17.
Tercera persona.
Las horas fuera de aquella habitación se hacen cada vez mas eternas, el ambiente era tenso, a tal punto, que nadie se atrevía ni a mirar a Erik. Erik, por su parte, se mantiene intranquilo, moviendo sus piernas sin parar, a pesar de que nunca antes le ha pasado.
Siente que en cualquier momento, sus dientes ya no darán mas debido a lo apretados que están, juega con una moneda entre sus dedos, cambiándole la forma en miles inimaginables, deja que su mutación tome el control de los movimientos de su mano, mientras intenta no pensar demasiado en lo que sea que este pasando dentro.
Las palabras del médico le dejaron aun mas intranquilo que antes, y las repite en su mente una y otra vez.
"El tumor es mas grande de lo que pensábamos, sin embargo, seguiremos con la cirugía, aunque deben mantenerse atentos por si se requieren mas donadores en caso de emergencia."
Erik no puede dejar de pensar en mil cosas... ¿Qué tan grande es el tumor? ¿Cual es la posibilidad de que se extraiga completo? ¿Cuánto riesgo corre Charles de quedarse con un poco de el en su sistema?
Así como esas, miles más comienzan a rondar su cabeza, hasta que siente que se volverá loco.
-¿Erik?- Hank llega a su lado junto a Alex, quien trae consigo algunas de las cosas que Charles debía llevar- ¿qué ha pasado?
Erik le mira y siente que la pregunta es estúpida, aunque responde con el mejor animo que puede, debido a que Hank no es el culpable de que los nervios le estén consumiendo.
La pareja se sienta a su lado mientras Hank acaricia su vientre de casi 8 meses y medio, todos pendientes de la puerta, del mas mínimo movimiento, esperando atentamente alguna respuesta a las miles de preguntas que abundan sus mentes.
Pasan cerca de dos horas mas cuando Alex se levanta de su asiento, decide a ir por algo de comer mientras Hank se levanta para estirar un poco las piernas, luego de unos minutos, se acerca a Erik y toca su hombro, distrayéndole de los susurros en alemán que estaba murmurando.
-Deberías comer algo...- susurra viéndole preocupado.
-no tengo hambre- responde levantándose para comenzar a caminar por el pequeño pasillo, mientras Hank se sienta al notar como su hijo se movía inquieto en su vientre.
-Charles te hubiese regañado- habla mientras Erik se apoya en la pared- él no ira a ningún lado...- susurra mirándole- come, no es sano que estés aquí tanto tiempo con el estomago vació...
Erik le mira y siente su corazón estrujarse, tantos años juntos, Hank comenzaba a hablar como su amado, aunque nunca seria el, ni siquiera, el asomo de lo grandioso que era Charles.
Resignado, comienza a caminar a la cafetería en busca de un café y una barra de cereal, nada muy sano, pero con ello podría estar perfectamente bien mientras espera. Sin embargo, no es lo que necesita en ese momento, necesita a su amor, necesitaba tanto a Charles, abrazarle, besarle, sentir que nada ni nadie les lograría separar jamas... pero no podía.
Luego de unos minutos, regresa con Hank, quien estaba ahora con Alex, ambos le miran y él solo asiente cuando Alex le mira, para sentarse a un lado de la pareja en silencio, mientras el rubio hablaba tonterías con su esposo.
Y espera...
Vuelve a sentir que su corazón se acelera al ver al mismo doctor que salio hace unas horas.
-Tuvimos algunas complicaciones...- susurra viendo a Erik fijamente- sacamos el tumor, por lo visto, no quedo vestigio de él en su cuerpo, sin embargo, mientras operábamos su corazón estuvo en paro dos veces, lo hemos dejado sedado para poder monitorear su estado- baja la mirada para luego terminar de hablar- se encuentra en cuidados intensivos, lo siento.
Aquellas crueles palabras, hacen que Hank comience a llorar de inmediato abrazado a Alex y Erik desea golpear algo o a alguien, siente impotencia, frustación... y mucha tristeza.
El medico les informa donde está la habitación para que puedan pasar a verle, de a uno, y deciden de inmediato que Erik pase primero.
Al entrar, se viste por completo, guantes, bata, incluso zapatos, y a medida que se acerca, siente que esa persona recostada en la camilla, quien estaba conectado a ventilador artificial y cientos de maquinas que hacían los incesantes ruidos de hospital, no es su Charles. Aquella persona pálida y sin expresión (aunque poco lograba ver debido a la mascara en su rostro), no era su amado, o eso era lo que más deseaba que fuese verdad.
Sin embargo, luego de que apenas roza sus dedos, comienza a llorar en silencio a su costado, con la frente apoyada en la pálida mano de su amado.
Llora por miedo.
Llora por preocupación. Y...
Llora por amor.
Le ama tanto, que no puede evitar pensar que sin Charles, su vida por completo, perdería sentido, le ama tanto, que no logra imaginar su vida sin el, tanto, que se niega a ver la realidad frente a él.
Se queda besando su mano y susurrando palabras de amor hacia el hasta que siente que ha pasado una eternidad, y decide salir.
Al mirar a la pareja, nota que Hank esta algo agitado, no logra caminar demasiado cuando el chico comienza en trabajo de parto, mientras a gritos, Alex llama a una enfermera o un medico.
Al quedarse a solas, entra a la habitación nuevamente, nota que Charles también se haya en problemas, las maquinas conectadas a su cuerpo suenan de manera dispar y aquello hace que quien comience a gritar sea Erik esta vez.
Le sacan de la habitación mientras una enfermera y un medico se hacen cargo, a lo que se suma luego otra mujer, con una carrito lleno de cosas que Erik no logra identificar.
Siente su corazón detenerse, nuevamente lleno de miedo...
Minutos después, Alex le da aviso que su hijo ha nacido.
Una vida nace...
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