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Capítulo 26

El trayecto se hace muy largo. O tal vez me lo parece a mí ya que no sé  cuanto tiempo llevo despierta y cuanto llevo dormida.

Soñar era todavía peor que que vivir en la realidad pero estaba demasiado cansada y mis ojos se cerraban cada pocos segundos. Da igual lo mucho que intentase mantenerlos abiertos.

Cada vez que mis párpados se juntaban veía como Lucille destrozaba el rostro de uno de mis amigos.

Primero fue Eugene, luego Aaron, Abraham,Enid, Michonne, Rosita, Maggie,Tara, Carol, Carl, Glenn, Rick... Daryl.

Yo era la única que quedaba. Esperaba impaciente el momento en el que Negan acabase  conmigo ... momento que nunca llegó.

Él sabía que dejarme vivir era la peor tortura posible.

Prefirió quedarse con las ganas de hacerme añicos porque sabía que yo no podría vivir con ese peso sobre mis hombros.

Y estaba en lo cierto.

No podría.

Por eso procuraba mantenerme despierta.
Solo pensar en ello hacía que sintiese nauseas en la boca del estómago.

Sé que cuando salga de esta furgoneta,  Negan acabará conmigo en cuestión de minutos y mis amigos estarán a salvo. Tal y como siempre debió ser.

Nunca debí haberles puesto en peligro.
Nunca debí haberme quedado en Alexandria.

Por eso merezco morir.

Y estoy preparada. Estoy preparada para volver a ver a mi familia y dejar de estar cansada.

Siento que Glenn, Rosita, Michonne y Daryl vayan a ver todo este espectáculo, por eso me prometo a mi misma mantener la calma, no derramar ni una sola lágrima.

Así será más fácil para todos.

"¿Será más fácil para Daryl?"

Sonrío al escuchar su nombre en mi cabeza y reconozco que no todo en éste turbulento mundo , por muy loco que suene, fue malo.

Al fin y al cabo, ese maldito ballestero me hizo muy ...¿feliz?

Siento no haber podido decírselo.

Siento no haberle dado las gracias a Rick por darme una segunda oportunidad... por darme la familia que tanto necesitaba.

Siento no poder vivir lo suficiente como para conocer al futuro hijo de Maggie y Glenn.

Siento no estar cuando Judith diga su primera palabra...ni para ver cómo Michonne y Rick acaban juntos y felices.

Siento no haber abrazado lo suficiente a Rosita y no haber conocido del todo a Tara.

Siento no haber aprendido más de Carol y Sasha y no poder aconsejar a Carl y a Enid.

La moto que estaba arreglando con Aaron se quedará ahí durante mucho tiempo y eso también lo siento.

Siento no haberme sentado con Eugene para que me enseñase a hacer balas o simplemente para hablar.

Siento haber odiado a Abraham por lo que l hizo a Rosita.

Pero sobretodo lamento profundamente todo el tiempo que perdí con Daryl.
Tiempo que jamás recuperaré.
Todos los enfados que parecen jodidamente insignificantes ahora.

Espera... hay una cosa que siento todavía más: No haber acabado con Negan cuando tuve la oportunidad.

***
Aprieto fuertemente mi mano, en un puño, y lo estrello contra la pared que tengo a mi derecha.
Pataleo el suelo en un ataque de rabia y dejo que las lágrimas bañen mi cara.

-"Juro que si salgo de aquí, acabaré con Negan de la manera más dolorosa y horrible del mundo."- me digo a mi misma.

Pero sé que mi misión nunca se llevará a cabo porque mi historia se acaba hoy.

Llevo la sucia manga de la camiseta que tengo puesta hasta mis ojos, intentando borrar todo rastro de mis lágrimas y busco , a tientas y en vano, algo que pueda servirme contra Negan.

Nada de nada.

"Siéntate y espera Dakota" me digo a mi misma, intentando mantenerme clamada.

Intentando asumir mi destino.

Y de verdad creo que he conseguido asumirlo y aceptarlo... incluso desearlo, cuando  se abren las puertas de la furgoneta y unos brazos fuertes y gruesos me arrastran hasta la salida.
"Mierda, no quiero morir"

Me prometí a mi misma no pelear pero el pánico invade hasta el último de mis nervios y pataleo con fuerza.

Me revuelvo entre los brazos de ese hombre hasta que mis ojos se posan en lo que parece un arco , formado por las únicas personas que me importan en el mundo.

A la primera persona que distingo es a Carl y su sombrero de sheriff ...pienso que estoy loca , que ellos no están aquí y que esto es una pesadilla hasta que la ancha espalda de Abraham me devuelve a la realidad.

"¿Que están haciendo aquí ?"

Mis ojos empiezan a inundarse y mi corazón se para por completo.
Mi cuerpo deja de moverse y mis oídos se embotan, privándome de escuchar las horribles palabras que estarán saliendo ahora mismo de la boca de mi ex profesor.

La escena apenas está iluminada por los faros de algunos coches.
Hace frío, muchísimo frío.
El ambiente está tan tenso que no creo poder mover una extremidad sin provocar un despliegue de armas.

Mientras el salvador me lleva al centro del semicírculo, puedo observar a cada uno de mis amigos.

Ver la cara de Rick hace que me aterrorice aún más. Nunca le había visto de esa manera.

En mi cabeza se amontonan las preguntas pero mi mente se queda en blanco cuando mi cuerpo se desploma en el suelo y mis ojos se encuentran con los de Daryl.

Decido no apartar mis ojos de los suyos pero algo, o más bien alguien tiene otros planes para mi.

Un fuerte golpe en mi costado hace que mis oídos vuelvan a funcionar y mis músculos se contraigan.

La saliva se escapa de mi boca y mi cuerpo reposa ahora sobre mi espalda.

-Vaya ,vaya ! Mirad a quién tenemos aquí!

La voz de Negan quema mis tímpanos y comienzo a sentir náuseas.

-Si es mi queridísima Dakota... una alumna de sobresaliente y no sólo me refiero a la economía! - dice en tono sarcástico y divertido.

Abro los ojos para mirarle fijamente porque en esas milésimas de segundo, he decidido que no moriré habiendo satisfecho sus deseos.

No verá el miedo en mis ojos.
No ésta vez.

-Menudo regalo- dice observándome más de cerca- wow...Gracias Dwight!

Lucille realiza un amplio movimiento y pronto se sitúa a la altura de mis ojos.

Casi puedo ver los sesos de la que fue su última víctima.

Negan coloca sus piernas a ambos lados de mi cuerpo y sujeta su querido bate justo en mi cara.
Noto la amargura y la agresividad que va desde lo más profundo de su ser, recorrer su brazo y extenderse por Lucille hasta llegar a mi.

Tengo miedo pero lo mantengo a raya. "Esto no dudará mucho" me recuerdo a mi misma.
"Pero ¿por qué están todos aquí?"
"Maggie parece tener algún problema"
"No entiendo nada"

Y claro que no lo entendía. Y puede que nunca llegase a entender lo que ocurriría en cuestión de minutos.

La oscura y perturbada mente de un psicopata se escapa a mi percepción y entendimiento.
Le conocí hace mucho tiempo, casi lo que parece toda una vida.
Podía distinguir sus emociones al dedillo y al final acabé convirtiéndome en una extensión de él.
¿Como es posible que me tenga tan desconcertada ahora?

Miro fijamente a Negan cuando vuelve a su posición inicial, dejándome ahí tirada como la perra que piensa que soy.

Observo sus movimientos y sus gestos. Está sorprendentemente relajado, en su salsa.
No tiene miedo, ni siquiera descubro una pizca de preocupación en sus ojos.
Una de sus carcajadas hiela mi sangre.

-Esto está a punto de ponerse interesante- dice levantando mi cuerpo y posicionándome cara a mis amigos.
Podía verles a todos.

Hay algo en esta situación que me resulta extrañamente familiar... Como si ya lo hubiese vivido antes.

-¿Por donde íbamos?

Su voz me saca del trance y llevo mis ojos a cada uno de mis amigos.
La mayoría de ellos está aquí.
Faltan Carol, Enid, Morgan, Tara y obviamente la pequeña Judith.

Sigo sin entender nada. No encuentro una explicación lógica a su presencia aquí.

-Ah si... - continúa Negan- ... vosotros matasteis a varios de mis hombres y ahora yo mataré a uno de vosotros.

BUM.

Sus palabras se estrellan en mi pecho y se hunden tan profundo que creo no poder coger aire de nuevo.

Pero ¿De que me sorprendo?
Conozco a Negan y sé de lo que es capaz .
Solo esperaba equivocarme.

Sigo pensando que seré yo la víctima de su venganza pero hay algo que me dice lo contrario.

Tal vez quiera hacerme sufrir. Tal vez no le importe quedarse con las ganas.
Tal vez, mi sueño fuese más que solo eso.

El cuerpo de Negan se separa del mío y se acerca a Rick, despacio, desafiándole.

Una sensación gélida empieza a crecer por mis extremidades , casi hasta dejarme congelada.

Mis ojos se posan el los del ballestero y decido regalarle una mirada alegre. De esas que solo yo sabía poner.
Decidí despedirme de él, de la mejor manera que sabía.
Si tenía que recordarme, quería que fuera así.

Ensangrentada pero sonriendo.

Dicen que la sonrisa es la máscara del que más sufre.

Siempre me había gustado sonreír. Siempre lo hacía, igual que mi madre..."Con todos los dientes"
No había un día en el que no sonriera al conductor del autobús que me llevaba al instituto. No había un día en el que no saludara al portero con la mejor de mis sonrisas, o a mis compañeros al llegar a clase.
No pasaba un día sin que sonriera a mí directora o a mis profesores, no había un día en el que olvidara sonreírle a mi profesor de economía.

Solo necesitaba transmitirle que todo estaba bien.
Que si muero hoy, nada cambiará. Que él tiene que seguir luchando.
Solo quería que se mantuviera tranquilo y supiera que le quiero.

Me permito un momento de flaqueza antes de recobrar la compostura y afrontar mi destino.

Miro como sus labios tiemblan y como sus ojos luchan por no cristalizarse. Observo sus brazos, esos que nunca he visto tan sucios como ahora, cubiertos de sangre y miedo.
Admiro su fortaleza y el hecho de que no deje escapar una mueca de dolor ... y pienso que me gustaría mucho ser como él.

Pienso en cómo volverá a reconstruir ese muro de hielo cuando yo me haya ido , y espero, de todo corazón que alguien logre derretirlo algún día.

Porque mientras yo trataba de hacerlo, di con un diamante en bruto... al que jamás puliría.

Me gustaba todo de Daryl, desde su tosca mirada y sus gruñidos, hasta esas pequeñas sonrisas que se escapan cuando duerme y la forma en la que cambia su peso de un lado a otro cuando está nervioso.

Espero que alguien sepa verlo algún día.

-!Empecemos¡

La voz de Negan me sobresalta y tras un segundo, reacciono y me doy cuenta de donde estoy. De lo que está a punto de pasar.

-No sé por quién decidirme...- miro a Daryl y luego a los demás-Tengo una idea...- dice separándose más de mi y caminando en línea recta, hasta llegar a Rick.

¿A donde vas? pregunto en mi cabeza. Tienes que matarme a mi.

Las lágrimas empiezan a formarse y la angustia crece en mi garganta.

La silueta de Negan se acerca a Grimes y aunque no le veo, puedo asegurar que está sonriendo ampliamente.

-Una...Dola...Tela...Catola.

No puedo creer lo que ven mis ojos.

La frustración y los nervios se apoderan de mi. Quiero gritarle que no es justo, que es a mi a quien debe matar. Que no puede hacer esto.

Pero de mi boca no sale una palabra porque si lo hago, si le grito... todo será mucho peor.

-...Cojo... el tigre...por la cola.

El bate salta de Rick a Maggie y de Maggie salta a Michonne. De Michonne viaja el extremo izquierda y ahora es Glenn quien lo ve de frente.

Unos segundos después se coloca a escasos centímetros de la cara de Rosita y aunque quiero saltar a protegerla, mi corazón se desgarra cuando Negan se sitúa a la altura de Daryl.

Me olvido de respirar y solo puedo contar los segundos que faltan para que se separe de él.

Sé que soy egoísta, pero si Daryl muere mi mundo desaparecería y no quedaría absolutamente nada de mí. Ni una pizca de Dakota.

Me fijo en como el ballestero mira desafiante al que ha actuado como mi padre durante tanto tiempo y sé que eso no es bueno. Que a Negan nadie le mira con superioridad.

-si... te ruge... suéltalo.

El bate pasa ahora de Eugene a Carl y después a Aaron. Casi parece que baila al ritmo de esa cancioncita infantil.

-...si te ruge... suéltalo.

Sudor frío resbala por todo mi cuerpo.

-...mi madre... me enseñó...a elegir... al mejor... de aquí.

Antes de que me de cuenta, Negan vuelve al lado izquierdo y Dixon vuelve a estar en el punto de mira.

Un mechón de pelo se cuela entre mis ojos y obstaculiza mi visión.

Ojalá no pudiese ver nada de esto.

-... y te ha tocado- dice mi antiguo profesor dando una vuelta sobre su propio eje, mirándome de soslayo y frenándose en seco- a ti.

Por el lugar en el que se encuentra ,descarto la posibilidad de que Daryl sea el elegido pero al tenerlo delante, no puedo ver quien va a recibir el castigo que yo merezco.

Intento moverme y cuando miro hacia la izquierda, solo necesito ver la cara de Rosita para que la realidad me golpeé con fuerza.

Miro a Sasha en busca de confirmación.

Abraham.

No me entendáis mal, tras comportarse como un verdadero hijo de puta con Rosita, nuestra relación menguó, pero antes de eso compartimos muchos momentos juntos.

Las lágrimas empiezan a amontonarse en mis ojos y cuando el cuerpo de Negan se mueve y consigo verle, mi corazón se rompe en cachitos.

-Si alguien se mueve o dice algo, sacadle el otro ojo al chico y hacérselo tragar al padre- dice Negan, agarrando con fuerza el extremo inferior del bate.

Cierro los ojos con fuerza porque si todavía estoy soñando, quiero despertar ya.

-Podéis respirar, podéis parpadear o llorar... joder ¡Claro que vais a llorar!

Y dicho esto, Negan levanta los brazos y consigue golpear, con furia , la cabeza de Abraham.

Rosita, Sasha y Maggie gritan y yo, aunque quiero, no consigo mover ni una  sola cuerda bocal.

Estoy demasiado asustada.

Tardo en darme cuenta de que lo que creo que es una pequeña y puntiaguda piedra me está cortando la mano.

Involuntariamente había introducido mis dedos en la tierra y había apretado con fuerza, clavando en mi piel lo que, ahora que veía mejor,era un pequeño trozo de vidrio.

Estaba bien sentir dolor.

El cuerpo de Abraham se desploma y cae en el suelo con un golpe sordo.

Eugene se lleva las manos a la boca y llora.

Esa malévola, casi diabólica risa que tanto odio se clava en mis oídos.

Levanto la vista porque sé que he de seguir mirando.

-Mirad...¡ lo está afrontando como un campeón!

Al principio no entiendo que dice, o a que se refiere, pero cuando un foco de luz ilumina lo que tengo delante, veo como el ex militar se levanta y le mira a los ojos.

Sangre gotea de su cabeza pero no demuestra miedo.

Sé que si Abraham muere, lo hará bajo sus propios términos y condiciones, desafiando a Negan, sacrificándose por el equipo.

Y en cierto modo, él lo había decidido. Sabía que debía ser él. De ahí su actitud.

Debí haberlo sabido.

Le miro con la respiración entrecortada y la boca abierta, intentando mantenerme sobre mis rodillas.

-Chúpame... los cojones.

No puedo creer lo que mis oídos captan.

No puedo creer que Abraham Ford haya logrado lo que ninguno de nosotros logró.

Descolocar, aturdir y perturbar al hombre del bate.

En menos de un segundo, Lucille vuelve e estrellarse en la cabeza de Abe y sé que no hay forma de que pueda aguantar un golpe más.

Solo espero que no sufra, que sea rápido. Que de alguna manera se quede inconsciente con este golpe y no vuelva a sentir dolor.

Cingo golpes más acaban desmenuzando al soldado.

-¿Habéis oído ?-dice entre risas- ha dicho... ¡chúpame los cojones!

Observo horrorizada y congelada, como la sangre re resbala por ese horrendo artilugio que tanto he llegado a odiar.

Negan coge aire mientras arquea su espalda.

Pienso que ya está bien, que no es necesario seguir dando golpes pero una vez más, mi ex profesor ignora toda ética posible y continua golpeando durante varios minutos.

¿Por que no la ha tomado conmigo todavía?

- !Qué pasada! mirad esto...

El hombre de pelo negro y pañuelo rojo mueve su bate en dirección a Rick, haciendo que parte de la sangre de Abraham pinte su cara.

No puedo describir con palabras el horrorizado rostro de Rick Grimes.

-Fijaos en mi chica- vuelve a decir mientras se da la vuelta y se acerca a mi-Preciosa, mira esto.

Aparto la cara unos centímetros, intentando alejarme de Lucille y la sangre. Puede que intentando alejarme del que creo que es mi destino.

Daryl gruñe y le miro rápidamente, horrorizada.

Si Negan es lo suficiente listo y descubre lo que sea que tenemos, no estará contento. Nada contento.

Su cara está a escasos centímetros de la mía, ahora que se ha agachado y tras la imprudencia de Daryl, me mira con esos ojos que solo él tiene.

Espero estar equivocada y espero una señal que me diga que no, que no lo sabe, que no puede ni llegar a imaginárselo.

Pero nunca llega.

Su mirada se clava en mi y su boca se tensa, para después dar paso a una amplia sonrisa.

-No...- susurro. Tan bajo que ni yo consigo escucharme.

-¿Has visto esto?- me pregunta mientras se levanta.

Me obligo a mirarle porque sé de sobra que si no lo hago, será peor.

Llevo la vista desde sus pies hasta su torso y por fin sé a que se refiere.

-Todo esto, es culpa tuya. Ese pelirrojo ha muerto por TU culpa.

Trago saliva e intento frenar el sollozo que está a punto de salir de mi garganta pero no lo consigo.

-Míralo bien - dice casi pegando a Lucille a mi cara.

No consigo levantar la mirada por mucho que luche por hacerlo. No puedo.

Ya sé que todo esto es mi culpa, ya sé que yo debería haber ocupado el lugar de Abraham y sé que a partir de ahora, no dejaremos de perder gente.

Y todo es por mi.

Pero no puedo mirar como la sangre de mi amigo gotea hasta tocar el suelo.

Esa sangre está en mis manos ahora. Llevaré su muerte sobre mis hombros toda la vida.

Y sé que Negan quiere que me asegure de ello.

Silencio.

-MÍRALO BIEN - grita.

Mi corazón da un vuelco, de hecho creo que se para durante unos segundos y justo cuando levanto la vista, para hacer lo que me dice , veo como el ballestero se levanta, tira su manta y corre hacia Negan con el puño en alto.

Todo se paraliza y lo veo a cámara lenta.

Veo como Glenn intenta agarrarle para que se quede quieto y observo como todos los salvadores que rodean la escena levantan sus armas, listos para disparar a Dixon.

Me fijo en que el hombre que tengo delante se da la vuelta sin saber que es lo que va a encontrar pero sobretodo miro a Daryl porque tengo miedo de que esa sea la ultima vez que le vea con vida.

Su puño golpea la mejilla izquierda de Negan, quien está a punto de caer al suelo por el golpe.

Consigue mantenerse de pié y antes de que me de cuenta, yo me he levantado.

No sé muy bien para que y sé que esto tendrá consecuencias.

El ballestero vuele a lanzarse contra el, profiriendo gruñidos que sé que son de dolor, ya que eso le ha dolido más a él que al destinatario del puñetazo, pero dos salvadores se lanzan contra él y consiguen placarle.

En cuanto a mi, es Negan quien me tira al suelo y desde ahí ,veo como se lleva la mano a la mandíbula.

Está tremendamente ofendido.

Todo mi cuerpo se encuentra tendido en el suelo, y el frío de las piedras congela mi mejilla izquierda.

Las lágrimas siguen cayendo de mis ojos al ver que Daryl se encuentra en mi misma posición. Ambos nos miramos.

-Daryl...

Es Rick quien le llama y veo como intenta acercarse a él.

No se mucho sobre la vida de Daryl, ni de antes del apocalipsis ni de después, pero me alegro de que encontrase a alguien como Grimes. Alguien al que le importase de verdad.

-No , no , !NO¡

Es Negan el que grita ahora, evitando que el líder del grupo se mueva un centímetro más.

Una pequeña risa se escapa de su boca y mi piel se eriza.

-Eso... o vaya... - dice agachándose al lado de Daryl-... eso no se hace.

El silencio se apodera de todo este lugar y si cierro los ojos, por un momento, parece que estoy en una de esas acampadas que hacía con toda mi familia en verano.

Quiero mantener los ojos cerrados y escapar de aquí pero los abro cuando escucho a alguien acercarse rápidamente.

Es Dwight.

Ese maldito hijo de puta viene con la ballesta de Daryl.

Y sin saber como ni por qué, la furia me invade y tras darle un codazo en la nariz al hombre que me retenía, me levanto y corro hasta él.

-Ni se te ocurra pedazo de hijo de puta- chillo mientras Negan agarra en cuello de mi camiseta y me mantiene muy pegada a él.

Dwight no deja de apuntar a Dixon con su propia ballesta.

-Nunca te he dicho Dakota...¿ Que me pones mucho cuando te enfadas?

Las palabras de Negan me dejan congelada.

Daryl vuelve a moverse en el suelo, intentando zafarse pero solo consigue que un Salvador le golpee en un ojo.

-Déjale - digo refiriéndome a Daryl, mirando muy de cerca y con repugnancia los labios de mi ex profesor.

Los ojos de Negan van de mi cuerpo al del ballestero y veo como una amarga sonrisa empieza a formarse.

Mierda. Ya sabe como hacerme daño de verdad.

-¿Pero qué tenemos aquí?... Una bonita historia de amor por lo que veo- dice con una arrogante y amplia sonrisa.

Mi captor golpea mis piernas, que fallan y se doblan, haciendo que mis rodillas se claven en el suelo.

Aún me tiene sujeta, esta vez por el pelo.

-...es una pena que yo la probara antes- dice justo ante la cara de Dixon mientras tira con fuerza de mi pelo castaño.

Y de nuevo, el hombre de ojos azules se lanza contra él, quien para conseguir esquivarlo, me lanza al suelo con una brutal patada.

Cuando abro los ojos me encuentro a escasos centímetros del ballestero, que consigue soltar una de sus manos para acariciar mi rostro,

Sus profundos ojos se clavan en los míos y me trasladan a esa habitación que tan segura me hacía sentir.

Vuelvo a estar en esa cama, mirando fijamente sus ojos que se van cerrando poco a poco,debido al sueño.

Pero esa sensación, dura poco.

El pie de Negan se clava con fuerza en mi abdomen, separándome de él.

Daryl consigue ponerse de rodillas.

Yo intento recuperar el aliento.

- Ella es de mi propiedad, no te atrevas a tocarla.

Las palabras salen de la boca de Negan con profundo asco, rencor y odio.

-Sucio perro sarnoso.

Un escupitajo cae a los pies de Daryl, el cual no escucha.

Sus profundos ojos azules no se apartan de mi y Negan lo achaca a un acto de rebeldía.

No podía estar más equivocado.

Si las miradas matasen, el ballestero ya estaría más que muerto... eso si no lo estaba ya.

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