24
Los pecados no se bañan de culpa si el pecador gustoso accede a las fauces del demonio y por lo visto se ven atraídos por simple naturaleza al infierno. Al fuego.
Entre pecadores se entienden.
Yoongi y Sae Wa se entienden a la perfección.
— Tu franela... —Yoongi tenía delante a Sae Wa con su figura tenuemente iluminada sólo por la luz que entraba a la habitación desde el pasillo.
Ninguno quiso desvanecer esa oscuridad que de pronto los envolvía junto al silencio.
— ¿Qué pasa con ella? —Sae tenía las manos apoyadas en el pecho de Yoongi.
Yoongi abandonó esa expresión de deseo con que la estaba mirando y por un segundo sonrió.
— Nada, que me molesta.
— Arráncamela entonces.
Aquellas palabras parecieron detonar alguna parte animal del cerebro de Yoongi. En ese momento no pensaba, su continuo balanceo entre el miedo y la duda desapareció por completo siendo reemplazado por unas manos fuertes que literalmente arrancaron la franela de Sae.
Dos botones rodaron por el suelo.
Yoongi cargó por las piernas a Sae Wa pero sus ganas cada vez más intensificadas terminaron por hacer que la recostara contra la cómoda de la habitación provocando que la espalda de Sae chocara contra la fría pared.
El frío le erizó los vellos junto a la lengua de Yoongi que trazaba su cuello.
— ¿Tienes vecinos?
El aire de sus pulmones entraba y salía con rapidez sobretodo en los de Yoongi por estar a punto de hacer algo de lo cual era inexperto. Pero bien que le había gustado entregarse a Sae.
Ahora quería ser él quien la tomara.
— ¿Debería preocuparme por ellos? —Yoongi mordió el labio inferior de Sae y ella soltó un suave quejido.
— Sólo si no les gusta el ruido.
Las manos de la chica se encargaron de despojarlo de sus prendas superiores y jugar un poco con su negro cabello que le recordaba a la noche. Le gustaban esas noches como Yoongi, oscuras, tentativas y misteriosas.
— Te ayudo —Ella quiso abrirle el cierre del pantalón mientras se acomodaba delante de Yoongi con las piernas abiertas pero él tomó su propio cierre y lo bajó.
— Quiero hacerlo yo mismo.
— Perfecto —Sae sonrió con malicia y vio como Yoongi le daba una buena vista de su miembro erecto deseoso de entrar en ella.
El cuerpo se le contrajo entero cuando Sae le susurró algo al oído antes de ser embestida la primera vez por él.
— Me gustaría que digas mi nombre mientras me lo haces, Yoongi.
Y fueron muchos gemidos sonoros de los cuales los vecinos de Yoongi tendrían que preocuparse esa noche. Mientras tanto él tendría que explicar cómo sus hombros habían adquirido unas suaves líneas con puntos de sangre a causa de los arañazos y su cuello aquel tono violeta en varios puntos por los chupones.
Sae Wa sólo tendría que explicar al día siguiente por qué no estaba caminando muy bien y por qué tendría que usar labial oscuro para que la marca en su labio inferior no quedara expuesta.
***
Había algo que Yoongi tuvo el placer de disfrutar por segunda vez y era despertar al lado de Sae Wa. Hoy también se levantó antes que ella y pudo admirarla unos minutos antes de que los ojos de la chica le dieran la bienvenida a un nuevo día al lado del pelo azabache que tanto la admiraba.
— ¿No te duele la espalda? —Le preguntó él depositando un beso en la frente de la adormilada chica.
Habían dormido en el suelo luego de terminar de follar tan descarriladamente. Yoongi tiró la sábana blanca al suelo y con eso se cubrieron durante la noche.
— Me duele otra cosa y no es la espalda.
— ¿Hay alguna forma de aliviarte?
La chica levantó una ceja pero no se rió, era muy temprano para reírse con ganas y todavía estaba medio dormida.
— Hoy quiero preparar el desayuno —Anunció Yoongi llevando su mano al rostro de la chica mientras lo sostenía delicadamente y depositaba otro beso en su frente y otro en su nariz.
— Está bien.
— Recuéstate en la cama —Se levantó del suelo y la tomó en brazos para llevarla a descansar en el suave colchón que tanto les hizo falta anoche —Toma un baño, el agua caliente es la llave de la derecha.
Sae le sonrió con los ojos cerrados y se enrrolló en el edredón mientras Yoongi la miraba con ternura.
— Regreso pronto.
Mientras ella dormitaba un poco más, él empezó a hacer el desayuno meticulosamente con el ánimo recargado y una sonrisa que era rara de ver en él.
Anoche había estado con Sae y aunque no había sido tan calmo y romántico como la primera vez de igual forma de sintió suyo. Le gustaba muchísimo sentirse de ella como si le perteneciera. Él mismo quería entregarse y tomarla ahora que sus dedos no temblaban con tanta frecuencia cuando se acercaban a su piel.
Estaba en medio de su tarea cuando el timbre de su casa retumbó en las paredes y Yoongi maldijo a quién sea que estuviera allí a esa hora pues seguramente había despertado a Sae Wa.
— Yoongi ~ —Canturreó una voz conocida.
— Seguro está dormido aún el perezoso —Dijo otra voz igual de conocida pero más aguda.
— ¿Qué mierda quieren, Hoseok y Taehyung?
Menos mal el pelinegro se había puesto una franela blanca y un short negro antes de salir de la habitación o estos dos lo hubiesen conseguido desnudo y se hubiesen hecho muchas preguntas.
— Tan temprano y tan gruñón, típico —Bromeó Taehyung mientras hacia las veces que entraba a la casa empujando la puerta.
— ¿Qué hacen aquí?
Hoseok le dio una palmada en el hombro.
— Venimos a cepillarte los dientes y hacerte el desayuno porque nos gusta que nuestro Yoongi esté sano.
— Y que nos maltrate desde la mañana —Continuó Taehyung.
Ambos chicos rieron y Yoongi chistó con amargura. Estaba a punto de echarlos a patada de su casa cuando vio que Hoseok abrió los ojos como platos al ver por encima del hombro del pelinegro.
— Déjame ver si entendí... —Hoseok estaba tan sorprendido que Taehyung tuvo que seguir con la vista la dirección a la que su amigo miraba para ver qué era lo que le estaba impactando tanto.
La respuesta era simple. Sae Wa estaba medio dormida envuelta entre las sábanas blancas sin nada más que la cubriera.
— Déjame ver si entendí bien, Yoongi —Repitió.
Yoongi se giró y encontró la causa de su perdición.
— ¿Ya has aprendido a follar y aún no nos lo habías dicho?
Y su perdición tenía nombre... Hong Sae Wa.
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chicxs les aviso que viene drama para que no me maten, lo siento pero es el género que más se me da y que adoro escribir... pero lxs adoro más a ustedes, sépanlo, sépanlo todos los días.
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