🐱20.2🐱
Dos largas semanas viviendo con su madre y MinHo no se podía sentir más feliz.
Las niñas y TaeMin se llevaban muy bien,él ya había aprendido a decir “Sul” y aunque Minho no entendía, a Taemin parecía agradarle mucho su hermana JinRi, además de que su minino siempre le andaba tocando el cabello a la pequeña, y a pesar de las constantes quejas de las demás niñas, ellas
con el tiempo dejaban de tratar a Taemin como un extraño o un ser que admirar por horas de horas, a veces Heeyeon y Seoyeon jugaban con los mellizos en la sala y Tae los observaba desde el sofá, todo empezaba a encajar como era debido; e incluso JiHyohabía vuelto a su etapa de chicos, amigas, salidas, y más, ignorando en gran parte al pequeño minino.
Pero como siempre, después de toda tormenta viene la calma, sí, lamentablemente luego tiene que volver la tormenta.
Minho ya tenía lista la casa, había estado monitoreando todo a base de los arquitectos y sus gráficas de cómo estaba quedando, sin salir de casa de su madre, le había prometido a Taemin
que no lo dejaría solo, y aunque no dudaba que su minino amaba
a su familia, jamás había intentado irse, temía por lo que pudiera pasar, no cometería el mismo error tres veces, además, dejarle toda la responsabilidad a su madre y a sus hermanas no era buena idea tampoco.
— ¿Diga? —Habló la voz del otro lado de la línea.
—Hey, Jamong.
— ¡Minho! Oh mierda, idiota ¡Te has desaparecido! ¿Dónde estás? ¿Anda todo bien? ¿Qué ha pasado? ¿Ya tienes el lugar para ti y Tae? ¿Cómo está ese pequeño?
—Estoy con mi madre, sí, todo perfecto. No mucho, ando arreglando la casa y esos detalles, así que aún no estamos allá y Tae anda bien, perfecto, diría yo.
— ¿Entonces qué sucede?
— ¿No puedo llamarte solo para saludar?
—No.
—Bien, tú ganas. —Rió el menor, volteando para observar a su minino sosteniendo una de las muñecas de Seoyeon, maullando, mientras acercaba esa Barbie a la de Heeyeon y juntaba sus cabezas, en lo que las niñas reían con él.
—Necesito ir a revisar los últimos detalles de la casa, resulta que tengo que irme mañana desde temprano y no puedo llevar a Tae. —Susurró, esperando que su minino no lo esté escuchando.
—De acuerdo, ese es un problema. —Suspiró Jonghyun del otro lado de la línea. — ¿Quieres que vaya? Sé que le caigo bien, pero no creo poder aguantar un par de gatos locos, además, estoy en parciales y debo pasar tiempo estudiando, Minho.
—Lo sé, algo así me imaginaba, en realidad quería pedirte
a Key.
— ¿Key? Oh bro, él aún no conoce a Tae ¿Crees que se lleven bien?
—La verdad no tengo idea, pero es todo lo que me queda, mañana es domingo, no habrá nadie en mi casa hasta altas horas de la tarde porque mamá tiene que trabajar, Heeyeon y Seoyeon
estarán en casa de la abuela y Sulli y Jihyo estudiarán en casa de sus amigas hasta que mamá las recoja en la noche, porque adivina, exámenes también.
— ¿Y los mellizos?
—Ese es otro problema. —Rió Minho, nerviosamente. —Le he dicho a mamá que vendrás tú a cuidar a Tae y a los
mellizos.
—Déjame ver si entiendo. —Jonghyun aclaró su garganta. — Me estás diciendo que me harás llevar a Key, la persona menos adorable del mundo para que cuide de Tae y de un par de bebés
llorones. Minho, lo de los porros fue una sola vez, te dije que no haríamos esas mierdas de nuevo.
— ¡No estoy drogado, Jong!
—Bueno… No sé qué planeas, pero supongo que eres mi amigo y tengo que ayudarte.
—Ajá, eres el mejor.
—Llevaré a Key mañana en la mañana, déjame ver si puedo convencerlo de hacer esto. —Suspiró el ojinegro. —Me
debes una grande, prófugo de la ley.
—Claro, claro. Mañana nos vemos, Jjongie.
Una vez Minho cortó el teléfono, suspiró largamente, no sabía qué tan bien terminaría todo eso, solo esperaba que Key supiera explicarle a su pequeño que debía salir únicamente por un día, después solo ellos por el resto de sus días, o eso esperaba.
No, definitivamente eso pasaría.
Intentando ocultar su preocupación, se acercó al sofá donde descansaba Tae y besó su cabeza, recibiendo después los dulces labios de su pequeño, mientras escuchaban el típico
"Iugh” de Heeyeon y Seoyeon.
🐱
Minho se levantó muy temprano a la mañana siguiente, encargándose de embarcar a su mamá y a sus hermanas, mientras le aseguraba a ella que él no se iría de ahí hasta que llegue JongHyun,
y no mentía, llegaría Jjong, solo no se quedaría.
Una vez tuvieron la casa sola para ambos, solo con los pequeños durmiendo en el piso de arriba, Minho subió a la habitación para despertar y vestir a su pequeño, tal y como todos los días.
Era encantador ver a Tae vestirse solito, sin embargo, a veces no sabía meter su cola en el hueco que le había hecho a
absolutamente todos sus pantalones con un parche para que no se abriera de más la tela; incluso en algunos momentos, Tae no encontraba el agujero de los brazos en las remeras, o dejaba la parte trasera de estas toda doblada, sin poder encontrar como bajarla por su piel.
Una vez lo alistó, le colocó la gran cantidad de pulseras al pequeño, todas regaladas por sus hermanas, y a Tae le gustaban, él no podía estar tranquilo después de bañarse, hasta que tuviera
esa lista de como diez o más decorativos en su brazo.
Taemin y Minho bajaron a tomar desayuno con tranquilidad, a Minho le servía los biberones guardados que tenía su madre, de Heeyeon y Seoyeon, porque incluso aunque Taemin ya tuviera el físico de un chico de quince o dieciséis, a veces le gustaba engreírlo y darle cosas como esa, porque su bebé era eso, un bebé ante sus ojos.
—Amor, escucha, hoy vamos a conocer a alguien. —Habló Minho, mientras tomaba una de las manos de su bebé, logrando hacer que este deje su mamadera, mirándolo con los ojitos
llenos de curiosidad, meneando las orejas. — Es un amigo mío y
seguramente tuyo también. Se van a llevar muy bien, mi pequeño.
En el mismo instante en que Tae iba a decir algo, o maullar quizás, tocaron la puerta con fuerza, casi como si fueran patadas y de hecho lo eran, Minho lo confirmó cuando escuchando un grito proveniente de su mejor amigo del otro lado de la puerta.
— ¡Mierda, Key! ¡Respeta!
— ¡Es una casa gigante, Jjong! ¿Me vas a decir que nunca has querido patear una puerta de una familia rica?
— ¡Claro que no, tarado!
El minino se puso de pie al instante, acercándose a los brazos de Minho, subiéndose sobre sus piernas, mientras el mayor lo abrazaba con cuidado y dejaba tiernos besos en su cien, tratando de tranquilizarlo.
—No es nadie malo, amor, solo un par de idiotas. —Suspiró el castaño, cargando a Tae y acercarse a la gran puerta,esperando que esas patadas no hayan despertado a sus pequeños
hermanos, en serio esperaba poder explicarle todo a Tae para
que entendiera que debía cuidarse él y cuidar a los otros dos bebés del piso de arriba.
Una vez abrió, lo primero que observó fue al ojinegro con sus manos en su cara, suspirando.
En realidad a Minho le divertía todo eso, Jonghyun no era alguien con mucha paciencia, y que se enamore de un pequeño que requería de mucha, mucha más incluso que Tae, era divertido ante sus ojos.
Lo siguiente fue el minino ya conocido para él, Key venía con un short de más abajo de sus rodillas, y una remera larga manga cero, además de una gorra colocada hacía atrás, siendo lo
único que lo delataba su esponjosa y larga cola meneándose en su retaguardia.
—Bueno, aquí estamos. —saludó Jonghyun, observando el
cuerpo de Tae prácticamente colgado del de Minho, abrazándolo con sus brazos y piernas, sin querer voltear. —Hola Tae, es lindo verte. —Bromeó el ojinegro, recibiendo una mirada de
enojo de parte de su mejor amigo, e incluso del rubio a su lado.
— ¿Taemin? —Preguntó Key. — Me dijiste que Minhonos iba a dar comida.
Minho observó a Jonghyun y este solo se encogió de hombros, estaba claro que eran mejores amigos, sus mentiras terminaban siendo igual de mal ejecutadas, o quizás peor con forme avanzaban en ellas.
Taemin, al fin, suavizó su agarre del cuello del mayor y se volteó, encarando a Jonghyun, entregándole una suave sonrisa y luego observó al minino a su lado.
La mirada de Tae se agudizó y volvió a tensar su cuerpo, él no había visto a otro de ellos desde que se escapó de ese horrible lugar.
¿Acaso Minho iba a remplazarlo? Observó al mayor y este le dio un suave beso, bueno, eso contaba como un no ¿Verdad? Él no había hecho nada malo, y aprendió palabras nuevas,tomaba toda su leche, incluso dormía las horas que Minho le decía y no ponía caras desde hace mucho ¿Por qué iría a reemplazarlo? No tenía sentido.
—Amor, él es Key, es el gatito de Jonghyun.
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