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Capítulo VIII: siempre espera lo inesperado

Capítulo VIII: siempre espera lo inesperado.

Jagger.


—No creo que Simon sea tan estúpido —dice James acostado en el sofá en tanto leo un libro que espero aporte algo a mi tesis.

O al menos estoy intentando leer porque mi mente repite una y otra vez lo que leí de Lindsay en su historia.

Nunca me sentí manipulado por ella y leer que lo era fue desconcertante e hiriente, pero fue más que doloroso leer la manera en la que se encontraba la mente de Lindsay, sus problemas para dormir, la ansiedad, incertidumbre, su dependencia emocional y me siento cómo una mierda porque ¿Cómo no fui capaz de verlo? En lugar de ello presionaba para que saliera, para que hiciera amigos o fingiendo que no me enojaba tomar sus decisiones.

Odio que sintiera que no era suficiente para mí, que cargara con tanto, que fuese lo suficiente buena para ocultarlo y odio haber dejado que su llanto me apaciguara para no hablar de terapia, para que confiara en mí y me contara lo que estaba sucediendo cuando sentía que algo simplemente no iba bien.

Fui un novio de mierda, verme a través de sus ojos es desgarrador y cuando supe que iniciaría el relato explícito de su violación y todo lo que le hicieron, me detuve, no pude seguir leyendo.

Nunca había visto el vídeo más que unos pocos segundos cuando se abrió en mi teléfono al ser difundido días después de lo sucedido y tampoco quiero leerlo, no puedo, me mata.

Una cicatriz en la cara, así identificó a la chica que le dio la bebida, nunca me lo dijo, nunca quiso hablar de ello conmigo y me gritaba cuando intentaba apoyarla.

Una parte de mí sentía que ella me odiaba después de ello, pero me aferraba tanto a que no fuese así, intentaba que mi amor fuera suficiente para los dos, pero no lo era, nunca lo fue.

Sus palabras escritas me desgarran, descubrir que solo conocí lo que Lindsay quería que supiera de ella, me sienta mal. Podrían decir que algo de esto es ficción o que lo inventó, ella misma lo advirtió, pero esto se siente demasiado real, tal vez el "mezclado con ficción" fueron las palabras que usó para sentirse menos vulnerable al contar en tercera persona y sin diálogos una corta historia que aún no soy capaz de leer al completo.

No le digo a James lo que leí anoche, me lo quedo todo conmigo.

No pude llorar, siento que de alguna manera me ardía desde adentro y apreté los puños con tanta fuerza que los dedos aún me duelen, sabía que si lloraba no me detendría.

No se trata de no haber superado a Lindsay, el amor que le tuve es un recuerdo, un momento de mi vida que lógicamente no olvidaré, pero esto se trata de que cualquiera con un puto corazón sufriría su dolor y rogaría a la vida que las cosas hubiesen sido diferentes. Se trata de esta culpa que no mitiga y que se alimenta de cada palabra que leo.

Lindsay estaba mal, su salud mental no estaba bien y pudo sanar, ella podría haberlo hecho, pero la lastimaron, la hicieron creer todo lo que ya pensaba de sí misma y cuánto lo odio.

—¡Jagger! —Me llama James y parpadeo hacia él.

Recuerdo qué se supone que me dijo y frunzo el ceño.

—Rose tampoco es estúpida.

De hecho tal cómo lo intuía desde que la conocí, la mayor de las hermanas Monroe es inteligente y astuta, pero demasiado arriesgada. No soy fan de este plan de salir con Simon y sacarle información a Guido, pero no escucha y dice que lo hará con o sin nuestro apoyo, maldita suicida.

Así que mi mejor opción era ayudarla a no cometer una estupidez con el plan. Simon y Guido no son estúpidos, el primero debía ser manipulado y para ello le dije a Rose que debía ir y lloriquearle sobre que la había lastimado encerrándola y que lo iba a notificar porque temía de él, sé también que  Simon conocía qué tan fácilmente podrían revisar las grabaciones de ese día debido a que los salones de clases poseen cámaras de seguridad instaladas, seguramente ya se encargó de eliminarlo, pero por supuesto que tengo una copia hecha por Seth.

Tan predecible cómo esperaba que fuese, él jugo a "convencer a la chica tonta" y comenzó a manipularla, pidiéndole perdón y diciendo cuánto lamentaba haberla lastimado, pero estaba asustado de verla fuera de control y pensando tan mal de él, que lo lamentaba todo y sería su apoyo, que la extrañaba...Al menos no fue tan lejos cómo para decir que la amaba.

Ella había aceptado reunirse con él ayer y había seguido mis indicaciones cuando le dije que jugara a la tímida e insegura muchacha que no sabía si creer en él y necesitaba tiempo e ir despacio antes de llegar al sexo.

Rose es una gran actriz después de todo siempre finge ser tonta y Simon es lo suficiente ególatra para creerse que la tiene nuevamente en donde quiere.

En cuanto a Guido... Con él las cosas son distintas, es desequilibrado y ciertamente me genera escalofríos que ella se exponga a él, tampoco puede fingir que le interesa así como si nada, por lo que la táctica ha consistido más en transitar por las áreas en dónde está él, hacer el mismo tira y afloja de sus disputas solo dejando deslizar breves miradas, después de todo, sé que a Guido le interesa más la cacería y un desafío que tenerla a sus pies.

Ella pensaba que debía en algún punto quebrarse ante él, pero entiendo que lo que necesita es mantenerlo siempre deseando, fantaseando que un día ella cederá, teniendo pequeñísimas miradas que alimenten su ego enfermizo, pero sin llegar a mancharse tocando a tal escoria.

James ha estado observándola la mayoría del tiempo, asegurándose que no sea complique y por si ella siente que necesita que intervenga. Seth puso cámaras en la casa de Simon, lo cual es ilegal, pero esos son pequeños percances a los que no le damos importancia.

La verdad es que el plan no es malo si tienes en cuenta que cualquier información sirve, pero tampoco me hace sentir cómodo porque me preocupo y a ello se une la angustia de Dakota, muy bien justificada, y no puedo hacerle falsas promesas diciéndole que Rose estará 100% a salvo, porque no lo sabemos.

—En donde alguno se atreva a tocarle un solo pelo bajo mi vigilancia, no me importará sacarles la mierda a golpe o usar a Candy —Me hace saber James.

Cabe destacar que Candy es su costosa daga de plata con forma de pluma que se guarda porque dice que siempre debe estar preparado para defenderse y porque al parecer lo vio en algún programa. Nunca en su vida la ha usado, pero creo que secretamente sueña con hacerlo alguna vez.

—Esperemos y no tengas que usarla —digo, cerrando el libro y él se encoge de hombros.

»Voy a salir, Abel quiere verme y cómo aun no olvido que lo vi en Liverpool podría ser interesante hablar con él, aparte es de los pocos que habla con Guido.

—Hablando de Abel ¿Qué pasó con su prima Ariane?

—Nada, finalmente todo quedó claro.

—Parecía obvio que quería más, Maddie llegó a pensar que intentarías salir con ella.

—Pensó mal —tomo mis llaves—. Encárgate de asegurarte de cómo le está yendo a Louis con su encargo y dale el sobre con número tres a Lorena.

—¿Y el por favor? No soy tu sirviente —me pregunta.

Rio por lo bajo y giro a verlo antes de abrir la puerta.

—Por favor, Jamie, haz tu maldito trabajo.

—Podías ser más amable.

—Pero no quiero —Le guiño un ojo y salgo del apartamento.

Mi teléfono vibra y me muerdo el labio inferior viendo que se trata de un mensaje de Dakota.


Dulce: No podré reunirme contigo esta noche, tengo un informe de último minuto para mi clase de mañana

Jagger: te extrañaré

Jagger: me moría por comerte una vez más

Dulce: ¿sí? ¿Qué tanto?

Jagger: pronto te demuestro que tanto


Continuamos intercambiando mensajes hasta que subo a mi auto y conduzco al centro comercial, llegando al estacionamiento subterráneo en donde Abel me citó.

Un momento que será significativo en mi vida.

***

El estacionamiento no está solo de la manera tétrica en la que esperaba, pero hay pocos autos y el sótano en el que estaciono, no está transitado ni concurrido, tal vez por eso este lugar fue escogido.

Me recargo de mi auto y veo al techo de este lugar, esperando  y pensando en cosas normales de mi vida universitaria porque estos son los pequeños instantes en los que se me permite tener la cotidianidad que debería de haber en mi vida, pero esa ilusión no dura demasiado cuando percibo por la esquina de un ojo un movimiento.

Y no es Abel.

Le tomo la muñeca antes de que su mano pueda tocarme y su jadeo de sorpresa demuestra que esperaba que yo fuese el sorprendido.

—Jagger...

—¿Qué haces aquí? —siseo apretándole la muñeca no lo suficiente para que le duela, pero si para advertirle— ¿En dónde está Abel?

—Él me dijo que viniera, no dijo que tú estarías aquí, estoy tan sorprendida cómo tú.

Veo a esta bonita muchacha con la que hablé algunas veces durante mi separación con Dakota, con la que bailé en algunas fiestas, me besé y tuve sexo. La mujer que me idealizó y que por alguna razón ahora veía en demasiadas partes.

Tiro de su muñeca pegándola a mi cuerpo y suspira, una de sus manos se mueve para tocarme el pecho y la dejo, viéndola mientras desliza los dedos hasta mi cuello.

Nos hago girar y le sonrío hasta presionarla contra el auto, llevando mis labios hasta su oreja y aun sosteniéndole la muñeca sin causarle dolor, deslizando mi otra mano hasta su cuello.

—Ariane —susurro—, no te creo.

Y envuelvo mis dedos alrededor de su cuello, apretando, haciéndola tensarse antes de intentar retirar mi agarre con la mano que tiene libre.

—Insistirle a Abel que nos presentara, estar en los lugares a los que iba cuando me separé de mi novia, seguir apareciendo en otros lugares después y ahora estás aquí ¿Crees que no soy observador? —Aprieto más fuerte— ¿Qué no me iba a dar cuenta?

Me incorporo para verle el rostro, sus mejillas sonrojadas y la desesperación en su mirada, esa desesperación la sintió Dakota cuando fue encerrada hace meses en una fiesta, la sintió Rose cuando fue drogada y marcada, la sintió Lindsay y la sintió Clover, la estudiante de ciencias forenses que conocí en mis primeros años en la universidad. Así se siente cada víctima de estos hijos de puta.

Ella intenta a hablar e inclino mi oreja hacia ella.

—Perdona, no logro escucharte —aflojo mi agarre, pero no suelto—. Ahora tal vez lo haga.

Me  incorporo y la veo con fijeza, leyendo en sus expresiones.

Tiene los ojos llorosos y está jadeando ahora que puede respirar mucho mejor.

—Suéltame, Jagger, no sé de lo que me hablas.

—Ves de un lado a otro cuando hablas y frunces los labios, estás mintiendo.

Veo alrededor y sabiendo que estamos demasiado visibles, nos guío hacia la parte de atrás de mi auto.

—¿Qué pasa contigo?

—Pasa que odio que me quieran ver la cara de imbécil, que sé cuándo las basuras como tú me mienten, que me cansé del estúpido juego, Ariane. ¿Follarme era parte del plan o lo agregaste por las hormonas?

—No sé de qué me hablas —Lloriquea—, Abel me dijo que viniera, tal vez esperaba juntarnos porque ha visto lo mucho que me ha dolido perderte, no sé qué sucede, voy a denunciarte y... —Tose cuando le aprieto de nuevo el cuello.

—Mientes, tus ojos siguen viendo a los lados cada dos segundos y tu labio superior se eleva de manera sutil, estás envuelta en esta mierda ¿Lo hacías antes? ¿Desde cuando trabajas para joderme la vida?

Le libero la muñeca y me acerco lo suficiente a su cuerpo para inmovilizarle las manos cuando tanteo en los bolsillos  de su pantalón, encontrando una hoja.

Una nota.

—Pero no sabes de qué hablo —Le sonrío, aflojando nuevamente el agarre de su garganta—. Me das asco, eres tan asquerosa cómo cada puta persona involucrada en esta mierda, pero lo suficiente estúpida para no ser cuidadosa.

»Te voy a destruir, Ariane y lo voy a disfrutar, vas a llorar y sentirás al menos una pizca de dolor al que has contribuido a causar. Vas a pagarlo, te vas a arrepentir —La veo directo a los ojos—. Vas a desear no haberte acercado lo suficiente para ser atrapada, no sé por quién me tomas, pero ¿Creías que no lo sabría?

»Nunca en mi vida te había visto y luego estabas en todas partes, en lugares en donde nadie sabía que yo estaba, tiendes a ver a la izquierda cuando estás nerviosa y luego de vernos siempre enviabas mensajes, lo sé porque yo te veía desde lejos cuando me iba.

»Te lames los labios cuando no sabes qué responderme y cuando te quedas callada y parece que mágicamente piensas, haces un movimiento inquieto con tus manos ¿La cereza del pastel? Aquella tarde en la biblioteca.

»Tengo ojos en toda la universidad y no dejo que cualquiera se acerque a mí ¿Te pensaste que todo era muy fácil? Gracias, Ariane sin ti no habría obtenido más pistas.

Le suelto el cuello y ella se lo toca con una mano mientras lágrimas le caen por el rostro y me mira con furia, impotencia y también con miedo.

—¿Creíste que no sería capaz de lastimarte? Dejé de verte cómo una persona a la que respetar en el momento en el que supe que trabajas para esa basura.

»¿Sabías que violó a un montón de estudiantes cuando estuvo en la universidad? Claro que lo sabes. Sabías quién era Dakota y sabías quién era Rose, después de todo ¿No fuiste quién le dio la bebida a ésta última?

A Rose le costó muchísimo recordar tal suceso, de hecho parece que un día simplemente despertó e iba tumbar la puerta de mi apartamento alegando que era ella.

Ver a Ariane es como ver a la escoria que le dio un trago adulterado a Lindsay, pienso en todas esas chicas que fueron violadas con la misma táctica, no todas fueron debido a ella, pero cada una cuenta.

No lo sabía en un principio, pero soy observador y cada minúsculo detalle lo almaceno incluso si no lo hago con  un fin específico y Ariane dejaba demasiados cabos sueltos. Es cierto que luce inofensiva, pero sus ojos la traicionan y subestima la cantidad de personas que me deben favores y que siempre saben algo, cada información así sea mínima cuenta y cuando las unes obtienes un gran rompecabezas.

Podría haberlo alargado y dejarlo cómo algo que analizaría después si ella no se hubiese presentado ese día a la biblioteca, si no hubiese visto en grabaciones que esperaba afuera de mi apartamento, que intentaba abrir mi auto y que estaba en cada puto lugar al que iba en un solo día, intentando ocultarse.

—Lo que te acabo de hacer no es nada, me encargaré de que pagues.

—Si tanto crees que soy la mala ¿Por qué no temes? —Me grita.

—Porque solo eres un payaso en su circo, poco le debes de importar a estas personas, si desaparecieras ni siquiera les importaría —Me encojo de hombros y le arrojo la hoja que cae al suelo—. Léelo en voz alta.

—¡Jódete! Voy a denunciarte, maldito hijo de puta.

Sin quitarle la mirada de encima, me saco el teléfono y presiono uno de los marcados rápidos.

—Siento que veo una novela —Se ríe Seth apenas responde.

—Mi amiga Ariane dice que va a denunciarme porque soy un hijo de puta, te pondré en altavoz para que le expliques por qué no va a hacerlo.

Y lo hago.

—En primer lugar no hay pruebas, me encuentro en el sistema de seguridad del centro comercial, bastante sencillo tengo que mencionar—La voz de Seth suena distorsionada—. En segundo lugar: te odio.

»Te odio porque vendiste al mercado negro a tu hermanita, sí, Ariane sabemos tu sucio secreto ¿No es así cómo conociste a Bryce? ¿No eres la culpable de que tu hermanita fuese vendida en el mercado negro posiblemente para prostitución o algo incluso peor?

—Diez año, Ariane, esa era la edad que tenía tu hermana cuando la vendiste —Le digo con rabia—. Eres un puto monstruo.

—Es cierto que la policía no hará nada si le entregamos las pruebas—Se lamenta Seth—, pero también es cierto que ser expuesto en internet a veces es un buen sistema de justicia.

—O hay otra opción —digo.

—Cierto, está ese simpático criminal que se deleitaría con destruirte porque trabajas para alguien que le hizo daño.

Está contrariada, no sabe si creernos y yo me encojo de hombros, no le debo ninguna garantía.

—Lee la nota, Ariane —Le digo asintiendo hacia la hoja en el suelo—. Ahora.

Tarda, no es fácil de romper, pero tiene sentido porque fragilidad no es algo que esperaría en una persona que tuvo los escrúpulos de vender a su hermana quién sabe a qué clase de destino.

Diez años tenía la niña hace tres años, cuando la única persona que tenía en el mundo la vendió por casi cien mil libras. Sus padres habían muerto y cuando el dinero escaseó a Ariane no le pesó tomar tan aborrecible decisión cuando se presentó la oportunidad, pero antes de venderla, ella ya había hecho que hombres y mujeres pasaran por su casa, por la habitación de la niña.

Es un monstruo.

La veo agacharse y me acerco dándole el toque necesario, con el pie, en la pierna para que caiga de rodillas.

—Así, léela así.

Seguimos jugando, cada vez estoy más cerca ni aunque estés alerta te salvarás de ser una presa. Yo los junté, yo los separaré. A todo el que ames te lo arrancaré.

—Poético, hace buenas rimas —dice Seth tras unos segundos.

Retrocedo y la veo, quitándole el altavoz al teléfono y presionándolo contra mi oreja.

—Está listo —susurro y él lo entiende.

Cuelgo la llamada y me guardo el teléfono, viendo a Ariane y haciéndome a un lado para dejarle espacio.

—Ya puedes irte.

—Te vas a arrepentir, Jagger.

—Me he arrepentido de muchas cosas, estas no será una de ellas, me daré palmaditas en la espalda cada vez que lo recuerde.

»Espero te hagan sufrir —Sonrío—. Lo mereces. Vete, Ariane, vete antes de que me arrepienta.

—Podemos negociar.

—Es tarde, yo no hago negociaciones con mierdas inservibles cómo tú —Le hago saber sonriendo a medias.

La veo levantarse, sintiéndome asqueado de haber tenido sexo con ella, de haberla dejado estar tan cerca, pero supongo que sin esa cercanía nunca lo hubiese sabido, no le habría dado la suficiente atención y la habría detallado para saberlo.

No le habría escrito a un viejo amigo lo suficiente chismoso para conocer de muchos estudiantes que estudiaban en el campus mientras él aún estaba aquí.

Me recargo del auto viéndola pasar frente a mí y su mirada, que ya no es angelical, promete venganza, pero rio por lo bajo.

No da muchos pasos cuando unos hombres en traje la toman de los brazos ni siquiera tiene oportunidad de gritar.

Sé que será la última vez que veré a Ariane, tal vez la última vez que alguien lo haga.

La suben en una camioneta negra y luego se van.

Sacándome el teléfono nuevamente del bolsillo lo desbloqueo y veo los últimos mensajes que mi viejo amigo me envió.


Irlandés: déjame ayudarte

Irlandés: te dije que no importa cuántos años pasarán, te ayudaría

Irlandés: conozco a alguien que será feliz de sacarla del juego


Repaso toda la conversación que le siguió antes de enviarle un "gracias" y eliminar toda la conversación.

Siempre supe que Callum Byrne era peculiar, lo vi perder la razón y enloquecer cuando casi ahoga a Bryce en una fiesta, sé que salió ileso cuando intentaron asesinarlo en el campus incluso cuando él dijo que había sido asaltado, siempre supe esa verdad.

También supe quién era su tío, pero fui lo suficiente inteligente para no comentarlo ni preguntar, era algo de lo que no quería ser parte y siento que Bryce me obligó a esto.

Sabía lo que quería cuando le escribí a Callum pidiéndole un favor. Lo conozco bien incluso si los años han pasado y fuimos unos amigos muy extraños. Cuando le hablé sobre lo que sucedía, sobre cómo todo había iniciado con Lindsay y el que Bryce estaba involucrado, sabía que se volvería algo cercano para él.

Bryce es el bastardo a que él siempre quiso eliminar, libremente me lo dijo, y Lindsay fue la persona que él salvó de morir luego de ser atacada. Tras escuchar él había dicho que me llamaría luego y que necesitaba pensar sobre Ariane, lo que se traducía a pedirle a su tío que investigara, no es que él supiera que yo lo sé.

Y es que su tío, no sanguíneo, tiene vínculos muy estrechos con la mafia irlandesa, de hecho su posición está muy por encima.

Callum había reaparecido un día después diciendo que si tenía alguna persona que trabajara en la red oscura porque me enviarían información por ahí, Seth fue el único en saberlo por razones obvias y entonces supe toda la porquería que Ariane le hizo a su hermana y que en efecto, trabaja para Bryce.

Sorprendentemente Abel está limpio más allá de ser un traficante de drogas básicas ni siquiera sabe lo que le ocurrió a su primita, para él ella se escapó de casa o alguna mierda así.

Cuando Callum me había preguntado si quería ayuda, sabía a lo que me atenía, nunca me he creído un Dios que decide el destino de las personas, pero pensé en cada persona que sé que Bryce ha lastimado y las que desconozco, Ariane solo era una de las tantas cómplices y simplemente había dicho "sí" cómo respuesta.

Ninguno de los dos mencionó cómo sería esta ayuda, él no habló de su tío, pero cuando Seth vio esta oportunidad de "Abel" citándome, en donde ambos sabíamos que se trataba de Ariane porque la estúpida es descuidada, le había dicho al irlandés y él solo me había respondido un "vale, esto nunca pasó. Cuídate y sabes en donde encontrarme si necesitas info, hay reglas que no se pueden romper, pero tú tranquis pregúntame por si puedo ayudar" sabía que se había sellado un trato del que nunca hablaríamos y me pregunté si por ayudarme él acababa de endeudarse, si había hecho tal sacrificio, esper ese no sea el caso.

Posiblemente mi consciencia algún día me recuerde de lo que he sido parte hoy, sé que papá no estaría nada orgulloso de mí por lo que acabo de hacer, pero en este momento no me pesa, es un integrante menos en toda la porquería que me están haciendo.

¿Y lo destacable? El teléfono de Ariane que tomo cuando camino hacia el último lugar en dónde estuvo, el teléfono que los hombres se encargaron de dejarme.

Poco sé de mafias y de crimen organizado, tampoco me interesa entrar en ello, pero imagino que no pueden involucrarse o atacar a miembros de otras organizaciones, parece algo básico para saber, eso es lo que me hace tener el conocimiento y certeza de que Ariane hoy fue un final.

Será una chica desaparecida del mismo modo en el que las personas piensan que lo fue su pequeña hermana.

Respiro hondo y me doy la vuelta caminando hasta mi auto, sintiéndome más ligero y al mismo tiempo tenso porque todo lo que quería era un negocio que bailaba entre lo bueno y no moralmente correcto, hoy le entregué a una lacaya de una organización del crimen austriaco a la mafia irlandesa y tengo a Bryce detrás de mí.

A veces  me pregunto si saldré vivo de esto o si algún día estaré lo suficientemente cuerdo para volver a ser normal del modo en que lo fui antes de venir a Nottingham.

Subo al auto y enciendo el estéreo en tanto salgo del estacionamiento del centro comercial, sabiendo que no hay grabaciones, que nadie sabe que estuve con Ariane, que los mensajes desaparecieron, que la entregué, que ahora hay uno menos de ellos y que de su teléfono, el que sé no van a localizar gracias a Seth, podría obtener información importante.

Susurro la letra de la canción sonando, fingiendo que el corazón no me late de prisa, que no acaba de pasar todo eso y que nuestras vidas no están cambiando.


Holaaa jajajaj bueno ¿Quién tiene hambre?

¿Cómo quedaron después de este capítulo?

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Espero les guste.

Un beso.

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