Capítulo 12: ¡No se nadar¡
La semana siguiente, no quería ver a nadie, trataba de olvidar ese incidente vergonzoso, ver esas caras burlonas me enfadaba bastante. Me la pase en casa tumbada en el piso leyendo el libro "soy un gato" e imaginándome que mi mundo fuera así, como un simple gato.
Fui esos días a visitar a Guille le ayude a ordeñar sus vacas, sus padres eran buenas personas, pero no puedo decir lo mismo que Estela, me echo un baldazo de leche encima, «lo siento Ada no te he visto» pero sabía que lo había hecho apropósito, también me pidió que le ayudara a atrapar su oveja, pero este casi me cornea ¡tenía cachos! al igual que su gallo, que casi me patea, si no hubiera estado su padre para socorrerme, ahorita estaría con un moretón en la pierna.
Mi madre llamó por la mañana, me dijo que alistara las maletas solo nos quedaban 2 días en Griffin. A veces desearía ser una de esas montañas para quedarme incrustado para siempre, en el mismo lugar y ver los días, meses, años y siglos pasar.
Ayudé a Rosa a hacer la limpieza, mi madre vendría por la tarde. Al terminar almorzamos, Rosa hacía unos suculentos guisos para chuparse los dedos.
Como iba a ser mis últimos días fui visitar el lago Dunker, la otra vez Guille me lo enseño, cuando le acompañe a pescar, pesco tres peces y uno me la regalo. Este lago se encontraba a la derecha del rio, pasando unas colinas empinadas, el lago era limpio de aguas cristalinas y a lo lejos se podía observar la montaña Huk cubierta de nieve.
Hay una leyenda sobre este nevado me dijo Guille esa vez. "En la cima de lo alto donde radia el sol en la cúspide hay un mineral que el hombre codicia " el oro" muchos quisieron escalarla, y llevarse su riqueza, pero la montaña jamás hizo volver con vida a esos hombres, cuando la montaña Huk se enoja, produce fuertes avalanchas y tormentas de nieve" entonces le pregunté a Guille ¿nadie la escalado?
Él me dijo: "el Everest pudieron escalar, pero jamás a Huk podrán dominar, solo hasta sus faldas han llegado algunos hombres y alpinistas, es uno de las montañas más violentos de la tierra. Muchos se han perdido y han muerto tiempos atrás"
Cuando llegué al lago me maravillo las bellas flores que abrían sus tiernos pétalos y las mariposas danzar entre ellas vi a Huk a lo lejos y me estremeció recordar esa leyenda.
Me saqué mis short, la camiseta y me metí al lago con la ropa interior y un sujetador rosa, cerré mis ojos estiré mis pies y flote. Pronto me iría tal vez nunca voy a volver, divagaba en mis pensamientos, pasaron así unos diez minutos hasta que el sonido de un silbato me estremeció ¿Qué ocurría?
Miré por todos lados y vi un grupo de personas, unos chicos, llegar al lago, para verlos bien reconocí a Zen, y a los demás de la otra noche de la fogata, estaban esas rubias y Dominik, con ellos. Pero no vi a Estela, tampoco a Albert, ni ese chico pelirrojo me aleje de ellos nadando. Peor justo ahí Gabi me señaló con sus dedos.
Zen gritó— ¡Acércate, Ada, acompáñanos!
Que le podía responder, me sentí avergonzada de como reaccioné la otra noche hice un espectáculo de lo más desagradable—Gracias, pero ya me iba— grité
—La niña de ciudad le da vergüenza estar con nosotros, claro alteza, quiere amigos de la realeza—bufó Gabi
— Vente Ada—insistió Zen
—Pierdes tu tiempo, Zen déjala, jamás se juntará con nosotros, prefiere a sus amigos elegantes de ciudad.
—Oí decir, que tu mamá es profesora de universidad
—De seguro sus padres tienen pasta—mencionó Trent
Pero como sabia lo de mi madre, a la única persona que se lo comente fue a Guille
—Sabes me pregunto por qué serás virgen—comentó Rubí, vi a Dominick reírse, me enoje tanto quería salir e irme tan pronto. Pero Gabi seguía hablando mal de mí. Hasta que mencionó a mi abuelo y ahí no aguanté más me puse mis shorts y mi sudadera rápidamente y fui en dirección de Gabi, estaba furiosa
—¿Qué te sucede? ¿ acaso te hice algo para que me hables de esa manera?— grité
—Tranquilízate no te alteres mojigata,
—No me llames así
—Y cómo quieres que te llame "una santa " rio—Sabes me da pena tu abuelo, ni a su funeral fuiste.
— ¡cállate! no sabes nada de eso.—grité
No la aguantaba más me abalancé contra ella nos agarramos de pelos entre tropezones nos caímos al agua.
Ella me sujetaba del cabello
—Suéltame —grité
—Auxilio—gritó Gabi
Trent gritó—¡Gabi no sabe nadar!
Dominick en ese instante se lanzó al agua, la sujeto y la cargo entre sus brazos, desesperadamente.
Cuando salí del agua, todos estaban socorriendo a Gabi que respiraba entrecortadamente.
Me asusté, y me acerqué para ver si estaba bien. Cuando fui a su lado me gritó: —¡me empujaste, casi me matas!
—Yo, no.. te empuje
—Te ases la víctima, si lo hiciste
—Ya basta —gritó Dominick
—Por qué la empujaste, casi se ahoga no sabe nadar tiene un trauma con el agua, tuvo un accidente hace muchos años—dijo molesto
—Yo lo siento...
—Pues siéntelo ahorita y vete, solo acarreas problemas—me dijo fríamente
Sentí sus palabras como un baldazo de agua fría que me recordaron a las de mi madre— Yo no le he empujado—dije en un murmullo, si levantaba la voz mis lágrimas caerían.
—Pero viniste a provocar.
—Ella fue quien comenzó a insultarme—respondí
—Debiste ignorarla.
—Claro, dejar que me insulte, para ti esa es la solución
—Ya me cansaste, ¿por qué te comportas así? Eres rara, extraña, terca, quien te crees que eres, te alejas de todo, ignoras a los demás no eres sociable, porque te escondes, si sigues así nadie se acercara a ti, nadie—exclamó enfadado
—Ya Nick déjalo—dijo Zen, el apaciguador.
—No sabes nada de mí, así que cállate, y sí ,me gusta estar sola— dije mirando hacia los demás— pero que les importa mi vida, si hablo o no, y si me escondo, o me comporto de esa manera, no les hago daño, veo que algunos me tienen envidia— dije mirando a Gabi y Rubí.
— Pues yo les tengo más envidia, desearía tener sus vidas, ser como ustedes— dije entre lágrimas
—¿Qué quieren de mí? ¿quieren que sonría, que parlotee como ustedes—dije con las mejillas ardiendo.
—De seguro te crees la gran cosa porque creciste en otro lado, pero tú abuelo era muy diferente a ti, no puedo creer que seas su nieta. Sabes si estaría aquí estaría decepcionado de cómo te comportas.
Alcé mi mano y le abofeté—¡cállate, solo cállate, no me conoces!, ¡no sabes nada de mí! y no mencionesami abuelo.
— ¡Saben por qué vine! —dije entre lágrimas mirando a los demás.
—"mi hermano el... murió"
Vi sus caras de asombro ante mi respuesta
—¡Si no les agrado, tranquilos, ya me iré pronto, y jamás me volverán a ver! jamás!—salí corriendo por que a mí, ¿por qué? no hice nada malo, ¿por qué no les caigo bien? ¿por qué?
Me fui corriendo. Nunca alguien me había dicho esas frías palabras, jamás las olvidare fueron como dardos que atravesaron mi corazón.
No encajaba en ningún lugar, pero ¿qué le he hecho? ¿Tanto le desagrado? Quería irme de Griffin cuanto antes. Llegué a casa corriendo".
Rosa me abrió—¿Paso algo?
—No nada, voy a estar en mi habitación, si alguien me busca dile que no estoy—dije con voz temblorosa,
—Me tumbé en la cama boca bajo y apreté mi rostro en la almohada mi mente era un remolino todos los sentimientos se mezclaron, ira, miedo, tristeza, soledad, enojo, todo.
Mi madre llegó en la noche.
Tuve que salir a recibirla
Cuando la vi me dijo
—¿Has hecho las maletas?
—sí
—Desempaca todo, he cambiado de planes, ampliaron el contrato y me aumentaron la paga, voy a dictar clases todo un año
—Queee—me quedé con la boca abierta
—dijiste que nos íbamos ir pasado mañana
—Sí, pero cambie de opinión, pero si tu quieres ir a Madrid, puedes ir querida, te matriculare en tu antigua escuela eso si
—Eso jamás mamá, no quiero estar con esos chicos—Los odiaba eran unos malvados, hipócritas, tenían dos caras uno bueno si les convenia y si no, sacan sus verdaderos rostros. Me dieron la espalda cuando mi hermano falleció, al igual que Cristian mi novio, si los iba a ver seria muerta.
—Bien, tienes dos opciones, te quedas y estudias en la ciudad de Bremen o tu antigua escuela. las clases empiezan dentro de dos semanas.
—Irme a la ciudad de Bremen, no imposible.
—Voy a estudiar aquí mamá en Griffin.
—Estás loca en este pueblo jamás.
Quería quedarme en Griffin porque me gusta, si a veces estoy triste los árboles me animan, Guille, lucas, el abuelo Zacarías Rosa. Son personas a las que aprecio mucho.
Si voy a la ciudad con mi madre, chocaríamos, no la aguantaría ni un minutos, sus quejas. Sus sermones, sus prejuicios etc.
—claro entiendo ya se porque te quieres quedar es por ese pueblerino no.
—¿quien?
—De la otra vez, que te trajo el cerdo.
—Esta loca, jamás saldría con él, jamás, ni muerta, para que sepas lo odio, lo detesto y él también a mí.
—Bien como tu digas entonces, informaré a tu padre sobre tu decisión, por cierto, ¿por qué no le cojes el teléfono?
No hablaba con mi padre desde que se casó sin avisarme, siento que me ha traicionado, pero porque quiere hablarme ya tiene una hijastra, debe adorarla bastante.
—Cuando me sienta bien, hablare con él
—Bien iré mañana haber eso de la matrícula,
Comenzar en una nueva escuela, ¿Qué podrá pasar en estos nueve meses?
¿Qué podrá pasar?, ¿hare amigos? Imposible, no quiero saber nada ni de nadie.
DOMINICK
Llegué a casa estaba mi hermano viendo dibujos en la televisión.
—¿Mamá no llega aún? —pregunté.
—No
—Iré a ducharme, luego preparo la cena— mencioné
Cuando estaba en la ducha, no podía sacar de mi cabeza a esa chica. No sé por qué le hable así, sé que me pasé, le grité demasiado y para colmo no la conozco bién. Además perdió su hermano, sentí algo de pena al escucharle decir eso.
Nevada era una chica rara la más rara que he conocido. Era muy peculiar, no era como me la imaginé, las únicas veces que la vi sonreír fue cuando estaba con mi hermano. Todos los días lidio con chicas que vienen a hacer turismo por estos parajes. Cuando les indico el camino o hago de guía Turístico no se cansan de llamar mi atención, perseguirme o mirarme, lo que me irrita demasiado. En cambio esa chica quiere alejarse más y más.
Espero que les guste la historia
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