Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Once

La luz y el sonido del tráfico se cuela en el caos que es el cierto de Akira.
Huele aún a porro. Las rendijas de las cortinas dejan colar la luz de una forma prácticamente celestial. Son todo hilos. Hilos que chocan en los cuerpos de ambos chicos.
Akira se remueve como puede, con el pelo despeinado y ya prácticamente suelto de la coleta que se había hecho antes de dormir.
Siente una mano sobre su cuerpo y una pierna sobre las suyas. Huele a sudor y frutas a su lado. Ese cuerpo es del cubano, es Leandro.
Akira se mueve un poquito más en busca de espacio vital: odia que estén encima suya todo el rato.
Se remueve y, al instante, Leandro vuelve a pegarse a él como una lapa.

-Leo... quita... -susurra el azabache. El moreno ruge en voz bajita de pereza.

-Tengo frío...

-A mi que me cuentas... -el cubano bosteza a la vez que busca a Akira con sus manos. -Tapate pero déjame en paz... -susurra.

Akira termina mirando el móvil con el cubano pegado a su espalda, con una mano en su cintura y su cabeza en su hombro, de nuevo dormido.

Tienes un mensaje.
Abre el mencionado y lo lee con la mirada:
Te quiero a las 12:30 en el local. Es urgente. Nos vemos. Traete a Leandro.

Vale. Esa es su respuesta.
Y cuando se da cuenta mira la hora y son las 12:00.

-¡Leo, joder... -el azabache empieza a tropezarse con todo lo que pilla. - ...tú, imbécil, levanta, tenemos que irnos! -golpea las pierna de Leandro, haciendo que reaccione.

-Que... que...

-¡Que nos espera Hachiko y si tardamos nos va a matar, joder!

-¿A que hora...? -Leandro permanece sentado en la cama, con la camiseta medio subida y el pelo despeinado y totalmente rizado.

-¡A y media Lean, a y media!

-Pero... -mira el reloj. Y entonces se enciende la mecha. -¡Mierda, las mascarillas y el suavizante! - Akira mira incrédulo al cubano, quien corre como en un apocalipsis al baño.

-¡Mascari... Leandro déjate de porquerías de esas, además estás en mi puta casa! - Akira se sube el pantalón como puede y se recoge el pelo.

No tardan mucho en llegar. Aún así es tarde para ellos. Ya podrían tener el testamento escrito, ya...

-Hola chicos. - murmura Corán al abrirles la puerta. Ambos están rojos y con la respiración acelerada. -¿Un trago antes de...?

-Está... ¿Hachiko? - Akira niega a la vez que pregunta.

-Bebed algo antes de que os desplomeis aquí en medio. -el hombre pelirrojo cierra una vez entran, vigilando que nadie le vea desde fuera.

-Si Corán dice de beber no seré yo quien... - Akira suelta una colleja a Leandro que no le deja acabar. -¡Eh!

-Pasad, están dentro. -Corán continúa su labor tras la barra.

-¿Como que "están dentro"? ¿Quienes? - Akira frunce el ceño. Leandro saca su dual a la velocidad de la luz y se acerca a la puerta.
Es al abrirla cuando la baja lentamente y con nmuna vergüenza en el rostro letal.

-Ah... hola... -dice sonriendo.

-El numerito sobraba. -remarca el asiático más adulto. Allí, en la sala, sentados en las sillas y alrededor de una mesa, todos con los que Hachiko tenía confianza.
Pidge, la cerebrito gafotas de pelo naranja corto. Realmente su nombre es Kattie, pero nadie excepto Allura le llama así. Y aún con esas, Llura le llama Kat.
Hunk, el fuerte del grupo y sin duda el más tierno. Tapó su boca instantaenmente para reír en voz baja ante la escenita de Leandro.
Allura, la perdición de piernas interminables de Leandro.
Al lado de Hachiko, un castaño ocupado con un ordenador. Akira sabía de sobra quien era, era Adam.

-P-Perdón. -el moreno guarda su dual en cuanto el motor se enfría y se sienta junto a Hunk. No sin antes mirar la sonrisa socarrona de Allura. Akira va detrás del moreno, sentándose a su lado.

-¿Y esta reunión en plan mafia?

-Eso nos preguntamos desde que llegamos. -murmura Hunk.

-No es una reunión de mafia. -Shiro coge aire y suspira. -Simplemente queria avisar de que los galras están un poquito subiditos.

-Un poco dicen... están gilipollas. -susurra Pidge.

-Eh. -Shiro dedica una mirada asesina a la pelirroja, y la misma la ignora. -Quiero que vayáis con cuidadito. Están exaltados por que no les ha salido bien una jugada.

-Ninguna de las que han hecho. -añade Akira.

-Os pido que eviteis contacto con ellos. -Shiri mira a cada uno de los presentes.

-Y cartelitos como estos. Salís muy guapos pero... sobran. -Shiro frunce el ceño al por a Adam. Se gira y observa en el ordenador la cara de Leandro y Akira en carteles de se busca.

-En serio. -Shiro alza las cejas.

-¡Lo hicimos bien, es normal lo de los carteles! En una semana se olvidarán de nosotros. -Leandro apoya su espalda en la silla.

-¿Ah si?, pues ya podéis curraroslo. -Pidge apoya su moflete en la palma de su mano.

-Pues muy fácil, lista. -Leandro usa ese tono de niño de 7 años contra su peor enemigo de clase.

-Hey. -Hachiko vuelve a poner orden. Adam está a su lado negando con la cabeza. -Por el momento seguir con los nombres. Pidge, tu Green. Hunk, Yellow. Akira, tu Red. Leandro, Blue. Allura, te quedas con Princess. Te servirá para aquí y todo eso. -Allura sonríe y mira de reojo a Leandro. Si, el si que sabe que es una princesa. Una del infierno. -A mi como siempre, Hachiko. Podéis iros. -suspira y gira su espalda. -Apartaos de mi vista ya... -susurra cansado.
Leandro sale y coge al vuelo a Allura.

-Oye... lo de... anoche... podríamos...

-Tengo un hueco libre. Traeme la mitad y acabamos. -le guiña un ojo y sale por la puerta. Leandro sonríe y se muerde el labio.

-Leandro tío, las babas. -dice riendo Hunk.

-¿Eh?

-Déjalo... -Pidge sonríe y se va junto al más corpulento.

-¿Te hace ir a los recreativos un rato o algo? -murmura el coreano. Leandro sonríe y asiente.

-Vale. -el moreno sonríe y sale junto al coreano más joven.

Hachiko ve la puerta cerrarse y se acerca a Adam por la espalda. Continua con la mirada en el ordenador.

-Oye... -sus manos se colocan en sus hombros, masajeandolos. -Tienes faena que hacer.

-Estoy en ello.

-Otra faena. -susurra cerca de su oído.
Adam sólo puede sonreír y girar su silla cara él.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro