Los pasillos del santuario eran extremadamente largos, camine por el desolado corredor hacia el comedor haciendo eco con cada paso que daba. El sonido del ya típico silbido de los salvadores junto a unos pasos se hicieron presentes.

-¡Eh, preciosa, ¿no me esperas?— rodé los ojos y bufé

-¿Que quieres Negan?— él llego a mi lado con su sonrisa arrogante.

-Te quiero a ti en mi cama, pero, ahora quiero comer— comenzamos a caminar— contigo.

-¿Ya no es bastante con verte todos los días?

-Deberías agradecer que tienes un refugio— se llevo la mano al pecho fingiendo que le dolió.

-Lo agradecería si no fuera por obligación.

Entramos al comedor e instantáneamente todos se arrodillaron.

-Pueden ponerse de pie— Negan grito y todos hicieron caso.

Ambos nos acercamos donde repartían comida.

-Quiero dos platos— le hablo a la mujer que servía, ella asintió.

-Por favor— complete y Negan bufó.

-Que educada— lo vi rodar los ojos.

-Creo que tengo hasta la educación que te falta.

La mujer entrego los platos y él puso uno en mi bandeja, cuando me iba hacia otra dirección, Negan tomo mi brazo.

-Hoy comeremos juntos— sonrió y nos sentamos.

El plato contaba con carne y unas verduras, le di la carne a Negan y el me miro extrañado.

-¿Por qué me la das? Es tuya.

-No como carne— seguí comiendo las verduras y lo oí reírse.

-¿Me estas jodiendo?— me miro unos segundos— espera, es verdad.

-¿Por qué te mentiría idiota?

-Estamos en un puto Apocalipsis y tu no comes carne, que es lo más fácil conseguir.

-Creo que si me muero de hambre, es mi puto problema Negan.

-Eres bastante ruda, me gustas, pero dime— se acercó— ¿ningún tipo de carne?— levantó las cejas y las bajó rápidamente.

-Negan, eres un puto asqueroso— él rió fuertemente.

-Eso lo se cariño.

Termine de comer y me levanté.

-Vamos— Negan hablo y se levantó seguido de mi para luego avanzar hacia la salida.

Llegamos hasta la entrada del santuario.

-Hoy iremos a pie— sonrió e hizo una señal para que la puerta se abra.

Caminamos por unos minutos en silencio.

-¿Hacia dónde vamos?— lo mire con desconfianza.

-Tranquila __________, ya llegaremos.

Nos adentramos al bosque y en unos minutos llegamos hasta un lago que contaba con una cascada.

-Oh dios, esto es malditamente genial— él rió.

-Claro que lo es, lo descubrí yo.

Me acerque hasta la orilla y me comencé a sacar la ropa.

-¿Que haces?— voltee para observarlo.

-Voy a entrar, ¿tu no?— lo mire con una sonrisa y seguir sacándome la ropa.

Ambos quedamos en ropa interior.

-¿No te sacarás lo demás?— apunto mi ropa interior.

Me encogí de hombros y me lo saqué rápidamente para luego entrar al agua.

-Eres una caja de sorpresas, preciosa— él imito mi acción para luego adentrarse al agua.

Cuando ambos estuvimos un buen rato, Negan se acercó y tomo mi cintura, pase mis manos por su cuello y lo acerque más.

-Me moría de las ganas de hacer esta puta mierda.

Y se acercó cerrando toda distancia que había, besándome.