♥︎ Día Uno ♥︎
Nejiten Week 2022
Día Uno
Tema: San Valentín y Canción
El escrito es de mi completa autoría con inspiración en series y libros con temática similar, prohibida su copia o adaptación a cualquier otra plataforma sin mi permiso.
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Tú bien sabes que no fue un accidente
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Era San Valentín.
Era el día del amor, de los enamorados, de declararse al platónico, de regalar chocolates y flores, de reconciliarse con el ex, de ir a la farmacia con la cara roja a pedir preservativos, de ser vilmente rechazada laboralmente, esperen, eso solo era por su parte.
Vestida con un vestido negro elegante, zapatos blancos y el cabello castaño recogido en un moño bajo caminaba por las calles de Tokio sin rumbo alguno, adentrándose sin darse cuenta en el barrio latino de la ciudad. Otra vez había sido rechazada en un ambiente laboral, esta vez por una empresa mediana, prácticamente la habían echado a patadas luego de verle el pequeño tatuaje que se había hecho cuando cumplió 18 a escondidas de su madre, la mujer se lo había advertido, recordaba "El día en que no acepten tu CV por esa mancha en tu piel vendrás corriendo a pedirme dinero y yo no te daré un solo yen."
Claro, que su madre, tan amorosa como ella sola, le había dicho todo eso en un español enfadado y rápido, digno de una colombiana enojada, y a Tenten le costó dos semanas de clases privadas con Sarutobi para llegar a entender lo que quiso decir. ¡No la juzguen! Ella nació en China, en la familia de su padre, pero el trabajo de su madre la llevó a Japón y nunca mostró especial interés por ir a América del Sur. El español había quedado en el fondo de sus prioridades, se sabía lo más básico debido a que su madre la regañaba en español, la alababa en español, y le lloraba en español, pero en las cosas cotidianas era una mezcla de mandarín y japonés.
Se tropezó con un bar abierto, ¿a las tres de la tarde?, miró el cartel y descubrió que estaba en español, ah, con razón. No sabía con exactitud que citaba el cartel, pero se leía algo así como "Rohayhu" ¿Esa palabra estaba en español? Nunca la había escuchado de la boca de su madre, probablemente sea portugués, no importa, necesita un trago y está segura de que en los bares se sirven de esos. Se encaminó a la entrada y se dejó caer sobre la barra, el ambiente era cálido, rústico, con una bandera de dos escudos detrás de la barra, justo arriba de una puerta de madera, un chico de cabello castaño y acento casi perfecto la saludó en inglés.
—Japonés, háblame en japonés. — pidió ella
—Ok, señorita. ¿Qué desea?
—Ese acento lo conozco... — se interrumpió a sí misma —No eres de aquí, ¿verdad?
—¡Atrapado! — habló en español —Soy de Argentina, pero el bar es de paraguas. — sonrió ladino, como si hubiera dicho el chiste mas gracioso del mundo —De un paraguayo, significa, es una vieja riña que viene de la Guerra contra la Triple Alianza, guerra, que obviamente ganó Argentina y perdió Paraguay.
De la puerta emergió un hombre algo más mayor, con el ceño fruncido, la piel ligeramente morena pero los ojos rasgados —¡Pero! ¡Déjate de joder con esa guerra, Julián! ¡Ustedes hicieron trampa, ya te dije! — reclamó en un perfecto español, un acento diferente al del barman —Kurepí ky'a ha soltero hina. — gruñó para sí mismo en una lengua extraña mezclada con el español estándar —Lamento que haya tenido que presenciar eso, Señorita-san, como te darás cuenta el ego de este empleado no cabe en el local.
Tenten sonrió, de alguna forma, esa pequeña riña (de la cual entendió un poco nada más) le había alegrado el día de mierda. Fue ahí cuando reparó en que el local tenía algunas decoraciones por San Valentín, nada ostentosas, y que en ambos hombres llevaban camisetas rojas con corazones blancos y el logo del local en el pecho.
—No se preocupe, me llegó la información de que los argentinos son así. — habló con su bastante oxidado español, sin pronunciar correctamente la "R" y la "L"
—¡Epa! — aplaudió el más joven, Julián —Pero si la señorita habla español.
—Solo un poco, mi madre no es de aquí.
—¡Apa! ¿De dónde es? — se interesó el mayor
—Pero no seas curioso, paraguas.
—Ekirirī, Julián.
—De Colombia, ella es de ahí.
—¡Mi abuelo viajó a Colombia una vez! — dijo Julián —Era policía y fue llamado como refuerzo para atrapar al... — el mayor le golpeó la cabeza con un trapo de cocina.
—Ekirirī, Julián. — esta vez no era una advertencia —¿Tu has ido a Colombia, Señorita-san?
Negó con la cabeza —No he tenido el placer de ir. A propósito, ¿me puedes servir un trago? — se dirigió a Julián —Algo no muy fuerte, por favor.
—Preparale una sangría a Señorita-san, Julián, la casa invita. — le sonrió a Tenten y luego volvió por donde vino
Las siguientes dos horas, Tenten había conversado con Julián sobre variados temas, tomando de vez en vez una copa de vino, pero el joven le podía dos vasos de agua por cada copa y la castaña no quería emborracharse, no realmente, tal vez solo buscaba una distracción, una buena compañía y un ambiente hogareño. Sabía que al llegar a su hogar su madre volvería a echarle en cara que tenía razón, ella acabaría exasperada y ambas se gritarían hasta que alguna de las dos azote la puerta de su habitación.
No quería eso, ya tenía suficiente con lidiar consigo misma.
El bar, antes vacío, comenzó a llenarse poco a poco, en su mayoría por parejas, también por personas que parecían esperar a otras, se formó un enorme barullo y Julián tenía que dejarla sola de vez en vez para hacer su trabajo. Estaba bien, ella estaba feliz de estar en un ambiente tan festivo y hogareño como ese, no le importaba estar sola varios minutos mientras bebía o se perdía en sus pensamientos.
Por supuesto, su vejiga hizo de las suyas luego de tantos vasos de agua, y abandonó su lugar en la barra para ir al baño, para su sorpresa, al volver pudo ver que su lugar estaba ya ocupado por una pareja que se sonreían mutuamente. Se hubiera molestado, pero no tenía ganas de amargarse la tarde por algo tan tonto como eso. Buscó otras mesas y encontró una vacía justo frente a un pequeño escenario con unos músicos cantando canciones de amor en español (¿eso había estado ahí todo el tiempo? ah, de ahí venia la música) se sentó y luego de varios minutos disfrutando el arte en el escenario, reparó en que en la mesa había un celular de funda negro.
Alguien lo había dejado para guardar el lugar, seguramente.
Estaba a punto de levantarse cuando un hombre alto, de tez blanca, ojos claros y rasgados, cabello marrón largo y porte serio se hizo presente. No reparó en mirarla, tomó el celular y suspiró suavemente, se le veía algo aliviado por debajo de la máscara de frialdad. Fue entonces que su mirada se dirigió hasta ella, Tenten quiso hablar, decir algo inteligente, o mínimamente saludar, pero su garganta se le secó. El era apuesto, muy, muy, muy, apuesto.
Aunque no era eso lo que logró secarle la garganta.
Lo reconocería incluso aunque estuviera lleno de sangre. Reconocería ese porte serio y esos ojos claros en cualquier parte del mundo, y aunque ella estaba sentada, sus piernas temblaron. Ahí, frente a ella estaba el mismísimo Neji Hyuga, su famoso "casi algo" de la preparatoria, aquel que le rompió el corazón cuando tenía 17 años, el enamoramiento más potente que había tenido en toda su vida estaba ahí.
Dios.
Quería que la tierra se abriera y se la tragara en ese mismo momento.
—Hola.
¿Le hablaba a ella? ¿¡Se atrevía a hablarle a ella!? ¿¡Después de todo lo que pasaron juntos se atrevía a hablarle como si nada!? Que descarado. Eso me encantaba a los 17, tenía una cara de no romper un plato, pero era un desvergonzado. ¡Contrólate, Tenten!
—Hola.
¿¡Porque demonios le devolvía el saludo!? Estaba loca, se había jurado a sí misma no volver a dirigirle la palabra después de cómo terminó todo. Todas sus amigas saben de él, y su corazón, a pesar de tanto tiempo, parece rehusarse a olvidarlo por completo. Siempre habrá un espacio para él en su corazón, y aunque su alma gemela llegue mañana, ella sabe que Neji siempre estará ahí, como un dulce recuerdo con final amargo.
—¿Me puedo sentar o estas esperando a alguien? — preguntó
—Eres tú quien apartó el lugar, yo me levanto. — dijo ella entonces, tomando control de su cuerpo y levantándose —Lamento importunar.
—No estás importunando. En realidad olvidé mi celular, no te preocupes por ello.
—¿Tú? ¿Olvidando algo? ¡Cómo cambian las cosas, eh!
No pudo evitarlo, simplemente no pudo evitarlo.
Neji tomó ese comentario como una invitación a sentarse, y lo hizo con un atisbo de sonrisa, aquel brillo que nunca supo descifrar en sus ojos. Ahora estaban totalmente frente a frente, y Tenten de pronto era muy consciente del poco espacio entre sus cuerpos, y sobre cómo sus pies se rozaron por debajo de la mesa. Quizá en un accidente.
Toqué tus pies debajo de la mesa
Quise que pareciera un accidente
Las mejillas se le pusieron coloradas mientras recordaba aquellos sentires en su pasada adolescencia. Levantó la cabeza para encontrarse con los de Neji, quien la miraba fijamente con esa máscara de frialdad derritiéndose levemente.
Pero tus ojos tienen la destreza de leer mi mente, de leer mi mente
No suelo hablar delante de la gente
Y no sé si fue la última cerveza
O si contigo todo es diferente y perdí la cabeza
Tenten no entendía muy bien el español, pero la canción que estaba sonando, de alguna manera, parecía guardar referencias con el momento tan confuso que estaba viviendo.
La mirada de Neji estaba en ella, sin despegarse un centímetro, eso la ponía nerviosa de una forma en la que el cosquilleo en su piel se intensificaban y el calor florecía en sus mejillas, extendiéndose hasta sus orejas. Recordaba que en sus tiempos de preparatoria, ambos con diferentes horarios escolares, clases y clubes, cruzaban miradas en los pasillos. Una mirada suave, un atisbo de sonrisa, una calidez en el estómago y un rubor floreciendo en ambos de forma natural. Creyó haber superado aquellas emociones, pero tal parece que no es el caso en lo absoluto.
Ninguno decía nada, solo se dedicaban a mirarse mientras el grupo en el escenario seguía con lo suyo, de todas formas, no había nada que decir, ¿verdad?
¿Cómo puedo hablarte sin hablarte y decir todo?
Debí ensayarlo, pero ya ni modo
De alguna forma recordó todo; los correos electrónicos, las llamadas nocturnas a escondidas de sus padres, las sonrisas sinceras, las veces en las que se agarraron de las manos mientras salían de la escuela, el único momento en el que estaban juntos, las tardes en el parque hablando sobre sus sueños y aspiraciones, escarbando en lo profundo del alma del otro, los besos ocasionales que los dejaban sin aliento y los abrazos dados una vez que llegaba la hora de cada quien ir por su lado. Todos los momentos que llenaron el corazón de Tenten con esperanza, aquellos que la hacían suspirar antes de dormir con una sonrisa, dedicada solo a Neji Hyuga, de quien estaba perdidamente enamorada.
Se sentía borracha, ¿sería el vino? No, imposible, nunca fue una borracha sentimental.
Yo sé que tú, tú sientes algo por mí
¿Por qué negar este amor, si lo confirman tus besos?
Yo sé que tú no estás aquí por error
Si estoy muriendo por ti, que me revivan tus besos
No, no podía ser.
Tenten, no te hagas esto a ti misma, por favor. Esto no podía seguir así. Tu ya lo has superado, no lo quieres más. Tiene que salir de ahí cuanto antes. Él te lastimó, él no te eligió a tí, él no te quería a ti. Tal vez solo estaba confundido en aquel entonces, eran muy jóvenes para eso. No, basta. La quería, en el fondo, lo sabía. Nunca fue real. Si no hubiera sido real, ¿Por qué estaba aquí mirándola así? ¿A dónde quería llegar con esto? Tu sabes como es, en el fondo le gusta la atención. Pero, entonces... Basta.
No había palabras para describir lo afectada y confundida que se encontraba ahora mismo.
Porque si tú no te vas conmigo, no te vas conmigo
No te sorprendas si nunca, nunca jamás te olvido
No te vas conmigo, no te vas conmigo
A menos de que me encuentres, yo seguiré perdido
Ella aún lo ama. Maldita sea, siempre lo amó.
Lo amaba, ella lo amaba, lo amaba tanto que dolía solo mirarlo. Estaba perdida. Lo quería, siempre lo quiso, siempre amó y nunca lo superó. ¿Por qué? ¿Por qué no podía superarlo? ¿Qué tenía él de especial? Ya no quería amarlo, ya no quería sufrir por él. Es solo un amor pasado, ¿Por que sus sentimientos tenían que revivir por una casualidad?
Como se perdieron las estrellas en la madrugada
Como mi corazón en tu mirada
Como se pierden dos palabras cuando pienso que te digo que te quiero y no me sale nada, y sé
Él nunca le había dicho que la amaba, él nunca le había dicho que la quería, ¿por qué tuvo que enamorarse de él? ¿por qué él seguía teniendo ese efecto en ella después de tanto tiempo? ¿por qué? ¿por qué?
Que esto no es casualidad, lo sé
Eso que se siente y no se ve
Solamente pasa si el amor es de verdad y la verdad es que te pasa a ti también
Yo sé que te pasa a ti también
No me niegues que se siente bien
Otra vez te lo diré
—Tenten — llamó —Tengo algo que decirte
Esta vez, Tenten se movió ansiosa y por accidente sus pies tocaron los de Neji por debajo de la mesa, logrando que ella se ponga aún más nerviosa de lo que ya estaba. Sin embargo, el pie de Neji tocó el de Tenten en un momento similar, luego de que ella retirara el suyo. Ella lo sabía, por su mirada, lo sabía, esta vez no fue un accidente.
—¿Si?
Estaba muy nerviosa, ¿él había notado que redescubrió sus sentimientos? Era estúpido pensarlo, Neji Hyuga era muchas cosas pero no leía mentes.
Aunque no se trataba de leer mentes, ambos siempre supieron leerse mutuamente, como si se conocieran como la palma de su mano. Se entendían con una mirada, comprenden todos los gestos ajenos y su significado, sabían como expresaba el otro. Y aunque a Tenten le gustaría decir que ha cambiado con estos años, y que Neji también lo ha hecho, sabe perfectamente que han madurado, pero que siguen siendo ellos mismos, siempre lo serán, después de todo.
Yo sé que tú sientes algo por mí (por mí)
¿Por qué negar este amor, si lo confirman tus besos? (que lo confirmen nuestros besos)
Yo sé que tú no estás aquí por error (no estás aquí por error)
Si estoy muriendo por ti, que me revivan tus besos (que me revivan)
A juzgar por el porte del hombre, Neji le iba a decir algo importante, algo que seguramente es una verdad contundente. Su corazón se aceleró, ¿le pediría disculpas por lastimarla al elegir su familia por sobre ella?
¡Qué tonta! ¡Nadie se disculparía por hacer la elección correcta!
Tenten había entendido la decisión, siempre lo había hecho, desde el momento en el que él le había comentado el tema, desde que le dijo que su familia era todo lo que tenía, desde que él le dejó meterse bajo su piel, lo sabía, lo entendía, ella haría lo mismo en su lugar. Ella no lo culpaba, no realmente, pero se convenció de que sí, para poder olvidarlo.
Probablemente, él le diría que este reencuentro había sido una casualidad, que no debería volverse a repetir y le pediría disculpas por importunar. Porque Neji Hyuga era así de directo, así de listo, y así de perfecto en su forma tan metódica de ser.
Porque si tú no te vas conmigo, no te vas conmigo (si tú no te vas)
No te sorprendas si nunca, nunca jamás te olvido
No te vas conmigo, no te vas conmigo
A menos de que me encuentres, yo seguiré perdido
—Tenten, te amo.
Toqué tus pies debajo de la mesa
Tú sabes bien que no fue un accidente
N/A:
Dedicado a todos los que alguna vez tuvieron ese casi amor que les dolió mas que uno que se dió
LLEGUÉ LLEGUÉ TARDE PERO LLEGUÉ
DIOS, no saben cuantos factores tuve en contra para terminar esto, fue una mierda, pero lo logré. Amé escribir esto y espero que a todos ustedes también les haya gustado.
Elegí "Bajo la Mesa" porque es una canción muy especial para mí. Me gusta bastante y me recuerda a una pareja en un fanfic de Haikyuu JAJAJAJAJA, y su contenido es hermoso. Espero que les haya llegado.
Los amo un montón!
Feliz San Valentín, dattebayo!
-Iby 🇵🇾
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