Me encontraba en la cama desordenada, la cual horas antes se encontraba perfectamente estirada. Mi vista paro en mi acompañante, tenía el cabello desordenado, se encontraba vestida sólo con una sábana alrededor de su cuerpo y se encontraba paseando por mi habitación mirando los libros que habían en un estante. Se veía completamente preciosa.

-¿Leíste todos estos libros?— asentí como respuesta.

-¿Quieres leerlos?— ella se volteó para mirarme.

-Claro— sonrió.

-Toma alguno si quieres.

Ella tomo unos y los dejo sobre el estante, cada movimiento que hacia era tan delicado que me sorprendía que ella pudiera ser hasta más fuerte que yo.

-Negan...—dudo.—quiero que sepas que esto no tiene que necesariamente arruinar nuestra amistad.

Ambos nos conocíamos hace un tiempo, teníamos una amistad bastante grande, ambos cuidábamos el trasero del otro y la confianza que teníamos por el otro había llegado incluso a compartir todo sobre nuestra vidas pasadas, eso había llevado a que cosechara sentimientos hacia ella, evitando que ella obviamente los supiera. Horas antes nos habíamos dejado llevar por la pasión y ambos terminamos en mi cama, sorprendente yo sentía que no había sido sólo una mujer más, si no que era especial. Que no era sólo sexo, con ella yo había hecho el amor.

-Negan— me volvió a llamar y salí de mis pensamientos.

-Lo siento, claro que no tiene que arruinar nuestra amistad _________.

-Genial— sonrió.

Me levanté de la cama y me vestí, ella se encontraba haciendo lo mismo.

-¿Puedes dejar de mirarme así?

-¿Así cómo?

-No se, como si fuera con amor o algo así.

-¿Podemos hablar?

Me sentía nervioso, pero tenía la necesidad de decirle lo que sentía por ella.

-Lo estamos haciendo— se sentó en la cama y yo me puse al frente de pie.

-Si te llegara a decir que siento algo por ti, ¿cómo te lo tomarías?

Ella me miro unos segundos y soltó una leve risa.

-¿Es una broma?

-No creo que tenga cara de broma en este momento.

-Negan y-yo, no creo que tengamos que confundir las cosas, eres mi amigo y no quiero arruinar esto.

-¿Te gusta alguien más?— ella negó.

-No, pero no por eso tendría que sentir algo por ti. Lo siento Negan.

Ella se levantó con rapidez, tomo los libros que tenía sobre el estante y se fue dándome una última mirada. Me sentía estúpido, me sentía estúpido por enamorarme.