IV
Tic tac, tic tac, tic tac...
Si hay algo que más odie, a parte de los engranajes, es el horrible sonido de un reloj, no comprendo el amor hacia este horrible retumbar y la belleza que ven cuando marcan las 12.
Horrible y no puedo imaginarme la cotidianeidad de ese sonido, cómo demonios lo toleran en Steampunk, lo usan hasta en sus ropas como decoración.
Tic tac, tic tac, tic tac...
-¡Callen esa mierda!- Exclamé irritado intentando levantarme e ir hacia el jodido reloj, pero justo abrió la puerta Tenya.
-Te traje ropa nueva- Dijo Tenya con una sonrisa, se acomodó sus gafas redondas y continuó -Son los más sencillos que logramos encontrar y puedes estar tranquilo, no tiene ningún reloj de adorno.
Me entregó la ropa para que la viera y antes de marcharse sacó el reloj de la habitación.
Él me había escuchado, creo que voy a estallar de la vergüenza; miré la ropa, habían unas cuantas camisas blancas y plomas; un chaleco negro con botones dorados, tenía un bordado de engranajes color marrón (no podía pedir menos); pantalones holgados oscuros con bolsillos grandes con botones; un abrigo largo marrón oscuro, los botones eran plateados; guantes de cuero color café; bototos marrones hasta un poco más debajo de la rodilla; además unas gafas redondas con marcos cobrizos con correas de cuero.
Mis mejillas se sonrojaron al ver ropa interior, no hay nada más vergonzoso que un desconocido te compre bóxer.
Cubrí mi rostro con mis manos, odiaba esta situación, un par de semanas y ya podré ser más independiente...
-¿Puedo pasar?- Preguntó Ochako desde afuera, una sonrisa se formó en mi cara.
Izuku, idiota, ella es peligrosa.
-¡Claro!- Exclamé más alegre de lo que debería.
Ochako abrió la puerta y junto con ella apareció otra chica.
La joven aparentaba unos 25 años; era alta; tez blanca; se apreciaba que su cuerpo era trabajado debido a sus brazos, los cuales tenían rastro de carbón; sus mejillas tenían un par de manchas de carbón; su cabello era rosado y estaba sujeto como una cola de caballo; no podía ver sus ojos debido a que utilizaba unas gafas gruesas de metal, las cuales a su lado tenían unas pequeñas palancas, se sostenía por correas de cuero.
Ella vestía una blusa beige con mangas hasta los codos; pantalones marrones con gruesas rayas verticales de una tonalidad un poco más clara, éste estaba sujeto con tirantes de correas; bototos gruesos marrones con suelas doradas hasta las rodillas, con engranajes dorados estampados; guantes gruesos del mismo color y estampado que el de los bototos; tenía una cadena plateada de la cual colgaba un reloj de plata; tenía un cinturón grueso, el cual sostenía distintas herramientas, además pequeños bolsos de cuero.
-¡Mucho gusto, nuevo!- Exclamó la pelirosada con emoción ofreciendo su mano como saludo -Soy Hatsume Mei, la encargada de que esta nave flote.
Le acepté la mano y dije -Midoriya Izuku.
-Excelente, apenas puedas pararte solo, irás conmigo a la caldera, también me sirve tener a otro sujeto de prueba para mis bebés.
-¿Sujeto de prueba? ¿Bebés?- Dije extrañado y asustado a la vez.
Ochako sonrió con diversión y dijo -Sus bebés son sus inventos y el otro sujeto de prueba es Tenya.
Genial, otra loca y ella me usará de conejillo de indias.
-Yo...
-Adiós, tengo algo que terminar- Dijo marchándose con rapidez de la habitación, creo que esa chica me matará o terminará quebrándome un hueso.
-Tranquilo, Tenya solo termina con un par de rasmillones y moretones, nada más- Dijo intentando hacerme sentir bien.
Mierda, yo me iba suicidar y terminé con unos tipos...
-Yo escogí la ropa, espero que te haya gustado- Dijo Ochako con una cálida sonrisa, tengo miedo del frenético palpitar de mi corazón.
-Tus ojos están brillando nuevamente- Dijo Ochako preocupada -¿Te lastima ese químico?
Emociones fuertes, siempre sucede, pero no por el nerviosismo que me causa ella, al menos no me dolía la cabeza, ahí es cuando las cosas se vuelven horribles.
-Ahora no, pero cuando estoy demasiado furioso siento que mi cabeza está siendo golpeada- Dije con molestia, odiaba que me expusiera ese químico -Pero se pasa rápidamente, ya me acostumbré a recobrar la compostura.
El problema es el efecto rebote que tendré cuando termine el mes y mi cuerpo pida esa vacuna.
¿Cómo controlar algo que ha sido alterado por 14 años? Muchas emociones retenidas, demasiado dolor, tantas risas y lágrimas.
-Que hijos de puta, ¿Cómo lo permiten?
-Es obligatorio, naces y te vacunan, si no lo hacen la policía te lleva y en el mejor de los casos te matan...- Dije con frialdad, creo que demasiada por la cara que puso Ochako, pero por culpa de esos 14 años me transformé en esto...
Recuerdo como corría por mi vida, mis pequeños robots eran fácilmente destruidos por las pistolas de láser de los policías.
Miedo, lágrimas, un grito de auxilio a plena luz del día, sabía que nadie me iba a ayudar, pero quería creer que alguna persona amable me rescataría.
Otro golpe de realidad, no importa si tienes 10 años, nadie te salvará, no existen héroes en Ciberpunk, esos antiguos cómics mentían o eso pensé por horas.
Ellos obviamente me atraparon y me llevaron a la comisaría para que esperara mi destino por no ser un vacunado.
¿Conejillo de indias o una muerte rápida?
Rogaba la última.
Fue en ese momento en que llega ante mis ojos mi salvador, mi maestro, un hombre distinto a los que había conocido durante esos 3 años, me recordaba a mis padres, personas buenas.
Él hizo un trato en los que por horas rogué, supliqué, que prefería ser asesinado.
"Mátenme por favor, se los suplico"
Me inyectaron una doble dosis para alterar rápidamente mis emociones.
Mi maestro me decía que debía ser fuerte, era fácil decirlo si tu no estas retorciéndote del dolor en una camilla.
Digo siempre que me acostumbré a la inyección, pero al ser demasiado humano y actualmente un adulto, la subieron a tres para ser normal, para ser más frío.
A veces me pregunto si es que continuaba en Ciberpunk, algún día terminaría siendo como los otros inventores o moriría por el exceso de químicos.
Un ser que no le interesa la vidas de otros, y no, no me refiero a eso de empatía y que me dolerá si muere alguien al frente de mis ojos, me refiero a usar seres vivos en experimentos horribles.
No puedo lastimar a un conejo con químicos, ni siquiera imaginarlo. Y curiosamente me da miedo que me quiten esa parte, debería ser feliz por ser 100% normal, podría seguir escalando en mis inventos, pero eso quitaría lo único humano que me hace sentir feliz en mi miserable existencia.
-Quiero creer que eres bueno y solo los químicos, y una coraza, te convierten en esto- Dijo Ochako, la podía ver levantando su ceja -¿Qué te ocurrirá cuando dejes de vacunarte?, no soy idiota para no saber que algo le pasará a tu cuerpo si te dejas de vacunar.
-Ni idea, en Ciberpunk te vacunas hasta el día de tu muerte- Dije, solté un suspiro y continué -No sé cuál es el efecto rebote, lo único que pido es que mi cuerpo no la exija o si no ahí tendré problemas.
-Maldición- Dijo Ochako, luego sonrió y me dio la mano -Entonces debemos estar preparados.
Sentí mis mejillas arder, mi corazón palpitaba como loco, esa chica la había conocido antes de ayer y ya me hacía sentir de esta forma...
Es una extraña sensación, tan conocida y reconfortante que me aterra, ¿Quién es Ochako?
-No te he preguntado tu edad, ¿Cuántos años tienes?- Preguntó Ochako con una sonrisa.
Una pregunta normal, común y corriente, me gusta.
-Tengo 24 años, en julio cumpliré 25- Dije sin más, no me interesa mucho mi cumpleaños, no lo celebro desde los 17 -¿Y tu?
-Hace un par de semanas cumplí 23 años- Respondió con una sonrisa -Tenya y Mei tienen 25 y Shinso 21.
Asentí y sonreí.
-¿Los aretes tienen algún significado?- Preguntó curiosa, aquello me pareció extraño.
-No, son solo accesorios- Dije sin más, ¿Por qué tendría algo importante unos piercings?
Pude ver una mueca y dijo -Cuando vayamos a tierra firme debes sacártelos...
Fruncí el ceño, no me los iba a quitar solo porque vamos a bajar, son parte de mi, es lo único, a parte de mis zapatillas y cabello que señalan mis raíces.
-Solo los Drakonian usan aretes tan coloridos y que no son de metal- Explicó con seriedad -Y ellos no son bien vistos.
-¿Drakonian?- Dije extrañado, quiénes eran esas personas.
-Amo mi país, pero tiene muchas cosas malas... se dedica a colonizar países y Reinos con la excusa de querer compartir nuestro conocimiento con ellos- Dijo con tristeza -Uno de los Imperios caídos es Drakonia, dicen que era hermoso y verde, se dividían en tribus, y también existía otro tipo de tecnología, los primeros militares creyeron que era magia...
¿Magia? Esto es extraño.
-Ellos lo llamaban electricidad...
-¿Aquí descubrieron la electricidad?- Dije sorprendido, ¿Qué demonios?
Ella me miró extrañada, pero continuó -El gobierno anterior era un tanto dictatorial, no toleraba la supuesta magia, el ejército asesinó a miles de Drakonian, principalmente científicos, historiadores y médicos; también quemaron los libros y bibliotecas, destruyeron toda tecnología creada por ellos.
Mi estómago se retorció, no eran distintos a nosotros, pero escucharlo de la boca de Ochako causaba escalofríos.
-Ellos eran extravagantes para vestir, con capas raras, los hombres sin camisas, las mujeres mostraban todo su estómago con ropas tan coloridas y de tela... collares con piedras de colores y colmillos de animales exóticos... todo en ello era raro, una mezcla "salvaje" y tecnológico en sus ciudades, podías ver animales salvajes caminando como si nada y árboles en plena calle de tierra.
Okey, eso no es muy Ciberpunk que digamos, no usamos capas y esos collares, apenas hay naturaleza y el cemento cubre las calles.
Era una mezcla de distintas épocas que revisé en mis libros de historia, el mundo era tan raro y complejo, ni idea cómo habíamos terminado de esta forma los humanos.
-Una vez colonizados, Steampunk impuso el vapor como el único medio... también esclavizaron a muchos y los mestizos son mal vistos.
-En Steampunk ¿Son racistas?- Pregunté sorprendido, en Ciberpunk discriminaban por otras cosas, pero el racismo no existía, era ilógico... hace siglos que esa mentalidad se hizo obsoleta.
Ochako bajó la mirada y asintió.
Este lugar no es tan bueno como pensé, al menos estoy un poco preparado para ver otras cosas.
-Debes tener cuidado con los Drakonian, ellos nos odian demasiado, no les interesan las personas de Steampunk- Continuó con seriedad -Pero principalmente de Bakugo Katsuki, con su grupo son piratas bastante peligrosos y a uno de ellos le falta un tornillo...
Genial, esto se está volviendo cada vez más divertido, nótese el sarcasmo.
-¿Cómo son ellos para esquivarlos?- Pregunté, el nombre sin descripción no era de mucha ayuda.
-Bakugo es rubio ceniza y tiene los ojos rojos como la sangre, es un genio en las armas e inventos bastante peligrosos, él es un arma andante; Kirishima tiene cabellos rojos peinados hacia arriba, sus dientes parecen de tiburón, él parece buena persona y un tanto despistado, pero es demasiado fuerte y astuto- Dijo con seriedad -Mina es la única chica del grupo, su cabello es corto y rosa, ojos dorados y mucha sombra negra en los ojos, es bastante extravagante y ágil; Sero, tiene cabellos negros caídos y ojos del mismo color, es igual de peligroso, a pesar de verse delgado...
Mucha información, agradezco que no haya descrito sus vestuarios, si lo hace le pediré yo mismo a Ochako que me pegue un tiro en la cabeza, no más engranajes por hoy.
-El último es Denki, es rubio y tiene un mechón negro en forma de rayo, a él sin dudas le falta un tornillo en la cabeza- Dijo Ochako con una mueca -Se dedica a la robótica, sus robots son amenazas para la humanidad, he visto como Bakugo le compra metal y le dice qué hacer, él alimenta su maldad...
-¿Un genio malvado?- Dije, esto sonaba interesante.
-Creó pequeños dragones robóticos que escupían fuego, destruyeron uno de los dirigibles de la policía...- Dijo con una mueca -En realidad no me da pena la policía, pero no me gusta que los robots sean creados solo con la intención de ser un arma, obviamente se le agregan armas para defendernos, pero me parece triste que ese sea su finalidad.
Que lindo sonaba de su parte, pero yo creaba robots para peleas, así que no juzgo si ese chico realiza un enorme robot para destruir todo a su paso.
-Que linda forma de pensar, no esperaba que vieras así la robótica- Dije con una sonrisa -Yo veo a los robots como máquinas que fueron creadas para un objetivo, ya sea para ayudar o matar, las finalidades las pide el cliente.
Tan frívolo sonaba, me detestaba en estos momentos por ser de esa forma, pero no puedo endulzar algo que no hay.
-Estoy segura que cambiarás esa forma de pensar- Dijo con una dulce voz, mi corazón dolió.
-Ochako, las personas no cambian, yo ya he fabricado robots para mercenarios y creo que sabes que no tienen una finalidad para ayudar a las personas- Dije con seriedad, es mejor bajarla de esa nube de cambios, gente como yo, seguirán siendo malas personas.
-Sí cambiamos, todo el tiempo lo hacemos y como tu maestra te guiaré por el buen camino.
Solté una risa y dije -Lo dice la chica que me disparó estando atado.
Verla sonrojarse me pareció bonito, ¿Por qué siento que ya he visto esas mejillas rojas?
-Espera y verás cómo cambiará tu forma de ser- Exclamó con emoción, juraría que podía ver fuego en su mirada.
Ochako va a ser una maestra divertida.
Luego de comer, llegó Shinso sin la máscara de gas y el delantal, también tenía una camisa en perfecto estado.
-¿Qué clase de trabajo tienes?- Pregunté, sabía lo de las armas, pero ¿Por qué la máscara de gas?
-Fabrico armas que usan toxinas y venenos de distintos grados- Dijo con una sonrisa macabra, este tipo estaba loco.
-Interesante, en Ciberpunk usualmente se usa venenos en especies de bombas de humo, pero las mejores armas usan láseres, ya sea en espadas como en pistolas.
-¿Láseres?- Dijo extrañado, maldición, no existían aquí los láser.
Decidí explicarle detalladamente aquello y su capacidad destructiva, Shinso asentía y escribía en un libro todo lo que le decía.
Luego comencé a hablarle de los catálogos de armas y sus funciones, inventos tecnológicos, y un sin fin de conocimientos resumidos.
Él hacía varías preguntas, era divertido tener a alguien con tanto interés en las cosas que le explico.
¿Logrará crear cosas similares con la tecnología de Steampunk? Ni idea, pero deseo ver el proceso y cómo lo logra, porque esa mirada lo decía todo.
Shinso lo va a lograr y eso está claro.
-Cuando mejores te voy a enseñar el mecanismo de armas y el uso de toxinas- Dijo con una sonrisa de lado.
-Genial- Dije alzando mi pulgar, tal vez después pueda usar esos mecanismos para crear otras cosas...
¿Qué tan complejo puede ser?
No lo sabía, pero iba a ser agotador...
2 semanas después...
Al fin podía caminar de forma decente, pero Tenya especificó nada de ser sujeto de prueba hasta que me sacaran los puntos.
Agradecí internamente tener los puntos, pero eso no quitó el hecho de que Mei me explicara el manejo de las calderas, la maquinaria y para que servía cada llave y palanca...
Aún no entiendo nada, pero al menos sé qué no se debe tocar o estaríamos muertos.
Era interesante trabajar con Mei, era muy entusiasta, directa y eficaz, no era una persona aburrida y difícil de dialogar, también era gracioso ver a Tenya usar los accesorios que creaba ella...
Gracioso, doloroso y aterrador, porque yo iba a tener que hacer lo mismo, pero por ahora disfrutaré la desgracia ajena, luego el karma hará su función.
Todavía no ingresaba al laboratorio de Shinso, pero usualmente me visitaba con su libro y hacía sus apuntes de todo lo que hacía en Ciberpunk.
Tenya me dio una crema especial, creada por él con extrañas hiervas y cosas medicinales que no entiendo, para ayudar el cierre eficaz de la herida, además sirve como analgésico.
Me agrada Tenya, es un hombre peculiar, muy estricto y organizado a la hora de hacer su trabajo, me regaña si no hago mis ejercicios o comía a la hora adecuada. También intimida un poco y al ser más alto y corpulento, bueno... me veo frágil y fácil de botar al suelo.
Y Ochako... se siente algo raro al verla, no entendía los motivos, pero prefiero ignorar esas cosas raras.
Era de noche, estaba en mi cama leyendo los apuntes que había tomado de mi "clase" con Mei, necesitaba aprender más rápido, tengo que eliminar de mi mente las mil maneras de realizar esto con herramientas de Ciberpunk.
No esperé que fuera tan complicado ignorar mis antiguos conocimientos para aprender otros; masajeé mi sien intentando de alguna forma aliviar mi cansancio, pero creo que es mejor dormir.
Me levanté de la cama para apagar la lámpara de gas, pero la puerta se abrió de golpe, apareciendo una Ochako con una enorme sonrisa.
-Midoriya, ¡Ven conmigo!- Dijo Ochako agarrando mi mano con suavidad -Quiero que veas algo...
La seguí sin dudarlo, no entendía porque no rechazaba esa cálida mano, pero me agradaba su tacto, me reconfortaba.
¿Cómo pasó de ser una mujer que me disparó sin escrúpulos a esto?
Mierda, ella me estaba atando de alguna forma y me preocupaba.
Prefiero una simple atracción, eso es más fácil de afrontar.
Subimos por las escaleras hacia el exterior, nunca había salido de noche del interior de la nave; Ochako se veía muy emocionada, he inevitablemente no pude evitar sonreír.
Al salir abrí la boca impresionado, jamás había visto las estrellas tan brillantes en el manto nocturno, era hermoso, ese brillo natural que iluminaba la nave es sorprendente, siempre creeré que ningún inventor podrá igualar la belleza de la naturaleza.
Solo podemos hacer las cosas lo más similar posible...
-Es hermoso...- Susurré maravillado por el paisaje.
Ochako se acercó al fierro de la orilla y me hizo una seña con la mano para que me acercase; ¿Qué deseaba?
Me acerqué a ella y la observé intrigado; Ochako señaló con su dedo hacia abajo, podía apreciar su sonrisa; bajé mi mirada y vi una enorme ciudad iluminada de una mezcla de amarillo y anaranjado.
Abrí la boca sorprendido, era hermoso, jamás había visto una ciudad desde el cielo, pero sin dudas es más hermoso que ver luces de neón.
-Es la Capital, todo lo que ves es generado gracias a las fuentes de energía a vapor... son pocas ciudades de Steampunk que tienen alumbrado público en cada barrio- Explicó Ochako.
Fijé mi vista en Ochako, su rostro se iluminaba gracias a la luz de la ciudad; sus ojos caramelos brillaban mientras apreciaba la vista.
La noche estrellada, las luces de la ciudad y su rostro angelical provocaban una mezcla extraña, pero cálida en mi corazón.
Solo han pasado 2 semanas, el amor a primer a vista es una ridiculez creada por esos antiguos escritores románticos, eso se llama atracción física o sexual.
Atracción física...
Eso debe ser, además ella me disparó, no soy un masoquista.
Tengo miedo.
Ella dejó de mirar la ciudad y me miró a mi -¿Te gustó?
-Es lo más hermoso que he visto en mi vida- Dije hipnotizado por aquellos ojos caramelo, ah y no estoy hablando de la ciudad.
Su mirada es hermosa.
-Un momento... estás en pijama y no llevas nada para abrigarte- Dijo preocupada -Debemos entrar ahora.
-Solo un minuto más- Susurré sin apartar mi mirada de ella -Tienes varios relojes para calcular.
Ochako rio por mis palabras y dijo -Está bien, un minuto.
Dos semanas y ya me gusta, mierda.
-Mañana comenzarás con mis lecciones, ¿Preparado?- Su mirada cambió por completo, se veía seria, pero a la vez juguetona -No va a ser fácil.
-Te sorprenderás, aprendo rápido Ochako, me consideraban un genio en mi antigua vida- Respondí con honestidad, sonaba poco humilde, pero era la verdad.
-Mi alumno es bastante humilde, ya veremos si eres un genio en Steampunk, de seguro te será muy difícil y te frustrarás.
Ochako, acabas de cometer un gran error, acabas de retarme y picar mi orgullo...
Cuando tengo un reto de por medio, trabajo mucho mejor.
-Ya lo verás Ochako...
Y así fue como al día siguiente demostré mi verdadera faceta.
Un mes después...
El tiempo pasaba volando y orgullosamente podía decir que ya sabía lo más importante del uso de la maquinaria a vapor, arreglarla, saber las cantidades exactas de carbón y cómo construirla.
Sé hacer las armas básicas, Shinso aún no me explica del todo el uso de las toxinas y químicos, según él no es un juego de inventores, está a otro nivel más peligroso y no quiere que explote la nave.
Concuerdo con él, en Ciberpunk a base de explosiones y heridas terminaba aprendiendo, pero eso es en tierra firme, en una nave puedo matarnos.
Lo problemático fue cuando me sacaron los puntos, al día siguiente ya era un sujeto de prueba.
Mei es aterradora con sus inventos, he chocado con paredes, caído al suelo con fuerza y un pequeño rasmillón en las rodillas. Tenya está de lo más normal con la situación, confía ciegamente en ella... deseo una relación como la de ellos, pero sin la parte de salir lastimado.
Desgraciadamente, estoy sufriendo con mi preciada maestra estricta y cruel. Jamás conocí a una persona tan apasionada con los robots, ella me hizo aprender todo tipo de engranaje, desde tamaños a formas... y construirlos.
Resulta que Mei le construyó una maquina para crear engranajes...
No quiero decirle a Ochako cuánto odio a los engranajes y que sus clases son una tortura que me refriega constantemente lo que más detesto.
Genial, pasé de odiarlos y no querer verlos, a construirlos y saber todo de ellos, no sé qué hice para merecer esto...
Bueno, he hecho muchas cosas malas, por lo tanto, el karma está haciendo lo suyo.
Otro gran problema es la imperfección, no entiendo por qué demonios me regaña por querer colocarle capas realistas a los robots.
¿Por qué ese amor de mostrar todo el metal? Ella los hace perfectos, su forma de caminar, los movimientos faciales, articulaciones... todo igual, pero no, no puedo falsear con telas y colores el aspecto de los robots.
El pequeño mono que construyó a mi lado para explicarme todo el proceso terminó siendo una obra de arte, a pesar de los engranajes, y ella no me dejó colocarle nada.
¡NADA!
No la entiendo y me estresa demasiado, maldición, necesito el jodido químico, siento que me volveré loco en cualquier minuto.
Yo hago las cosas perfectas, no soporto ver el metal, para mi es un trabajo a medias, no sirve y debo morder mi lengua para no explicarle que detesto construir cosas así.
Las odio.
Me irritan.
No tiene sentido.
Quiero volver a casa, allí todo es normal, no los comprendo.
Son iguales que los mercenarios, no entienden la belleza del realismo, del color, de la naturalidad.
¿Es normal llorar en mi dormitorio? Soy un adulto, no debería sufrir por algo cómo esto.
Muchas emociones y nadie logrará entenderlo.
Me gustan los colores alegres y llenos de vida, no el marrón y colores opacos.
Si hablo de mis problemas se reirán, me encontrarán extraño, una persona normal debería soportar todo esto.
Quiero irme a mi casa, al menos allí hago lo que me gusta y estoy solo, si vivo en soledad nadie verá mis defectos.
En Ciberpunk era imperfecto y aquí soy el triple de imperfecto.
Quiero volver a estar solo.
-Midoriya, ¿Estás bien?- Preguntó Tenya, devolviendo mi mente a las calderas -¿Te duele algo?
Negué varias veces, tengo que fingir que estoy bien, más tarde volveré a la normalidad.
-¿Emocionado por conocer la estación Hollow?- Preguntó Mei mientras movía unas llaves.
La parada Hollow, por lo que me explicaron era una de las tantas paradas donde iban a buscar las frutas y verduras, para entregarlas a los mercados en tierra firme. Allí también hay tiendas con ropa y artilugios.
Genial, algo nuevo voy a conocer hoy, aquello me ayudará a olvidar cuan miserable me siento en la vida.
Nada malo sucederá hoy ¿Cierto?
Asentí como respuesta, no deseaba formular palabra alguna.
Lo que si sé que ocurrirá hoy, es que en la noche nuevamente lloraré...
Nota
Lamento la demora, se borró parte del capítulo :(
En el próximo capítulo se vienen cositas.
Que sí Izuku, que no eres empático, que sí Izuku...
Me dio penita escribir la parte de Izuku ;-;
¡Hasta la próxima! 🦄💖
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro