Tercera persona.

La... Inusual mutación del chico recién llegado llamo la atención de todos. Aunque el más sorprendido fue Hank, quien luego de desmayarse, había perdido momentáneamente su color azul y el nuevo chico lo había adquirido.

Rogue era su nombre y luego de que todo se calmara, el chico explicó que, junto a Remy, venían escapando de un "caza mutantes" ambos chicos eran huérfanos, se habían encontrado (y enamorado) una noche cuando estaban huyendo y desde aquel día, no se habían vuelto a separar.

Era muy tierno, demasiado, a parecer de Charles, el amor prácticamente incondicional de la pareja de adolescentes profesaba, por ello, sin dudar, les permitió quedarse el tiempo que quisieran, además de ofrecer controlar sus poderes para que no tuviesen mayor problema.

Todos estaban de acuerdo, nadie se negaría a ayudar a la pareja de enamorados, aunque las hormonas en Charles le hacían ver ternura en cda cosa y todo el día.

Luego de que los chicos se recuperarán, comenzaron a formar parte de la rutina de la mansión, aunque Remy era quien más estaba presente, Rogue por otro lado, siempre se escondía y solamente hablaba con Remy, apenas miraba al resto.

Rogue escapaba, literalmente de todos, en especial de los niños por miedo a hacerles algún daño y luego de eso tuviese que irse. Porque Remy se veía feliz, si bien, cuando estaban juntos sonreía mucho, Rogue no recordaba la última vez que rio de aquella manera cuando estaban a solas... Y eso le dolió. El alemán fue quien noto ese dolor en su mirada, bueno, la mayoría podía saberlo pero no decían nada.

Erik, por extraño que parezca, decidió acercarse a  Rogue una tarde para averiguar que pasaba por la revuelta cabeza del chico.

-hey...- sonríe entrando a la habitacion del chico y acercandose a Rogue con cuidado mientras esté al escucharle, se aparta con algo de miedo- lo siento ¿te asuste?

El chico niega manteniendo la distancia mientras Erik se sienta frente a él.

-yo se como te sientes- habla mirandole fijamente- te sientes un monstruo, un animal que no puede controlarse y no tiene un lugar en el mundo.

El chico le miraba sin decir nada, ni cambiar su expresión.

-yo se lo que es estar solo, que nadie se te acerca por miedo, pero también se, que en algún punto, en algún momento, llegará alguien que verá más que solo destrucción- sonríe levemente- llegará alguien que vea lo increíble que puedes ser, lo sorprendente de tu habilidad, y no sentirá miedo, sino que orgullo.

El chico le mira con algo de duda.

-¿y si le hago daño? ¿Y si luego me tiene miedo?- pregunta asustado.

-creeme, esa persona entenderá todo, y a pesar de los problemas, seguirán juntos.

-¿como estas tan seguro? - pregunta mientras Erik se levanta para irse, a lo que antes de salir, le dice.

-lo sé, porque yo me case con él.

Luego de eso, Rogue comenzó a compartir un poco más con todos, Hank había creado unos guantes especiales con los que el chico podía tocar a los demás sin hacerles daño, y aquello fue lo mejor para el chico, ya que, ahora se le veía sonriendo de la mano de Remy en algunas ocasiones.

Charles no necesito entrar en la mente de Erik para saber que había intervenido de alguna manera, aunque estaba muy orgulloso de ello, porque su esposo siempre ha sido en mejor para hablar con los chicos, por muy extraño que pareciera.

-Erik- susurra una noche mientras ambos están recostados, aunque el alemán ya se encontraba dormido- se que cometí errores, pero seré el mejor padre que este bebe pueda tener- susurra dejando un beso en los labios del alemán para luego acomodarse sobre su torso- y seré el mejor esposo que puedas tener.

Luego de esa noche, Charles comenzaba a sentir cada vez más ansias al sentir que su bebé pronto llegaría al mundo.

Las pataditas del bebé se hacían cada vez más comunes, aunque a Charles le encantaban, los días que terminaba sin dormir debido a que su bebé estaba muy inquieto, no eran tan buenos.

-Erik...- susurra una noche sintiendo a su hijo demasiado inquieto- viene el bebé.

Al escuchar eso, el alemán corre con el en ropa interior, gritando mientras llama a Hank para que alguien les ayude, aunque Charles se encuentra calmado, Erik es quien se encarga de poner a todos nerviosos.

Erik sube al auto, aún en ropa interior, mientras Hank corre con una bata de baño y la ropa de Charles.

El límite de velocidad, por mucho, fue sobrepasado mientras Charles intentaba calmar a un muy alterado Erik.

Al llegar al hospital, Erik fue vestido con una bata mientras Charles entró a quirofano.

Cerca de una hora después, cuando todos los integrantes de la mansión Xavier estaban en la sala de espera, salió Erik con un pequeño bulto entre sus brazos y sonriendo como si en ese momento nada más tuviera importancia.

-Les quiero presentar a David Lehnsherr Xavier- susurra mientras todos se acercan con curiosidad a ver al pequeño bebe que se removia inquieto entre los brazos de su padre.

El bebé era precioso, muy similar a Erik, aunque este diría que era igual a Charles.

Aunque lo más importante, a pesar de que el bebé se adelantará un par de semanas, era que David estaba completamente sano, al igual que Charles.

Al despertar de la anestesia, Charles logró ver cómo Erik estaba cargando a Davir con cuidado, llenando le de mimos, mientras susurraba pequeñas palabras en alemán. Fue en ese preciso momento, en esos pequeños segundos, antes de que Erik se girará a verle, que Charles se sintió idiota por pensar que podría vivir sin esa sonrisa.

Porque apenas Erik le miro, sonriendo completamente enamorado, Charles supo que desde ese día, nunca más, podría separarse del amor de su vida.

De su Erik...

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Muchas gracias por su paciencia, espero les guste.

Saludos