꒰ 021 !
capítulo┊ ✦. :: veintiuno
♡ ﹙votación ﹚ ❋ ˚ ݂ ꛒ
Bella y Lydia se encontraban en la residencia Cullen. Bella tenía algo que decirles y les había pedido a todos reunirse, Lydia también iba a aprovechar la oportunidad para decirles lo que habían descubierto en los últimos meses, pero de pronto recordó lo que Evander le había dicho meses atrás y decidió esperar a la que la humana se marchara, sólo por si acaso.
Lydia abrazaba a Carlisle mientras todos esperaban en la pequeña sala de estar cuando vieron a Bella llegar junto a Edward.
—Creo que ya todos saben por qué les pedí que se reunieran aquí —dijo en voz queda, ligeramente nerviosa.
Carlisle se lo había dicho a Lydia, que Bella deseaba poder transformarse en uno de ellos pero quería que la mayoría estuvieran de acuerdo. A opinión de Lydia, según ella en realidad no tenía voz ni voto en esa discusión, pero Carlisle le había pedido que se quedara a su lado insistiendo en que era importante su presencia.
—Todos saben que esto es lo que quiero —continuó Bella, mirando nerviosa a todos los presentes y jugando con el anillo en su dedo anular— y sé que estoy pidiendo mucho. Lo único que se me ocurre para que sea justo, es votar.
Lydia en realidad no encontraba el sentido en sus palabras. ¿Por qué estaba tan insistente en transformarse? Pareciera que era lo único que le importaba. Carlisle le contó que durante el tiempo que estuvieron fuera, Bella casi se mata en más de una ocasión y Edward hizo lo mismo al pensar que Bella estaba muerta. En serio no los entendía.
—No sabes lo que dices —habló Edward que estaba un poco más atrás de Bella. Él realmente parecía muy descontento con la decisión de su novia. Y era obvio que su voto era un rotundo no.
—Cállate —le dijo Bella de inmediato en un susurro alto— ¿Alice?
La nombrada, que estaba abrazando a Jasper, sonrió y se separó del hombre para acercarse a Bella con una enorme sonrisa— yo ya te considero mi hermana —se dieron un gran abrazo— sí.
—Gracias —Bella miró entonces a Jasper.
—Yo digo sí —habló desde su lugar, siempre manteniendo la distancia de esa humana, lo gracioso era que Lydia estaba casi a su lado y era como si no se percatara de ella— sería agradable el no querer matarte todo el tiempo.
Bella asintió con cierta incomodidad pero satisfecha con la respuesta de Jasper. Alice lo miró casi como si quisiera reír pero se contuvo.
—Lo siento —fue el turno de Rosalie para hablar— lamento muchísimo cómo me comporté con ustedes. Y te agradezco que tuvieras el valor de ir y salvar a mi hermano. Pero esta no es la vida que hubiera escogido. Ojalá hubiese habido alguien que votara "no" por mi. Entonces no.
Bella pareció decepcionada, pero en realidad ya esperaba esa respuesta por parte de la rubia.
—Yo voto, por supuesto que sí —dijo Emmett abrazando a Bella y dándole una vuelta en el aire— podemos encontrar otra razón para pelearnos con los Vulturi.
Ambos rieron.
—Yo ya te considero parte de la familia —habló Esme con una pequeña sonrisa— sí.
—Yo digo no —dijo Evander con voz firme y seria, daba un poco de miedo. Estaba abrazando a Esme por los hombros— lo siento, Bella.
Ella frunció el ceño. No le gustó para nada esa respuesta pues estaba casi segura de que diría que sí.
—¿Por qué? —lo interrogó con disgusto.
Él negó, restando importancia al asunto.
—No necesito darte una razón. Simplemente digo no —la miró fijamente.
Ella asintió con molestia y dirigió su vista a Carlisle y Lydia. El rubio se separó de su novia para dar un par de pasos al frente, miró a Edward en lugar de a Bella.
—Lo siento, Bella. Entiendo lo que quieres pero siempre apoyaré a Edward y estoy seguro de que podrán enfrentarlo juntos. No necesitas ser una de nosotros para amar a Edward. Mi respuesta es no.
Una vez más, Bella parecía decepcionada, casi molesta. Por un segundo, Lydia se percató de que la chica iba a resoplar pero no lo hizo.
—Es un empate —murmuró y miró a Lydia. Todos lo hicieron.
La chica se sonrojó ante repentina atención.
—También eres parte de la familia, Lydia —le dijo Alice— tu voto es importante.
Ella miró a todos los presentes.
—Yo... uhm... en realidad no sé qué decir. Prefiero dejarlo de esa manera.
—Está bien, Lydia —le animó Carlisle— sólo di lo que opinas.
Suspiró cansada. No quería decir nada, no tenía ninguna opinión particular. Pero afortunadamente no se sentía presionada, simplemente diría lo que había en su cabeza.
—Yo... creo que es una decisión complicada. Bella, aún eres muy joven y pienso que estás tomando decisiones apresuradas. No conoces nada más allá de Edward y Forks —sonrió— pero al igual que tu, soy una humana que se enamoró de un vampiro y hemos hecho bastantes locuras en los últimos meses. Si estás completamente segura de esto, supongo que está bien. Adelante —se encogió de hombros.
Bella no parecía muy satisfecha con las palabras de Lydia pero había ganado el "sí" y era lo único que importaba. Edward era el menos contento en esa habitación pero también se resignó y se fue junto a Bella para llevarla a casa. Probablemente tendrían una incómoda conversación en el auto.
Era el turno de Lydia para hablar. Todos se sentaron en la bonita sala y Lydia y Carlisle permanecieron al frente. Las miradas de todos reflejaban auténtica curiosidad.
—Hay algo que todos deben saber —comenzó la chica sin soltar la mano del rubio— Carlisle y yo investigamos durante los últimos meses la razón por la que no podían detectar mi aroma pese a que era una humana. Y encontramos la respuesta.
Carlisle colocó su mano libre en el hombro de Lydia mientras ella se recuperaba de los repentinos nervios que inundaron su cuerpo.
—¿Qué fue lo que descubrieron? —preguntó Evander impaciente. No le gustaba el suspenso que se había formado tan de pronto.
—Lydia tiene sangre de ángel —dijo Carlisle por fin.
Todos parecieron aún más confundidos.
—¿Hablas enserio? —preguntó Emmett pero el tono que usó era de emoción y tal vez de felicidad.
—Sí —contestó Lydia mirándolo— aparentemente mis antepasados salvaron a un ángel y con ayuda de las brujas, mezclaron la sangre del ángel con la de los humanos para protegerlos de las criaturas sobrenaturales. Por eso ningún ser sobrenatural puede olerme o rastrearme.
—Vaya —murmuró Jasper y todos lo miraron— creí que los nefilim eran un mito. Cuando aún era recién transformado se corrió el rumor de humanos con sangre de ángel pero nunca nadie los encontró. Supongo que esa es la razón. Todos los vampiros que conozco... piensan que es un mito.
—Creímos que era importante que todos lo supieran —les dijo Lydia con una sonrisa— todos ustedes han confiando en mi al contarme su secreto y pensé que lo mejor era no guardar secretos o mentir.
Esme sonrió enternecida y Evander parecía igual de orgulloso. Miró a Carlisle con un asentimiento.
—Bueno, mientras Aro no lo sepa, no pasará nada —dijo Evander con una gran sonrisa— tranquila, no dejaremos que nadie te haga daño.
—Por supuesto que no —Emmett estuvo de acuerdo.
Lydia le sonrió y Carlisle estuvo a punto de hablar cuando la chica se adelantó.
—Hay algo más —se apresuró a decir y todos escucharon la forma en que sus latidos se aceleraron repentinamente. Carlisle la miró con el ceño fruncido. Ella bajó la mirada sin saber cómo decirlo.
—¿Lydia? —le habló Carlisle con curiosidad.
Las mejillas de la chica estaban rojas y sus ojos se habían cristalizado repentinamente. Miró a Carlisle con ojos de cachorro.
—Tengo dos meses de embarazo —su voz sonó como un susurro pero todos los vampiros la escucharon fuerte y claro.
Si un vampiro fuera capaz de desmayarse, Carlisle ya estaría en el suelo igual que los demás Cullen. Todos quedaron en completo shock mientras miraban a Lydia sin comprender lo que acaba de decir. ¿Embarazada? ¿Era eso posible?
Ella volvió a bajar la mirada avergonzada. Sus ojos se comenzaban a cristalizar.
—Lamento no decírtelo antes —dijo a Carlisle sin mirarlo— esta mañana me entregaron los resultados sanguíneos ya que mi periodo es muy irregular pero había tenido algunos síntomas y prefería esperar a una prueba sanguínea.
El hombre no era capaz de decir nada, en realidad nadie tenía palabras. Simplemente estaban impactados. Habían tomado muy bien la información de que Lydia era una nefilim, pero... ¿embarazada?
Emmett se puso de pie y se acercó a Lydia para darle un abrazo bastante suave.
—Felicidades —le dijo con cierto tono de orgullo.
Los demás parecieron regresar a la realidad luego de eso pero aún así, no sabían qué decir.
—¿Es eso posible? —preguntó Alice en un murmuro. Nadie se perdió de esa diminuta sonrisa ladina que la iluminó repentinamente.
Todos miraron a Carlisle, quien parecía tener la mente en otro lugar.
—No lo sé —dijo por fin y miró a Lydia— nunca había escuchado algo así.
—Tal vez debamos dejarlos solos para que hablen de esto —sugirió Evander mientras se ponía de pie— felicidades, Lydia —le sonrió.
Ella asintió y murmuró un "gracias".
—Felicidades, Lydia —esta vez se lo dijo Esme y se acercó a darle un abrazo antes de irse junto a su esposo.
Todos se marcharon, dejando solos a Carlisle y Lydia. Ella miró el suelo pues no era capaz de mirar los ojos de Carlisle. Él la tomó de las mejillas para hacerla mirarlo.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? —preguntó con suavidad. Lydia no detectó molestia o enojo.
Se encogió de hombros y limpió las lágrimas que se habían acumulado en sus ojos.
—Tenía miedo y no supe cómo decirlo —sus comisuras labiales bajaron— ¿estás molesto conmigo?
Carlisle sonrió y un intenso brillo llegó hasta sus ojos.
—Por supuesto que no, aunque admito que fue una noticia muy impactante. Deberíamos ir al hospital y hacer algunos estudios. ¿Estás bien? ¿Has tenido algún síntoma extraño?
Ella negó con una pequeña sonrisa.
—Nada extraño. En realidad sólo tengo nauseas por la mañana pero fuera de eso me siento de maravilla. Creo que es por mi condición. Además, te recuerdo que también soy doctora —rió— si hubiera algo mal... ya lo habría notado.
Él asintió y no lo pensó dos veces antes de besar los labios de su contraria. Parecía un sueño y hacia mucho tiempo que Carlisle no tenía uno. ¿Todo esto era real? No lo podía creer. Pero si era sincero consigo mismo... estaba emocionado.
—Mañana a primera hora iremos al hospital. Si te sientes mal o lo que sea, sólo dilo —no lograba pensar con claridad con la cantidad de ideas que le llegaban al cerebro, se sintió abrumado— te haré un análisis de sangre, una ecografía, un examen de orina, tengo que revisar constantemente tus signos vitales, tal vez debería hacer la despensa de nuevo. ¿Ya dije que un examen de sangre?
—Carlisle —lo sacó de su balbuceo— todo estará bien, ¿de acuerdo? Mañana iremos al hospital y te dejaré hacerme todos los estudios y pruebas que necesites para sentirte más tranquilo. Sé que tienes miedo... yo también lo tengo pero te juro que nunca en mi vida me había sentido tan bien como ahora. Te diré si siento algo extraño.
Asintió. Si Carlisle tuviera la capacidad de llorar, ya lo habría hecho en ese momento. Colocó ambas manos en el vientre de su novia y se quedó quieto un momento, entonces escuchó unos latidos apenas perceptibles, seguramente Lydia lo ocultaba por su condición pero ahí estaba, ahora que ponía mucha atención lo escuchaba. Era apenas perceptible el pequeño bulto en el vientre de la chica, antes no lo había notado y se sentía muy mal por ello, pero estaba justo allí y lentamente comenzaba a crecer.
Un bebé. Realmente sería padre. Era algo que jamás hubiera imaginado. Había tantas emociones recorriendo su cuerpo y tantas pensamientos en su cerebro. Una familia real, un humanito tendría su sangre. Se preocupó... ¿y si era un monstruo igual a él? No. No debía pensar en eso ahora, quería ser positivo y pensar que todo saldría bien. Que ese ser sería igual a Lydia porque Justo ahora estaba escuchando sus latidos... si fuera igual a él, eso no sería posible. Tenía un corazón lleno de vida y una intensa calidez. Con ojos cafés o tal vez azules como fueron los de él en el pasado. Tendría mejillas sonrojadas y la sonrisa más hermosa.
¿Sería un niño? ¿Una niña? ¿Qué nombre elegirían? Necesitaba su propia habitación. Frunció el ceño, Lydia y él tendrían que comenzar a vivir juntos.
Despejó los pensamientos y se centró en el presente. No quería preocuparse de absolutamente nada por ahora. Sólo quería seguir escuchando esos tenues latidos que resultaban musica para sus oídos.
: ‹𝟹 todos los votos y
comentarios son muy
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