Catorce.
"¿Te he conocido hace veinte segundos o veinte años?"
...
Tomo asiento en mi cama y miro hacia mi alrededor, mis compañeras de cuarto se encuentran dormidas, tengo que admitir que es algo temprano.
Me pongo de pie y tomo mi uniforme que está a un lado, me lo pongo. Sam me pidió que lo ayudará a repasar una materia, pero conozco muy bien a mi hermano y nunca en su vida se a levantado temprano.
Tomó mis cuadernos, miro la caja negra que está a un lado ¿no será algo tonto que se la regale? Quizás a Sirius no le gustan los regalos o tal vez se moleste porque sepa que es su cumpleaños, tal vez solo quería mantenerlo en secreto con los chicos.
Luego de dudarlo por unos segundos tomo la caja y camino a la sala común, al llegar puedo ver a alguien sentado en el gran sillón, no puedo creer que sea Sam, pero al acercarme más me percato que no es Sam sino que es Sirius, parece estar estudiando.
Me quedo parada unos segundos, pero luego decido sentarme frente a él.
—Hola— lo saludo.
—Hola O—este deja su pluma a un lado y me mira—¿Que haces tan temprano despierta?.
—Sam me pidió que lo ayudará a estudiar, pero al parecer se a quedado dormido—sonrió, él también lo hace—¿Y tu qué haces?.
—Solo estoy leyendo algunas cosas, me resulta hacerlo temprano— responde dándole una mirada rápida a su cuaderno.
—Ten—digo de repente, le extiendo la caja.
—¿Que es esto?—me pregunta con una ceja alzada y una sonrisa mientras lo recibe.
—Feliz cumpleaños Sirius— digo mirándolo, parece estar sorprendido.
—¿Como lo supiste?— pregunta también mirándome.
—James—me encojo de hombros con una media sonrisa—Me dijo que no te gustaba celebrarlo, pero creo que mereces un presente, a fin de cuentas es algo especial cumplir años.
—¿Es una de esas cajas?—pregunta con una sonrisa, asiento con la cabeza.
—Si...—me pongo de pie y tomo asiento junto a él—Tienes que mirar por el pequeño agujero.
Señaló este, Sirius me da una mirada para luego acercar su ojo y mirar hacia adentro, lo hace unos unos largos segundos.
—Cuando lo vi me recordó a ti— habló mientras esté sigue mirando, enseguida dejar de hacerlo y me mira.
—Es una estrella —dice algo perplejo.
—Si, como tú —sonrió—Se que tu nombre proviene de una estrella, la estrella más brillante.
Nuestras miradas se encuentran, y es como si el mundo se detuviera por unos segundos.
—Gracias — dice todavía mirándome con una sonrisa.
—Espero que te allá gustado—hago un pequeño movimiento de hombros.
—Feliz cumpleaños canuto— escucho a James, eso hace como si volviera al mundo.
—Feliz cumpleaños— Remus aparece frente a nosotros, lo esta mirando.
Sirius se pone de pie y se dan un gran abrazo, veo a James sonreírme.
—Feliz cumpleaños —le da un toque en su hombro Peter cuando se separa de Remus.
—Gracias —nos mira a todos—Pero saben que no soy de celebrarlo.
—Pero somos como tú familia ¿no es así?— James le sonríe—Ophelia es la nueva.
—Todavía no me has dado mis ranas— lo apunto con mi dedo índice.
—Están arriba junto a más comida—nos mira—Compré algo para celebrar canuto, vamos Ophelia.
—¿Que?— pregunto con una ceja alzada—No puedo subir.
—Oh, vamos— Remus me mira—Ven.
—Cállate tu prefecto, deberías prohibir esta escena — me cruzo de brazos, veo cómo todos se miran entre sí con una sonrisa—No, no, claro que no.
Sirius se acerca a mi y me toma, me carga en su hombro.
—Trae mis cosas Peter— le dice este mientras me sujeta.
—Bájame Sirius— le pido, pero no me obedece.
—Baja la voz Ophelia — me hace una seña desde atrás James, le doy un golpe.
Al llegar al cuarto de los chicos Sirius me baja de su hombro, puedo ver cómo es realmente el cuarto de ellos. James tiene bastante comida en una mesa.
—Les juro que si me vuelven a castigar no vivirán tranquilos—los apunto a los cuatro—Deberían ordenar un poco este lugar.
—Te dije Peter que recogieras tus cosas—le dice a Remus dandole una mirada.
—Que gran colección de libros tienes Remus— me acerco a la gran pila de libros.
—Ten— veo cómo James le arroja algo de comida a Remus—Aquí están tus ranas, Pe.
Me acerco a ellos.
(...)
Acaba de terminar la clase de encantamientos, el profesor Flitwick es bastante agradable, un estudiante de Hufflepuff trato de hacer el hechizo silencius, pero no le resultó, él profesor dijo que no había problema y que pronto le saldría.
Remus, James, Peter y Sirius son los primeros en salir del salón, tal vez tenían planeado alguna locura por el cumpleaños de Sirius.
Antes de salir miro hacia atrás, veo cómo John está hablando con alguien, me volteó para seguir, pero alguien hace que me detenga.
—Mmm, hola —habla el chico, no puedes ser, es Regulus Black —¿Ophelia no?.
—Si—asiento con la cabeza algo sorprendida, nunca en mi vida había intercambiado plantas con él, no suele ser muy amistoso.
—Yo... se que eres amiga de Sirius—dice mirándome serio—¿Podrías entregarle esto?.
Me extiende un sobre, parece una carta.
—Claro— la recibo—¿Quieres que le diga algo?.
—No, solo entrégaselo —dice para enseguida marcharse.
¿Porque me pide que le entregue una carta a Sirius? ¿Porque no se la entrega el mismo? Se que no se llevan del todo bien, pero no creí que fuera para tanto.
—¿Ese era Regulus Black?—pregunta apareciendo a mi lado John, guardo rápidamente la carta en mi libro.
—Si—asiento con la cabeza.
—¿Que quería?—pregunta mirándome.
—Nada, solo tropezó conmigo —respondo—Tengo que hacer tu tarea, te veo luego.
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