En el tren decidí desentenderme de todos, no tenía ganas de hablar con nadie en estos momentos por lo que prefería estar en uno de los compartimentos. No podía creer que esto estuviera pasando, ¿por qué debía pasar todo esto ahora? 

¿Y por qué Peeta no podía callarse por una vez? Tal vez si no se hubiera presentado como voluntaria, algunas cosas serían distintas, aunque lo dudaba, porque si hubiera sido Haymitch, hubiera hecho cualquier cosa para mantenerlo con vida sin importar nada.

¿Qué haría ahora? Las cosas a partir de ahora serían más complicadas y por mucho que lo intentara, los tributos de este año, eran buenos y bastante letales, tenía miedo de no poder proteger a Peeta hasta el final. ¿Qué pasaba si no lo conseguía? Entonces moriríamos los dos y no era algo que estuviera en mis planes. Porque mi idea es que él sobreviviera hasta el final. Incluso hablaría con Finnick y con Johanna para que eso fuera posible. 

Me limpié las lágrimas, llorar no me serviría de nada, tenía que ser fuerte para salvar a Peeta en los Juegos, eso era lo único que me importaba y que pensaba cumplir. 

Me levanté y respiré hondo, cerrando los ojos. No podía romperme, no con todo lo que se venía, no podía hacer, y debía empezar a planear todo de una vez por todas. Ojalá tuviera la oportunidad de poder matar a Snow, porque nos ahorraríamos demasiado. Todo esto era culpa suya y debía morir.

De pronto las puertas se abrieron dejándome ver a Peeta con una expresión triste en el rostro y me acerqué a él enfadada golpeándolo en el pecho con todas mis fuerzas. Estaba enfadada por lo que hizo, aun sabiendo que él me lo advirtió.

—Sigue golpeándome Alina, insúltame si quieres, pero los dos sabíamos que pasaría esto. Tú misma sabías que yo haría todo lo que estuviera en mis manos para no dejarte sola en esto. Incluso te lo dije —me sujetó por las muñecas y me pegó a la pared, inmovilizándome. 

—Suéltame.

—No pienso hacerlo, así que quítate eso de la cabeza. No voy a permitir que algo malo te pase, así que todos tus planes van a irse a la mierda porque no voy a permitir que planees ninguno de ellos. Tú debes vivir y acabar con todo esto, solo tú puedes hacerlo, y para que eso ocurra debes vivir —negué.

—No, los dos sabemos que yo no puedo vivir sin ti y te odio por hacer esto, por presentarte como voluntario, porque ahora hay posibilidades de perderte y es algo que no estoy dispuesta a permitir. ¿Quieres jugar a esto? Bien jugaremos, pero recuerda que yo tengo un Juego de ventaja y por mucho que lo intentes no vas a conseguir nada de lo que tienes en mente, porque yo soy más rápida Peeta. 

—¿Quieres ver lo rápido que puedo ser yo? ¿Quieres ver de lo que puedo ser capaz con tal de protegerte Alina? Estoy harto de todo, todo el mundo me subestimo, pero ya no más. Se acabó todo, y pienso hacer hasta lo imposible para mantenerte con vida, porque tú eres mi oxígeno, eres mi vida y si a ti te pasa algo, yo moriría. Aunque lo más probable es que si eso pasa, primero destruiría todo el mundo. Porque no me importa el mundo, porque tú eres el mío Alina, ¿acaso no lo entiendes? Un mundo sin ti, sería mi maldita condena.

—Peeta...

—No, soy capaz de hacer todo por ti, porque no pienso verte caer de nuevo, no pienso ver como te destruyes por todo esto. Antes los destruyo a ellos, así que lo siento, pero se te hará difícil conseguir que viva. Porque primero eres tú y es lo único que me va a importar —hizo una pequeña pausa, acercándose a un más a mí—. Voy a destruir el mundo por ti, así que ve olvidándote de esos planes, porque no van a suceder —murmuró cerca de mis labios.

—Entonces, juguemos Peeta —susurré—. Porque me niego a perderte, y si algo te pasa, voy a quemarlo todo. Puedes planear lo que quieras, puedes hacer lo que quieras, pero siempre estaré un paso por delante y haré lo que sea para mantenerte a salvo de todos. No voy a perderte, me niego a hacerlo, así que lo siento, pero no podrás hacer nada para impedirlo.

—Eres tan terca.

—Me amas, me amas tanto como yo lo hago —él asintió sin soltarme.

—Te amo tanto que sería capaz de todo por ti, ¿quieres destruir el mundo por ti misma? Hazlo, pero para que eso ocurra debes vivir.

—Qué pena que esa no sea tu decisión, porque el que va a vivir de nosotros dos eres tú, te guste  o no así será. 

Él soltó una suave risa, negando. 

—Veremos amor —asentí.

—No voy a perder, porque no sabes lo que soy capaz de hacer por protegerte.

—Tú tampoco lo sabes, y yo no voy a perderte. Me niego a verte morir, así que te deseo muchísima suerte amor —se acercó a mí, nuestros labios se rozaban y yo estaba demasiado convencida de que me besaría. 

Cerré los ojos esperando que eso pasara y simplemente sentí sus labios en mi mejilla.

No era lo que había imaginado, pero no me quejaba. Él se apartó con una sonrisa, para caminar a la salida.

—¡Pienso ganar Peeta! No me importa lo que digas o lo que hagas, yo voy a ser más rápida y tú serás el vencedor —él se mantuvo quieto en su lugar, dándome la espalda—. Soy capaz de hacer todo por ti, al igual que tú serás capaz de todo solo para mantenerme con vida. Nuestro amor es tan fuerte que ninguno de los dos sería capaz de sobrevivir sin el otro, pero también estoy realmente convencida de que si uno de los dos muere, el otro es capaz de hacer todo lo que pueda para destruir el mundo y cobrar venganza Peeta. Me di cuenta de ello, antes de que vaya contigo, primero me vengaría por todo el daño y luego iría a tu lado y me da igual que no es lo que deseas para mí, pero estoy segura de que después de todo eso, estaría vacía sin ti. Y nadie sería capaz de llenar ese vacío, solo tú. Así que, pase lo que pase, solo uno podrá vivir, y los dos sabemos que ese serás tú, por mucho que digas lo contrario Peeta. Por favor entiéndelo de una vez.

Él se giró para verme enfadado, pero no dijo nada.

—Si yo llego a morir antes de que solo quedes tú, tendrás que seguir peleando para ganar, debes asegurarte de ganar Peeta. Por favor... Seguro has hecho algún estúpido trato con Haymitch, pero no te va a resultar porque yo estoy aquí para estropearlo. Tú vives y eso es todo lo que importa... —él se acercó furioso hacia mí, tomándome del rostro para besarme. 

Le correspondí aturdida el beso abrazándolo por el cuello. 

Sentí como él me tomaba en brazos pegándome a la pared, enredé mis piernas en su cintura y nos separamos un poco.

—Eres demasiado terca y no pienso discutir contigo ahora sobre esto. Quiero esta noche para nosotros, quiero demostrarte cuanto te amo, antes de que nos golpeé la realidad —buscó algo en su bolsillo y vi que se trataba de un anillo—. Me importa poco todo, lo único que me importa eres tú y nada más. Lo demás puede irse a la mierda, pero te quiero a mi lado siempre. ¿Somos jóvenes? Sí, pero no me importa, soy tuyo y tú eres mía Alina. 

Sonreí juntando nuestras frentes, enredando mis dedos en su pelo.

—Cásate conmigo, y no por la presión de las cámaras, sino porque me amas tanto como yo lo hago —le miré.

—Me casaré contigo porque te amo Peeta Mellark —susurré contra sus labios.

—Yo te amo más Alina próximamente Mellark —solté una pequeña risa y él colocó el anillo en mi dedo anular.

—Ya estoy atada a ti —le dije divertida.

—Amor, llevamos atados desde que somos niños, porque incluso entonces sabía que quería pasar el resto de mi vida contigo —sonreí.

—Sí, pero ahora seré tu mujer —él asintió.

—Solo mía —me besó con intensidad sin importar nada a nuestro alrededor. Ya hasta nos daba igual todo, solo queríamos demostrarnos todo el amor que sentíamos por el otro y esa noche fue testigo de todo ese amor.

Esa noche supe que ninguno sería capaz de vivir sin el otro, y seríamos capaces de todo por el otro. Siempre habíamos sido así y eso jamás cambiaría.

NOTA DE LA AUTORA

¿Qué os ha parecido el capítulo?

Perdón por la tardanza.

Os amo demasiado y gracias por todo el apoyo. Ya sabéis que podéis seguirme en tiktok para ver todos los edits de mis historias. La cuenta es lvprongs también hay un Hashtag por si queréis hacer edits de la historia yo encantada de verlos #neverletmegowattpad ❤

Os amo❤