1 de agosto, 2018

-¿Realmente piensas que puedes obligarme a ir con el?

No estaba de acuerdo con aquello. Su rostro transmitía total y completa molestia mientras se cruzaba de brazos y se recargaba contra la pared rogando por no ir.

Su equipaje ya estaba a dentro de el auto y no habia forma de que lo convencieran a ir a ese jodido viaje hermano-cuñado que su hermana mayor habia planeado en su contra. Bueno, en realidad era hermano-malcriado y cuñado- falso que se odian.

-Puedo, y lo haré. Además, será divertido ya verás. -dijo su hermana mayor mientras terminaba de tomar alguno implementos de su viaje.

Ella suspiro con fuerza- Ustedes dos tienen mucho en común, se que se entenderán muy bien.

-Lo dudo.

-Oh, vamos. Dale una oportunidad, ¿Por qué lo rechazas de esa forma?

-¡Nos mudamos a Great Lakes City por él, Lori! Tuve que reiniciar mi vida a mitad del año escolar solo porque tu novio vive aquí. Se supone que creció en Royal Woods ¿cierto? ¿Por qué no regreso el? 

-Es mi esposo ahora, Lincoln. -dijo con pesadez, ya habían tenido esa conversación cientos de veces- Además, yo tome la decisión, porque era una gran oportunidad laboral para mi...

-Si, porque casarte con tu jefe no venía escrito en el ascenso.

-Necesitabas cambiar de ambiente...

-¿Y mamá y papá? -Soltó de repente temeroso a la respuesta- ¿No me van a echarnos de menos? 

Ella se acerco a su hermano con pena, acaricio su cabello blanco delicadamente y sonrió con tristeza:

-Linc, ellos, bueno, estan pasando por unos momentos difíciles, estan yéndose abajo, y no quiero que tu vivas en esas condiciones.

-Pero no tengo nada aquí, y ese tipo no me agrada. ¿Puedes, al menos, tratar de entenderme

-Se que esto es difícil para ti, Lincoln. También se que quizá fue egoísta de mi parte y te pido una disculpa por eso; pero por primera vez en mucho tiempo, me siento feliz de nuevo.

-¿Nuestra familia no te hacia feliz? -sus orbes claros se abrieron con tristeza

-Hermanito, tu eres lo que mas amo en este mundo, me haces muy feliz -beso su frente- Yo me refería a otro tipo de felicidad, de esa que sientes cuando estas enamorada. Algún día lo entenderás, y cuando lo hagas, harás cualquier cosa por esa persona

Él realmente no estaba listo para ver a su hermana tomada de la mano con alguien más y tener que compartirla; pero la rubia no mentía, el albino no podía negar la luz que se habia manifestado en su mirada. Y no tenía el corazón para romperle las ilusiones.

Suspiro con pesar y le sonrió casi con lastima.

-Esta bien, la idea no me enloquece. Pero supongo que un fin de semana a solas con el no van a matarme.

-¡Ese es mi hermano preferido! -dijo emocionada saltando para abrazarlo. El sonido del claxon los sorprendió y ella no pudo evitar sonreír satisfecha.- Es hora de irse.

Lincoln paso su mano por su cabello mientras trataba de imaginar que no sería tan malo como lo imaginaba.

-Adiós Lori -se despidió sonriendo dirigiéndose a la puerta de la casa

Abrió la puerta del vehículo , sonreía tan falsamente como podía a su cuñado. Entro al auto acomodándose en el asiento del copiloto, su hermana le veía desde fuera agitado una mano energéticamente.

-¡Los amo! -grito hacia los dos hombres que adoraba mientras sonreía- ¡Diviértanse mucho!

El auto finalmente comenzó a avanzar y Lincoln pudo hundirse en la tranquilidad de su miseria mental. O bueno, al menos fue lo que intento.

-Entonces... Lincoln... -llamo su nombre- ¿Qué tal las cosas en la nueva escuela?

-No conozco a nadie y la gente es muy juzgona, clasicista y racista, tanto que estan empezando a joderme la existencia. Así que... -sostuvo la respiración- me va de la mierda, muchas gracias, Santiago

-Oh... -mantenía su vista al frente- Supongo que me ves como el malo; pero nosotros podemos, ya sabes, ser...

-¿Amigos? Estoy siendo muy tolerante con todo esto, así que limítate a conducir, Roberto.

-No hay razón para ser agresivos, Lori dijo que...

-Lo sé, lo sé. "Debo ser amable contigo".

-Escucha, entiendo que estés molesto. Y no pretendo reemplazar a tus padres, o algo así. Pero, perdí a tu madre cuándo era más joven, y no quiero que vuelva a pasar, ella me hace feliz. Así que si pudieras mantener las cosas tranquilas entre tu y yo te lo agradecería muchísimo.

-Solo, no te metas más conmigo y yo me mantendré al margen de su cuento de hadas. ¿Tenemos un trato? -Dijo sin despegar su vista de la ventana.

-Trato.

Lincoln bajo la cabeza abatido, saco sus audífonos desenredando el condenado cable que siempre le daba problemas, se los coloco para ignorar el resto del camino y fingir estar en un sueño profundo; pero era tan debil que realmente cayó dormido.

Las cosas habían cambiado demasiado los últimos meses;  su hermana recibió un ascenso en el trabajo, comenzó a llegar más tarde a casa, a pasar horas pegada al teléfono y recibir regalos caros sin razón aparente.

Esa noche en especifico, Lincoln estaba contento viendo un reality show estúpido en la televisión cuando de repente Lori apareció en casa con comida chatarra y un hombre en la puerta. Así que si, su hermana le habia traído un cuñado con una orden de papas fritas extra grandes.

Resulto que su nuevo jefe, era también un viejo compañero cuando era estudiante de intercambio hacia mas de treinta años atrás, además, de que era algo así como un amor de verano que tuvo en su juventud. Solo que ahora con dinero y el poco a poco llenándoselo de un color plateado. Ellos tuvieron un reencuentro romántico e inesperado de telenovela, lo que resulto en un anuncio de boda.

Si, el obtuvo una gaseosa sin hielo y su hermana un esposo. Irónico ¿no?

Realmente no le pareció tan malo, no hasta que supo que se mudaría; quizá su resentimiento hacia el comenzó allí. Por eso y porque era una de las personas más egocéntricas del mundo, y en su casa solo habia espacio para alguien así, y el era ese alguien. Por lo que el tal Bobby podía ir a creerse el súper modelo a un asilo.

En fin. Eran solo dos día, el podía lidiar con eso. Después podría regresar a desempacar en la comodidad de su habitación, colgar nuevos posters y besar los muchos discos que su hermana le habia regalado para sobornarlo.

-Lincoln, despierta, Lincoln -lo llamarón. Escuchar esa voz le producía jaqueca, o al menos eso sintió.

Se restregó los ojos con molestia.

-¿Ya llegamos?

-Así es. -le sonrió- baja, debemos dejar el auto aquí y entrar caminando.

El albino se levanto, renuente a las acciones del otro. Lo vio luchar por sacar un par de bolsas para dormir y una grandes telas que parecían no tener forma de portaequipaje.

-Maldición...- Me hará dormir en el suelo. Pensó.

-No me culpes a mi, fue idea de Lori; pero si no logramos armar la tienda, iremos a un hotel grandioso cerca de aquí, te lo prometo. Pero no se lo digas, o me asesinara.

-Eso me da tranquilidad. -dijo sarcástico.

El poco altruismo que existía en su cuerpo e hizo moverse hacia el para ayudarlo a cargar las cosas. No era un secreto que le costaba trabajo caminar, aunque el albino no sabía la razón exacta.

-Gracias, Lincoln -dijo sonriéndole- mi pierna inútil comienza a traicionarme.

La amabilidad de el mexicano parecía quemarle. Si fuese un poco más cruel, desquitar su frustración siendo hiriente con el sería fácil.

-De... ¿nada?

Ambos caminaron a través del sendero marcado y se adentraron en el bosque.

-Yo solía vivir muy cerca de aquí. -dijo respirando el ambiente fresco.- cuándo era adolescente.

-¿No era aterrador vivir tan cerca de el bosque? 

-De echo, hay una gran historia sobre este lugar -Si, Bobby reamente quería acercarse- Cuándo era joven, esta zona estaba cerrada y se decía que habia algo misteriosos escondido aquí dentro.

Ladeo la cabeza repentinamente intrigado- ¿Algo? ¿Cómo que? ¿Un animal? ¿Un monstruo?

-Solían decir que hacían experimentos a orillas del lago y que se veían cosas extrañas entre los arboles -sonrió con nostalgia- O al menos eso solía decir mi hermana.

-Ah, tienes una hermana. Eso significa que hay más personas descerebradas y tontas como tu en este mundo.

De pronto su rostro cambio de una sonrisa a un semblante serio con algo de tristeza.

-Mi hermana... Claro... Ella... Mi hermanita murió cuándo tenía dieciocho años.

Joder, su boca no le ayudaba mucho últimamente.

-Dios, no quise, yo no... De verdad lo siento. En realidad, no tenía idea y...

-Esta bien, fue hace mucho tiempo. -La forma en el que lo dijo fue tan tajante y gélido, tanto que le hizo sentir culpable- No tiene importancia. Antes de que anochezca, ¿Quieres ir a pescar?

Lincoln asintió. Se había quedado sin palabras. Bobby no había sido tan abierto en sus emociones con el.

El lago lucía pulcro y estático, la fuerte espalda de Bobby se marco cuando empujo el viejo bote en dirección hacia el agua. El albino no pudo evitar pensar en su padre por un segundo, y aunque intento silenciar la voz de su cabeza que su padres en realidad no lo querían, y que solo nació porque su padre no se puso el preservativo.

La vio tomar un salvavidas naranja y luego le acerco uno.

-No voy a usar eso. Estas tonto si crees que lo hare -dijo juzgándolo con la mirada.

-La seguridad ante todo -insistió el moreno- Un salvavidas no dañara tu estilo.

-Dije que no, no seas ridículo.

-Que rebelde. ¿Al menos te colocaste protector solar como te pedí?

Rodo los ojos.- Si, falso padre, lo hice.

-Bien, entonces ¿Qué esperas? Toma una caña y vamos. Te enseñare a pescar -dijo sonriendo

-Mas te vale hacerlo bien -soltó tosco de ocultar que quizá si le emocionaba ligeramente la idea de aprender.

La tarde avanzo entre un cielo que se tornaba de naranja a un suave rosa. Con Lincoln sin atrapar ni a un solo pez y a Bobby con su inconfundible risa resonando por doquier.

Lincoln vivió un momento poco amargo cuando de alguna forma extraña se sintió menos ignorado, cuando su alma acepto tan solo un poco a ese hombre en su vida; hasta que todo se arruino.

-Lincoln... -lo llamo el mayor- Lori me pidió que hablara sobre algo importante, es sobre navidad y...

-Siempre paso navidad con mis padres -declaro como si de una verdad se tratase.

-Lo sé; pero este año, Lori cree que sería que la pasaras mejor aquí, con nosotros.

-¿Que? -Una respirar y un semblante violento acompañaron sus palabras.

-Se que no debería decirte esto, pero, Lincoln, será bueno pasar tiempo con nosotros. Esta es tu nueva ciudad, deja tu vida antigua atrás. Todas las cosas de tus padres.. No valen la pena, son personas muy...

-No. -se levanto de el bote, y la madera crujió ante su peso.

-Oye, esto es ridículo. Siéntate -hablo serio- digo, de buena forma.

-Entiendo lo que dices, pero mi vida no era mala. Solo...

-Escucha, tus padres tienen problemas con sus deudas y el juego. No es seguro para ti estar con ellos.

-No los conoces ¿Quién te crees para decir eso? ¡No! ¡Lo dicen para alejarme de ellos! Ni siquiera deberías atreverte a hablar sobre eso -habia heredado unas de las peores cualidades de sus padres; su terrible temperamento.

-Por favor. Se racional y tranquilízate, Lincoln, siéntate, ahora.

-¡No lo haré! Piensas que porque mi hermana te eligió a tu ambos tenemos que hacer todo lo que digas, pero estas muy equivocado.

-¡No se trata de mi! ¡Deja de moverte o vas a voltear el bote!

-¡Todo esto es tu culpa! ¡Desde que tu llegaste ustedes dos pretenden organizar mi existencia desde cero! ¡Te odio! ¡Desearía regresar a mi vida hasta donde tu no estabas en ella!

Desear, es humano, al igual que el odio.

Pareció cómico pensar que sus palabras inútiles podían tener un significado místico cuando en realidad no tenían nada que ver con el deslizar de sus pies sobre el bote Quizá el único sentido que tenían era ser coincidentes a la poca estabilidad del chico y al impulso hormonal que se detono su caída.

Sin embargo, aquellos que no son capaces de buscar un trasfondo le llamarían predecible, los de poco conocimiento; magia, quizá, pero no era ninguna de ambas. Era más complicado...

Estaban a la mitad del lago; el pequeño bote cedió y el peso de Lincoln le hizo caer al agua.

Su pecho ardió cuando su torso golpeo contra la capa de cristal liquida que pareció presionar su cuerpo hacia el fondo. Lucho por ir a flote, pero le fue imposible, porque poco a poco continuaba hundiéndose en las profundidades del abismo oscuro en el que se sumergía y que intentaba arrastrarlo al rasgar su piel.

El dolor que sintió fue inexplicable, comenzó a escuchar truenos y la luz de los fuertes rayos lo cegó. Se estaba quedando sin aire y podía jurar que experimento como las partículas de luz se dividieron en el agua, adhiriéndose a el mientras lo separaban en partes enviándolo hacia la oscuridad total.

Quiso gritar, dejando escapar así su ultimo aliento cuando el el agua que mantenía cautivo en el fondo del lago lo impulso hacia afuera, elevando su cuerpo inconsciente hacia la superficie.

La lluvia habia comenzado de repente y yodo permanecía irremediablemente oscuro. Las ramas de los arboles se movían endemoniadas cuándo las agitaba, mas las ondas en el agua guiaron su cuerpo hasta la orilla.

El no lo sabía; pero habia atravesado alfo que ni siquiera era capaz de comprender.

1 de agosto, 1986.
152 días antes de...

Lincoln habia despertado en una habitación desconocida y comenzaba a plantearse que tanta agua que habia tragado habia causado ello, porque no habia forma de que eso en realidad estuviera pasando.

Estaba sentado en la cama mientras temblaba y comenzaba a recordar. Su espina dorsal le dolía, podía sentir pequeñas descargas eléctricas cuando sus pies descalzos rozaron la alfombra.

Una chica de ojos marrones lo veía con curiosidad. Tenia un cuaderno de apuntes y parecía anotar cada palabra que salía de su boca.

-Veamos. Según tu versión, un rayo te atravesó mientras te ahogabas.

-¡Si!

-Es muy poco probable -dijo la pelinegra, sus rojizos labios se fruncieron incrédulos- Un humano no soportaría una descarga eléctrica y las sales en el agua lo hacen un conductor natural, así que, según mis cálculos, habrías muerto electrocutado.

Oh, no. La chica era toda una sabelotodo.

-René, por favor. ¡Se que no pertenezco aquí! No te miento.

-En primer lugar, es Ronnie. Y en segundo ¿consumes ácidos, cocaína o alguna droga con frecuencia?

-¿Que? ¡No! -la chica anoto aquello en su libreta.

-¿Te inyectas? ¿usas pastillas, marihuana o cocaína? 

-¡No soy un drogadicto! -vocifero- Además, dijiste una de esas drogas dos veces.

Ronnie Anne se acomodo un mechón de cabello que caía a su frente y en su ojo izquierdo, que lucia reluciente, igual que el derecho. El peliblanco pudo notar el brillo y la intensidad del color avellana oscuro que lo veía con intensidad.

-Nunca se sabe con la cocaína, amigo -le declaro.

Bien, entonces, si no eran drogas, y este chico, Lincoln, decía la verdad, ¿Cómo era que habia sucedido? Los viajes al pasado era imposibles según la mayoría de teorías y rompían con la estructura física, pero entonces ¿como? o mejor ¿porque?

-Estoy mal, terminare en un manicomio me quedare atrapado aquí para siempre -escondió su rostro entre sus manos. La chica se levanto de pronto y salió de la habitación- Genial, la que me puede salvar me deja solo.

La pelinegra regreso un par de minutos después con un libro en su mano, se lo entrego a Lincoln solo para luego lanzarse a su lado y quitárselo de nuevo. Era un libro de física.

-Mmh... si, aquí. -dijo señalando una pagina en especifico. a diferencia de otras personas que veían el tiempo como una constante, Einstein lo con consideraba como algo relativo, la teoría de la relatividad va de eso.

-¿Eso significa que es imposible y estoy loco? Porque yo también empiezo a creerlo.

-No. -ni siquiera tomaba aire para hablar- El también planteo que la gravedad podría ser capaz de curvar el tiempo, que un objeto victima de este fenómeno se moverían mas lento en el espacio temporal.

-¿Me estas diciendo que el tiempo se altera treinta y tantos años por una caída?

-Quizás no fue la caída, quizá fue el lago. Es decir, la gravedad actúa diferente en el agua, depende de la densidad del liquido al ser atravesado por un objeto. En este caso, tu ahogándote, pero eso no explicaría la existencia de una curva grande.

-¿Eso tiene sentido?

-No lo se. Pero la linea espacio-tiempo parece ser mas debil de lo que creía, y cualquier alteración podría cambiar las cosas significativamente.

-No entiendo ni una...

-No yo aún; pero lo hare. Solo tengo que encontrar el medio y la ecuación correcta.

No tenía ninguna opción además de la adolescente de tercera que escribía cosas velozmente en su libreta. Empezaba a creer que tal vez la loca era otra.

-¿Y cuanto tiempo te tomara eso? -pregunto

-No lo sé, un par de semana. Quizá meses...

-¿Que? No tengo tanto tiempo. -Lincoln se acerco a ella demasiado, chocando su rostro con el perfil de la muchacha. No, definitivamente no conocía el "espacio personal"

Avergonzada, se alejo un poco- Tranquilízate, si esto es real, tu época ni si quiera existe, aún, así que tenemos tiempo de sobra.

El sonido del motor del auto de |a las afueras de la casa, anunciando que alguien más habia llegado, seguido de las llaves de la puerta principal.

-¿Que es eso?= -pregunto Lincoln alejándose de el.

-Demonios, mi hermano esta aquí. -mascullo asustada- ¡Entra al armario!

-¿Que es esto? ¿Una película de los ochenta?

-¡Sola entra, ya! Idiota. Se supone que no tengo permitido traer a chicos a la casa sin consultar

Empujando la espalda de el chico lo obligo a moverse hasta el mencionado armario.

-¿Al menos algún chico va atrás de ti, cerebrito?

-Pues al menos no estoy atrapada en el pasado, patético.

Justo cuando logro encerrar al albino, otra persona entro deliberadamente a la habitación con superioridad.

-Oye, Ronnie ¿sabes donde esta mamá? -se detuvo de pronto al notarla exaltada- ¿Qué estabas haciendo? -pregunto el chico mientras jugaba con su evidente nerviosismo.

-¡Nada! Solo, estaba... llenando encuestas para las universidades. Y no se donde esta mamá.

-¿Porque tu alfombra esta así de mojada?

-Bueno, comenzó a llover y gracias a que decidiste abandonarme tuve que caminar dos kilómetros y medio bajo la lluvia.

-Oh, claro. La película estuvo genial, por cierto. Conocí a una chica, es nueva en la ciudad, va a nuestra escuela y es demasiado linda.

-Si, por supuesto, porque te |pregunte -rodo los ojos.

-Perdón por hablarte de lo que me hace feliz.. Perdóname por tratarte como mi hermana, descarada.

- Deja de molestar a las pobres chicas que vienen de intercambio.

-Aguafiestas.

- Si no tienes nada más que hacer aquí, márchate, tengo que seguir.

Lincoln veía lo que sucedía a través de las pequeñas pestañas en la puerta de madera. Y su estomago comenzó a revolverse.

-¡Solo vine para asegurarme de que no estuvieras con un chico a escondidas!

El chico comenzó a reír, Lincoln conocía esa extraña risa, pero esperaba equivocarse. Sin embargo no lo estaba.

-¡Fuera de mi habitación, Bobby! -Grito la latina, y molesta tomo el brazo del mayor para sacarlo de la habitación, cuando logro hacerlo, azoto la puerta detrás de su espalda.

-¡Oh vamos! ¡Por favor Ronnie Anne, no tienes que sentir vergüenza por eso! -dijo desde el exterior de la habitación.

-¡Jodete!

-¡También te quiero!

La risa seguía y seguía que los líquidos en el estomago de Lincoln subieron por todo su esófago quemándole la garganta cada vez mas y mas.

La chica coloco seguro a la puerta y después se movió de regreso al armario para sacar del encierro al chico.

-Disculpa por eso. Mi hermano es muy tonto y bueno... -dijo la pelinegra con cansancio, se preocupo al notar la palidez en el rostro de Lincoln- ¿Qué te sucede? ¿te sientes bien?

- Ronnie Anne, ¿Qué pasa si alguien de mi época esta aquí?

-¿Dices que alguien mas viajo contigo? 

-No, no, me refiero a que... su versión joven, creo. ¿Recuerdas que te mencione| a mi cuñado? Bien, pues puedo jurar que lo vi hace dos minutos.

-¿Hablas de Bobby? -dijo incrédula- Eso es completamente... -se detuvo pensarlo y mierda- posible...

- ¿Eso significa que si el me ve destruiré mi mundo o algo parecido?

-Tu cruzaste la barrera; de alguna manera, te |adheriste a| esta realidad, pero el Bobby de este tiempo esta muy lejos de conocerte. No es peligrosos si no te relacionas con el.

- Mi hermana y tu hermano se enamoran cuando ella vino de intercambio escolar. Eso quiere decir que ella también estará aquí ¿cierto?

-Muy probable.

Su mente divago por unos segundos que parecieron eternos. Como lo habia visto tantas veces antes en las películas de ciencia ficción, esta era la oportunidad de arreglar su vida. Solo tenias que desviar ligeramente el destino del tal Bobby para que el y su hermana volvieran a su vida de tardes comiendo y viendo películas.

-¡Eso es! Mientras tu encuentras la forma de regresarme a mi época, yo evitaré que ese idiota se acerqué a Lori.

-Comienzas a ser estúpido.

-¡¿Porque?! Solo piénsalo, si ellos se separan y no se cruzan en el futuro, Bobby no me llevara a pescar, y yo debería, ya sabes, aparecer de regreso a mi época o algo así.

-Si te soy honesta, no creo que funcione de esa manera.

-No. ¡Es el plan perfecto! Lo vi en una película, todo estará bien.

-Si es lo que estoy pensando, no. Definitivamente es una terrible idea -Dijo la chica sabiendo que esto de tener cultura general le impulsaría a comprar su fin- Hollywood no va a salvarte.

-¡Claro que si! -cualquier idea sobre viajes en el tiempo habia sido usada ya. Y en el fondo Lincoln se estaba burlando mucho de la necesidad en su cabeza para encontrar alguna referencia.

-¿Y como piensas hacer eso, tonto? -el enorme suéter que Ronnie se habia puesto la hacia lucir pequeña y más delgada. O al menos eso llego a ver Lincoln. Su cabello seguía mojado y parecía temblar de frio.

-En vista de3 que estoy atrapado aquí, me llevaras contigo a la escuela, listo.

-¿Y que les diré a mis padres? ¿Cómo les digo que tengo a un extraño oculto en mi armario?

-Diles que te comprometiste y trajiste a vivir a tu esposa a casa, no digas nada, se que soy genial.

Parpadeo mirándolo extraño.- El futuro es extraño, y tu también -agito la cabeza- Ya se me ocurrirá algo, espero. Pero ni sueñes que te llevare conmigo.

-¿Pretendes que me quede en el armario todo el día hasta que regreses?

-¿Quien dijo que te quedarías aquí?

Ella dio media vuelta pero el chico tomo un mechón de su cabello y tiro levemente para que estuvieran frente a frente.

-Tu lo dijiste, genia -dijo bajando el tono de voz- Así que no puedes negarte, ve esto como un experimento.

-Suena... tentador.

-¿Me ayudaras?

-En nombre de la ciencia, l haré. Pero te prometo que si veo tus ojos ligeramente rojos, te echare a la calle por adicto.

-Eres muy dura para lucir muy frágil.

-No hagas que cambie de opinión -le dijo con severidad mirándolo directamente a os ojos.

Lincoln sonrió complacido. Esto no era tan malo, o al menos en su mente egoísta no se veía así de malo.

No pudo decir nada porque se nublo dentro de su cabeza cuando un recuerdo apareció en ella, azotándole cuando la voz de su futuro cuñado se apodera de sus sentidos.

"-Mi hermana... Claro... Ella... Mi hermanita murió cuándo tenía dieciocho años"

Las palabras de el supuesto remplazo de su padre lo golpearon. Si esta era la casa de el joven Bobby y el y Ronnie Anne eran hermanos, eso significaba que...

-Ronnie ¿Cuántos años tienes? -pregunto temerosos.

-Diecisiete -dijo con tranquilidad, sin saber lo que pasaría.

-Tu cumpleaños... ¿esta cerca? Dime porfavor que no.

-Cumpliré dieciocho en diciembre -la voz de terror de Lincoln la hizo temer- ¿Cuál es el problema?

Diciembre. Cuatro meses. La tomo de los hombros, acercándolo a él. Como buscando su atención; pero la latina no entendió sus palabras, y no debía hacerlo.

-No puede ser, eres tu. -declaro sin explicarse.

Lincoln trago con fuerza, contemplando las facciones de su rostro, aquel rostro que parecía demasiado irreal de cerca adonado con pequeñas pecas. Quizá estaba siendo demasiado egoísta: pero su pecho se retorció paranoico al conocer el destino que estaba escrito para ella.

Y Ronnie Anne deseo con fuerza no sonrojarse cuando ese tipo raro la vio durante tanto tiempo, manteniéndose muy cercano a ella. Aunque, evidentemente, no pudo evitarlo.

Después de todo, no estaba acostumbrada a estar tan cerca de un chico.

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