Sakura estuvo en el salón a tiempo, como se esperaría de ella, pero eso tiempo de espera hasta que el maestro entrara lo hizo recordar lo que había pasado el día anterior, se sonrojó un poco y estaba preocupada por lo que pensará su maestro Uchiha

Los demás llegaron, esperaron unos cinco minutos hasta que llegó su maestro, sin rumbo y con estruendoso sonido se puso frente a ellos

Sakura lo veía con desinterés, mientras su pómulo se posaba en la palma de su mano

—¿No te gusta?— molestó la castaña

La oji-jade se enojó por repentina distracción, se acomodó de otra forma mientras veía el intento de círculo que intentaba hacer el oji-azul

¿Porqué le gustaría? Era torpe y imperfecto, eso no era SU tipo de hombre

El rubio hizo las divisiones del que emulaba ser un plato y sonrió con simple torpeza explicando los grupos alimenticios

Sakura escuchó algo que solo con el maestro Sasuke había hecho, él lo estaba diciendo todo correcto, no tenía que discrepar nada, eso hizo que su sonrojó vivaz e impropio saliera de sus mejillas

Hizo un puchero y desvío la mirada de su maestra —Que clase más innecesaria— susurró casi inaubible

La campana sonó y paso por enfrente de su maestro, él le sonrió —Hasta mañana— se despidió

—Sí, hasta mañana— respondió con un tono de voz menor al que normalmente usaba

Sus amigas la atraparon por detrás, y la sacaron del salón, ella estaba preocupada de que él no la hubiera escuchado, tenía que dejar una buena impresión en él, después del día anterior, para que su récord de calificaciones no se perdiera

La de cabello rosa miró hacía atrás, para así ver al maestro que estaba con una sonrisa en el marco de la puerta, ella levantó su mano en despedida y él hizo lo mismo

El Uzumaki estaba contento, dado que ese día ya con una sola clase había sido mejor que ayer, pero esa tonta sonrisa era por nerviosos de que la chica de ojos jade lo viera con severidad

[...]

La hora de almuerzo había llegado, Sakura estaba con sus amigas que hablaban de una novela picante que saldría en cines, eso era altamente interesante para ella, pero su atención se desvío al ver a Naruto y secretario general de la escuela, pensaba que algo debió hacer mal el mayor, eso hizo que no escuchará a sus amigas

—Iruka, no quiero casarme aún— alegó enojado huyendo de los alumnos a su alrededor —No se ni como tratar a una mujer—

—Ya te dije que busques una amiga— dijo caminando sin preocupaciones —Además nunca hablamos que te casarías—

—¿Porqué? Además no estoy interesado en escuchar temas idiotas— dijo haciendo enojar a un grupo de chicas, sonrió forzadamente, no iba a retractarse, para él era idiota, —No estoy preparado—

Iruka le sonrió y le palmeo la mejilla, —Ella se merece que lo intentes—

El oji-azul inflo su mejilla y se alejó, no quería hacerlo, pero les hablaban como si tuviera que hacerlo, se fué

El de cicatriz sonrió, pensando que solo era cuestión de tiempo

El Uzumaki camino hasta la entrada a los salones, en un extremo estaba él, en el otro y sin él darse cuenta, estaba la Haruno

Sakura lo miró, ya que parecía no notar su presencia —¿Lo reprendieron?— preguntó sin hacer contacto visual con él

—¿Eh?— cuestionó mirando a su lado

Sakura decidió mirarlo y sonreír —Usted no parece ser alguien que sigue las reglas— comentó mientras se comía el pan de más que le gustaba comer

—No lo soy— respondió con una sonrisa nerviosa —¿Cómo lo sabes? Sakura-chan— preguntó con un toque de encantó

—Yo...— divagó tratando de no ser grosera y así que no lo reprobará —Usted luce rebelde— respondió con un gesto raro para después volver a comer su pan rápidamente

—¿Cómo es eso?— formuló poniendo sus brazos atrás de su cabeza y recargando su espalda en el arco de la entrada

—Eso— dijo señalando su postura —Mire a Sasuke-sensei, él nunca haría eso— puntualizó

—Él y yo somos muy diferentes, es cierto, dattebayo— le dió la razón —Sakura-chan...— llamó cuando vió que ella escondió el papel del pan —¿Dónde están tus amigas?—

—No sé— respondió desviando la mirada —Ni siquiera me di cuenta cuando se fueron— dijo rápidamente —Tengo que irme— soltó —Mi clase favorita está por comenzar—

Naruto la vió irse directamente al salón de su mejor amigo, —Me gustaría volverme la clase favorita de Sakura-chan— sonrió ampliamente para sí

La peli-rosa se topó con el de cabello negro en la puerta

—Buen día— dijo con una sonrisa nerviosa, al mismo tiempo que emocionada

—Buen día— respondió el Uchiha

Sakura celebró en sus adentro pero su felicidad se vió de manera externa

Ten ten e Ino veían como su amiga estaba realmente feliz, su cara enamorada y mejillas rojas, asimismo su entusiasmo en la clase hacían que ellas notaran eso

—...Eso es algo que la chica Haruno podría saber sin estudiarlo— reclamó a uno de sus alumnos

Los ojos verdes jade brillaron y su sonrojó subió un poco. ¡Su maestro la creía muy inteligente! ¡Eso era un punto para ella!

Con eso, su atención fue a su imaginación, se imaginaba en un atardecer, en ese salón, él sobre ella apunto de besarla...

—¡Sasuke!— gritó un oji-azul

—Naruto...— dijo cansado de la inmadurez de su amigo

El Uzumaki no tenía una cara regular, estaba un poco asustado —Tienes que venir, es algo... algo...¡Horrible!— dijo haciendo que los alumnos se espantaran

—Cálmate— pidió —Estas asustando a los alumnos— dijo acercándose a él

Sakura creía que su maestro se veía genial

—Es que...es que...— titubeó

—Voy a ir con su maestro, regreso pronto, no salgan— dijo acompañando a el rubio

"¿Qué habrá pasado?" era la pregunta recurrente

Eso hacía que a la chica se le cruzará por la mente el rostro de su nuevo maestro, y lo comparaba con su sonrisa torpe, eso hizo que su imaginación se bloqueará por completo, ahora solo ponía líneas sobre los corazones que solía dibujar

Maldecia haber permitido que su cerebro memorizaba los trazos del rostro del Uzumaki. Quería salir, saber qué pasaba.

Sus amigas juntaron sus pupitres con ella para debatir lo que podía estar pasando

Una alarma de ambulancia sonó fuera, los adolescentes vieron por los ventanales

"¿Le habría pasado algo al maestro Uzumaki? No se veía bien" comentó una de esas voces

Sakura no lo creía, también podría ser su maestro Sasuke pero no, él era fuerte e inteligente nunca le pasaría nada, sin embargo alguien tan torpe como el Uzumaki si podría

La Haruno vió una camilla que entraba a la escuela —Ojalá no sea él— murmuró siendo oída por sus amigas, extrañadas

—¿Estás preocupada, Sakura?— preguntó la rubia

—Sí— afirmó nerviosa —Sabes que yo me preocupó por los demás—

Las ruedas de la camilla sonaron por el pasillo al que daba a su salón