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십사. real life

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—Jeongin, así no es el paso —se quejó Minho con la mirada característica que adoptaba cuando alguien cometía un fallo—. Te lo he explicado un montón de veces y sigues equivocándote.

—¿Todo bien? —cuestionó Chan, preocupado.

Jeongin asintió sin entender el motivo por el que no se podía concentrar ni hacer bien las cosas. Llevaba semanas haciendo la coreografía perfecta, ¿por qué hoy no?

Quizás eran los nervios del comeback; quedaba muy poco para la fecha y no podía permitirse equivocarse en pasos tan simples. Además, sentirse mal por retrasar el ensayo no le ayudaba y menos cuando tenía mucha presión encima. Una que él mismo se había impuesto.

—Yo creo saber lo que le pasa —comentó Hyunjin, sonriendo de lado mientras le pasaba el brazo por los hombros—. Seguro que se debe a alguien llamado Miyeon.

No iba a negarlo. No podía dejar de pensar en que su mejor amiga iba a presenciar el ensayo, lo cual le inquietaba. Quería que todo saliera impecable, que viera el esfuerzo que ponía en cumplir su sueño.

—Nuestro maknae está nervioso —continuó Jisung molestándolo, siguiéndole el juego a Hyunjin—. ¿Ha pasado algo que nos quieras contar?

—No, es solo que es la primera vez que viene y me gustaría no cometer fallos —respondió de inmediato para que ninguno tuviera oportunidad de seguir chinchándole.

—Eres demasiado duro contigo mismo —apuntó Felix, después de beber de su botella—. Por lo que nos has contado, no creo que a ella le importe si te equivocas en algo

Sabía que Miyeon no era el tipo de persona que le criticaría por esas cosas, ya que sabía lo mucho que se esforzaba. Sin embargo, quería impresionarla y demostrarle que dejarla atrás, en Busan, había valido la pena.

Unos suaves golpes en la puerta lo sacaron de sus pensamientos y, al pensar que podría ser ella, los nervios regresaron. Podía sentir su corazón latiendo con fuerza.

—¿Molestamos?

Al ver que se trataba de Jiyong, que iba acompañada de las demás chicas, consiguió calmarse un poco.

—Para nada, noona, estamos en nuestro descanso —contestó Seungmin, antes de lanzarle una sonrisa a Jeongin—. Uno que no haríamos si alguien no estuviera tan nervioso por cierta persona.

—Ya estáis molestándolo, ¿verdad? —aseguró Jiyong al mismo tiempo que se acercaba a Chan, quien le dio un pequeño beso en la cabeza.

—Parece que no les conoces, Jiyong. La respuesta es obvia —indicó Nari tras saludar a todos. Minho le pasó la mano por la cintura y la acercó a su cuerpo para estar juntos.

Aprovechando aquel momento, Eunji se dirigió hacia Jisung, que la abrazó en cuanto estuvo frente a él y presionó sus labios contra la frente de ella. Gaeul, por su parte, se lanzó a los brazos de Hyunjin y dejó que sus bocas se encontraran.

—Gracias por comer enfrente de los pobres —bromeó Changbin con una pequeña carcajada, recibiendo una mala mirada por parte de Hyunjin y un asentimiento de Seungmin, que parecía estar de acuerdo.

—¿Es que ya te has olvidado de Ayaka? —contraatacó el primero, causando la risa de todos al observar el sonrojo de Changbin al mencionar a la joven.

—Además, Seungmin, si Yerim no fuese tan fría e inaccesible tú también estarías como nosotros ahora mismo. No te hagas el tonto —soltó Minho con ese tono sarcástico que siempre le acompañaba y que causó que ambos se enfrascasen en una discusión.

El resto comenzó a charlar entre sí, así que Jeongin decidió sentarse un poco para descansar y tratar de relajarse. Tenía que estar tranquilo cuando llegara Miyeon, debía demostrarle que todo había valido la pena.

—Eunji, ¿sabes algo de Sunhee? —escuchó decir a Felix, que se colocó a su lado—. Es que no me responde los mensajes desde esta mañana y no sé a qué hora vendrá.

—No te preocupes, ha ido al trabajo de su madre para comer con ella —contestó la mencionada mientras Han la abrazaba por la espalda—. ¿No te lo dijo?

—Sí, es solo que no me acordaba —sonrió Felix a la vez que buscaba una postura más cómoda—. Gracias, Eunji.

Entendía el sentimiento del chico, sobre todo porque la falta de respuesta de Miyeon le inquietaba. No saber cuándo llegaría le generaba ansiedad, especialmente ante la posibilidad de que apareciera en cualquier momento sin avisar.

—Al parecer, Jeongin no es el único nervioso —bromeó Seungmin, cruzando los brazos con una sonrisa socarrona—. ¿Por qué os preocupáis tanto? De verdad, no es para tanto. Ninguna os va a regañar si falláis en algo.

—Bueno, Gaeul lo hizo —se defendió Felix y esta, al escuchar su nombre, se acercó a ellos.

—Lo hago con todo el mundo, podéis preguntarle a Eunji —se defendió mientras que la idol asentía confirmándolo—. Además, me dedico a esto y fue imposible controlarlo. No es la misma situación y lo sabéis.

Jeongin iba a responder, pero el sonido de una notificación lo interrumpió. Era Miyeon, avisándole que ya se encontraba abajo y preguntando si podía ir a buscarla, ya que no sabía dónde estaba la sala de ensayo y tampoco tenía claro si la dejarían pasar.

Tras anunciar a los demás que iría a buscarla, y de recibir decenas de burlas por ello, se dirigió al ascensor. En cuanto la distinguió a lo lejos, no pudo evitar que una sonrisa se dibujara en su rostro. Le parecía adorable ver a alguien tan bajito esperando en una esquina mientras miraba a su alrededor.

Cuando la joven lo vio, corrió hacia él para darle un abrazo, uno que Jeongin no rechazó. Apoyó su cabeza en la de ella y cerró los ojos, recordando todas esas veces, cuando eran niños, en los que ella le estrechaba por cualquier excusa, pues se sentía segura entre sus brazos.

No obstante, Miyeon se separó de repente, confundiéndolo.

—¿Lo que acabo de hacer puede meterte en líos? —inquirió con preocupación. Jeongin frunció el ceño, sin entender a dónde quería llegar—. Es que imagina que alguien nos ha visto, ha confundido las cosas y ahora sacan un artículo sobre ti o algo.

—Deja de sobrepensar. Eres mi amiga, puedes hacerlo cuántas veces quieras —argumentó antes de darle un golpecito en la cabeza—. Además, de ser así algunos de los chicos ya estarían en problemas.

—No había caído en eso. —Ambos soltaron una carcajada y Jeongin le agarró de la mano para que le siguiera hasta el ascensor—. ¿Las demás han llegado ya?

—Hace unos minutos, pero no te preocupes. Todo irá bien.

Tan pronto como terminó de decir eso, sintió cómo la mano de Miyeon comenzaba a temblar. No le sorprendió; le había comentado muchas veces su miedo a sentirse excluida, pues al ser tímida no solía hablar mucho al principio.

—Eso espero, de verdad —respondió, recargando su cabeza en el brazo de él. Este no pudo evitar sonreír. Le daba ternura que ni siquiera pudiera apoyarla en su hombro debido a su estatura—. Ah, he traído algo de la comida que he preparado esta mañana. Como estáis ensayando, necesitáis energía. También he traído algo para las chicas, para no dejarlas de lado.

—Seguro que les encantará —aseguró Jeongin a la vez que salían del ascensor.

—También he preparado samgyeopsal, aunque seguro que ya se ha enfriado —murmuró, apretando los labios.

—No importa. Para mí siempre será el mejor —rio suavemente a la vez que le daba un pequeño empujón para tratar de disimular lo que le había provocado ese detalle.

Escuchar cómo le había preparado uno de sus platos favoritos le hizo sentir calor en las mejillas. Aún recordaba la vez que admitió que había aprendido la receta solo por él, ya que quería sorprenderle. A partir de entonces, se convirtió en una costumbre: Jeongin solo comía ese plato si ella lo preparaba. Algo que, por supuesto, cambió cuando se marchó a Seúl.

Antes de entrar a la sala de ensayo, Jeongin le dio un suave apretón en la mano para intentar calmarla. Cuando vio que le asentía, abrió la puerta y la dejó pasar primero.

—Bueno, os presento a Miyeon, mi amiga de la infancia —anunció Jeongin, haciendo que todos se centraran en ellos.

—Es un placer —empezó a decir Chan—. Jeongin nos ha hablado mucho de ti, así que teníamos muchas ganas de conocerte.

—Espero que te sientas cómoda con nosotros. Si tienes cualquier cosa que decir, no dudes en contárnoslo —añadió Jiyong con ese dulce tono que tanto les calmaba.

Mientras los demás terminaban de presentarse, Minho llamó a alguno de los chicos para hablar sobre ciertos detalles de la coreografía que quería mejorar, lo cual ella debió agradecer, porque se la veía bastante incómoda por la atención de personas que apenas conocía.

Que no le hubiera soltado la mano desde que habían llegado era una señal de ello.

—Bueno, supongo que ya es nuestro turno —comenzó a presentarse una de las chicas, con una agradable sonrisa en los labios—. Me llamo Gaeul. ¡Es un placer conocerte al fin! Sobre todo después de todo lo que he oído sobre ti. Espero que nos llevemos bien y...

Gaeul habló tan rápido que incluso a Jeongin le costó entender algo de lo que había dicho. Tampoco le sorprendió. Según Hyunjin, le ocurría cuando estaba emocionada o nerviosa.

—Nari. Encantada —saludó de forma directa.

—Es un placer finalmente ponerle cara a la persona de la que tanto me ha estado hablando Jeongin. Mi nombre es Jiyong y estoy aquí para lo que necesites.

—Yo soy Eunji. Espero que te sientas a gusto con nosotras, Siyeon. —En cuanto terminó de decir aquel nombre, todas las miradas se dirigieron a ella—. ¿Qué ocurre?

—Miyeon, no Siyeon —la corrigió Nari de inmediato, tratando de ignorar las risas de Gaeul.

Las mejillas de la joven se tiñeron de rosa mientras se disculpaba con Miyeon, quien insistió una y otra vez en que no pasaba nada.

—Todo es culpa de Han. Él me dijo que era Siyeon —explicó mientras pasaba de esa mirada dulce a una más seria—. Han Jisung, tenemos que hablar.

Uuuh, no te ha llamado Sungie. Hyung, estás en problemas —se burló Jeongin y todos soltaron una carcajada al ver la cara de pánico de este.

Antes de unirse a los demás para continuar ensayando, Jeongin le dio una pequeña caricia en la mano, ya que sabía que le costaría relacionarse con las chicas al principio.

Pasados unos minutos le echó un vistazo y vio que Gaeul y Eunji se habían acercado a ella, Jiyong le estaba haciendo algunas preguntas y que Nari le prestaba toda su atención.

No pudo evitar sonreír al notar lo feliz que parecía Miyeon al hablar con las chicas. Le brillaban los ojos, como cuando hablaba de un tema que le apasionaba y con eso intuyó de qué iba la conversación. Cuando sus ojos se encontraron, Jeongin desvió la mirada, con vergüenza.

—¿Quieres un cubo para la baba? —preguntó Seungmin, tratando de no reírse—. Tienes suerte de que sea yo quien se ha dado cuenta y no Minho.

Jeongin ignoró la pregunta, prefería no caer en sus juegos, aunque a veces resultaba inevitable.

Pese a que Miyeon estaba ahí, se concentró lo máximo que pudo para que la coreografía saliera perfecta y así lucirse delante de su amiga. No salió perfecto, pero los fallos no fueron graves, solo acabar de perfeccionar los últimos detalles.

Después de una media hora, tuvieron otro descanso, a petición de Felix, que salió de la sala de ensayo con el móvil en la mano.

—¿Qué tal todo por aquí? —interrogó Minho mientras abrazaba por los hombros a Nari—. Espero que mi blandita se haya portado bien contigo, Miyeon.

—Todas lo han hecho, la verdad —aseguró con timidez, y contuvo una carcajada ante la mirada que le había dirigido la aludida a su novio—. Antes de que se me olvide —se animó a seguir hablando—, he traído un poco de comida para todos, ya que con el ensayo quizá tenéis hambre. También hay para vosotras —añadió y miró de soslayo a las chicas—, aunque si no os apetece, no pasa nada. No lo hagáis por compromiso.

—Gracias, Miyeon, podemos aprovechar este descanso para probarlo. —Jisung y Changbin asintieron con entusiasmo a lo dicho por Chan—. Le llevaré a Felix un poco, ya que parece ocupado. Ahora vuelvo, no empecéis todavía.

Jeongin aprovechó para volver a tomar la mano de Miyeon. Los demás estaban tan inmersos en sus propias conversaciones que ni se dieron cuenta. Gaeul y Hyunjin hablaban con Minho y Nari, mientras Jiyong lo hacía con Seungmin. Por su parte, Eunji intentaba detener a Han y Changbin para que no se llevaran los tuppers.

—¿Pasa algo? —preguntó preocupada Miyeon, inclinando ligeramente la cabeza.

—No, ¿por qué?

—No te gusta nada el contacto físico —insistió ella, entrecerrando los ojos y señalando con un pequeño gesto hacia sus manos aún entrelazadas.

—Ya te dije que tú eres la excepción —le susurró. Miyeon se sonrojó al escucharlo, aunque giró la cabeza y se tapó un poco con el pelo para que no pudiera verla.

De repente, el ambiente tranquilo se vio interrumpido cuando Felix volvió a entrar para irse de forma rápida. Todos se miraron extrañados al no entender nada y buscaron una respuesta en los ojos del líder, que estaba inquieto después de haber salido detrás de él.

—¿Todo bien, Channie? —quiso saber Jiyong, llena de preocupación. No era la única, era raro que Felix se fuera de esa manera y sin despedirse.

—Felix no me ha querido decir mucho, pero me ha asegurado que no hay nada de qué preocuparse —respondió mientras se acercaba al resto, para luego añadir—: Mejor continuamos con el ensayo otro día. Lo siento mucho, chicas.

—¿Por qué? —inquirió Eunji—. Hemos podido conocer a Miyeon, eso ya ha valido la pena.

—Eunji tiene razón. Además, hemos tenido el privilegio de haber escuchado vuestro comeback antes que nadie —bromeó Gaeul para alegrar un poco el ambiente—. ¡Y la coreografía!

Cuando todos comenzaron a recoger sus cosas para marcharse, Jeongin se percató de que sus dedos seguían entrelazados con los de Miyeon y de que no la había soltado ni siquiera mientras ella hablaba con las demás.

Se separó con cuidado para no interrumpir la conversación, aunque no era lo que quería.

—Lo siento por si no fue lo que esperabas.

Habían decidido alejarse de los demás para poder hablar con calma.

—Como ha dicho Eunji, no hay nada de lo que tengas que disculparte, ni siquiera Felix —El idol sonrió con ternura al ver cómo Miyeon parecía mucho más confiada a la hora de pronunciar el nombre del australiano—. Además, he podido ver un poco de tu mundo y cómo te esfuerzas para seguir cumpliendo tu sueño.

—Marcharme y dejarte ahí fue una de las cosas más complicadas que hice y de las que más me arrepiento —se sinceró, con la voz un poco quebrada—. Quiero que lo tengas siempre en mente.

—Siempre lo he entendido. Bueno, al principio no —se retractó de inmediato, logrando que Jeongin soltase una pequeña risa—. Además, tenía a Dawon, a Seokmin, a Jaehyun y a Dayoung. Estábamos listos para apoyarte y ser tus mayores fans.

Se detuvo al escucharla y Miyeon hizo lo mismo al ver que no la seguía. Saber que sus amigos lo apoyaban, incluso en la distancia, hizo que un sentimiento inexplicable creciera en su interior.

Porque una cosa era saber que los cinco lo habían animado con su carrera y sus sueños. Y otra muy diferente que lo hubiera hecho ella. Eso era... indescriptible. Y le llenaba de una calidez que le dio incluso calor.

—Gracias —soltó de repente Jeongin, su voz apenas un susurro.

—¿Por qué? — Miyeon lo miró con sorpresa, ladeando ligeramente la cabeza.

Él no pudo evitar soltar una carcajada; la respuesta era evidente.

—Por apoyarme siempre. Tenía... —Se interrumpió, mordiéndose el labio—. Tenía miedo de defraudarte.

—Nunca me decepcionarías —susurró con una pequeña sonrisa, una que parecía iluminar más que cualquier farola, que se amplió en el momento en que sus miradas conectaron—. No puedo negar que me dolió que te fueras de Busan, pero pensar que lo hiciste para seguir tu sueño y que lo estás logrando... Solo puedo decir que estoy muy orgullosa de ti.

Intentó respirar hondo después de escucharla y no ponerse nervioso con el brillo que había en sus ojos, pero no sirvió de nada. El corazón se le aceleró y le latió como nunca lo había hecho antes y eso, al mismo tiempo, le asustaba.

Porque no quería arruinar su relación. No cuando eso significaría vivir sin ella otra vez.

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Hola!!
Primero de todo, quiero decir ¡feliz año, feliz 2025! Y lo segundo es que espero que alguien siga por aquí jajajaja. Quiero pedir disculpas por no haber subido nada en más de dos años y por haberos mantenido a la espera todo este tiempo. Espero que todo os esté yendo bien y que este año sea genial para todos.

La verdad es que estoy nerviosa por volver a subir un capítulo. Hace tiempo que no lo hago y espero que os guste. Adoro cómo, poco a poco, la relación entre Jeongin y Miyeon se va volviendo más fuerte y ya alguno se está dando cuenta de ciertos sentimientos especiales 👀. Además, Miyeon ya ha conocido a algunas de las demás chicas y tengo muchísimas ganas de ver cómo evoluciona todo entre ellas.

Bueno, no sé qué más decir jajaja. Espero que os haya gustado el capítulo y nos vemos en el siguiente, que espero no sea dentro de otros dos años 💜

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