capítulo┊ ✦. :: treinta y cuatro
♡ ﹙jacob black﹚ ❋  ˚  ݂ ꛒ

Lydia tuvo que permanecer en la casa junto con Esme mientras los demás miembros de la familia salían en busca de sus conocidos. Seth y Leah eran quienes más tiempo pasaban en la residencia. Habían hecho un acuerdo con los lobos y se turnaban para hacer guardia afuera de la casa, aunque era el pequeño Seth quien nunca se iba.

Las dos mujeres estaban en la sala mientras Maven jugaba en la alfombra con algunos de los juguetes que le habían regalado. Lydia tomaba una taza de té, aunque tenía la mirada perdida y el líquido se había enfriado hace mucho tiempo.

—Todo estará bien, Lydia —escuchó la voz de Esme y volteó a verla. Sonrió un poco, dejando la taza a un lado.

—Es algo que aún no logro creer por completo. Realmente no entiendo por qué Bella hizo esto.

—Creo que ninguno lo comprendemos —sonaba triste— hemos intentado buscar todas las respuestas posibles... pero no lo entendemos.

—Sabes... quisiera hablar con Jacob. Desde que lo vimos en la boda, no he sabido nada más de él.

—Creo que es una buena idea. Tal vez Seth pueda ir contigo.

Asintió con una pequeña sonrisa.

—Tal vez quiera conocer a Maven. Sería una buena excusa.

Esme dejó salir una pequeña risa.

—Te pondré un plato de galletas para que le lleves. Si conocer a Maven no funciona, tal vez algunas galletas sí.

—Gracias, Esme.

Sólo quince minutos después, Lydia se encontraba tras el volante con Maven y Seth en los asientos traseros.

—Estas galletas son deliciosas —dijo Seth con la boca medio llena.

Lydia lo miró por el retrovisor con una sonrisa.

—Me alegro que te gusten, pero no te las acabes todas ahora, deja algunas para los demás.

—¿Yo? Es Maven quien está arrasando con todas.

Miró entonces al niño en su asiento de seguridad, que también tenía una galleta en la boca y a su vez, frunció el ceño en dirección a Seth, a quien le arrojó una sonaja.

—Niños, no quiero que peleen —les habló Lydia en voz alta.

—Lo siento —dijo Seth. Y se escuchó al mismo tiempo un pequeño chillido por parte de Maven.

—Bueno, llegamos.

Lydia detuvo el auto frente a la bonita casa de los Black y salió para enseguida sacar a su hijo. Seth fue el encargado de llevar el plato de galletas aunque bajo la atenta mirada de la chica para asegurarse de que no se las comiera todas.

Una vez frente a la casa, tocó un par de veces con sus nudillos y esperó un momento. Sonrió al ver a Billy, quien parecía sorprendido pero también sonrió.

—Hola, Billy. Busco a Jacob.

El hombre la miró fijamente, luego miró al bebé y finalmente a Seth.

—Trajimos galletas —Seth le mostró el plato a Billy.

—No ha querido salir de su habitación —habló finalmente el hombre— adelante. Si él quiere hablar contigo, no tengo problema.

Se hizo a un lado, dejando pasar a los tres. Seth le señaló a Lydia cuál era la habitación de Jacob pero el chico se quedó atrás. Ahora mismo, probablemente lo mejor era dejar que ellos dos hablaran a solas.

Lydia suspiró y acomodó a Maven en su brazo antes de llamar a la puerta. No hubo respuesta e intentó de nuevo.

—Jake, soy Lydia. Abre por favor.

No hubo respuesta.

—Entiendo cómo te sientes, pero no te puedes quedar allí para siempre —suspiró— no sé si Sam o alguno de los chicos te lo dijo... pero tuvimos noticias de Bella.

Fue como si hubiera dicho las palabras mágicas pues la puerta se abrió. Allí estaba Jacob con los ojos hinchados y un rastro de barba irregular.

—¿Qué saben de ella? —aunque la miraba, parecía que tenía la mirada perdida.

—Lo lamento, Jacob. Pero no son buenas noticias —frunció el ceño— por dios, ¿cuando fue la última vez que te bañaste?

El hombre sonrió apenas.

—El día de la boda.

—Han pasado meses, Jacob. Anda, ve a tomar un baño y luego puedes ir por galletas. Entonces te contaré todo.

La miró sin alguna expresión en particular.

—Lydia... —

—No, nada de Lydia. Ve ahora mismo o yo misma te llevaré hasta el baño.

Levantó las manos.

—Entiendo. Ya regreso.

—Por cierto... creo que la última vez que viste a Maven fue cuando recién había nacido.

El bebé reaccionó ante la mención de su nombre y dejó salir una risa. Jacob tomó su manita y la movió un poco.

—Ha crecido bastante.

—Así es —sonrió— ahora ve a darte un baño. Hay muchas cosas que debes saber.

Fue casi una hora después cuando Jacob apareció en la pequeña sala de su hogar, bañado y con ropa limpia. Aún parecía cansado y algo decaído pero era un gran avance para todos. Tomó asiento en uno de los sillones y le quitó a Seth el plato de galletas para comenzar a comerlas. Seth iba a reclamar, pero recordó que ya se había comido más de la mitad.

—¿Y bien? —miró a Lydia y Seth alternativamente— ¿qué saben de Bella?

Lydia miró a Seth, quien se puso de pie y tomó a Maven para llevarlo a dar un paseo afuera. Billy Black se había ido casi veinte minutos antes.

—Regresaré en una hora. Le mostraré a Maven nuevos lugares de la reserva.

—Gracias, Seth. No regresen tan tarde, Maven tiene que comer.

—Entendido, jefa.

Lydia sonrió y besó la frente de su hijo antes de que Seth lo llevara fuera. Entonces su atencion quedó en Jacob. Fue como si de pronto el ambiente se hubiera vuelto tenso.

—Jacob, necesito que me escuches hasta el final y no me interrumpas. Tal vez no te guste lo que te diré.

—Entiendo —frunció el ceño. Parecía preocupado.

Lydia se tomó su tiempo en contarle todo lo que había ocurrido. Al menos tanto como recordaba junto con algunos pequeños detalles que pudieran ser del interés de Jacob. El hombre parecía incrédulo con las palabras de Lydia. Pero como prometió, no dijo nada.

—Ahora mismo los Cullen están buscando personas que nos ayuden con la causa. Carlisle no quiere que tengamos ninguna clase de enfrentamiento con los Vulturi y cree que con el diálogo se podrá resolver todo. Pero... esta vez no creo que ocurra de esta manera. Por lo que sé, Aro realmente desea la sangre de ángel y si te soy sincera, estoy aterrada de que le pase algo a Maven. Nadie lo sabe, pero en un caso extremo... me ofrecería a cambio de que dejen en paz a mi hijo —miró fijamente el suelo.

Jacob la tomó de la mano.

—No tengo ni idea de qué pasa por la cabeza de Bella en este momento. Pero te prometo que tú y tu familia estarán a salvo. No dejaremos que nadie los lastime.

Ella sonrió un poco.

—Gracias, Jake.

No le encantaba el hecho de que había escuchado esa frase miles de veces en el último mes. Era como si esperaran que todo saliera mal pero estaban dispuestos a dar palabras de apoyo.

El hombre se acomodó en el sofá y comenzó q comer la última galleta del plato.

—Ahora que lo mencionas... no lo había pensado porque tenía la mente en otro mundo. Pero Bella estaba muy obsesionada con dejar de envejecer. Realmente parecía que le aterraba ser... vieja.

—Es probable que Bella fuera con Aro para conseguir la inmortalidad que tanto desea. Y nos vendió a cambio de eso. Edward también mencionó ese detalle respecto a su edad. Nunca le gustó que le dijeran que parecía mayor.

Jacob asintió.

—Y... ¿saben algo del bebé?

Esta vez fue Lydia la que tomó la mano de Jacob.

—Lo siento, Jake. No sé nada al respecto y Alice dice que no puede ver con claridad. Como si hubiera una interferencia. Aunque creemos que eso es bueno, significa que aún tiene al bebé.

Asintió con tristeza.

—Sé que cometí un error... pero realmente nunca creí que las cosas pasarían de esta manera.

—Nadie lo creyó, Jake. Nos tomó a todos por completa sorpresa.

Fue entonces que Seth y Maven regresaron. Maven estaba profundamente dormido en los brazos del chico y Lydia se puso de pie.

—Espero que la próxima vez me dejes cargarlo —Jacob también se puso de pie.

—Por supuesto —le sonrió mientras tomaba a su hijo— tal vez deberías pasar de vez en cuando por la casa Cullen. Estaremos Esme y yo solas por algunas semanas, sería bueno tener tu compañía.

—Seguro.

Miró a Seth.

—Gracias, Seth. Le diré a Esme que te haga un plato de galletas sólo para ti.

Sonrió mostrando los dientes.

—Gracias, Lydia. Y no te preocupes, los seguiré desde el bosque.

—Bien.

Se despidió de Jacob con un asentimiento y finalmente salió de la casa. Acomodó a Maven en su asiento y antes de arrancar, vio a Seth transformarse en lobo. Justo como lo prometió, los acompañó hasta que estuvieran en casa con Esme.

Y Lydia no olvidó pedirle a Esme que hiciera un gran plato de galletas sólo para Seth. Él realmente se lo agradeció.

: ‹𝟹 todos los votos y
comentarios son muy
apreciados. me animan
a seguir actualizando!

admito que este fue más un capítulo de relleno xdxd quería que apareciera un poco Jake porque lo tenía abandonado en la depre jsjsjs