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🐱16🐱


Después de como la doceava lamida,TaeMin ya había perdido la cuenta de cuantas veces soltaba un gruñido al ver que continuaba saliendo sangre de la herida, a pesar de sus intentos por detenerla. Pero, al fin, luego de todo ese proceso, la herida se veía mucho mejor que antes y ya no salía nada de ella, así que el pequeño, orgulloso de su trabajo, dejó un último beso sobre esta antes de intentar levantar su cabeza, pero no contaba con que la mano de MinHo que descansaba sobre sus rizos le impidiera hacerlo.

— ¿Meow?

—Quieto ahí. ¿Si, bebé? —La voz ronca de MinHo, tan suave y raspada a la vez estremeció al felino.

TaeMin conocía muy bien en qué momento se ponía de esa forma. Con esa actitud dominante, esa manera de expresarse como si fuera una orden, pero a la vez con la sutileza suficiente para que TaeMin no se sintiera asustado.

Sí, MinHo solo se ponía así cuando jugaban juntos. Sin necesidad de decir más, MinHo bajó su mano libre hasta sus pantalones, desabrochando el botón de este y luego bajando su cremallera, alzando sus caderas, aunque su herida aún se encontraba resentida y le causaba un pequeño dolor, eso no le podía importar menos, necesitaba lograr deslizar su pantalón y su ropa interior lo suficiente como para que su miembro saliera fuera de este, dejándose ver, erguido por completo, con un pequeño brillo por las primeras gotas de líquido pre seminal que escapaban desde la punta.

TaeMin, aún con el rostro inclinada hacia abajo, subió su mirada para observar a MinHo, encontrándose con este mordiendo su labio, apoyando su espalda justo en la pared donde TaeMin antes había estado acurrucado y tras regalarle una mirada, suspiró, llevando su propia mano sobre su miembro, tomándolo por la base y empezando a masturbarse, de arriba a abajo, con movimientos lentos.

—MinHo.

—Amor, quiero que lo chupes.

Después de esas palabras, TaeMin llevó su mirada hasta el largo miembro casi al lado de su rostro. Volviendo a confirmar que era eso lo que MinHo quería, obedeció, permitiendo que el castaño guíe la longitud hasta su boca y entonces pasó la punta de su lengua sobre esta, causando que todo el cuerpo de MinHo se estremeciera debido a semejante espasmo.

—Oh, mierda.

El pequeño al instante subió la mirada, sin estar seguro de si eso era bueno o malo, pero al encontrarse con el mayor inclinado hacia atrás y sus labios entreabiertos, TaeMin relamió los suyos, apartando la mano de MinHo de su pene para ahora ser él quien lo sostuviera, con mucho cuidado de no apretarlo muy fuerte.

El minino meneó sus orejas justo antes de volver a pasar su lengua por el largo, examinando el sabor. Le gustaba, le agradaba tener el control, aunque sea por una vez, y podía acostumbrarse a esa amarga y agradable sensación cuando su lengua pasaba por la piel del miembro, definitivamente el doble de grande que el suyo, o tal vez más.

TaeMin entonces se concentró en su tarea, volviendo a pasar su lengua por esta, ya más repetidas veces, repartiendo besos y largas lamidas en todos los lugares que su lengua podía, sintiendo aún la mano de MinHo sobre sus rizos, acariciándolo, pasando por detrás de sus orejitas. Entonces TaeMin supo que estaba haciéndolo bien.

—Be-Bebé. —MinHo tiró suavemente de los cabellos entre sus dedos, atrayendo la atención de su minino, quien continuaba con su lengua sobre el miembro, esperando que el mayor le dijera qué sucedía. — Llévalo a tu boca. —Ordenó, imaginando esos gruesos labios rojos y esa pequeña boquita tragándose toda su glande. —Lo más que puedas, y ju-juega con él, como yo contigo ¿De acuerdo?

—Meow. —Fue el único sonido que emitió el pequeño, asintiendo con la cabeza e inclinándose de nuevo, hasta que escuchó la voz de su dueño otra vez.

—Oh, y nada de dientes, mi amor.

Después de eso, MinHo solo se dedicó a disfrutar, con los ojos entreabiertos, observando las expresiones inexpertas de su pequeño, mientras seguía pasando su lengua lentamente por su erección, mojándolo todo lo que podía, hasta que, sin decir más, separó sus labios y se lo metió en la boca, logrando escuchar un fuerte y ronco gemido proveniente desde lo más profundo de la garganta de MinHo.

MinHo arqueó la espalda, él intentaba continuar masajeando los mechones de cabello entre sus dedos, empujándolo hacia abajo, más hacía su miembro, deseando que la boca virgen de TaeMin trague todo lo posible, y aunque sabía que jamás podría con todo el largo, TaeMin ya empezaba a darle la mejor mamada de su vida, succionando mientras cerraba sus ojos y sus dos manos mantenían la base del miembro quieto, disfrutando del palpitar de la longitud.

TaeMin gemía, aún sin poder soltar los sonidos con totalidad como deseaba, gemía cada que la punta del miembro tocaba el inicio de su garganta y trataba de alejarlo, para hundirlo de nuevo de la misma forma, aunque sabía que se podía atorar, intentaba de la mejor forma respirar por la nariz, porque el placer que sentía era bueno, y su cosita estaba despertándose también, sin necesidad siquiera de que MinHo la toque, eso era nuevo. MinHo soltó una especie de grito cuando pudo sentir con claridad cómo los pequeños colmillos de los extremos de la boca de TaeMin rozaban la piel sensible de su miembro, era algo tan dolorosamente excitante, aún mejor cuando su minino inclinó el rostro, enredando su lengua en toda la longitud, mientras empujaba más de esta dentro de su boca, todo lo que podía, quería tragarla toda, él quería pero le era imposible.

Una vez MinHo sintió un fuerte tirón pasar por toda su columna hasta centrarse en su miembro, indicando lo ya obvio, él se inclinó hacia adelante, colocando sus manos en los hombros del más pequeño, empujándolo hacia atrás, obligando a TaeMin a apartarse de su dura erección, recibiendo una especie de gruñido por parte del gatito.

—Lo siento, bebé. —MinHo sonrió, no podía creer lo malditamente sensual y sexual que podía ser su pequeño, tal adorable hace menos de una hora. — Otro día me correré en tu boca, lo prometo. —Acercó sus labios hasta besar los de TaeMin, disfrutando del sentirlos tan húmedos e hinchados. —Ahora necesito hacerte mío, TaeMin.

TaeMin asintió, él comprendía mejor lo que MinHo le decía ahora, y se sentía bien por eso, así que sin dudarlo, llevó sus manos a sus pantalones, empezando a deshacerse de ellos con rapidez, demostrando que él también quería que MinHo juegue con su cuerpo y le haga sentir bien. Era ahora cuando volvía a ser el pequeño adorable, desnudándose completamente para el mayor.

—No, espera, amor. —Lo detuvo, incorporándose a la par como TaeMin lo había hecho, evitando que se quite la parte superior de sus ropas. —Hace frío, así que vas a tener esto puesto. Tranquilo. —

Y aunque el más pequeño no entendió, espero a que MinHo se quite su remera y se dejó llevar por los hambrientos labios de su amor, capturando los suyos con intensidad. A él realmente no le costó nada tomar el cuerpo de TaeMin y guiarlo hasta apoyarlo contra la pared, mientras dejaba sin aliento al más pequeño. MinHo pensó la posición más exacta para poder hacer el amor, sí, quizás un pensamiento responsable sería al menos esperar hasta llegar al auto, pero a la mierda, él necesitaba poseer a TaeMin en ese maldito lugar de una vez por todas.

Y no, no era su culpa, fue culpa del minino que lo calentó simplemente con ese acto lleno de inocencia lamiéndole la herida en la cadera, tan cerca de la "V" que guiaba hasta su miembro. MinHo solo estaba siendo justo, era eso.

Una vez TaeMin colocó sus manos sobre el pecho del mayor, rompiendo el beso y pidiendo un poco de oxígeno como siempre hacía cuando ya no podía respirar, jadeó contra la boca de MinHo, maullando suavemente, mirándolo directamente a los ojos, con ese verde oscuro que MinHo conocía muy bien.

La mirada de TaeMin se encontraba cargada de deseo, ansiando que MinHo jugara con él a su antojo, y MinHo iba a complacer a su pequeño.

—Ven aquí. —Sin decir más, cargó el cuerpo del más pequeño, alejándolo del suelo, logrando que este lleve sus manos a sus hombros y una vez su espalda se apoyó de nuevo contra la pared, las piernas de minino abrazaron las caderas de MinHo, sintiendo la erección de este chocar contra la suya.

TaeMin gimió, presionando con algo de fuerza los hombros del castaño.

—Si quieres gritar, muérdeme ¿De acuerdo? —Ordenó, besándolo después.

TaeMin asintió con irregularidad, en ese momento él estaba en su mundo, sentía la punta de la gran erección, que antes había estado en su boca, justo rozando su entrada y sabía lo que vendría, su cuerpo quemaba pidiendo a gritos que sucediera, así que movió un poco sus caderas, intentando acelerar el proceso.

— Min.

No hizo falta que dijera nada más, la punta del miembro de MinHo se alineó y lo siguiente fue sentir como se abría paso por su entrada.

TaeMin iba a gritar, iba a gritar a todo lo que daba su voz pero a lo lejos, en algún rincón de su mente recordó las palabras del mayor, así que sin dudarlo se acercó al cuello de este y hundió sus colmillos y dientes en la piel, logrando escuchar un gemido ronco por parte de MinHo.

Con toda su erección ya sumergida en ese pequeño cuerpo, el castaño se mantuvo quieto, sintiendo la cola de TaeMin, antes tan ignorada, rodeando una de sus piernas, mientras el minino continuaba acostumbrándose a las sensaciones. Pasaron unos segundos así, con MinHo repartiendo pequeños besos por el hombro de su gatito.

— Estás siendo bueno, amor. —Susurró, cerca de su orejita gatuna. — Estás recibiéndolo todo, ese es mi bebé.

—Meoow. —

Con su maullido ahogado contra la piel de su cuello, MinHo comprendió que su bebé se sentía orgulloso de sí mismo por recibir la felicitación de este.

TaeMin movió sus caderas y entonces iniciaron. MinHo empezó los empujes contra el pequeño cuerpo y este, aún apoyado en la pared, se dedicaba a gemir bajito mientras el gran miembro exploraba su estrecha entrada.

— ¡Ah!

Las embestidas iban aumentando cada vez más, el cuerpo de TaeMin se golpeaba contra la pared de su espalda, sin embargo, gracias a su ropa no se arañaba ni nada por el estilo, y tampoco pasaba frío, pero eso no era por su ropa, TaeMin sabía quién era el único causante de que su cuerpo se encontrara tan caliente.

MinHo continuó empujando, aumentando la velocidad del vaivén, mientras los gemidos del minino llenaban absolutamente todo ese espacio, toda esa casa abandonada, esperando que ningún vecino cercano quiera salir a averiguar qué era ese escándalo.

Sinceramente, para MinHo, ese ruido era igual a cuando dos gatos cogían sobre su tejado, con la hembra gimiendo en gritos desesperados. Sin embargo, él amaba la exageración en la voz de su felino.

—Más bajito, bebé. —Murmuró MinHo, mordiendo el cuello de TaeMin, escuchando como este le lanzaba un maullido de protesta, pero continuaba con su rostro hundido en su cuello, tratando de callarse.

Y ese pequeñito lado cruel del mayor salió a la luz, así que mientras le decía a TaeMin que se callara un poco, aumentaba el ritmo de su cuerpo contra el del menor, logrando hacerle imposible el cumplir la orden al pequeño niño.

—Dios, TaeMin.

Pero aunque le encantaba divertirse con las sensaciones y el cuerpo de su bebé, MinHo se conocía muy bien y sabía que estaba cerca del final. Así que, con cuidado, quitó una de las manos con las que sostenía los glúteos de TaeMin para evitar que caiga y la guío hasta el miembro de este, presionándolo con su palma, agarrándolo entre sus dedos y empezando a bombear sobre la longitud, recibiendo otro fuerte gemido de parte del menor.

TaeMin arqueó su espalda cuando MinHo tocó su próstata, no era la primera vez que lo hacía, pero siempre era igual o más placentera que la vez anterior, así lo veía TaeMin. Él volvió a enterrar sus colmillos sobre la piel de MinHo, tratando de callarse mientras su cuerpo se inclinaba hacía adelante, alejándose por completo de la pared detrás suyo, simplemente siendo cargado por el brazo de MinHo, abrazando su cuello para empezar a saltar, una y otra vez, tratando de que el miembro de MinHo toque de nuevo su punto exacto que lograba quitarle la cordura. Uno, dos, tres veces más, solo tres bastaron para que TaeMin, en un grito incontenible, pronuncie el nombre de su dueño y se corra con fuerza, soltando tira tras tira de gotas de su esencia, manchando su ropa, el pecho y la mano de MinHo.

Sus paredes abrazaron con más fuerza el miembro enterrado entre sus nalgas y aunque lo intentó, MinHo no pudo aguantar más de dos embestidas, acabando corriéndose en el interior de TaeMin, en lo más profundo de este, disfrutando de los espasmos causados por semejante clímax.

—Meow. —Maulló el minino, apoyando su espalda en la pared de nuevo, dejándose retener por MinHo y con su cuerpo flojo, cansado y relajado, mientras su respiración intentaba volver a la normalidad, tratando de capturar todo el aire posible para sus pulmones. —Min...

— ¿Te amo? —La voz del mayor también sonaba cansada, pero sabía lo que su pequeño trataba de decirle, a lo que TaeMin asintió con la cabeza, con una pequeña sonrisa, sintiendo como el miembro de su MinHo salía lentamente de su interior.

—Te amo. —Murmuró débilmente, dejando un pequeño beso sobre las marcas de mordidas en el hombro y cuello de amor.

—Ese es mi niño. —Fue lo último que TaeMin escuchó, quedándose dormido después.



Buenas noches uwu.

La canción no tiene nada que ver con el capítulo pero mientras lo estaba editando comenzó a reproducirse y cómo que quedó bien,además de la traducción 6v9,espero les guste y ¡¡nos vemos pronto!!

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