capítulo┊ ✦. :: treinta y seis
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Carlisle realmente esperaba no tener que llegar al extremo de pelear contra los Vulturi pero lamentablemente, todo indicaba que eso pasaría.

Lydia tampoco quería verse involucrada en una clase de pelea sobrenatural, no quería que su hijo estuviera en medio de algo tan peligroso.

La llegada de Vladimir y Stefan puso nerviosos a la mayoría. Ya sabían que el enfrentamiento era probable, pero no tenían ni idea de que Aro había juntado a su propio ejército. Además, no tenían ni idea de lo que Bella les pudo haber dicho, pero estaban casi seguros de que con el hecho de haber puesto "sangre de ángel" e "híbrido" en la misma oración era más que suficiente para Aro.

Se reunieron todos en la sala, Maven se había quedado dormido y lo habían llevado a la habitación, por lo que únicamente estaban presentes los adultos y un par de hombres lobo.

—Cuando Aro quiere a alguien de un clan, no tarda en encontrar evidencia que pruebe que ese clan cometió algún crimen —comentó Eleazar en voz alta.

Se sentía la tensión en el aire.

—Entonces, ¿ha hecho esto antes? —preguntó Lydia con cierta preocupación.

Carlisle pasó su brazo por sus hombros.

—Sucede muy pocas veces, nunca noté un patrón.

—Parece que siempre perdonan a una persona si piensan que está arrepentida —fue el turno de Carlisle para hablar.

—Esa persona siempre tiene una habilidad y siempre se le da un lugar con la guardia.

—Pensaría que esto es por Alice —dijo Edward— pero si Aro escuchó lo de Lydia... estoy seguro de que se volvió completamente loco.

—Pero entonces, ¿para qué necesita testigos? —preguntó Emmett.

—Para hacer correr la voz de que se hizo justicia —habló de pronto Alistair— después de masacrar a todo un clan.

Todos parecían preocupados. Fue Amún el primero en moverse, listo para marcharse.

—Benjamin, Tía... —comenzó mientras se dirigía a la salida— nos vamos.

—¿Y a dónde irán? —Edward intervino— ¿por qué piensas que quedará satisfecho con Lydia, Maven o Alice? ¿Qué evitará que después vaya por Benjamin? —comenzó a mirar a todos los presentes— ¿O Zafrina o Kate, o cualquiera que tenga un don? Su meta no es el castigo, es el poder. Es la adquisición. Y sé que Carlisle no les pedirá que peleen, pero yo sí. Por el bien de mi familia, pero también por el de las suyas. Y por su manera de vivir.

Tanto Lydia como Carlisle miraron a Edward con agradecimiento.

Hubo un momento de silencio, donde cada familia se miró entre ellos en una conversación silenciosa.

—Los lobos pelearán —dijo Jacob mientras se ponía de pie. Seth asintió con cara seria— nunca le hemos temido a los vampiros y haremos lo que sea por Lydia y Maven sin importar nada.

—Por supuesto, lo juramos —habló Seth.

Lydia le dirigió una sonrisa. Era sólo un niño y no le encantaba la idea de que estuviera involucrado en todo ese asunto.

—Pelearemos —fue el turno de Tanya para hablar.

—No es la primera vez que lucho contra una tiranía —Garret dio un par de pasos al frente— además, te la debo, Carlisle.

—Nos uniremos a ustedes —fue el turno de Benjamin, pero Amún lo miró mal.

—No —replicó de inmediato.

—Yo haré lo correcto, Amún. Tú puedes hacer lo que quieras.

Y con eso, todos los demás presentes accedieron a pelear en caso de que llegara el momento de hacerlo.

—Seguimos esperando no llegar a eso —habló Carlisle— pero se los agradezco a todos.

—Ya veremos —habló Alistair con cierto descontento mientras se marchaba.

🫀

Carlisle, Edward y Alice le explicaron a Lydia el don de cada uno de los miembros de la guardia de Aro. Eran muchos y con poderes letales pero encontrarían la manera de vencerlos con lo que tenían.

Maven estaba acostado en el sillón, esta vez era Carlisle el que jugaba con él mientras escuchaba la conversación de los demás.

—Harán lo posible por bloquear a los más fuertes —comenzó Edward— no sé qué tanto conozcan las habilidades de los demás. Pero estoy seguro de que seré el primero, luego Alice y tal vez Emmett al ser nuestro miembro con más fuerza física.

—Todo sería más sencillo si tuviéramos alguna clase de escudo —habló Jasper desde su lugar, junto a la ventana.

—Lo he estado pensando —habló Carlisle de pronto, sin dejar de mirar a su hijo— Lydia podría ser capaz de huir sin que nadie se dé cuenta. Podría ir con Maven pero yo no podría ir con ellos si se diera el caso.

Lydia lo miró con pánico.

—Carlisle, no podría hacer eso. No podría dejarte a ti o a nadie de la familia.

El hombre le dirigió una mirada llena de amor. Aunque Lydia notó la pequeña tristeza que reflejaron sus ojos.

—Cariño, entiende que yo también estoy desesperado. Pero si algo sale mal... quiero que corras.

—Yo puedo llevarlos —escucharon la voz de Seth— si Lydia o Maven se llegan a encontrar en peligro, yo me encargaré de sacarlos de inmediato. No soy tan rápido como Jacob pero casi puedo alcanzarlo.

Carlisle lo miró con agradecimiento.

—Gracias, Seth.

Lydia se puso de pie y tomó a su hijo para irse escaleras arriba hasta la habitación que compartía con el rubio. Se dejó caer junto a su hijo y lo miró fijamente desde esa posición. Se sentía triste y furiosa a la vez. Odiaba todo lo que estaba ocurriendo y no entendía por qué pasaba todo eso. No comprendía por qué Bella los había traicionado de esa manera. ¿Qué era exactamente lo que ganaba con todo eso?

La puerta se abrió y Carlisle entró en silencio. Tomó asiento en el borde de la cama y también miró a Maven.

—¿Estás molesta conmigo? —preguntó en voz baja y sin dejar de mirar a su hijo que comenzaba a quedarse dormido.

—Eso creo. En realidad tengo muchos sentimientos a la vez.

—Lydia, te amo y jamás me lo perdonaría si algo te pasa a ti o a Maven. Son mi mundo entero.

Ella lo miró.

—¿Y crees que no siento lo mismo? ¿Me abandonarías si te lo pidiera? ¿Realmente huirías junto a Maven sin mirar atrás?

Hubo un corto silencio.

—No. No lo haría.

—¿Entonces cómo me pides que lo haga?

—Lo entiendo, pero también debes entender que Maven no se puede quedar, alguien debe protegerlo y eres a la única a la que no seguirán a ninguna parte.

Eso era cierto y también era cierto que Carlisle no podía huir con ellos cuando fue él mismo quien le pidió ayuda a la mayoría de los vampiros.

—Lydia, prométeme que si las cosas se complican... te irás con Maven.

Lo miró con ojos llenos de lágrimas y finalmente asintió pero no se atrevió a pronunciar palabra alguna.

Maven ya se había quedado profundamente dormido.

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