Epílogo
Cuando llegamos al hospital junto con Nathan, nos atendió una enfermera.
—¿Podrías buscar a la doctora Sheila Jenkins? —le pidió Nathan a la enfermera—. Es su madre —añadió, apuntándome.
—Claro —sonrió, luego de terminar de suturar mi herida, yéndose a buscar a mi madre.
—Escucha, déjame hablar a mí con ella —dijo, susurrando—, la criatura no es de conocimiento público, solo lo saben el gobierno y algunos policías, no cuentes nada —me pidió amablemente.
—De acuerdo —asentí.
Luego de un rato, Sheila llegó.
—¿¡Qué te pasó, donde está tu padre!?
—Lo siento Sheila, pero... han entrado a robar a tu casa —dijo, mintiendo—, Tyler luchó con él, lo suficiente hasta que pude llegar, pero llegué muy tarde —dijo, abrazándola cuando ella empezó a llorar.
—¿Y qué le pasó al brazo de Mike? —preguntó un rato después de que se tranquilizara y dejara de llorar.
—Intentó ayudar a Tyler, pero...
No necesitó de terminar la frase, pues ella supuso todo, abrazándome.
—Tranquilo, cariño. Todo estará bien —sonrió ella, haciendo que me sienta culpable por no decirle la verdad.
Luego de eso, ella fue a cambiarse, puesto que justo ella salía ahora, ya que son las 06:00AM.
—Odio mentirle a mi madre...
—Tranquilo, es por una buena causa —sonrió él.
...
Nathan nos llevó a casa, despidiéndose, yéndose de nuevo a la comisaría.
Ya no estaba el cuerpo de la criatura, supongo que se lo habrán llevado. Tampoco estaba el cuerpo de Tyler.
—Cariño, ve a dormir, apenas has dormido —sonrió ella.
Asentí y me fui a mi cuarto. Me acosté en mi cama y cerré los ojos.
No tenía sueño, y aunque lo tuviera, no paraban de aparecerme imágenes de lo que sucedió en la noche.
No tenía sentido que esa cosa pueda existir. Aunque claramente existía, después de todo asesinó a mi padre y a mi mejor amigo.
De pronto, me quedé dormido.
15 años después.
Estaba yendo a visitar la tumba de mi padre como hacía todos los fines de semanas. Tenía un ramo de rosas azules en mi mano.
Caminaba por el camino de grava de siempre, hasta que llegué a una lápida.
"Que en paz descanse Tyler Jenkins; 1961-2000"
Cada vez que veo ese año me corre una sensación de culpa, debí de haber ido a su cuarto cuando escuché el estruendo.
De pronto, una sensación de ser observado apareció, tal y como aquella noche. Miré hacia atrás, pudiendo notar una figura delgada y grisácea entre los árboles, con dos ojos brillantes.
—¿Sigues... con vida?
Esa cosa se fue hacia atrás, desapareciendo por los árboles, y con ella, mi sensación de seguridad.
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