18
Daegu, 2007.
— ¡Feliz cumpleaños, Min Yoongi! —Gritó Hoseok en la puerta de la casa del pelinegro con una gran bolsa de churros en la mano —Mira, los he comprado para ti.
— ¡Cumpleaños feliz te deseamos a ti, cumpleaños Yoongi-ah ~! —Cantó Taehyung quien venía acompañando al otro.
Yoongi estaba cumpliendo catorce años.
— ¡Churros! —Bramó el chico emocionado —Hola Tae —Se dirigió al castaño —Hola Hoseok, muchas gracias a los dos.
— ¡Comamos churros todos juntos! —Taehyung saltó y abrazó al cumpleañero para luego pasar a la sala de la casa y echarse en el mueble.
— Sin poner los zapatos en el mueble que la señora Min después se molesta contigo —Le pidió Yoongi al menor de los tres.
Desde el año pasado Hoseok y Yoongi se habían hecho amigos de Taehyung en la misma secundaria a la que iban cuando lo defendieron de dos sujetos que lo estaban golpeando atrás del instituto porque se burlaban de sus cejas. Desde ese momento Taehyung los empezó a seguir en el almuerzo y ahora...
— ¡Whoa ~! Otra vez tienes galletitas de animales —Dijo Tae cuando vio el gran frasco colocado sobre la mesa de la sala —¿Puedo tomar una?
— Todas las que quieras excepto las que tienen forma de perrito —Dijo Yoongi —Y las de caballo tampoco, esas son de Hoseok.
— Bueno, primeros comamos los churros y luego las galletas —Dijo el nombrado colocando los churros sobre la mesa —¿Hay refresco?
— Sí, ¿puedes ir por el refresco y unos vasos, Tae?
— ¡Si! —Celebró el menor trayendo en menos de dos minutos lo pedido.
— Entonces, ¡feliz cumpleaños de nuevo! —Bramó emocionado Hoseok levantando su vasito de refresco, Yoongi y Taehyung repitieron la acción y procedieron a comer los deliciosos churros bañados con chocolate.
— Gracias, amigos.
***
Había sido un cumpleaños algo solitario para Yoongi pues el señor Min estuvo todo el día en el trabajo y la señora no había estado en casa desde el día anterior. Por lo general todos los cumpleaños del chico eran celebrados al menos con un pastel que la misma señora le preparaba pero hoy no había sido así.
Aunque no se sentía mal del todo gracias a Hoseok y Taehyung, los chicos lo habían acompañado toda la tarde. Comieron churros, tomaron refresco, hablaron tonterías sobre la nueva mini serie de Spiderman, jugaron videojuegos y hasta armaron un rompecabezas de un barco de guerra. Sí, no había sido un mal cumpleaños después de todo.
— ¿Ya se va a dormir, joven? —Le preguntó la señora de servicio cuando lo vio subir a su habitación con los ojos adormecidos.
— Sí... —Había estado esperando por la señora Min durante horas pero esta no había llegado —Buenas noches.
Subió a su habitación y se lanzó de lleno a la cama sin ponerse el pijamas, estaba cansado por todo lo que había hecho y sólo quería dormir hasta el día siguiente que por suerte era domingo.
Antes de quedarse dormido una sensación de vacío y tristeza lo invadió cuando recordó a su mamá, todos los años la recordaba luego de que lo hubiese abandonado hacía tres años.
— Te extraño, mami —Dijo en silencio mientras el sueño lo invadía y fue ese mismo pensamiento el que lo hizo llorar antes de que Morfeo se apoderara de él.
***
A eso de las once de la noche un golpe seco en el piso de abajo lo hizo despertarse asustado. Unos pasos se escucharon irregulares y pesados en la escalera y por fin la puerta de su habitación de abrió lentamente dejando filtrar la luz hasta su cama.
Yoongi estaba acostado de lado en su cama y cuando la señora Min entró se levantó para recibirla con una gran sonrisa.
— Señora Min —Dijo entre dormido y un poco aturdido por la luz. La silueta de la mujer se contorneaba en la entrada de la habitación hasta que poco a poco desapareció cuando cerró la puerta y la oscuridad invadió el lugar por completo nuevamente.
— Suga, mi ángel —Dijo con su habitual voz aunque esta vez arrastró las palabras —¿Te desperté?
— No, no importa —Respondió el chico —La estuve esperando.
La señora Min sonrió pero Yoongi no alcanzó a ver esa sonrisa a causa de la oscuridad.
— Oh, pequeño ángel —Dijo acercándose a paso torpe hasta la cama del chico y sentándose en el borde de la misma —Feliz cumpleaños a ti ~ —Empezó a cantar acariciando la mejilla del chico.
Ahí fue donde Yoongi sintió el fuerte olor a alcohol que desprendía la señora Min y tuvo que arrugar la nariz cuando sus fosas nasales fueron invadidas por el aroma.
— Suga... feliz cumpleaños —El chico sonrió forzadamente.
— Gracias señora... Min —Dijo incómodo cuando las caricias de la mujer se hicieron bruscas en su rostro.
— Sabes, Yoongi... —Hipó y soltó una risa —Estamos muy felices de tenerte.
Nunca antes había visto a la señora en esa condición y se preocupó.
— ¿Está bien? —Preguntó tratando de incorporarse en la cama pero la mujer lo empujó lentamente por el tórax para que se volviera a acostar.
— Sí, ángel. Estoy bien —Siguió arrastrando las palabras y acariciando el abdomen del chico sobre la ropa.
El olor a alcohol empezaba a marear al pelinegro.
— ¿Te divertiste hoy? Estuve ocupada, m—ma...—mañana te daré tu regalo —Dijo hipando.
— No se preocupe. Sí, me divertí con... —Los músculos de Yoongi se tensaron cuando la mano de la señora Min bajó hasta su vientre bajo haciendo caricias no tan apropiadas —Hoseok y... —La mano seguía escurriéndose hasta entre en sus pantalones y Yoongi ahogó un gritó cuando la mujer acarició por encima de su ropa interior —¿Señora Min? —Sus ojos empezaron a cristalizarse preso del pánico de no saber qué hacer.
La mano sobaba y acariciaba su entrepierna descuidadamente. Yoongi se movió hacia un lado pero su intento por apartarse se vio frustrado cuando la otra mano de la señora lo obligó a acostarse de nuevo con brusquedad.
— ¿Señora Min? —Llamó casi a punto de llorar.
— "Shhh"... —Le escuchó susurrar a la mujer quien ahora acercaba su rostro hacia los pantalones del joven —Te he dicho que me puedes llamar mamá, Suga —Dijo apretando la entrepierna del pelinegro haciendo que las lágrimas empezaran a rodar por sus mejillas.
¿Qué estaba pasando? ¿Por qué no se podía mover?
Su cuerpo se petrificó y sintió que el alma se le salió cuando aquella señora que hasta ahora había visto como una segunda madre, quien le había dado refugio durante todo este tiempo y quien lo trataba como su propio hijo se estaba llevando el miembro del chico a la boca.
Ayuda... mamá...
Lo estaba violando.
Sólo que a sus catorce años, Yoongi todavía desconocía ese término y el hecho de que había personas en el mundo que podían parecer ángeles pero cuyo corazón estaba podrido.
❀
sé que este capítulo tiene una escena fuerte, por eso las advertencias están en la sinopsis y tiene el aviso de contenido maduro. por favor, sean respetuosxs al respecto a esto ya que es un tema delicado y forma parte de la historia.
voy a ver si subo otro capítulo más tarde, ¡lxs quiero un montón!
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