capítulo┊ ✦. :: trenta y dos
♡ ﹙más drama﹚ ❋ ˚ ݂ ꛒ

Una boda. Bella y Edward se habían encargado de repartir personalmente cada una de las invitaciones luego de que se enteraron que Lydia había despertado. Según lo que Jasper les contó, Bella estaba muy impaciente por entregarlas desde el momento en que Charlie les había dado su bendición pero Edward le insistió en que era poco respetuoso ante la situación de Carlisle.

Nadie estaba realmente sorprendido, pero era desagradable escucharlo de esa manera. Esperaban más de Bella luego de todo lo que habían hecho por ella y aunque ninguno lo diría en voz alta, era un poco culpable de lo que había ocurrido, pues todo el enfrentamiento que tuvieron con los neófitos y Victoria, se debió a ella. Además, apenas se habia interesado en la salud de Lydia, ni siquiera había tenido la descencia de felicitarla por el nacimiento de su hijo pues estaba más preocupada por su boda y todos los preparativos para su transformación tan pronto como fuera posible. Honestamente, varios de los Cullen esperaban un poco más de respeto por la situación, sobretodo luego de lo que habian hecho por ella, aunque era algo que no le echarían en cara.

Alice era en realidad la más emocionada con todo el asunto y no paró de repetirle a Lydia que también se encargaría de organizar su boda. Carlisle y Lydia habían acordado que tendrían su boda en cuando Maven cumpliera su primer año. No tenían prisa ahora que los dos eran inmortales y aunque a ambos les emocionaba el hecho de poder casarse, podían esperar un poco más.

Ahora mismo querían concentrarse en Maven. Eran padres primerizos por lo que tenían muchas dudas al respecto, además, era un niño sobrenatural. No era lo mismo que criar un bebé normal. Donde sería un poco menos... complicado. No hay guías que te expliquen cómo cuidar de un bebé mitad vampiro, mitad ángel, mitad cazador.

Maven tenía mucha fuerza para la edad que tenía y se notaban unos diminutos bultos en su boca que Carlisle descubrió que se trataba de unos colmillos. No era normal que los recién nacidos tuvieran dientes, ni siquiera algo diminuto, así que supuso que era porque Maven sería capaz de alimentarse de sangre. Ahora que estaba con su madre, no lloraba mucho, pero cuando lo hacía era un sonido realmente insoportable. Y aún seguían descubriendo nuevas cosas del bebé.

Dentro de lo poco que había descubierto Carlisle hasta el momento, era que el niño gozaba de una excelente salud, crecía igual que un niño humano promedio, con la diferencia de que tenía algunas habilidades que sólo tienen los vampiros. No estaba al tanto de las habilidades de los nefilim, por lo que no podría estar seguro de si había heredado alguna habilidad relacionado a ello.

Lydia hizo su aparición luego de un par de semanas, pese a que había mejorado en un solo día, a los demás les resultaría muy extraño por lo que decidieron que lo mejor era fingir que había estado en recuperación, de igual forma, decidió dejar el trabajo por un tiempo para estar completamente concentrada en su familia. Además, tenía muchísimos años por delante para seguir haciendo lo que tanto amaba. Pero para ella, en ese momento, lo único que le importaba era su hijo y su futuro esposo.

Así comenzaron a pasar los días que se volvieron en semanas y cuando se dieron cuenta, había llegado el día de la boda de Bella y Edward.

Sin duda, un día que todos recordarían por el resto de sus vidas.

Alice le entregó un hermoso vestido color lila, todas las chicas usarían vestidos de ese color y Lydia no tuvo ningún problema con ello. Fue Rosalie quien compró un bonito traje para Maven, quien fue el centro de atención en la recepción por lo adorable que se veía. Ya podía abrir por completo los ojos, que resultaron ser de un intenso color azul, justo como eran los de Carlisle cuando era humano, pero su cabello era más bien castaño, como el de Lydia. Era una perfecta combinación de ambos.

Los Denali estaban muy felices por Lydia y Carlisle, además, no dejaron ni un momento en paz al pobre bebé. Quien pasaba de brazos en brazos cada segundo. Claro que la pareja estaba muy feliz de que su hijo fuera muy bienvenido entre todos sus conocidos y amigos. Al principio nadie lo creía pero luego de una corta explicación, todo tenía sentido. Además, tuvieron que decirle a los Denali que Lydia era una nefilim, sino todo sería más complicado y extraño. Sin embargo, prometieron ocultar el secreto.

Charlie fue uno de los invitados que más tiempo cargó a Maven y lo mostraba a todo el mundo, dando unas palabras parecidas a: miren, es el hijo de Lydia y el doctor Cullen. ¿No crees que es lindo?

Billy Black le aseguró que era un bebé hermoso.

Además de Rosalie, quien tenía un gran interés por el bebé era Evander, aunque no lo demostraba tan abiertamente o en público. De pronto llegaba con Lydia y le preguntaba si lo podía cuidar algunas horas y claro que ella accedía sin problema. Más tarde se daba cuenta de lo feliz que lucía Evander con el niño llevándolo de un lado a otro y mostrándole las pinturas que había por la casa. Además, llegaba con algunos regalos para el niño. Pero no sólo él, la mayoría de los Cullen siempre llegaban con algo para el recién nacido. Ya fueran juguetes, ropa, comida o diferentes cosas que le pudieran gustar. Simplemente le daban todo.

Todos comenzaron a acomodarse en sus lugares cuando la ceremonia iba a dar comienzo. Maven regresó a los brazos de su padre con una enorme sonrisa. Carlisle y Lydia se sentaron en la banca de hasta enfrente, entre Alice y Jasper del lado de Carlisle y Esme y Evander del lado de Lydia.

El único que no sonreía ni precia muy contento de estar en ese lugar, era Evander. Esme ya lo había regañado un par de veces, pero la expresión del hombre no cambió mucho. Él ya había dicho lo que opinaba respecto a este matrimonio y no iba a cambiar de opinión.

Fue entonces que Edward se acomodó en su lugar. Lydia nunca lo había visto más feliz que en ese momento, estaba auténticamente feliz por él. Y por fin la música comenzó a sonar. Todos se pusieron de pie y miraron hacia atrás, donde Bella comenzó con su entrada. Estaba usando un vestido realmente precioso, Lydia ya lo había visto antes pero sin duda era mil veces más hermoso en ese momento. Era una lástima que Bella pareciera tan insegura.

Llegó al altar junto a Edward y todos tomaron asiento. La ceremonia comenzó.

Los novios dijeron sus votos nupciales, Edward dijo unas palabras realmente hermosas que hicieron llorar a más de uno. Sobretodo a las chicas.

—Entonces, si no hay nadie que se oponga a este matrimonio... —

—Detengan esto —escucharon una voz y todos voltearon a mirar.

Era Jacob Black. Parecía algo cansado, sus ojos estaban hinchados por el probable llanto y aunque estaba usando un bonito traje de vestir, estaba hecho un completo desastre.

Bella palideció al verlo. Como si estuviera en una película de terror, donde el asesino estaba a punto de matarla.

—Jacob, largo de aquí —le dijo pero él negó.

—Ustedes no se pueden casar —dio un par de pasos al frente.

Edward estaba confundido y molesto. ¿Quien rayos se creía? Sin embargo, eran momentos como ese en que no sabía si odiaba o no su don.

—Jacob, será mejor que te marches de aquí —fue Charlie el que se puso de pie y se acercó a él.

—No —miró fijamente a Bella— ella... Bella está esperando un hijo mío —confesó finalmente.

Todos quedaron en completo shock. Carlisle le entregó el bebé a Lydia y se acercó rápidamente a Edward que precia estar en un estado de shock. Evander, Emmett y Jasper también se acercaron.

—Edward, no le creas —gritó Bella— eso no es verdad.

Pero era muy tarde. Edward ya lo sabía, Evander lo sabía, Jasper lo sabía... que Bella mentía.

—Aquí tengo las pruebas —habló Jacob de nuevo, sacando una prueba de embarazo y una carta.

Edward estaba en modo zombie pero aún así se acercó y tomó las cosas. No podía creerlo. No quería creerlo. Pero allí estaba todo y no sólo en la prueba y en la carta. Los pensamientos de Jacob era todo lo que necesitaba.

—Vamos a sacarlo de aquí —habló Carlisle y tomó a Edward del brazo con fuerza. El pobre caminó por mera inercia.

—Edward, no —Bella trató de ir tras él pero fue Rosalie quien le impidió el paso. Estaba muy molesta con ella.

Por otra parte, Alice parecía decepcionada. Si no había visto eso, era por culpa del lobo que hacía interferencia con sus visiones. Pero incluso ella se sentía traicionada. La había visto transformarse y ser muy feliz junto a su hermano. ¿Qué había cambiado? No lo entendía. Realmente no.

Lydia lo notó. Lo dolida que parecía Alice y sin pensarlo un segundo se acercó a ella.

—Ven, Alice —la tomó de la mano— vamos adentro.

Ella no dijo nada pero comenzó a caminar cuando Lydia lo hizo. Al fondo se escuchaban los murmullos de los invitados y las súplicas junto con el llanto de Bella para que Edward no se fuera. Todo era un completo caos.

Esme se encargó de la situación luego de que Charlie y René lograron llevarse a Bella de ese lugar. Se disculpó con los invitados y mencionó que la boda sería cancelada.

Poco a poco comenzaron a irse. A excepción de los Denali, que querían darle su apoyo a Edward.

Fue algo realmente incómodo para todo el mundo. Pero fue devastador para Edward y el resto de la familia Cullen.

Quienes habían arriesgado tanto por ella, que le habían abierto las puertas de su hogar y de sus almas... pero a ella pareció nunca importarle. Fue evidente que estaba con Edward por una sola cosa.

La inmortalidad.

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