Nunca habría pensado che a Kook se le daba tan bien jugar con los bebés. Pero ahí estaba, en el centro de su sala haciendo soltar carcajadas a su sobrino.
Mientras los observaba desde el otro extremo de la sala, Jimin pensó que era eso lo que siempre había querido.
Pero su amor de fábula había resultado ser una pesadilla abrumadora y demasiado real en su crudeza.
Su piel, la muerte de su hermana, la misma existencia de Haru, le recordaban esos años. Lo único que podía hacer para superar toda esa mierda estaba en mirar hacia adelante sin importar que.
Soportar el dolor en los dias malos y gozar de sincera felicidad en los buenos.
Por eso, que Kook hubiera decidido cambiar de ciudad lo había celebrado con comida especial y un par de globos para la felicidad del pequeño.
Jimin suspiró. Ver a Jungkook junto al niño, oír sus carcajadas, disfrutar de ese ambiente sereno, provocaba en él que una espinita bien conocida regresara. Y como podía olvidarla si esa misma lo había hecho sufrir demasiado.
Esa espinita era su amor romántico por Jungkook. Sintiendola de nuevo lastimar su corazón, comprendió que jamás se había desvanecido: debía haberla preservado en alguna parte de su ser como una perla preciosa. Porque, Jimin lo sabía, aunque doliera, Jungkook había hecho florecer en él sentimientos tan tiernos y bonitos que nunca más había experimentado.
Había amado su marido, pero no con la misma intensidad, no con el mismo afán. Y era por eso que el rechazo había dolido a tal punto de romper su amistad.
Jimin suspiró de nuevo. No quería volver a esa situación, pero al mismo tiempo quería que Jungkook se quedara cerca. ¿Podría algun día valorar su amistad sin segundas intensiones? Hubiera querido saberlo. Sin embargo, Jimin estaba dispuesto a correr el riesgo. Estaba dispuesto a vivir con la espina.

***

Haru se había dormido a las ocho. Después que Jimin lo había llevado a su cuarto, los dos se habían quedado en la sala sumergidos en un silencio extraño. Jungkook quería hablar e intentaba ordenar las palabras sin resultados notables.
Lo último que quería hacer era dañar a Jimin. Tampoco quería ponerse en ridículo. ¿Cómo podía tener la certeza de que Jimin aun sintiera algo por él?
Era presuntuoso de su parte creerlo.

"Estoy contento de que estés aqui..." dijo Jimin rompiendo el silencio. "Eres un hombre bueno... Sé que los has hecho también para que no me quede abandonado".

Como siempre, de los dos, Jimin era el más valiente. Él hizo coming out a pesar de las consecuencias, él se confesó, él se fue a estudiar lejos y solo. Él pasó por el calvario de abusos continuos. Denunció, siguió un juicio largo y doloroso, luchó por su sobrino y se disponía a comenzar una nueva vida.
Jungkook quizás no hubiera podido soportar tanto. Él era un cobarde y en ese momento, en esa sala, tenía la posibilidad de djar de serlo.
Jungkook siempre había sabido de los sentimientos de Jimin: era demasiado evidentes. Pero nunca creyó que su le confesara ya que siempre había sido muy claro con su comportamiento. Nada de relaciones sentimentales serias. Entonces ¿por qué Jimin se había arriesgado? Era hora de saberlo.

"Siempre supiste como... Soy ¿por qué te confesaste?"

Esa pregunta tomó por sorpresa a su amigo.

"Quizás pensé tontamente que yo era diferente para ti. Y sí, antes que lo repitas... Sé muy bien que me quieres, claro que lo haces, pero no... No como yo lo hago"

Pasaron algunos segundos antes de que Jimin se diera cuenta de su error. Lo vio volverse rojo y mirar a donde sea con tal de evitarlo.

"No recuerdo muy bien lo que te dije aquella vez... Pero si me lo dijeras ahora, quizás mi respuesta sería diferente... Creo que... Eres un hombre inteligente". Le estaban sudando las manos. "El hecho que esté aquí podría ser una respuesta ¿no?"

Jimin lo observaba sorprendido.

"No soy bueno con las palabras". Jungkook sonreía avergonzado. "Pero sabes que doy siempre lo mejor en lo que me propongo y yo... En este momento no te estoy proponiendo de ser solo amigos".

Jimin parecía aún más sorprendido.

"Y... Y ¿qué propones? Tu dijiste... Dijiste que no puedes amar de ese modo"

"¿En qué modo? ¿Cómo es que se debe amar? Yo no lo sé, no sé de citas o de matrimonios o de... No lo sé". Jungkook despeinó sus cabellos oscuros. "Eres especial para mí. De una forma que nunca lo ha sido otra persona y eso viene antes de algo físico... Podría acostarme con otra gente, pero si tú me lo pides no lo haré... Si es para quedarme cerca tuyo como algo diferente a un amigo, dejaré de hacerlo... Ni siquiera es algo importante..."

"¿Qué sientes por mí?"

"No voy a decir o hacer cursilerías... Pero puedo demostrartelo cada día... Que te escojo a ti, todos los días de mi vida".

FIN

Espero que esta historia haya sido del agrado de mis pocos lectores.