꒰ 011 !
capítulo┊ ✦. :: once
♡ ﹙bella swan﹚ ❋ ˚ ݂ ꛒ
La casa de los Cullen era realmente impresionante. Carlisle dejó la camioneta en el garaje y tomó a Lydia de la mano para conducirla por la casa a toda prisa.
—La próxima vez te daré un recorrido apropiado —habló con voz calmada y una sonrisa.
Ella sonrió sin soltar su mano.
—Está bien. Ahora hay cosas más importantes que arreglar.
Subieron unas escaleras, afuera ya estaba oscuro por lo que apenas se veía algo a través de las grandes ventanas. Llegaron a una habitación y el rubio cerró cuando los dos estuvieron dentro.
—Es mi habitación —explicó y comenzó a quitarse la camisa.
Lydia perdió el aliento por un segundo pero fue casi como reflejo que dio media vuelta y trató de observar cualquier otra cosa que no fuera al hombre que se estaba desvistiendo.
La habitación era simple hasta cierto punto. Muy ordenada y con la falta de una cama todo parecía más espacioso. Un librero de madera abarcaba una pared completa y estaba repleto de libros, la pared opuesta era un armario también de madera que igualmente abarcaba toda la pared. Otra pared era en realidad una ventana donde se podía observar el bosque y la última pared sólo tenía un par de pinturas que parecían ser muy antiguas y que probablemente valían una fortuna. Además de eso, había un sofá y una mesa de noche. Carlisle le había mencionado que tenía un estudio en casa, por lo que imaginó que ese espacio lo usaba para pasar tiempo a solas o algo por el estilo.
Carlisle sonrió al notar que Lydia le había dado la espalda mientras se cambiaba, no le importaba que lo mirara pero de ser el caso contrario, él también se hubiera dado la vuelta. Se colocó una camisa nueva junto con una chamarra negra y de nuevo se puso la bufanda que llevaba esa tarde.
—Listo —Lydia se dio la vuelta.
—Al menos pudiste avisar —le reclamó aunque no uso ese tono de molestia.
—Sabes que no me importa que mires, ¿cierto?
Ella se sonrojó y no supo qué decir. Aunque no fue necesario, Carlisle frunció el ceño.
—Quédate aquí un minuto. Alguien está en la casa.
—Está bien.
El rubio salió rápidamente y Lydia tuvo la oportunidad de ver más detenidamente la habitación de Carlisle. Se acercó a donde Carlisle había dejado la camisa que había usado, el hombre no transpiraba por lo que siempre olía muy bien además de que usaba loción y eso hacía que oliera aún mejor. Tomó la camisa y aspiró su aroma un segundo. Podría hacer eso toda la noche.
Decidió dejar la prenda en su lugar para no parecer una acosadora en caso de que alguien apareciera y miró el librero, recorriendo los lomos de los libros con sus dedos. Parecían antiguos muchos de esos libros además, estaban en diferentes idiomas. La mayoría eran de medicina y otros cuantos eran sobre diversos temas. Probablemente Carlisle ya los había leído todos, lo que le hacía mucho sentido a Lydia, pues el hombre lo sabía básicamente todo.
—Carlisle es un fanático de la lectura —se sobresaltó al escuchar aquella voz— lo siento, no era mi intención asustarte.
Miró a Evander con una sonrisa. El hombre estaba recargado en el marco de la puerta con los brazos cruzados.
—¿Está todo bien?
—Más o menos. Laurent apareció y está hablando con Carlisle. Quiso que me asegurara que tú estuvieras bien.
—Lo estoy aunque trato de no perder la cabeza. Estoy preocupada por Bella.
Asintió.
—Entiendo. Pero haremos lo que sea para protegerla —se enderezó— ven, ¿quieres un café?
—Estoy rogando por uno ahora mismo.
Evander rió y guió a Lydia por la casa hasta la cocina. Carlisle y Laurent estaban en otra habitación por lo que no pasaría nada. Esme también estaba en la cocina y sonrió un poco al ver a la chica.
—Tenemos café con sabor a chocolate, vainilla y caramelo. ¿De cuál te gustaría?
Lydia frunció el ceño.
—Creí que no tomaban café.
—No lo hacemos. Carlisle le pidió a Esme que los comprara porque pensaba invitarte pronto a la casa. No le digas que te lo dije.
—No lo haré —ahogo una gran sonrisa— de vainilla está bien.
Evander le entregó una taza llena de café cuando estuvo listo y ella le agradeció. Era justo lo que necesitaba para mantener la calma. Evander se acercó a su esposa y besó su cabeza, lucían realmente lindos juntos.
—Llegaron los demás —habló Esme luego de casi diez minutos— esperamos aquí hasta que se vaya Laurent y luego veremos cuál es el plan.
—Tal vez... sea mejor que yo regrese a casa. No quiero estorbar en su camino.
Esme se acercó a la chica y le dirigió una mirada llena de ternura.
—¿Qué dices? Tú también eres parte de la familia ahora y Carlisle y todos nosotros nos sentimientos mejor si sabemos que estás a salvo hasta que todo esto acabe.
—Harás que Carlisle pierda la cabeza si te marchas —complementó Evander— créeme cuando te digo que se sentirá mejor si sabe que estás cerca.
Lydia se sintió extraña. Le gustaba ser parte de esa familia y estaba agradecida que la tomaran en cuenta. No dijo nada pero no era necesario.
Bajaron a prisa las escaleras y Lydia los siguió a su propio ritmo. Estaban todos reunidos, algo preocupados y acelerados, tal vez a la defensiva.
Carlisle se acercó a Lydia con expresión preocupada, en una pregunta silenciosa: "¿estás bien?" Lydia simplemente asintió.
Pero entonces su celular comenzó a sonar, ambos miraron, dándose cuenta que era el nombre de Charlie el que aparecía en la pantalla.
—Debe estar preocupado —murmuró— hablaré con él para tranquilizarlo un poco.
—De acuerdo. Te veo en un momento.
Lydia se alejó un poco del ruido y atendió la llamada. No podía ver a Charlie, pero sabía perfectamente que estaba nervioso o tal vez preocupado.
—¿Charlie?
—Lydia... yo... lo siento por llamarte. Es solo... no sabía a quién más acudir.
—Tranquilo, Charlie. Dime qué ocurre.
—Es Bella. Hace unos minutos llegó muy molesta a casa y simplemente tomó sus cosas. Dijo que manejaría toda la noche para irse con su madre.
—Entiendo. Tranquilo —suspiró— puedo hablar con ella y tratar de hacerla entrar en razón. Tal vez necesita una platica de chica a chica.
Escuchó a Charlie liberar un poco de aire.
—Te lo agradezco, Lydia. Y lamento causar tantas molestias.
—Ni lo menciones, Charlie. Te llamaré más tarde.
—Entiendo. Gracias.
La llamada finalizó. Lydia se sentía mal por Charlie, era un buen hombre y sólo se preocupaba por su única hija. Cualquier padre que sintiera un poco de amor por un hijo estaría de esa manera.
Escuchó entonces que un auto se alejaba y algunos otros murmuros. Luego vio a Edward, Rosalie y Emmett salir de la casa.
—Van a tratar de desviar al rastreador un poco —explicó Carlisle llegando a su lado— ¿cómo está Charlie?
—Preocupado. Le dije que intentaría hablar con Bella.
Asintió.
—No pensaba que todo ocurriría de esta manera, pero me alegro que estes a salvo.
Lo miró preocupada, colocando ambas manos en su cadera. Carlisle colocó ambas manos en las mejillas de la chica.
—Tal vez deba ir a casa. Yo estaré a salvo y seguramente ustedes tienen muchas cosas que hacer.
Carlisle no quería eso. No quería separarse ni un solo segundo de Lydia pero no estaba seguro de como pedírselo.
—Me sentiría más seguro si te quedas aquí... conmigo. Ahora mismo estoy muy preocupado y saber que estás a mi lado me hace sentir tranquilo.
Los ojos de Lydia brillaron por un segundo pero finalmente asintió. Honestamente, ella también se sentía más segura estando junto a Carlisle.
—De acuerdo. ¿Está bien si uso el baño?
El hombre rió y besó la frente de Lydia.
—Por supuesto. Subiendo las escaleras, la primera puerta a la derecha.
—Regreso en un minuto.
Las siguientes horas fueron muy tensas para todos. Y fue aún más tenso en los siguientes dos días. El rastreador, James, descubrió que seguía un rastro equivocado y al parecer le fue sencillo encontrar a Bella. Carlisle, Edward y Emmett se fueron rumbo a Phoenix para alcanzar a Bella, Alice y Jasper pero cuando llegaron James ya había mordido a Bella.
Lydia no supo mucho al respecto pues Carlisle no quiso hablar mucho sobre lo ocurrido. Lo importante era que Bella iba a estar mejor y para fortuna de Charlie, iba a regresar a casa.
Alice había logrado acomodar todo para que pareciera un accidente debido a la torpeza de Bella y ya que Carlisle tenía muchos conocidos en el círculo médico, bastaron unas llamada para que atendieran a Bella y no hicieran preguntas cuando el informe se alteró.
James había muerto definitivamente y todo estaba bien. Eso hasta que Lydia recordó que aún debía asistir a la boda de su hermana.
: ‹𝟹 todos los votos y
comentarios son muy
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