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14


Taehyung respiraba con dificultad luego de recorrer varias calles a la redonda buscando a Yoongi junto a Hoseok. Sae había dicho que había pasado por donde estaban rumbo a Neon pues era la dirección del sitio.

— ¿Lo has visto? —Le preguntó el castaño al pelirrojo mientras se doblaba sobre sus piernas y apoyaba sus manos en sus rodillas para recobrar el aliento.

— Ni rastros de él —Dijo preocupado el otro mientras miraba en varias direcciones.

Ambos estaban solemnemente preocupados por su amigo en común. Últimamente Yoongi estaba actuando muy extraño y eso era lo que había llamado no sólo la atención de Taehyug en el trabajo, sino también de Hoseok.

— ¿Habías venido a hablarme al café sobre Yoongi, no es así? —Preguntó el castaño incorporándose.

El otro no dijo nada sólo asintió en silencio.

— ¿Era sobre esto? ¿Neon?

— No, Tae. De lo de Neon me he enterado hoy, hace segundos. ¿De verdad está yendo allí? 

— Eso dijo Sae, espera que te explique mejor —Dijo para sorprender a Hoseok con el relato sobre Yoongi en el lugar clandestino.

— ¿Y más o menos a hacer qué? Ya sabes que Yoongi no puede estar con una mujer.

— Podía —Levantó una de sus gruesas cejas y Hoseok frunció el ceño confundido —Se la dejo mamar por Sae hoy.

Otra vez el pelirrojo estaba atónito con lo que Taehyung le contaba acerca de Yoongi y su pequeño encuentro con Sae en la oficina.

— Por favor, no le digas a Sae que te conté esto.

— No lo haré, apenas acabo de conocerla.

— Sí pero conozco tu bocota, Hobi.

— Lo siento —Sonrió el último encogiéndose de hombros.

Ambos empezaron a caminar calle abajo directo a una estación de autobuses, se debatían internamente sobre lo que estaba pasando con su amigo y cómo deberían afrontar toda la situación.

— ¿Tú que tenías que decirme? 

— Que Yoongi ha estado bebiendo en casa y que su mujer me está partiendo el culo todas las semanas. 

— ¿Con lo del alcohol?

— No, con que no se ha acostado con ella en un año de matrimonio.

— ¡Mierda! —Se sobresaltó el menor —Bueno, era de esperarse pero... ¿crees que sea importante?

— Lo es, Tae. Lo es... La familia de la señora es peligrosa y el suegro de Yoongi le encanta velar por la felicidad de su hija, ¿qué tal que la tipa se canse de cubrir que no se la ha follado y su papá querido piense que Yoongi está haciendo algo indebido?

— Yoongi no haría nada indebido.

— ¿Ah no? Me acabas de decir que va a Neon y que se la deja mamar por Sae.

— Joder —Se llevó una mano a la frente preocupado.

De verdad que Yoongi empezaba a transitar terrenos peligrosos, más peligrosos que los de su pasado porque en estos su vida podría pender de un hilo.

— ¿Y qué pasa con la bebida? Yoongi nunca había bebido, ¿te ha dicho el por qué?

— Créeme que cuando lo encuentro a media noche o en la madrugada hablando incoherencias por teléfono y luego en su casa de refugio apestado a alcohol no está muy cuerdo que digamos para que me diga qué le pasa.

— Dios... esto empieza a darme miedo.

— A mí me jode que Yoongi esté haciendo todo esto a propósito.

— ¿A qué te refieres? —Preguntó Tae con el ceño fruncido.

— A que algo debió haber pasado con Yoonmi.

— ¿Por qué piensas eso?

— ¿Tú crees que Yoongi arriesgaría todo por nada? Lleva muchos años intentando conseguir a su hermana y por eso ha... —Hoseok tembló —Ha... aguantado tantas porquerías. ¿Crees que es lógico que esté bebiendo, no follándose a su querida esposa, yendo a Neon y estando con su secretaria? ¿De verdad lo crees tan tonto para...

— Para, entiendo. Definitivamente algo pasó con Yoonmi.

— Y eso no es todo lo que temo, Taehyung.

— ¡Ya, deja de hacerme pensar en tantas teorías! —Se quejó el menor. 

— Lo peor de todo es que temo que Yoongi simplemente esté buscando que lo maten.

Taehyung se quedó estático repasando mentalmente las palabras que acababa de decir el pelirrojo.

— ¿Que lo... ma—ten...?

— Sí —El autobús estaba cerca de detenerse en la parada —Y eso es algo que voy a averiguar sí o sí.

— ¿A dónde vas?

— ¿A dónde más? A su casa.

***


Sae Wa estaba confundida, más de lo habitual.

¿Por qué pasaban tantas cosas en tan poco tiempo y todas tenían que ver con Min Yoongi? 

Se devanaba los sesos haciéndose miles de preguntas mientras iba a su casa a paso de tortuga. Tenía ganas de verlo de nuevo, apreciarle como se merecía, tocarlo como quería pero sobre todo... preguntar, saber sobre él.

— ¡Maldición, olvidé comprar lo que Jin me pidió! —Se dijo así misma cuando recordó que su hermano estaría visitándola mañana en la tarde y le había pedido comprar unos ingredientes específicos para celebrar su llegaba con una buena comida.

Ya era muy tarde y el supermercado más cerca le quedaba a media hora por lo que decidió dejar para después la tarde que su lindo hermano le había encomendado, quizás mañana al salir del trabajo pasaría por esos ingredientes sino Jin se tendría que conformar con un ramen instantáneo.

Estaba llegando a su casa un poco más motivada al pensar en su hermano que siempre le sacaba sonrisas que no se dio cuenta que un extraño merodeaba cerca de su apartamento cuando llegó al pasillo del piso cuatro.

— La llave, la llave —Se recordó revisando su cartera hasta dar con la tarjeta electrónica y escuchar el click de la puerta al destrabarse.

El calor de todo su cuerpo se le fue a los pies cuando un empujón seco la llevó hacia dentro de su apartamento haciendo que casi cayera sobre sus manos delanteras que por suerte fueron sujetadas justo a tiempo por el intruso.

— Que bueno volver a verte, Katrina. 


***


Hoseok destrabó la puerta de casa de Yoongi sin ningún problema pues se sabía la clave de memoria de todas las veces que había ido.  El lugar se encontraba solo como de costumbre pues la esposa de su amigo no vivía exactamente en la casa que Yoongi usaba de vez en cuando para escapar de sus problemas.

— ¿No puedes vivir sin mí unos días, Horseok? —La figura de Yoongi se asomó tras la puerta del baño y dejó ver su rostro empapado con agua y jabón.

— ¿Se puede saber qué mierda estás haciendo, Yoongi?

— Lavándome la cara, ¿qué es tan difícil de ver? 

El pelirrojo suspiró resignado pues sabía que la charla que tendrían a continuación no sería nada agradable.

— Termina de lavarte la cara de culo esa que tienes y ven a la sala, necesito hablar contigo.

Yoongi asintió indiferente y minutos después ya estaba en la sala como el otro ordenó.

— ¿Qué haces hoy y a esta hora en mi casa?

— Yo me pregunto lo mismo, hoy deberías estar con tu esposa.

— Necesitaba un rato a solas pero ahora tú lo has interrumpido —Le recriminó soltando un sonido nasal.

Hoseok se quedó en silencio y lo escrutó con la mirada haciendo que Yoongi se sintiera incómodo.

— ¿De qué quieres hablar?

— ¿Pasó algo con Yoonmi, no es así? —Soltó sin anestesia.

Yoongi abrió la boca lentamente para decir algo pero las palabras no fueron capaces de salir de su garganta. Se puso más pálido de lo habitual y sus manos le empezaron a temblar ligeramente.

— ¿Qué has dicho?

— Lo que has oído. A mí no me mientas.

El pelinegro bufó con amargura y se cruzó de brazos sentado en el sillón contrario al de Hoseok.

— Estás bebiendo y tu esposa sigue jodiendo, eso me dice que no estás haciendo las cosas bien.

— ¿Qué mierda te pasa, Hoseok? ¿Ahora vienes a comportarte como ellos, espiándome y dándome órdenes?

— No, vengo a decirte que estoy muy preocupado de que te metas en problemas y arruines todo con Yoonmi.

— Claro —Bufó de nuevo —Claro... Yoonmi —El chico saboreó el nombre con amargura —Yoonmi la que nunca se preocupó por buscar a su hermano.

— Eso no lo sabemos.

— ¡Joder, que no es tan difícil buscar a alguien!

— No si la tienen secuestrada o algo parecido, qué se yo.

— Nadie la secuestró, Hoseok. Ella nunca me buscó y... realmente estoy cansado... —Dijo apretando los ojos con fuerzas —Primero Yoonmi, luego mi madre... estoy... —Se fue recostando del sillón como si dejase que todo el peso que sentía por su pasado le cayera encima.

— Yoongi no puedes rendirte ahora, te aseguro que tu hermana te sigue esperando.

— No, Hoseok. Ella nunca me ha esperado realmente. Dios... todos me joden tanto —Soltó con amargura y el pecho se le apretó con brusquedad —Ellas, los Min... —Tembló de golpe al recordarlos -aunque aún siguiese en las garras de uno de ellos- —Hyorin jodiéndome la vida con eso de que debo acostarme con ella y tener un heredero. Ya todo me vale un carajo.

— Por favor, no digas eso. Esto es por lo que has luchado siempre, encontrar a Yoonmi ¿no? Es lo único que te queda en la vida, Yoongi. ¡Piensa por favor! Podrías poner tu vida en peligro y hacer que te maten.

— Ya... —Sonrió con sarcasmo —Si es que no lo hago yo primero, Hoseok. 

***


Sae Wa se volteó con el terror inundando sus ojos cuando descubrió que no estaba sola y que alguien se había colado en su departamento. Era un hombre que nunca había visto en su vida o por lo menos no lo recordaba.

— ¿Quién eres? —Chilló ella intentando zafarse pero el tipo era alto y fuerte.

— ¿Me dirás que no me recuerdas? Katrina, yo te recuerdo perfectamente a ti —Dijo pasando una mano por el cabello de la aterrada chica.

— ¡Ayuda! —Gritó en un intento porque alguien la escuchara —¡Alguien... —Su voz fue acallada por la gran mano del sujeto que se posó sobre sus labios y nariz, parecía que tenía la intención de sofocarla hasta morir.

— ¿Por qué me rechazaste la última vez que te busqué en Neon? 

¿Cómo mierda alguien le había podido reconocer?

— ¿No fui suficiente para ti?

La mano del sujeto seguía presionada contra sus fosas nasales y boca, Sae sentía que poco a poco perdía el oxígeno mientras arañaba y pataleaba para zafarse.

Alguien...

— Pero ¿¡qué mierda es esta!? —Chilló su atacante cuando recibió un golpe en seco por la nuca que no logró desmayarlo pero si atontarlo.

Había dejado la puerta sin cerrar completamente permitiendo entrar a cualquier curioso que decidiera asomarse en ese momento.

Pero el curioso que se asomó no era cualquiera, era alguien que podía morir o matar si fuese necesario y en este caso se inclinaba más por matar si las ganas se lo permitiesen.

— Suéltala de una puta vez. 


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