F o u r
J U N G K O O K
Sus labios...
Estoy besándolo, y demonios, ese toque en cuanto por fin pose mis belfos sobre los suyos, jamás habia tenido una sensación así de increíble, ¿cómo explicarlo? Había sentido como con aquel suave toque entre nuestros labios se volvió cada vez más y más cálido, pude sentir como por mi interior seguían pasando millones de emociones que no quería que terminaran, sonreí de medio en el besó, separando poco mis labios, moviéndolos sobre los de Yoongi, sentía su piel de su rostro, temblaba ligeramente, soltó un pequeño sollozo que logré que no saliera por completo debido a la unión de nuestros labios.
Entonces sentí sus manos colocarse en mi pecho, y me empujo, apartandome abruptamente de él, separando así nuestros labios, mire hacia sus ojos, buscando una razón del por que se había separado de mí de aquella forma, quería saberlo, no quería que él me apartase, no ahora, había sentido que había viajado a un universo distinto, uno en el que solo existíamos él y yo, que nada ni nadie podia separarnos, ese momento había sido mucho más que mágico.
-¿Que pasa?- logre que esa pregunta saliera de mis labios, casi inaudible, pude ver sus ojos cristalinos, con esos pequeños rastros de llanto en sus pestañas.
-N-no, no hagas esto- mencionó, apartó sus manos de mi pecho y se abrazó a él mismo, llevando sus manos acariciando sus brazos contrarios, y miró hacia otra dirección, me estaba evitando, y eso no quería que lo hiciera.
-Yoongi.
-¡No! solo, vete, ¿quieres? No quiero que estes aqui , ya hiciste suficiente, no es necesario que tengas que venir aquí y besarme como si fuera acaso una disculpa o solo consuelo, no lo necesito, solo vete.
-¿Y si no quiero irme, Yoongi?- apoyé mis manos en la pared, acorralando su cabeza, y esta vez me miró a los ojos-. Deja de escapar, no eres el Yoongi de siempre.
-Tal vez no me conoces como lo crees, Jungkook- menciono, tal vez tenga toda la razón.
Pero, ¿desde cuando habíamos dejado que la distancia nos apartase cada vez más?
Aun recuerdo como le había mencionado con suma emoción cuando me aceptaron en la escuela más prestigiosa de artes como danzante, ese era mi sueño, había estudiado algo de danza contemporánea y clásica en un tiempo cuando era mas pequeño, lo había dejado por motivos economicos, y me había prometido que volvería a cumplir mi sueño de ser todo un bailarín profesional, y entrar a aquella escuela, y lo mejor de todo es que quería compartir el mismo sueño con mi mejor amigo.
Yoongi siempre había destacado por sus grandes habilidades con el piano, cuando él se sentaba frente a aquel instrumento, sus dedos hacían magia, cada vez que estaba allí sentado, con sus ojos cerrados, concentrándose en la melodía, era fabuloso, todos disfrutaban de aquello, me sorprendió que me había mencionado que para entrar a aquella escuela de artes, tenía que practicar otro instrumento, Yoongi no es un gran experto con el violín, y me lo demostró, en su primer presentación, hubo varios errores, yo estaba allí presente, entre el público, cuando específicamente le había mencionado que no quería estar allí, que tenía cosas más importantes que hacer, lo cual parecía ser una huida de mi parte, y lo era, Minha era esa huida.
Minha se ha convertido en alguien importante en mi vida, o eso consideraba, sus padres me detestan, pero ella logro que me pudiera acostumbrar a ver un mundo lleno de riquezas en el que puedo encajar, y Yoongi...lo abandone, lo deje caer, me aparte, poco a poco lo hice, lastimandolo, sin saber el por qué.
-Lo siento- mencioné, a lo que él frunció el ceño.
- Odio que te disculpes, no quiero escucharte de nuevo decir esas dos malditas palabras, Jeon, estoy harto, siempre es lo mismo- de nuevo otro sollozo, y una lágrima cayendo por su rostro-, ¿c-crees que es divertido? ¡¿Crees que con tus disculpas arreglaras todo?!- hizo una pausa, como esperando una respuesta de parte mia, pero no dije nada, solo lo mire-. No es suficiente, eso no lo es, te quiero, te aprecio mucho, te amo, ¿sabes lo que es sentirse adolorido por eso? Te veo con ella, me veo a tu lado, sin nadie, no quiero que esto me pase, pero me esta pasando. No lo comprenderias del todo- dejó de mirarme a los ojos-, ¿sabes? C-cuando te acercaste de aquella forma...cuando, cuando estabas a punto de besarme allí, frente a los que nos rodeaban... pensé... por un momento pensé que serias capaz de hacerlo- negó con varios movimientos cortos de su cabeza-, pero no lo eres, y ahora esto, no me hagas esto, no me beses, no quiero que lo hagas, es.. doloroso, y mas por saber que solo lo haces para no hacerme sentir mal.
No, no lo hago por eso.
¿Debería decirle? ¿Qué le diré, que me he sentido sumamente confundido en estos días? ¿Que me la he pasado pensando en el, en como podría estar, en si acaso estarás en cada una de mis presentaciones para que puedas verme, en que quiero que seas el primero que pueda ver cuando termine, en tus sonrisas, en todo, todo lo que venga de ti? ¿Debería hacerlo? ¿Deberia decirtelo?
-¿Por que no dices nada?- me pregunto, pude ver que de nueva cuenta trataba de hacerse un chico valiente, que no era intimidado por nada, pero que por dentro tenía miedo, miedo a lo que pudiera llegar a decirle.
Mi mente divago un poco, haciendo que recordará a Minha, desde que la conocí, estaba seguro que era ella con la que quería estar, con quién podía compartir parte de mi vida, pero... había algo que inclusive me lo estaba impidiendo, y era esa pequeña parte de mí, que solo me atacaba diciéndome que mirase a Yoongi, que pensara en su sonrisa, que pensará en los detalles que tiene conmigo, que pensará que cada uno de mis bailes eran solamente dedicados a él, a ese chico por el cual me he sentido cada vez más extraño, y no es de esa clase de extrañes que se va después de unas semanas, era distinta, tan distinta, tan distinta que me asustaba.
-¿Crees que no es doloroso para mí?- pregunté a lo que Yoongi dejo de fruncir el ceño-. Te observo, te dedico cada presentación aunque le diga a Minha que todas van dedicadas a ella, tal vez me gusten dos personas a la vez.
-Vete.
-O tal vez solo me guste una.
-¡V-vete!- su voz se quebró, no quería escucharlo así de nuevo, lo estaba lastimando, no quería lastimarlo de aquella forma, pero es que simplemente parecía que las palabras no podían darseme de la mejor manera posible, me sentía como un completo idiota al hablar.
-Siento lo mismo que tú, Min Yoongi- mencioné, mirando como agachaba la mirada, y su cuerpo temblaba amenzando con soltar a llorar de nuevo, yo era la causa de su tristeza, y no quería que eso siguiera, no quería que se sintiese triste, no podía.
-No lo haces.... deja de mentir.
-Lo hago, no te estoy mintiendo.
-¡Mentiroso!
¿Cómo le puedes demostrar a alguien que lo quieres cuando ya ha sido lastimado por ti?
Lo obligue a mirarme, y de forma brusca volví a juntar mis labios con los suyos, intento apartarme pero me negué, seguí, hasta que por fin dejo de forcejear, y comenzó a corresponderme, lo extraño era que su llanto no quería parar, y no le exigí que dejase de llorar, Yoongi lo necesitaba, necesitaba quitarse ese peso de encima, y dejaría que llorase.
Ni siquiera me di cuenta de cómo el beso había subido de intensidad, ni siquiera de cuando nuestras prendas fueron cayendo al suelo, tal vez era la necesidad de hacerlo sentir querido, tal vez era el querer tenerlo para mí, no lo sabía, solo quería hacerlo.
Cuando me adentre en él, fue maravilloso, pero, él escondía su rostro en mi pecho, soltando leves sollozos y jadeos, pocos gemidos que apenas y lograba escuchar, estaba sumamente triste, trataba de incitarlo a que me mirase, a que nos besáramos, pero él no quiso, cuando ambos por fin llegamos al clímax, no me miró, yo simplemente me limité a darle caricias desde su cabeza hasta su espalda baja, tratando de consolarlo, sin decir ni una sola palabra, solo lo acariciaba.
Jamás pensé que hacerle el amor, sería tan triste, mirar a Yoongi llorar, escucharlo disfrutar pero a la vez con tristeza en sus sonidos, era terrible, me sentía el peor ser humano de la historia, y más porque sabía, que yo era la causa de esa tristeza.
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