Capítulo 23
Siento Alexandria más vacía que nunca.
Puede que solo sea sensación mía pero me estoy cansando de perder gente.
Cada vez que las cosas parecen ir bien, algo se tuerce.
Eugene se recupera rápidamente pero esta vez ya no lo hace por los amables cuidados de la doctora.
El embarazo de Maggie avanza a buen ritmo y Carl ya puede hacer vida normal.
Desde que llegamos a Alexandria, el contacto entre el ballestero y yo se ha reducido al mínimo.
Quizás eso sea lo más normal de todo lo que está pasando.
Estar sentada en el porche de Rick, observando cómo Daryl y Carol cavan una tumba para Denise también es normal. Por desgracia.
-¿Como estás?
Glenn me saca del trance y parpadeo varias veces antes de contestar.
-Bien. ¿ Y tú ?- digo forzándome a sonreír.
-Yo estoy bien- dice sentándose a mi lado- pero no sabes mentir Dak.
Bajo la mirada y dejo escapar una pequeña risa porque tiene razón a medias.
Si se mentir, les mentí durante mucho tiempo pero a el no puedo ocultarle como me siento.
-Daryl nos contó lo de ese tipo... Dwight.
-Ella no tenía que morir Glenn. No lo merecía-contesto rápidamente, ante la mención de D.
-Nadie lo merece...
-Lo se ...pero Denise menos- digo llevándome las manos a los hombros-... esa flecha ni siquiera iba para ella.
Glenn abre la boca pero luego la cierra, sin dejar que ningún sonido salga de ella.
-Puedes hablar conmigo Dak, siempre que quieras. ¿Lo sabes no?
Yo le miro y sonrío.
Pero mi sonrisa no es forzada.
Glenn tiene un don. Es capaz de hacer feliz a la gente. Incluso en los peores momentos.
-Dame un abrazo- dice abriendo los brazos en un ángulo casi perfecto.
Le abrazo y por un momento, siento paz. Durante un minuto, recuerdo cómo era la Dakota de hace 3 años .
---
-Ha sido un día duro...
Cierro la puerta del armario y mis ojos se topan con los de Rick.
-Bastante...
La verdad es que no sé por qué el líder de Alexandria se ha molestado en venir a mi habitación cuando sabe que realmente, no me gusta hablar de cosas como las que han pasado hoy.
- Daryl está preocupado por ti.
Esas palabras se imprimen en mi estomago con un fuerte golpe. Parpadeo.
-No lo ha dicho directamente. Daryl casi nunca dice las cosas directamente, pero no ha dejado de insistir en que no debo volver a dejarte salir.
Yo arrugo mi frente y le miro con cautela, esperando que acabe lo que tiene que decir.
- Está nervioso después de lo que dijo ese tal Dwight... lo de la flecha.
-Este tal Dwight- digo imitando su curioso acento- no es nada. Es un fanfarrón y ladra más que muerde.
He empezado a quitarme la camiseta y percibo como Grimes, mira hacia otro lado, algo nervioso.
-No voy a prohibirte salir ahí- continúa- sé que no puedo.
Yo sonrío satisfecha.
-Conseguiste escapar aunque miles de caminantes rodeaban los muros así que se perfectamente que podrás escapar ahora.
Voy al baño mientras escucho sus calmadas palabras y pongo pasta de dientes en mi cepillo.
-Pero sí voy a decirte que tengas cuidado.
Su voz suena contundente, segura y firme.
-No soy una suicida- digo tras escupir y aclarar mi boca.
-A veces lo somos sin saberlo
¿Realmente cree que quiero morir ?
¿ Realmente quiero morir ?
Mis pensamientos quedan interrumpidos cuando el ballestero entra por la puerta.
Observo cómo me mira a mi y luego posa la vista en su amigo, sin entender el por qué de mi vestimenta , que consiste básicamente en una camiseta negra larga que tapa todo lo que tiene que tapar.
-Piensa en lo que te he dicho- dice Rick acabando con el silencio y dando un golpecito en el hombro de Dixon.
Yo me quedo donde estoy, apoyada contra el marco de la puerta del baño pensando y procesando todo lo que ha salido de la boca del Sheriff.
-Con que te preocupo ...-digo burlona.
-¿De que hablas?
-De nada- digo sonriendo para mi misma mientras cubro mi cuerpo con las sabanas de la cama a la que acabo de llegar.
El ballestero avanza por la habitación y se coloca frente a la silla en la que ambos dejamos la ropa.
Primero deja que su chaleco se resbale ,acariciando su marcada espalda.
Cuando la prenda está apunto de tocar el suelo, la agarra con una mano y la lanza contra el mueble.
Hace lo mismo con su cinturón y el pañuelo rojo que siempre cuelga de su bolsillo trasero.
Observo cada uno de sus movimientos intentando bajar el ritmo de mis pulsaciones.
Lo observo todo mientras muerdo mi labio inferior con fuerza.
Sus zapatos golpean el suelo y le veo dar un pequeño tropiezo.
Arqueo una ceja.
Su cuerpo se oculta de mi vista cuando cruza la puerta del baño. Escucho como abre el grifo pero no sé que hace con el agua.
El calor provocado por el moreno de ojos azules invade mi cuerpo. Cada centímetro. Cada poro.
Y sé que necesito a Daryl más que necesito respirar.
Y por eso ,cuando sale de su escondite y mis ojos se posan en los suyos, agarro los bordes de mi camiseta y tiro de ella hacia arriba.
Noto como mi pelo cae en cascada por mi espalda y escucho como la camiseta cae al suelo.
Unas bragas es lo único que cubre mi cuerpo.
Y justo cuando sus pupilas se posan en mis pechos, esa atracción surge de nuevo.
El ballestero da varios pasos en mi dirección, sin saber muy bien cómo reaccionar. Por un momento pienso que voy a ser yo quien lleve el control.
Que equivocada estaba.
Estoy de rodillas sobre el colchón pero soy lo suficientemente alta como para que mis manos alcancen su cuello.
Y claro que lo alcanzan.
Con fuerza, llevo su boca a la mía y bebo de ella como si nunca en mi vida, una sola gota de agua hubiera tocado mis labios.
Y él bebe de mi de una forma tan desesperada como la mía.
Dixon agarra mi cadera y pega su cuerpo contra el mío, haciendo presión en mi espalda para que no pueda separarme.
Nunca lo haría.
Mi lengua recorre la suya pero no puede ser para siempre porque ambos necesitamos respirar.
-¿Has bebido ballestero? - pregunto haciendo alusión a lo obvio.
-Bebo cuando he estado en situaciones cercanas a la muerte.
Contemplo sus labios y tras pasar la lengua por los míos , contesto a su frase.
- Yo me pongo cachonda cuando he estado en situaciones cercanas a la muerte.
Y sin dejar pasar tan siquiera una milésima de segundo, su boca se choca con la mía.
Sus dientes recorren mi labio inferior, haciéndome sangrar pero no contento con eso, deja pequeños mordiscos por todo mi cuello.
Apenas puedo resistirme y agarro su pelo con fuerza.
Sus manos recorren los bordes de mi ropa interior y yo recuerdo que él aún está vestido.
Agarro su camiseta y la paso sin mucho cuidado por sus brazos para después dejarla caer al suelo.
Con un empujón en el pecho dejo que se recueste sobre el colchón y tiro de sus pantalones con fuerza.
Unos bóxers negros me reciben pero no tardo en apartarlos de mi vista.
Bajo su ropa interior hasta casi el final de sus piernas y dejándole con el pequeño trabajo de dejarlos caer, me acerco a su miembro erecto.
Veo como el pecho de Dixon sube y baja, con fuerza , como si le costase respirar.
Entonces es cuando él mismo lleva mi mano a su pene y juntos hacemos movimientos ascendentes y descendientes.
Tras unos segundos aparto su mano de la mía y le obligo a mantenerlas a ambos lados de su cuerpo.
Tras eso, llevo mis labios hasta su zona más sensible, poco a poco.
Paso mi lengua por toda su superficie y comienzo a hacer los mismos movimientos ,utilizando, ésta vez, mi boca.
Noto como su abdomen se tensa y le obligo a tumbarse de nuevo poniendo una mano sobre la parte baja del músculo.
Continúo mi trabajo, haciendo que la sensación mejore poco a poco , disfrutando de la sensación de su mano enredada en mi pelo.
Tras varios minutos, el ballestero me avisa y lleva mi boca hasta la suya, mientras yo hago que termine con mi mano.
Veo como su boca se abre y como su respiración se acelera hasta el punto de pararse por completo.
Noto como todo su cuerpo se contrae y sonrío triunfal, colocando mi pelo sobre mi hombro derecho.
Y sin previo aviso, Daryl se incorpora y me sienta sobre sus piernas.
Lleva una de sus manos a mi culo y la otra da pequeños masajes a mi pecho derecho.
Me agarro con fuerza a sus hombros mientras nuestros labios vuelven a fundirse.
Pronto , lleva sus dientes hacia mis pezones y los muerde mientras saborea cada centímetro de mi piel.
No me doy cuenta hasta que me toca de que su mano ha bajado hasta mi entrepierna y cuando mete dos de sus dedos en mi vagina , doy un pequeño salto.
En esa postura no duramos mucho porque cuando el ballestero decide que es su turno, empuja mi cuerpo con fuerza y hace que mi espalda se arquee sobre el colchón mientras pasa sus labios por mi clitoris.
Disfruto de todas las sensaciones que me está produciendo el ballestero y cuando intento avisarle de que estoy a punto de terminar, no separa su boca de mi.
Es una sensación nueva e interesarte, la de correrte en la boca de una persona ...y más si era en la boca del ballestero.
Tras esto, sitúa su cara a la altura de la mía y comienza a succionar cada centímetro de mi cuello.
No aguanto más así que le suplico con la mirada y por una vez, hace caso a mis peticiones.
Con un rápido movimiento, dejamos de ser dos para fusionarnos en uno solo.
El cuerpo del ballestero se mueve sobre el mío y una cálida y placentera sensación surge con cada fricción.
Agarro su pelo y noto como respira sobre mi cuello.
Es una respiración agitada pero muy hermosa.
Giro mi cabeza intentando buscar un poco de aire y veo como sus brazos se tensan.
Llevo la vista hasta sus manos y descubro de están agarrando fuertemente las mantas , lo que me enciende más todavía.
Y justo cuando cierro los ojos, el ballestero hace lo que quiere con mi cuerpo y me coloca a cuatro patas.
Mis pies tocan el suelo pero mis manos agarran las mismas sabanas que se arrugaban en las de Daryl unos segundos antes.
La cálida sensación aumenta mucho más y no creo poder aguantar demasiado tiempo.
Las fuertes embestidas hacen que mi cuerpo vibre y que gemidos se escapen de mis labios.
Sonidos graves se escapan de su boca.
Tras unas fuertes embestidas más , una sensación que solo puedo describir como brillante se apodera de mi y hace que todos los músculos de mi cuerpo dejen de funcionar.
Dejo que mi abdomen toque el colchón y noto como Daryl acaba sobre mi espalda.
Ambos respiramos con fuerza y cuando estoy preparada para darme la vuelta y meterme en la cama ,para actuar como si nada hubiese pasado , la mano del ballestero separa mi cuerpo del suyo para unos segundos después, levantarme del suelo y acomodarme entre sus brazos.
Le miro a los ojos y sonrío tímidamente mientras me lleva al baño.
Antes de que mis pies toquen el sueño, ya ha encendido el agua caliente y tras observar desde la puerta cómo la lluvia artificial recorre mi cuerpo, se acuesta en la cama esperando a que yo haga lo mismo.
Cuando termino de ducharme, me acerco a la cama y dejo caer la toalla a los pies de esta.
Daryl ya está dormido pero ha dejado un claro hueco para mi.
Así que lo aprovecho.
Y me acerco a él todo lo que puedo.
Y él me sostiene entre sus brazos durante toda la noche.
Casi como si fuese una despedida.
HOLA A TODAS! Ya estoy aquí , por fin soy libre y por fin no tengo exámenes.
El capítulo de hoy ha sido para agradeceros la espera y deciros que muchas gracias por vuestra infinita paciencia.
Espero que os haya gustado y si es así dejad muchos comentarios y muchos votos!!
#TeamDakyl
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro