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40. Problemas

Algo que era típico de mí, era que odiaba seguir las normas, si no lo hice antes, menos lo iba a hacer ahora. Y después de todo lo que paso, Finnick y mi querida hermana me contaron que los dos estuvieron en una relación antes de que ella desapareciera, me lo dijeron tan normal, que solo quería golpearlos.

Así que se casaron, los dos se merecían lo mejor y aunque no sabía perfectamente su historia, sabía que los dos se amaban. Aunque sí que me lleve una sorpresa con todo esto. Annie había conocido a alguien en el Distrito trece, aunque también era muy amiga de Will.

Ahora me encontraba en nuestro pequeño campamento hablando con Katniss, porque la loca también se había unido a todo esto, al igual que Johanna, pero no estaba segura de que fuera una muy buena idea, ella dijo que no me dejaría sola, así que ahí estaba.

Will también estaba, al igual que Gale, Boggs, Cressida, Castor, Pollux y Messalla.

—Sigo diciendo que fue mala idea que vinieras —Johanna bufó.

—Estoy bien, el peor está en el Distrito trece —la miré mal—. Perdón.

—Abernathy, Everdeen y Mason venir a conocer a vuestra unidad —vimos a una mujer y las tres nos levantamos para ir con ellos.

—Soy la teniente Jackson, y quiero presentaros a vuestro pelotón. Este es el segundo teniente Mitchell, el mejor tirador de Panem —nos señaló a un hombre—. Ellas dos son las hermanas Leeg, de la primera división de combate —las dos hermanas rubias nos saludaron con un asentimiento de cabeza—. Y este es el cabo Homes.

Asentí y a lo lejos vi a dos personas acercándose.

No podía creer lo que estaban viendo mis ojos.

Finnick y Leah se acercaron a nosotros con una pequeña sonrisa.

—¿Finnick? ¿Leah? ¿Qué demonios hacéis aquí? ¿Estáis con nosotros? —me acerqué a ellos para abrazarlos.

—Eso parece —habló él.

Nos separamos un poco.

—Qué luna de miel más corta —les dije.

—Si bueno, supongo que tendremos que tenerla en el Capitolio... Después de tomarlo —habló mi hermana con tono divertido haciendo que soltara una pequeña risa.

—Venid aquí —vi a Boggs acercándose con los demás—. Pelotón 451, sois mi unidad. La teniente Jackson es mi lugarteniente, cada uno de vosotros es experto en alguna modalidad de combate, pero no somos una unidad de combate. Así que iremos por detrás de las tropas de Vanguardia.

—Seréis los rostros televisivos de la invasión, el pelotón estrella. Se ha decidido que sois más efectivos si las masas os ven —continuo Cressida.

—Así que no vamos a combatir.

—Harás lo que se te ordene soldado, tu trabajo no es hacer preguntas —gracias Boggs por callar a Gale.

—Si señor.

—Tenemos instrucciones de grabar secuencias propagandísticas en las calles del Capitolio. Se os ha seleccionado para intimidar a sus fuerzas.

—Y suscitar la rendición.

—Aunque estaremos en calles abandonadas a mucha distancia de primera línea. Nos manden, donde nos manden, no estaremos a salvo, esto es zona de combate. Es probable que nos encontremos tanto con vainas activas como con agentes de la paz. Se os considera objetivos valiosos para el Capitolio. Por si os capturan se os dará una jaula de noche, un veneno de efecto inmediato —le entregó una caja a Jackson—. Teniente Jackson, haga los honores.

Jackson comenzó a repartirlas.

—Ya os he informado sobre las vainas, os recuerdo que están en cada manzana. A nuestra unidad le han dado un holo —nos mostró el aparato y lo dejo en la especie de mesa que hicimos—. Una base de datos que contiene un mapa detallado del Capitolio y una lista con las vainas conocidas, estás vainas pueden activar bombas, trampas o mutos. No podemos movernos sin este dispositivo, no hay garantía de que nuestra base de datos este completa, podría haber vainas que no conocíamos. Como no queremos que los vigilantes sepan que tenemos esta información, tiene un sistema de autodestrucción, accionáis este interruptor, decís jaula de noche tres veces y volara todo lo que haya en un radio de tres metros. No abandonéis la unidad, aunque tengáis el holo, quizás hayan colocado nuevas vainas. Sea lo que sea que contengan, su intención es mataros.

Finnick se acercó a Johanna, a mi hermana y a mí.

—Damas y caballeros, bienvenidos a los 76º Juegos del Hambre —suspiré.


Horas después nos encontrábamos descansando, después de hacer algunas grabaciones. No estaba tan agotada como pensaba, lo único en lo que pensaba era en como poder obtener el holo e ir sola hacia el Capitolio.

De pronto se escuchó el ruido de un vehículo acercándose.

—¿Son agentes de la paz?

Salí de nuestro pequeño refugio ignorando todo.

Lo único que escuché fue a Jackson decir que no nos preocupáramos. El vehículo paro y pude ver como salían dos personas junto a Peeta. ¿Qué demonios hacía aquí?

De pronto vi como Katniss le apuntaba y le regalé una mala mirada.

—Ey, alto. Baja tu arco —le dijo Finnick colocándose en medio. Yo simplemente miré a Peeta.

—Jackson, espósalo —ella hizo caso y se acercó con cuidado a Peeta para esposarlo.

Poco después todos volvimos al pequeño refugio.

—Quieren que lo metamos en la propo, para que vean que ahora está de nuestro lado. Mañana avanzaremos algunas cuantas manzanas y grabaremos más.

—No está preparado.

—Gale, mantén tu boca cerrada, por favor —le dije cansada.

—Yo digo que le vigilemos las 24 horas. Las hermanas Leeg hasta las 17 horas, Homes y Mitchell hasta las 19 horas.

—Asígname una guardia —todos me miraron.

—Y llegado al caso, ¿serías capaz de matarle?

—Al fin y al cabo solo estaría matando a un muto del Capitolio, ese no es mi Peeta, así que no tengo por qué dejar que ponga en peligro al resto.

De reojo vi como Peeta me miraba con una expresión triste en su rostro.

—Asígnale una guardia —le dijo Boggs y se alejó para salir de ahí.

Me levanté para seguirle.

—Va a intentar matarme y lo sabes, ¿por qué demonios Coin lo ha mandado? —él me miró.

—Te diré lo que sé Alina. A quien ella quería rescatar de la Arena, era a Peeta. Nunca le has gustado, no le gusta nadie ni nada que no pueda controlar.

—¿Y por eso pone mi vida en peligro?

Sabía que algo no iba bien con ella.

—Ella lo negará, pero...

—¿Qué ocurre?

—Esta guerra llegará a su fin en cualquier momento, prometieron unas elecciones libres. Quizás te ve como una amenaza.

—Nadie me vería como una líder, y tampoco tengo intención de serlo.

—Pero apoyarás a alguien. ¿Será a ella? —suspiré—. Y si tu respuesta no es un sí, entonces eres un peligro. Ya no te necesita como grito de guerra. Las propos se pueden hacer sin ti, solo hay una cosa que podrías hacer ahora para avivar el fuego de esta Rebelión.

—¿Morir?

Era algo evidente, no solo Snow me quería muerta, ahora también Coin quería eso.

—Eso no pasará bajo mi mando, tengo planes para que vivas.

—No me debes nada Boggs.

—Te lo has ganado Alina —suspiré.


Al rato de unas horas, comenzó a anochecer. Algunos intentaban descansar, y yo ni siquiera podía hacerlo. No tenía sueño, supongo que hasta que no matara a Snow, no estaría tranquila.

Miré a Peeta, que se encontraba dormido, al menos estaba tranquilo.

—Ya nos conocemos —lo vi abriendo los ojos, viéndome detenidamente.

—¿Y ahora qué hice?

—Esa mirada, conozco esa mirada.

—Ya enloqueciste del todo —le dije, y vi como se sentaba.

—Estás pensando en si deberías matarme.

—Te equivocas, no estoy pensando en si debería matarte, aún tengo la esperanza de que estarás bien, pero debes poner de tu maldita parte.

—Lo siento —susurró él—. Todo es muy confuso.

—Pues pregunta Peeta, nosotros te responderemos con la verdad —le dijo mi hermana.

Peeta me miró.

—Tus colores favoritos son el azul y el verde, ¿real o no?

—Real... El tuyo es el naranja, claro como una apuesta de sol.

—Gracias —él bajó la mirada.

—Eres pintor, eres panadero... Siempre duermes con la ventana abierta aun cuando a veces te digo que la cierres. Nunca te echas azúcar en el té, y te hace gracia mi cara cuando lo pruebo porque hago una mueca rara. Le haces dos nudos a las cuerdas de los zapatos para asegurarte de que no se desaten, y siempre insistes en hacerme dos nudos también, aun cuando te digo que no hace falta —quería decirle tantas cosas, pero sentí que pronto mi voz se rompería y sentí las lágrimas a punto de deslizarse por mis mejillas—. Es verdad, no puedo hacerlo.

Me levanté de ahí rápidamente, alejándome de todos ellos.













NOTA DE LA AUTORA

¿Qué os pareció el capítulo?

Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia, yo encantada de verlos #neverletmegowattpad ❤

Os amo❤


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