Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 39- Sangre

Wei Wuxian quería ir lo más pronto posible al salón secreto de la secta Jin, para buscar la cabeza de Nie MingJue y probarle al mundo de la cultivación qué clase de persona era Jin GuangYao. Nadie iba a creerle si no aparecía esa prueba. 

No tenía demasiadas esperanzas de limpiar su nombre y, con desazón, se dio cuenta de que si no abandonaba a Lan Zhan, lo iba a arrastrar con él en su caída. Pero el líder de WeiLan no escuchó razones: estaba dispuesto a seguirlo a donde fuera, aún a costa de perder su propio prestigio y provocar la destrucción de su secta.

—Vamos a tratar de escabullirnos y entrar al salón secreto, Lan Zhan. Pero prométeme que si aparece alguien, por lo menos te esconderás para que no te vean conmigo.

—Ya te dije que no voy a dejarte solo.

—Pero, ¡Lan Zhan! —Wei Wuxian ya no podía razonar con él. Decidido, el líder de WeiLan tomó su mano y salió del sucio cuarto, sin atender a sus protestas.

                          ***

El salón principal, en donde el líder de la secta Jin recibía a sus visitas oficiales, estaba vacío. En sus paredes no se notaba nada extraño, pero Wei Wuxian lanzó un hechizo contra una de ellas, que se transformó en una entrada cubierta por una barrera de energía.

—Ven, Lan Zhan —Tomados de la mano, entraron a la habitación secreta.

El lugar era enorme, lleno de estantes y algunos pedestales en donde se exhibían los trofeos de las batallas y los saqueos de la secta Jin, tan prominente como cruel a la hora de acabar con sus enemigos y llevarse sus tesoros. En uno de esos pedestales, casi como un objeto central de la colección, se hallaba SuiBian, sellada desde la muerte de Wuxian.

—Debemos llevarla con nosotros —dijo WangJi—. Es tu espada espiritual, y no merece estar en este lugar.

Wei Wuxian ni siquiera la miró: se fue directo al lugar en donde había visto la cabeza de Nie MingJue, y descubrió que ya no estaba allí.

—¡Ese maldito de Jin GuangYao! —exclamó—. ¡Ya la escondió en otra parte!

—¿Qué es lo que escondí en otra parte, hermano Jin XuanYu? —El líder de la secta Jin había entrado al salón, en silencio y sin que ellos lo advirtieran. 

Por desgracia, no estaba solo: Lan XiChen, Nie Huaisang y varios subordinados de la secta Jin también habían entrado por la puerta secreta, invitados por el líder. 

XiChen miró a su hermano con una expresión de terror: WangJi junto a Wei Wuxian era la prueba que el mundo de la cultivación necesitaba para perseguirlo y aniquilarlo junto con el Cultivador Demoníaco. 

—Hermano GuangYao… —Wei Wuxian siguió con la ironía —¡Aquí tienes muchos tesoros…!

—Sí, es verdad… —le respondió el líder de la secta Jin, mientras se acercaba con lentitud hacia él. Lan WangJi se puso alerta—. Voy a mostrarte a ti y a los líderes de secta mi mayor tesoro —De uno de los estantes, sacó un puñal corto y de doble filo, que tenía un brillo extraordinario en sus hojas. Observó lo que reflejaba, con una sonrisa—. Este puñal mágico tiene una extraña habilidad: cuando uno se mira en el reflejo de su hoja, le devuelve las imágenes de los espíritus de los que fueron asesinados por él. Sí yo te matara con este puñal, Patriarca de Yiling, jamás podrías renacer, como lo hiciste en el cuerpo de mi pobre hermano…

Todos a la vez, los subordinados de Jin GuangYao alzaron sus espadas apuntando hacia Wei Wuxian. Con un movimiento rápido, Lan WangJi se les interpuso para protegerlo.

—WangJi, por favor… —susurró XiChen.

—Líder de WeiLan, imagino que tú también fuiste engañado por este hombre —le dijo Jin GuangYao a Lan WangJi—. Lamento que el alto prestigio que cosechaste después de irte de GusuLan se manche por este suceso tan desafortunado. Ven con nosotros, y prueba que tú también eres un cultivador recto.

—Ve con ellos, Lan Zhan —murmuró Wei Wuxian, para que los otros no lo escucharan—. Piensa en tu secta, y en SiZhui… 

El nombre de su hijo hizo tambalear por un segundo la seguridad de WangJi, y cuando bajó un poco la espada, abatido por el incierto futuro del chico, Jin GuangYao sacó de su cintura una espada flexible y atacó a Wei Wuxian. Al ver a su alma gemela en peligro, el líder de WeiLan se recompuso con rapidez y fue a defenderlo.

Pero no iba a llegar a tiempo: con un movimiento rápido, Wuxian se echó hacia atrás y tomó lo primero que encontró a su paso, para protegerse: SuiBian, que al sentir la mano de su dueño, rompió su sello y se abrió con facilidad, ofreciendo a los asombrados líderes de secta la prueba final de que él era, en efecto, el Cultivador Demoníaco.

—¡Vamos! —Lan WangJi lo tomó por la cintura y, abriéndose paso con su espada, salió de la habitación secreta. Pero cuando los dos llegaron a las escalinatas de la entrada, se encontraron con un enorme grupo de cultivadores de la secta Jin, que les cortaban el paso. 

Se miraron por un segundo: Wei Wuxian con pena por haber arrastrado a su alma gemela al barro en el que él ya estaba metido, y Lan WangJi decidido a todo, con tal de mantenerlo con vida.

La lucha era muy desigual, pero WangJi soportó el ataque de decenas de cultivadores, mientras Wei Wuxian se defendía como podía con SuiBian y su escaso poder. 

—¡Debemos escapar! —gritó Wuxian, cuando vio que nuevos enemigos se sumaban a la pelea, y que en algún momento iban a sobrepasar el poder de Bichen para repelerlos.

Sin decir una palabra, WangJi lo tomó de la cintura y se elevó con su espada sobre el grupo de cultivadores que intentaban alcanzarlos, pero de pronto sintió su mano humedecida, y notó que Wuxian se aflojaba, con la cabeza caída sobre su brazo.

—¡Wei Ying! ¡Estás herido!

—No es nada, Lan Zhan… Ese niño tonto de Jin Lin, que quiso vengar con sangre la muerte de sus padres… —Pero a través de la mano de WangJi, que intentaba apretar la herida, salía sangre a borbotones.

                         ***                                         

—¡Yin Pei, dile a todos que se apuren! —Lan WangJi volvió con el herido Wei Wuxian a WeiLan, pero no planeaba quedarse ahí: solo quería advertir a sus subordinados que debían abandonar la residencia lo más rápido posible.

—¿Pero a dónde iremos, jefe? —le preguntó el ayudante, que trataba de contenerse y no comenzar a llorar como un niño.

—Vayan a QinGhe Nie. Huaisang los esconderá.

—Pero, Maestro, ¿ustedes no vendrán con nosotros? —volvió a preguntar Yin Pei, mientras miraba a Wei Wuxian, que aún yacía inconsciente y con su vientre cubierto por un vendaje algo manchado de sangre.

—No. Si los encuentran, solo digan que huyeron de WeiLan cuando se enteraron de que yo era el cómplice del Patriarca de Yiling, y que ustedes no sabían nada. ¡Ya vete de una vez!

—¡Maestro…! —Aunque sabía que no le gustaba que lo tocaran, Yin Pei se acercó a él y lo abrazó con fuerza—. ¡Cuídate mucho, Lan WangJi!

—Tú también cuídate, Yin Pei, y cuida a la gente de nuestra secta —La voz de WangJi se quebró un poco—. Te encargo a mi hijo… 

—¡Si, Maestro!

                        ***

La residencia de la secta WeiLan, vacía y abandonada, le recordó a WangJi la época en la que había llegado allí, años antes, y lo hizo pensar en que tal vez ese lugar de verdad estaba maldito.

Con cariño, recolectó los libros y los objetos más importantes que representaban a WeiLan, y los escondió en una cámara secreta que también existía en esa residencia, con la esperanza de que Jin GuangYao no los encontrara cuando viniera a saquear el lugar. Luego volvió con Wei Ying, que aún no había despertado, y con delicadeza lo levantó de la cama. Después tomó a BiChen y a SuiBian.  

Ya no tenía secta, ni prestigio, y todo el mundo de la cultivación quería su muerte. Pero sabía que alguien iba a protegerlo: su hermano, que también era un hombre justo y no iba a tomar partido en contra de Wei Ying hasta que no se supiera toda la verdad.

Decidido, sujetó a su alma gemela con fuerza, y partió con él rumbo a GusuLan.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro