo hubiera golpeado y huido, lentamente ya había escuchado casos lamentables entre sus compañeros, pero no sentía ningún temor, más bien podía percatarse que las palabras de Afrodita solamente buscaban molestarlo un poco de manera juguetona.
-Tienes razón, debería de traer aquí a varios clientes desagradables.
Le contestó a lo que hizo sonreír a Afrodita, gustoso de que le siguieran el juego.
-jajaja, lo sabía, eres distinto, la gente normalmente se asusta cuando digo algo así, en especial cuando los llevo a lugares como estos, lo cual es frustrante, yo amo los lugares solitarios, oscuros, silenciosos, me gusta compartir estos lugares con la gente pero la mayoría cree que por traerlos aquí, quiero únicamente sexo… pero que me respondas así es genial deberíamos de salir en un futuro, tomar algo, no se hacer cualquier cosa, sería genial.
-¿Me estás pidiendo que sea tu amigo ?
Afrodita pensó un poco aquellas palabras, encogiéndose de hombros.
--dijiste que no tienes amigos, yo tampoco, no sé cómo es tener alguno, pero sería genial, ¿Gustarías?, Si dices que si te puedo dar algo que haya en mi mochila….
Nuevamente sonrió un poco, asintiendo con la cabeza, no entendía o no quería entender, estaba harto de su vida, harto de todo, quería un cambio y posiblemente ese chico guapo pero extremadamente extraño podría serlo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro