꒰ 033 !
capítulo┊ ✦. :: trenta y tres
♡ ﹙peligro﹚ ❋ ˚ ݂ ꛒ
Carlisle y Lydia habían acordado irse por un tiempo de la casa Cullen para ir en busca de su propio inicio como familia. No iban a abandonar el clan, pero querían pasar un tiempo solos. Sin embargo, todos sus planes fueron deshechos luego de lo ocurrido en la boda.
Edward estaba deshecho y a Carlisle le preocupaba lo que pudiera hacer. Ni siquiera tuvo que preguntarlo, pues fue Lydia la que le dijo que lo mejor sería quedarse y esperar a que las cosas se relajaran. Pero los días comenzaban a pasar y no había señal de que Edward se recuperara ni de que las cosas fueran a mejorar pronto.
Estaba realmente deprimido, ni siquiera había salido de caza con sus hermanos, simplemente permanecía encerrado en su habitación todo el día. Y no era el único, Alice también estaba muy afectada por todo lo ocurrido y ni Jasper era capaz de hacerla sentir mejor. Nunca, en su inmortal vida, había sido traicionada de esa manera.
Se sentía horrible. Doloroso.
Y por otro lado, no sabían nada de Bella. Lydia se encontró con Charlie un par de veces, pero el jefe Swan mencionó que Bella había dejado una nota y se fue quien sabe a dónde. Obvio que estaba preocupado, principalmente porque estaba embarazada, pero no había mucho que pudiera hacer si era ella la que no quería ser encontrada.
Charlie no dejó de mandar disculpas a la familia Cullen por lo que había hecho su hija. Él también se sentía un tanto culpable pero al final de cuentas, nada había sido su culpa, sino de Bella.
También, Lydia fue un par de veces a la reserva, a Seth le gustaba mucho pasar tiempo con Maven, en general, a toda la manada e iba con ellos al menos una vez a la semana. Había preguntado por Jacob, pero según Sam, el chico también estaba destrozado y se la pasaba encerrado en su habitación justo como Edward. Tampoco comía y no pasaba tiempo con la manada. Nadie sabía qué hacer.
No los culpaba. Con los Cullen era exactamente la misma situación y tampoco sabían qué hacer.
Pasaron un par de meses más. Maven crecía cada día, siendo un niño sano y fuerte. Tenía sólo seis meses pero gracias a Emmett había aprendido a gatear y se la pasaba rondando por toda la casa... claro que siempre bajo la supervisión de alguien.
Estaban todos en la casa. Desde que podían comer con normalidad, Esme y Rosalie se la pasaban juntas en la cocina probando nuevas recetas para todos en la casa. Ya podían oler la lasaña vegetariana que Rosalie había querido hacer toda la semana.
Emmett y Maven estaban en la sala, habían quitado la bonita mesa de centro para tener más espacio y ambos estaban jugando. Lydia y Carlisle estaban sentados en el sofá platicando mientras miraban a Emmett y Maven reír.
Por otro lado, Alice y Jasper estaban acomodando la mesa para cenar juntos. Era algo que ahora podían disfrutar de hacer en familia. Claro que aún necesitaban salir de caza, pero cenar en familia era algo que todos habían deseado desde hacía mucho tiempo.
Sin embargo, en un momento Alice detuvo sus movimientos con una expresión muy preocupada. Jasper se acercó a ella con preocupación para tratar de tranquilizarla, dejando los platos a un lado.
—Es Bella —dijo sin parpadear, mirando a la nada— fue con los Vulturi y les contó de Lydia y Maven. De su sangre de ángel. Aro los quiere a ambos.
Todos se quedaron en silencio, mirando a Lydia y Carlisle simultáneamente.
—No lo permitiremos —fue Edward el que de pronto hizo su aparición— nadie tocara a Lydia o a mi sobrino. Ni siquiera Bella y mucho menos los Vulturi.
Carlisle asintió en agradecimiento.
—Debemos pensar que no vendrán solos. La sangre de ángel era un mito pero Aro está demente y quien sabe qué hará ahora.
—Para nuestra fortuna, Bella no tenía ni idea de lo que ocurre al consumir su sangre.
—Creo que es un arma de doble filo, al no saber... es probable que quiera hacerla sufrir para averiguarlo. Y si lo supiera... probablemente movería montañas con sus propias manos para conseguirla —comentó Jasper.
—Supongo que debemos reunir a nuestro propio ejército —habló Emmett casualmente mientras arrojaba a Maven hacia el techo y lo agarraba antes de que tocara el suelo.
—¿No podemos simplemente huir y escondernos? —dijo Lydia con suavidad. Lo último que quería era ser el centro de una nueva pelea. Y para ser sinceros, estaba aterrada.
Carlisle se acercó para abrazarla.
—Tarde o temprano nos encontrarán. Es mejor hacerles frente ahora y acabar con esto de una vez. No dejaré que nadie le haga daño a mi familia.
Asintió.
—Conozco a algunas personas qué tal vez nos podrían ayudar —comenzó Evander— sin duda los Denali dirán que sí, pero no son suficientes.
—Rose y yo también tenemos algunos conocidos que nos deben algunos favores —habló Emmett desde el suelo.
—Jasper y yo también conocemos a algunas personas.
—Gracias —habló Carlisle con sinceridad— yo también tengo algunos conocidos que nos podrían ayudar.
—Los lobos —dijo Lydia con suavidad— tal vez si se los pido... ellos accedan —no quería poner a más personas en riesgo, pero haría todo lo que estuviera en sus manos para proteger a su hijo.
—Es muy probable que Sam acceda —habló Edward— realmente tienen esa descontrolada necesidad de protegerte y ahora también a Maven. Lo vi. Harán lo que sea.
—Será igual que con Victoria, serán nuestra arma secreta. No se lo van a esperar —volvió a hablar Jasper.
—Pero a diferencia de lo que ocurrió con Victoria... los Vulturi tienen más experiencia en el campo de batalla y no sólo eso, también tienen habilidades que los hacen mil veces más poderosos.
—Alice, ¿sabes cuánto tiempo tenemos?
—Aún no, pero trataré de ver más.
—No te presiones. Al menos ya sabemos que vendrán y eso es mejor a que nos tomen por sorpresa.
—Hay algo que no entiendo —esta vez fue Lydia la que habló, llamando la atención de todos.
—¿Qué cosa?
—¿Por qué Bella haría esto? ¿Qué ganaría ella yendo con Aro? Además, ¿no estaba embarazada?
—Es difícil comprender lo que pasa por su cabeza —dijo Alice— hemos llegado a la conclusión de que Bella sólo quería a Edward por la inmortalidad y contaba con que Jacob la dejaría en paz cuando se casara. Pero cuando arruinó la boda, arruinó todos sus planes.
—Pero... —Lydia frunció el ceño— creí que realmente amaba a Edward. Lo siento, eso sonó horrible.
Edward negó.
—Yo también lo pensaba. Pero supongo que el tiempo que me fui, creó un fuerte lazo con Jacob... y al final, sólo buscaba una cosa de mi, pero en realidad amaba a Jacob. He pensado mucho en ello.
Lydia se acercó a Edward y colocó una mano en su espalda.
—No te atormentes con eso, Edward. Tú no hiciste nada mal, le diste todo lo que podías y ella buscaba su propio beneficio.
Edward sonrió sólo un poco.
—Gracias, Lydia. Y no te preocupes, no dejaré que nadie les haga daño —jamás había escuchado tanta sinceridad en las palabras de alguien.
—Gracias a todos ustedes —murmuró al borde de las lágrimas— de verdad.
: ‹𝟹 todos los votos y
comentarios son muy
apreciados. me animan
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